27- Estúpido amor eterno

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-¿Estás... - quiere preguntarlo pero no puede, se que quiere hacerlo pero no le dan las fuerzas, al menos no para escuchar la respuesta de mis labios.
Le sonrío porque es una manera que tengo para aliviar ese fuerte dolor que se ha ido expandiendo por mi cuerpo.

-¿Como te ha ido en clases?- es lo primero que me viene a la cabeza.

Niega con la cabeza a la vez que baja su mirada.

-No me digas que en serio quieres saber cómo estoy- hago una mueca de dolor porque elevé un poco la voz y en mis condiciones ni siquiera eso podía hacer.

-¡Ha sido una mierda!- suelta un suspiro y se sienta a mi lado en esa estrecha cama de hospital.

Le sonrío y al fin en unos cuantos días me devuelve la sonrisa. ¡Dios! ese dolor ha desaparecido un poco.

Antes de que pueda contestarle escuchamos gritos afuera de la habitación que debería de estar protegida contra el sonido ya que esos gritos de dolor de familias viendo cómo alguien de los suyos se moría, era extremadamente más doloroso que toda esta mierda que ya me estaba impidiendome hasta mover.

-No pasa nada- le digo y si, claro que sí pasaba pero ya tendría el su oportunidad de estar así, cuando yo ya me fuera e incumpliera la promesa de joderle la vida entera con mi presencia.

Deja de oír todo y me mira.

-He conocido a una chica...

¡Lo había hecho!

...había estado pidiéndole al universo que lo ayudara con ello antes de que me muriera... ¡pero carajo! dolía, DOLÍA con mayúsculas y dolía con sangre pero también, también dolía con emoción y satisfacción.

-¿Es igual de idiota que yo?

Se que no le está resultando fácil, lo veo en su mirada, hay una jodida tristeza que no quiero ver, que me mata más que está enfermedad.

-Aun más idiota- me sonríe.

-Pues es la indicada.

-¿Eso crees?

-Estoy segura.

-Sam, eso no significa que...

-Significa que eres más fuerte de lo que pensé, que no te voy a destruir la vida como temí que lo haría...

-Ya lo hiciste- eso me alegra y me acaba al mismo tiempo- ya me destruiste esa ilusión de un amor eterno Sam- no pronuncies mi nombre por favor, no lo hagas...- solo contigo, idiota, quería vivir el...-suspira con rabia- ...amor infinito, esa estúpida cursilería...- la rabia lo estaba consumiendo, sus palabras nunca eran así de agresivas, así que no habla más porque simplemente no puede hacerlo y que bueno que lo hizo porque yo simplemente no podía seguir escuchándolo.

Historias de un amor ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora