Capítulo 18

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Kate la conducía por entre la multitud, estaban en un salón realmente grande, rodeados de cuadros y esculturas realmente surrealistas y feos para Lilith. Kate le propuso irse, pues notó las caras de desagrado que Lilith hacia sin darse cuenta.

Llegaron afuera, Kate algo aturdida y Lilith horrorizada por una pintura de desnudos. Además la multitud las hizo sudar un poco y en el patio (en el cual había más pinturas y esculturas) pudieron encontrar aire y un poco más de paz.

—Mi madre adora hacer exposiciones aquí, sabes —gruñó arrugando la nariz mientras se subía a una delgada barda, estaba a uno metro y medio de distancia del suelo, no era peligroso.

—A mi madre le obsesionan las fiestas, sigo sin creer que no sean cercanas si son amantes de este tipo de cosas.

—Bueno, cancelaron sus negocios —informó encogiendose de hombro —. Y cuéntame de ti, ¿tienes novio? o ¿novia?

Lilith rió y negó con la cabeza mientras a su cabeza llegaba Yelena. No sabía si debía contarla como su novia, no tenía idea de si volvería a verla.

—Bueno... no lo sé realmente —volteó a ver a Kate quien seguía caminando sobre la barda muy concentrada —. Ella desapareció.

—Oh... lo siento mucho —de un brinco bajo de la barda y se sentó en el escalón donde Lilith reposaba.

—Seh... su perdida fue dura. Hice muchas cosas para olvidar su recuerdo.  No me metí en el alcohol, mi madre por miedo llegó a revisar mi departamento casi diario, jamás encontró nada —suspiró —. Creo que beber me recordaba más a ella, sabes.

—Lo lamento tanto.

—Jamás llegué a saber todo de ella, la última vez que hablamos fue por llamada y lo último fue un: te amo —su voz se cortó al decir aquello —. Yo vi a mi hermana morir, la tuve entre mis brazos, pero, ¿Yelena tuvo a alguien? ¿fue rápido? No tengo ni idea. Esperó haya tenido compañía.

—¿De verdad la amabas? —Lilith asintió con una sonrisa de lado.

—Y la sigo amando.

Murmuró con mucho dolor. Su recuerdo seguía incrustado en su piel, de su cabeza no salía aquella mujer rubia de cabello largo. La extrañaba pero empezaba a acostumbrarse a la ausencia. El dolor iba a estar por siempre pero, lo mejor era acostumbrarse.

—¿Y tú? ¿alguna persona?

—Nop, no tengo tiempo para esas cosas —admitió con simpleza y levantando la vista a las estrellas —. Desde que Cassie me dejó sólo pienso en mí y mi futuro, estoy ocupada siendo toda una narcisista.

—¿La extrañas? —preguntó Lilith con la voz temblorosa, le asustaba la respuesta.

—Por supuesto, fue mi primer amor, siempre se le extraña —ve a Lilith, sus ojos brillaban —. Pero bueno, es parte de la vida, ¿no? Desde que empezamos a salir siempre tuve en claro que no íbamos a envejecer juntas.

Dios, odiaba hablar de envejecer. Su sueño era envejecer con Yelena pero ahora... ¿iba a encontrar alguna otra mujer con la que quisiera envejecer en Roma o Venecia?

—Así que me dolió que se fuera, sufrí por un corto tiempo pero pude superarla, no me iba a derrumbar para siempre. Además, estaba siendo egoísta, su felicidad era estar cerca de su familia, no debía porque impedirlo, no soy nadie para hacerlo.

—Claro...

Hablar de Yelena con Kate era extraño, por alguna razón sentía más tristeza. De repente sintió ganas de llorar y golpear a Kate por recordarle aquella charla que tuvo con Yelena. Ella quería ser vieja junto aquella rubia. Sentarse en las calles de Roma y ver a los niños jugar con la pelota mientras cuchichean. Su sueño era tan simple y tranquilo.

As The World Falls Down • Kate Bishop x OC x Yelena BelovaWhere stories live. Discover now