Presa[+18]

III

09/febrero/1968

Élise

Sentía que alguien me observaba.

Era él.

¿Venía por mí?

No, no podía ser él, prometió no hacerme daño. Dijo que no lo haría.

Era raro pero atractivo, era perturbador pero hermoso.

Aunque mientras más lo conocía más perturbadora era su presencia.

Siempre observaba a Clarice desde el fondo de la clase, siempre la observaba en el receso, a donde quiera que ella fuese, él estaba ahí, observándola desde lejos. Algo que a Brigitte no le agradaba mucho, decía que había algo raro en él. Que estupidez la nuestra al no tomarle importancia.

Creí que su obsesión era solo hacia Clarice, hasta que se dio cuenta de que él no era el único que observaba a escondidas.

Se percató de que mientras él miraba a Clarice, yo lo miraba a él. Era adictivo verlo, su mandíbula bien marcada, sus cabellos marrones siempre despintados, sus ojos marrones que estaban llenos de malicia y su sonrisa perversa que solía hacer.

Comenzó a dejar cartas debajo de mi mesa, luego debajo de mi almohada, y luego, vino la tragedia.

Creí que era divertido ver sus sonrisas discretas desde el fondo del salón mientras leía sus cartas. Pero dejó de ser divertido cuando entraba a mi habitación a mitad de la noche y comenzaba a pasar un cuchillo con delicadeza por todo mi cuerpo.

Sus cartas eran perturbadoras. Pero no dije nada. Me advirtió que no dijera nada. Mucho menos a Clarice.

𝐿𝑎 𝑝𝑟𝑜𝑥𝑖𝑚𝑎 𝑣𝑒𝑧 𝑞𝑢𝑒 𝑡𝑒 𝑣𝑒𝑎 𝑛𝑜 𝑠𝑜𝑙𝑜 𝑝𝑎𝑠𝑎𝑟𝑒́ 𝑢𝑛 𝑐𝑢𝑐ℎ𝑖𝑙𝑙𝑜 𝑝𝑜𝑟 𝑡𝑢 𝑙𝑖𝑛𝑑𝑜 𝑐𝑢𝑒𝑟𝑝𝑜.

Decía su primera carta debajo de mi almohada. Hasta ahora solo habían sido cartas "normales". Pero esta no lo era. Al menos no para mí.

𝑇𝑒 𝑑𝑖𝑟𝑖́𝑎 𝑡𝑜𝑑𝑜 𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒 ℎ𝑎𝑟𝑒́ 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑖𝑔𝑜 𝑐𝑢𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑡𝑒 𝑡𝑒𝑛𝑔𝑎, 𝐸𝑙𝑖, 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑡𝑒𝑚𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑡𝑒 𝑎𝑠𝑢𝑠𝑡𝑎𝑟𝑖́𝑎𝑠.

Era un pervertido. Definitivamente si lo era.

𝑁𝑜 𝑠𝑎𝑏𝑒𝑠 𝑐𝑢𝑎𝑛𝑡𝑜 𝑣𝑜𝑦 𝑎 𝑔𝑜𝑧𝑎𝑟 𝑑𝑒 𝑡𝑖 𝑐𝑢𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑒𝑠𝑡𝑒́𝑠 𝑒𝑛 𝑚𝑖 𝑐𝑎𝑚𝑎.

Maldito degenerado.

Le advertí a Clarice de Damién, le dije que no eran buenas sus intenciones con ella. Pero no me escuchó.

¿𝐿𝑒 𝑎𝑑𝑣𝑒𝑡𝑖𝑠𝑡𝑒 𝑎 𝐶𝑙𝑎𝑟𝑖𝑐𝑒 𝑠𝑜𝑏𝑟𝑒 𝑚𝑖́, 𝐸𝑙𝑖? 𝑇𝑒 𝑑𝑖𝑗𝑒 𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑜 𝑎𝑏𝑟𝑖𝑒𝑟𝑎𝑠 𝑙𝑎 𝑏𝑜𝑐𝑎.

No le tomé importancia. Tal vez si solo lo dejaba pasar y me olvidaba de su existencia, ésto quedaría en el olvido y seguiría mi vida normal.