Capitulo treinta.

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—¡No me lo pondré!—Grant esta literalmente corriendo de nosotras al rededor de su departamento mientras Amellie rie desenfrenadamente persiguiéndolo junto a mi

—¡Debes cumplir tu promesa!—digo persiguiéndolo

—¡Si papi!—grita Amellie, ella ya lleva su tutu puesto, pero Grant no quiere hacerlo

—Olvídalo, Previtti.—dice ahora caminando a la cocina para huir

—Haremos que papi, se ponga el tutu.—le digo a Amellie y ella asiente sonriendo

—¡Eres un tramposo, debes hacerlo! ¡Tu dijiste apuesta lo que quieras!—digo llegando a la cocina

Rueda los ojos.

—Voy a lucir totalmente ridículo.

—Esa es la idea.—pestañeo varias veces sonriendo y rueda los ojos una vez más

—Si me lo pongo, no saldré.

—Si saldrás, Amellie quiere que vayamos al parque.

Mira a Amellie y ella aplaude sonriendo.

—Am, si me haces ponerme eso, no hay perrito.—advierte alzando su dedo índice

—Igual no habría perrito, el tutu Segal.—insisto y extiendo mi brazo para que lo tome

—Me vengaré, lo prometo.—dice con fastidio y por fin lo toma, le miro esperando a que se lo coloque, para poder burlarme—Esto es ridículo.—mira al tutu y veo sus intenciones de tirarlo a la basura

—Se esta haciendo tarde y queremos ir al parque.—sonrío

—Papi póntelo.—Amellie ríe dulcemente, Grant suspira y coloca los ojos en blanco antes de inclinarse y levantar cada uno de sus pies para ponerse el tutu encima de su ropa negra

Estallo en una gran carcajada cuando ya lo tiene en sus caderas.

—No puedo creer que me hayas hecho hacer esto.—dice ciertamente molesto pero no puedo evitar reír y Amellie tampoco

—Papi, eres igual que yo.—ella corre hacia él y lo toma de la mano

Grant me fulmina con la mirada, se vengaría pronto.

—Es demasiado ridículo.—murmura una vez mas bajando su mirada para verlo

Un asesino serial con un tutu de color fucsia fosforecente.

—Déjame tomarle una foto a esto.—digo mordiendome el labio inferior para evitar no reír pero no puedo, suelto otra risa y me lanza una mirada matadora—Lo siento.—digo con tono burlón

—Terminemos con esto.—dice con fastidio

Tomo mi celular de mi bolso que se encuentra encima del mesón.

—Sonrían.—digo antes de hundir el botón un par de veces y teniendo como resultado una foto de Amellie sonriendo agarrada de la pierna de Grant y a Grant mirándole—¡Perfecto! Vamos al parque.

—Ya te burlaste lo suficiente,¿no podemos simplemente dejarlo así?—dice rodando los ojos y niego dandole un beso en los labios

—¿Como es que nunca pensaste en vestirte así para matar a alguien? Te reconocerían como: Grant la bailarina de ballet, asesino serial.—sonrío y me mira como si no estuviese hablando en serio—Vamos.—le doy un beso en la mejilla y me doy la vuelta tomando a Amellie

Una vez que estamos en el parque, Grant mira por la ventana, este es otro proceso para hacerle bajar.

—Debes hacerlo, Segal.—digo, suspira sabiendo que no tiene otra alternativa y lo hace, se baja primero y luego nos bajamos nosotras

Toma a Amellie de la mano y me mira para empezar a caminar pero niego con la cabeza sonriendo.

—Iré justo detrás de ustedes quiero disfrutar esto.—digo sonriendo

—¿Qué? Ahora la gente en verdad creerá que estoy loco.

Unas personas pasan a nuestro lado y miran a Grant con una sonrisa, el coloca los ojos en blanco.

—¡Papi, mira! ¡Perrito, vamos!—grita Amellie y comienza a correr con Grant agarrado de la mano

Me lanza una mirada y encojo los hombros.

