Capitulo once.

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—Mami, despierta.—siento unos suaves labios sobre mis mejillas.—Papi, mami.—luego siento como el canapé se mueve y entreabro los ojos

Me encuentro con Amellie despeinada sentada sobre mi regazo, con una gran sonrisa, Grant esta acostado de lado, y parece no haberla escuchado.

—Am, cariño pero,¿no es muy temprano?—murmuro y ella niega 

—Papi, papi.—ella salta de nuevo y se lanza a él dandole un abrazo y un beso en la mejilla, el gruñe

—Beth, no me levantaré.—dice todavía dormido haciendo que ambas riamos 

Me siento sobre el sofá.

—Papi.—murmura Amellie dulcemente y luego yo me acerco a él

—Papi.—murmuro con voz suave, Grant se remueve y Amellie se sienta junto a mí, el entreabre los ojos frunciendo el ceño

—Es demasiado temprano.—murmura, no nos ha visto bien, pero luego abre los ojos y se encuentra con la imagen de nosotras 

—¡Buenos días!—decimos las dos y el cierra los ojos esbozando una pequeña sonrisa 

—Son mis pequeñas, pero dejen a papi dormir.—murmura él y coloco los ojos en blanco, empujándolo y haciéndolo caer sobre la alfombra, Amellie suelta una risa y Grant gime 

El se levanta y me mira con el ceño fruncido.

—Papi, eres muy perezoso.—dice Amellie sonriendo y el no puede evitar sonreír 

—Buenos días a ustedes también.—murmura 

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Fabrizzio se ha encargado de preparar el desayuno para todos, una tortilla y para Amellie simple cereal.

Desayunamos tranquilamente mientras Fabrizzio habla sobre la noche que tuvo, sin muchos detalles debido a Amellie.

Mi teléfono suena y lo tomo, para revisarlo, un correo de la academia de Amellie me ha llegado. 

El correo dice acerca de un programa que debe cumplir Amellie mientras esté fuera ya sea en una academia o en la casa, pero que sea preferible en una academia por el tiempo que no estará ya que tienen una presentación.

Suelto una gran respiración y la atención de la mesa esta en mi. 

—¿Pasa algo?—pregunta Fabrizzio 

—Acabo de recibir un mensaje de la academia de Amellie diciendo que debe practicar así este fuera del país.—hago una mueca.—Debe ir a clases.

Grant frunce el ceño.

—¿Que clase de academia es esa?—dice y hago una mueca encogiendo los hombros 

—Am, debéis comenzar clases de ballet aquí mientras regresamos a París.—digo y ella asiente sonriendo 

—Papi, ¿me llevarás a alguna academia aquí?—le pregunta a Grant emocionada, el me lanza una rápida mirada y me muerdo el labio, luego mira a Amellie

—Pero pequeña, yo no se de eso.—hace una mueca y Amellie hace un puchero.—Mami sabe.

—Estoy cansada,¿no podrías ir a averiguar?—murmuro, debía empezar a tomar responsabilidades

—No puedo ir solo, debéis acompañarme.—dice y suspiro asintiendo 

—Vale, pero serás tú, quien averiguará.—el rueda los ojos asintiendo

Amellie aplaude.

—¿Qué harás tu Fabrizzio?—pregunto y sonríe

—Tengo cita, hermanita.—me guiña un ojo y río

—¿Guapo o guapa?—digo sonriendo

—Guapa, guapa. 

—Iré a cambiarme, y vendré a buscarlas,¿vale?—dice Grant levantándose y asiento 

Al terminar de desayunar ayudo a Amellie a bañarse, y luego la visto, me baño igualmente y opto por colocarme un vestido blanco con flores azules y rosas, en corte A. 

A Amellie le coloco un vestido azul cielo y agarro su cabello en un moño.

Al rededor de cuarenta y cinco minutos después la puerta de la casa suena, Grant ha llegado, nos colocamos nuestros abrigos, agarro mi bolso y me dirijo a la puerta, con Amellie agarrando mi mano.

—¡Suerte, Am!—Fabrizzio le grita 

—Gracias.—responde ella tiernamente 

Abro la puerta y me encuentro con Grant llevando unos jeans oscuros y una franela negra, junto a una chaqueta de jean.

