10 - 'El brazalete de protección'

85.4K 12.1K 16.5K
                                    

10

El brazalete de protección


Madre mía, ¿por qué la burocracia es tan aburrida?

Dejo el papel que tengo en la mano y hundo la cara en el escritorio, que es básicamente lo que he estado tentada con hacer desde que he entrado en el despacho. Me aburre estar sola. Y, sobre todo, me aburre que mi única compañía sea un montón de papeles. Si tan solo pudiera poner musiquita de fondo... pero no voy a arriesgarme a que Albert intente asesinarme por perturbar su paz mental.

Eso te pasa por hacerte política.

Me pregunto cuál sería mi eslogan de campaña electoral.

Vota por Genevieve, tu mediohumana rompemaldiciones besuqueavampiros de confianza.

Estoy rumiando sobre ello cuando, de pronto, empieza a sonar mi móvil. Lo recojo como si fuera una bendición, y suelto un suspiro de alivio nada más ver de quien se trata.

—¡Trev! —exclamo con alegría—. ¿Cómo estás? ¿Qué tal todo?

—Vaya, vaya. Alguien me ha echado de menos, ¿eh?

—Tampoco te hagas muchas ilusiones, es que estoy aburrida.

—Dijo la más romántica del barrio —protesta—. Bueno, ¿no debería ser yo quien te preguntara qué tal te va todo? Yo sigo con mi vida aburrida, tú eres la que vive rodeada de vampi... amiguitos de colmillos relucientes.

Suelto un suspiro.

—¿Has estado a punto de decir vampiros delante de la gente de tu trabajo? —pregunto en tono cansado.

—¡Estoy en mi descanso para fumar!

—Tú no fumas, Trev.

—No, pero me merezco un descanso.

Si no estuviera tan cansada, probablemente habría empezado a reírme. Al final, lo único que me sale es sacudir la cabeza con una sonrisa.

Hora de retomar la conversación, alcaldesa.

—¿Por qué me llamas? —pregunto.

—¿No puede ser por el placer de oírte?

—No.

—Pues efectivamente no lo es.

—¡Trev, dilo ya!

—Vaaaaale. Te acuerdas de tus padres, ¿no? Esas dos personitas que te han criado durante estos años... Quizá te resulten familiares.

Me suenan, sí, pero hace bastante que no hablo con ellos. La relación se enfrió con su única visita a Braemar, cuando me enteré de que no eran mis padres verdaderos y, por si eso no fuera poco, descubrí que al principio solo me habían cuidado a cambio de un sueldo mensual. Desde entonces, me siento como si para ellos hubiera sido un trabajo, y no su hija.

Sí, es complicado.

Como todos los padres, ¿o tú conoces alguno normal?

—¿A qué viene eso? —pregunto, un poco a la defensiva.

—Han intentado llamarte.

—Lo sé.

—No les has contestado.

—Sí, eso también lo sé.

—Oye, Vee... sé que la cosa es complicada, pero... no sé... ¿no crees que...?

El rey de las sombras #2Where stories live. Discover now