Camino detrás de ellos riendo y viendo las reacciones de las personas, la mayoría sabe quien es pero al ver que lleva un tutu puesto sólo los hace reír o bueno a algunos fruncir el ceño.

Algunas personas deciden tomarles fotografías, se que Grant quiere que lo trague la tierra en este momento o les quiere arrancar el teléfono, Amellie luce demasiado feliz.

Me acerco a ellos y tomo a Grant de la nuca dandole un pequeño beso.

—Ya te lo puedes quitar, a no ser que te quieras quedar todo el día con el.—digo sonriendo

—Gracias.—dice sonriendo falsamente y se inclina para sacárselo

—Amellie papá luce muy guapo así, ¿verdad?

Ella asiente con su cabeza sonriendo.

—Creo que ya podemos irnos, necesito llamar a Fabrizzio.—digo y Grant hace una mueca

—¿Para qué?

—He estado desaparecida por un mes y en verdad me estas preguntando,¿para qué?—cuestiono alzando mis cejas

—Como sea.

Al llegar a la casa Grant se encarga de entretener a Amellie mientras yo me arrecuesto sobre el sofá para llamar a Fabrizzio el cual ya debe estar en París desde hace tiempo, y de seguro le ha dicho a mi papá sobre mi desaparición aunque no tiene explicaciones.

Cuando los pitidos paran de sonar abro la boca para decir algo pero los gritos de Fabrizzio hacen que la cierre de nuevo.

—¡¿DONDE MIERDA HAS ESTADO?! ¡MALDITA SEA NO TIENES IDEA DE LO PREOCUPADO QUE ESTUVE! ¡ME FUI SIN TENER UNA EXPLICACIÓN SÓLIDA!

—Hola, eres el mejor de todos, y también te extraño.—digo y hay un silencio, suspira

—Lo siento,¿me puedes explicar donde has estado? Y no me digas que con el maldito extraño de tu novio, eso no es excusa para que no me hayas llamado.

—Estaré en París pronto y te prometo que te lo explicare todo de cerca, pero quiero que sepas que ahora estoy bien, y Amellie igual.

—¡Mierda Beth!—exclama—Tu padre casi me asesina literalmente y si no fuera porque confío en ti, Enzo estaría ahora mismo en Canadá matando a tu novio.

—Gracias.—suspiro—Es una larga historia, de verdad siento irme así sin darte explicaciones.

—Yo al menos me fui, vale, lo entiendo, pero tus amigos, Lorena y Sergio deben estar preocupados y siento decirlo de esta manera, pero nos debéis una explicación respecto a porque te han secuestrado.—su voz es firme

—¿Pero como sabes eso?—pregunto extrañada

—¿Hay otra explicación que consigas a Grant en la calle golpeado, luego te pida que te vayas con el y luego simplemente desaparezcas durante semanas y el igual?

Me quedo en silencio,¿por qué debe ser inteligente?

—Estoy bien.—murmuro, veo como Grant llega a la sala con Amellie y pone su atención en mi conversación

—Eso es lo único que importa, que Amellie y tu estén bien, pero quiero una explicación.—suspira—¿Cuando vuelves?

—Debo arreglar unas cosas primero.—murmuro mirando a Grant

—Debes hacerlo lo mas pronto posible, los profesores de Amellie están preguntando por ella, y la agencia no esta tampoco muy feliz.

—¿Que les has dicho?

—Beth, no di detalles, sólo dije que tuviste un inconveniente.

—Gracias, no se que haría sin ti.—digo sincera, Grant pone la mandíbula tensa

—Te quiero, vuelve pronto y mándale muchos saludos y besos a Am.

—Vale, y yo a ti, adiós.—y cuelgo

—¿Todo bien?—pregunta Grant, asiento

—Estaba preocupado.—hago una mueca

—¿Le contaste acerca de lo que paso?