—¿Vamos?—dice pasando la lengua por sus labios y asiento.—Ven acá pequeña.—dice sonriendo y agachandose para alzar a Amellie la cual se lanza de inmediato sobre el 

Bajamos y veo su nuevo auto aparcado al frente.

—Lindo auto, Segal.—digo sonriendo y el esboza una sonrisa 

—Gracias, señorita Previtti.

Suelto una risa.

Amellie se sienta en uno de los asientos traseros el cual es enorme para ella, me encargo de abrocharle el cinturón.

—Enciende el televisor si quieres.—dice Grant pero no se como hacerlo así que le miro confundida.—Vale yo lo hago.—se acerca a mi y pisa unos cuantos botones de la pantalla frente al asiente 

—Que divertido es esto, papi.—ella grita emocionada y el ríe

Me siento el asiento del copiloto y luego Grant se acomoda en el del conductor.

—No es tu estilo este auto.—le digo abrochándome el cinturón y encoge los hombros 

—Quería algo mas...lujoso.—dice arrugando la nariz burlón, haciéndome reír 

—Mucha tecnología.—digo mientras el auto se pone en marcha 

—Es bastante grande para los tres, ¿no crees?

—Hay que comprarle un asiento a Amellie porque le queda enorme.—digo riendo 

Escuchamos como Amellie no para de gritar de la emoción por algún programa de niños que este viendo.

—¿Por qué ballet?—me pregunta y sonrío 

—Es un baile hermoso y ella lo adora.

—Mi hermana bailaba ballet, ¿sabes?—aprieta los labios

—No, no sabia.—murmuro 

—¿A donde nos dirigimos?—pregunta cambiando el tema 

Le doy la dirección de la academia la cual debíamos ir Victoria's Ballet Academy, había estado en esa academia y eran excelentes.

El resto del camino lo único que se escuchan son las dulces risas de Amellie, me siento extraña por un momento: Grant, Amellie y yo.

Una familia.

Luego de un corto tiempo hemos llegado a la academia, Grant aparca el auto en el gran y lujoso estacionamiento y nos bajamos, el le toma la mano a Amellie.

—Anda papá, ve a averiguar.—digo sonriendo y suelta una respiración 

—No hablas en serio.

Arqueo las cejas.

—Sip, si hablo en serio.

Entramos al lugar, el piso es de un mármol brillante color beis, al igual que el resto de las cosas, las paredes están pintadas de un blanco y todo se suena una suave música.

Grant con cierto fastidio camina a la recepción y yo le sigo atrás con Amellie.

—Que bonita academia.—dice sonriendo 

La recepcionista levanta su mirada y por un momento parece horrorizada, olvidaba la parte en la que era un asesino algunas veces.

—Quisiera averiguar sobre las clases de ballet.—dice serio y ella asiente nerviosa

—Buenos días, disculpe, ¿para quien son?

El coloca los ojos en blanco, Grant no trataba a las personas bien, y la terminaría insultando, suspiro por la mala idea que me paso por la cabeza de mandarle a averiguar a el las cosas, abre la boca para responder lo que estoy pensando: «Pues para mí, no», pero le interrumpo.

—Buenos días señorita.—digo mirándole seria y el me agradece en silencio, la chica de ojos verdes esboza una leve sonrisa, aunque esta confundida por la situación.—Mi hija, Amellie necesita unas clases, por dos semanas.—digo y ella asiente

—Respecto a eso tendría que hacer un audición, no aceptamos a cualquier alumna, y menos por ese tiempo.

—Si, lo entiendo, su academia en París, le ha obligado hacer clases mientras está ausente.

—¿La edad?—pregunta 

Grant toma a Amellie levantándola para que la chica la vea.

—Tres y medio.—respondo y ella asiente 

—Vale, podría pasar hablar con la directora, Victoria, para que la evalúen junto a otras niñas de su edad y luego ver si puede tomar lugar.—dice y asiento 

Nos señala hacia donde debemos dirigirnos.

Toco la puerta de vidrio y unos segundos después se abre mostrando a una mujer de unos cuarenta años, con el cabello rubio y reflejos en un tono más oscuro.

—Adelante.—dice, ya está informada

Le lanza una rápida mirada a Grant el cual no le presta la mínima atención.