—Se dio cuenta del secuestro pero le he dicho que le daré detalles de cerca.

De nuevo el tema de irnos, Grant asiente y se levanta.

—Iré a hacer la cena.—dice dándose la vuelta, me muerdo el labio inferior, debo pagar por su libertad

—Am, cariño, Fabrizzio dijo hola y te manda muchos besos.—sonrío y me siento junto a Amellie

—¿Donde esta Fabritio?—pregunta emocionada

—En París.—le doy un beso en la frente y acaricio su cabello

—Mami, quiero volver a París.—frunce el ceño

—Lo haremos pronto muñeca, lo prometo.

—Y que papi vaya al recital.—sonríe, esbozo una falsa sonrisa

—Claro.

Luego de una silenciosa cena, Amellie ha caído profundamente dormida en la habitación de huéspedes, así que Grant y yo nos encontramos en la sala, solos y en silencio viendo televisión.

—Lo resolveré, lo prometo.—murmuro de pronto sacándonos del silencio, no habla sigue viendo la película o el programa que están pasando no estoy segura

Tomo el control molesta y apaga el televisor.

—¿Que mierda Beth?—exclama molesto

—No hemos hablado acerca del tema de París, quiero hacerlo.—suspiro—Mierda en verdad necesito que me hables cuando te molesta algo.

—Estas actuando como si me conocieras desde ayer.—dice rodando los ojos—Ya te dije que no puedo dejar el país, no se que parte de eso no entiendes.

—¡Debe haber una solución!

—Claro que la hay, yo yendo a la carcel o ser sentenciado a muerte, tu eliges.—alza sus hombros y hace una mueca

—Debe haber una cantidad de dinero que le podamos ofrec...

—¿Acaso te estas escuchando?—exclama incrédulo—No quiero involucrarte más en esta mierda, si llegas a pisar la oficina de Sarkozy, posiblemente te metan a la cárcel por saber sobre todo esto.—suspira

»Te quiero Beth, pero simplemente no puedo dejar el país, lo siento.

—Pero debe haber alguna forma,¿verdad?—me muerdo el labio inferior

Cierra los ojos con fuerza y niega.

—No lo entiendes, esto no es un cuento de hadas, te lo dije, no te lo puedo prometer.—aprieta los labios—Este es mi infierno, y de verdad las quiero aquí conmigo, es lo único que me queda por ofrecerte.

Me acerco y lo beso, quiero llorar pero no lo haré, encontraré la forma.

—Lo siento.—dice entre el beso

—Sh.—digo besándolo de nuevo, mis labios suben y bajan sobre los suyos y antes de notarlo su lengua esta acariciando suavemente la mía, mientras yo tengo mis manos al rededor de su nuca tirando de ella para sentirle más

—Amellie esta durmiendo.—murmura sobre el beso y sonrío

—Y profundamente, creo.—el ríe y yo me voy a sentar sobre él a horcajadas pero una vez que estoy sobre él hace una mueca de dolor

La herida en su pierna, mierda, se me ha olvidado.

—Lo siento.—le doy un rápido beso sobre los labios y me bajo

—Creo que es mejor yo arriba.—dice y asiento

Se coloca sobre mi apoyando sus brazos sobre él espaldar y yo enrollo mis piernas al rededor de sus caderas posando mis manos en la parte baja de su espalda para quitarle la franela.

Comienza a besarme y a acariciar mis piernas pero una vez que ha llegado a mis muslos hago una mueca de dolor, el roce de la bala me seguía doliendo.

—Auch.—murmuro y abre sus ojos soltando una respiración

—Esto no funcionará.—murmura apartándose y se tira al lado mío

Me muerdo el labio y le miro en silencio.

—Definitivamente no podemos tocarnos.—digo burlona

Coloca su dedo pulgar e índice en el entrecejo con cierta frustración, y sonríe.

—Creo que para que Amellie se vuelva a dormir tan temprano, pasaran muchos días.—dice

Exhalo fuertemente, no dejaríamos esto así.

Me levanto y me mira con el ceño fruncido.

—¿Que harás?—pregunta

Me dirijo a la cocina en busca de algo, chocolate.

Abro todos los cajones y bingo, nutella, la tomo y me dirijo de nuevo a la sala, el me mira confundido.

—¿Nutella?—cuestiona y asiento sonriendo

Lo tomo de la franela y pego mis labios a los suyos, sin colocar mi peso sobre él, y lentamente mi mano comienza a acariciar su miembro por encima del pantalón, jadea.

Comienzo a darle besos en el cuello sin dejar de tocarle abajo, y luego mi mano pasa dentro del pantalón, por encima del bóxer, mientras le beso de nuevo, suelta un pequeño gemido, y ahora meto mi mano bajo el bóxer, ya esta erecto.

—Mierda, nena.

Sonrío en el beso y me agacho, apoyándome sobre mis rodillas y abriendo un poco sus piernas para acomodarme entre ellas.

Le desabrocho y se levanta un poco para dejar caer el pantalón, hago lo mismo con el bóxer.

—¿Es en serio?—pregunta y asiento sin soltar la mordida de mi labio inferior, el ríe

Tomo un poco de nutella con mi dedo índice y lo lamo lentamente mientras le miro, sonríe una vez más, agarro un poco mas de nutella y comienzo lentamente a pasarla por su zona, acariciandole lentamente, jadea de nuevo, su respiración esta agitada.

Lo tomo entre mis manos y le acaricio un poco antes de introducirlo a mi boca, dejo mis ojos abiertos para ver como deja ir su cabeza hacia atrás relajándose, pero sin quitar la mirada de mí.

Comienzo a lamer lentamente desde abajo hasta la punta, con calma, saboreando cada parte de su zona junto al sabor de chocolate, sus manos toman mi cabello y comienzan a conducirme.

Suelta varios gemidos y repito el movimiento una y otra vez, ahora me concentro en el frenillo acariciandolo con mi lengua, y luego empiezo a posar suaves besos.

—Mierda, Beth.—gime fuertemente, esta es una parte sensible

Sigo con el mismo movimiento y al rededor de cinco minutos después llega al orgasmo, le dejo correrse en mi boca.

Suelta aire y cierra los ojos, esta demasiado agitado.

Tomo una servilleta que se encuentra sobre la mesa y me limpio, me muerdo el labio inferior mirándole.

Se viste y me mira respirando profundamente.

—Eres asombrosa,¿lo sabes verdad?—dice jadeando y me encojo de hombros—Ven acá y trae esa nutella.—dice sonriendo

Tomo el pote de nutella y me acurruco en sus brazos, apoyando mi cabeza sobre su pecho.

—Te lo recompensaré, un paquete completo, cuando estemos bien.—me da un beso en la frente y río

Coloco mi dedo índice dentro del pote y lo llevo a su boca, el lo come.

—No podemos darle de esta nutella a Amellie.—digo y estalla en una carcajada, me uno

—Saldremos por otra mañana.—dice riendo

Tomo un poco mas de nutella comiéndola y el también hace lo mismo.

—¿Por qué nuestra vida no puede ser siempre simple como ahorita?—pregunto mirándole

—Beth, si nuestra vida fuese simple, jamás estuviésemos juntos.—me da un pequeño beso en los labios

—Si, tal vez, tengas razón, lo complicado es lo nuestro,¿eh?—sonrío levemente

Coloca su dedo pulgar sobre mi mejilla y la limpia, luego me besa.

—Exacto.—se encoge de hombros

Coloco el pote de nutella sobre la mesa y ambos nos acostamos sobre el mueble, el abrazándome por detrás.

—Buenas noches, Segal.

—Buenas noches, señorita Previtti.—siento otro beso en mi mejilla y dejo mis ojos cerrarse

Shades Of Collapse {2}Where stories live. Discover now