—Hola.—dice Amellie haciendo a la mujer sonreír 

—Hola, linda.—dice ella sonriendo.—Soy Victoria, ¿en qué las puedo ayudar?

—Necesito que vea dos semanas de sus clases.—hago una mueca y asiente 

—¿En qué academia está? 

—Danza Ballet.—miro de reojo a Grant el cual se siente fuera del lugar

—Vale, podríamos evaluarla ahora mismo, y a ver si comienza mañana o hoy mismo, ¿les parece?—nos mira a ambos y asiento, Grant desconcertado asiente también 

Amellie se va junto a la directora a algún lado mientras nosotros nos adentramos al auditorio, sentándonos en uno de los puestos negros, que se encuentran vacíos.

—Siento haberte pedido eso, a veces me olvido de quien eres.—murmuro mirándole y se encoge de hombros

—Me sabe a mierda la forma en que me miren.

—¿No te pueden denunciar por verte?

—Si, pero nadie lo hace, no es su asunto sabes...si no he matado a algún familiar suyo nadie lo hará, y no me acerco a lugares en donde se que hay alguien a quien le he matado a su amigo o familia.

Asiento apretando los labios.

Amellie aparece en el escenario junto a otras pequeñas, lleva un tutu rojo y la directora indica que hagan unas figuras, la música suena y veo como los cristales azules de Grant se pierden en Amellie.

Sonrío ante su expresión, y siento una mano sobre la mía.

Me volteo para mirarle, sus ojos se clavan en los míos.

—Es hermosa.—murmura y asiento.—Y tú también lo eres.

Un rubor aparece en mis mejillas, que tonta soy, vuelvo a ser una niña frente a este hombre.

—Beth, quiero que Amellie lleve mi apellido.—dice serio y me sorprendo antes sus palabras 

—Pero...si es tu hija, claro que lo lleva.—murmuro haciendo una mueca

Suspira.

—No has colocado Amellie Segal en ningún lado.—dice.—Se que colocas el tuyo y lo entiendo pero ahora quiero que lleve el mío.

—Bueno, no sabia que apellido colocar.—hago una mueca

—El otro ya ha desaparecido, no entiendo qué clase de excusa es esa.

—Necesito que me pruebes que puedes con esto.

—Lo hago.

Me muerdo el interior de mi mejilla.

—Discúlpame por todo, ¿vale?—acerca su rostro a mí.—He cometido la mayor estupidez del universo, y no sabes cuanto lo lamento.—susurra en mi oído.—Son mías.

Solo le miro en silencio.

—No necesito mas nada, te lo puedo asegurar.—murmura—Pero necesito que me perdones.

—Ya lo he hecho.—de nuevo quiero llorar, no se porque 

El niega con la cabeza.

—Que me perdones de verdad, porque se lo que tu corazón siente Beth, y aunque finjas esa sonrisa, por dentro estas destruida, te conozco.

Claro que me conoce, el ha observado todos mis malditos movimientos, me ha visto de cualquier manera.

—No eres la misma persona...—murmuro

—Claro que no, soy peor, pero no cuando estoy contigo, te lo puedo jurar por ti y Amellie, que son lo único que me importan.

Me acerco y deposito un beso en su mejilla.

Tal vez necesitaba algo mas que sus disculpas y su peculiar forma de decirme sus sentimientos, necesitaba escucharlo.

Necesitaba escuchar un «Te amo» salir de su boca, porque aunque yo deseaba decírselo cada tres segundos no podía, o al menos sentía que no.

Suspira y se da la vuelta tomando mi mano de nuevo, entrelazando nuestros dedos y poniendo toda su atención en Amellie.

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Holaaa, feliz martes a todass, me di cuenta que mañana sera un terrible ocupado dia para mi asi que no podre subir, y ya que hoy no estoy haciendo nada,aqui esta, ¿queee opinan de Segal? anda todo muy romantico,¿eh?
PD: Les gusta la nueva portadaa?, yo la amo la amo, literal, esta sera la portada permanente, jaja. Me senti una pro y todo haciendola, la amo, pero quiero sus opiniones. Un beso, no olviden votar y comentar. -Kate

Shades Of Collapse {2}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora