Oblivion

262 12 6
                                    

Narra Layla

Pequeñas gotas de lluvia mojan mi regazo mientras mi hermana sostiene un paraguas que claramente no era lo suficientemente grande para cubrirnos a las dos. Ella me rodea con un brazo mientras con el otro sostiene el paraguas. Puedo observar cómo sus labios se mueven sin parar, pero realmente no la estoy escuchando. Simplemente la observo. Su melena rubia había desaparecido, ahora traía el cabello por encima de los hombros. También se veía mucho más delgada. Me pregunto si ha estado comiendo bien.

Ambas caminamos por un largo rato. Miro a mi alrededor tratando de recordar dónde me encuentro, pero es imposible. Puedo observar un pequeño lago no muy a lo lejos, y un montón de vegetación. Me encuentro quizás en medio de un bosque. Puedo notar como el lugar está repleto de bancas y de gente acompañada. La mayoría iban vestidos de blanco, incluyéndome.

—¿Está todo bien? —Me pregunta Victoria con una voz extremadamente delicada.

—No entiendo. —Logró decir mientras me detengo en seco. Esas simples palabras duelen al borde de mi garganta antes de decirlas. — ¿Dónde estoy?

Victoria abre los ojos y mira hacia su costado como si hubiera escuchado la voz de alguien más y no la mía. Cuando su mirada regresa a mi y se da cuenta que efectivamente he sido yo, cubre su boca y sus ojos se cristalizan. Cuando intenta abrazarme, yo retrocedo sintiéndome algo ansiosa y extrañada por su reacción. Sus actitudes son inusuales y me trata de una manera a la que no estoy acostumbrada.

—¿Dónde estoy? —Repito una vez más.

—Tranquila, no te alteres. —Ella mira hacia todas partes como si no supiera que decir o hacer.

—No estoy alterada. —Contesto casi enseguida. —Actúas raro.

—No sé qué tan adecuado sea que hable. —Dice ella sin saber qué hacer.

—No entiendo. —Digo tratando de comprender lo que sucede. —¿Porque estás llorando?

—¿Cómo te sientes? —Me pregunta evadiendo la pregunta. Intenta sonreír pero no lo consigue.

—¿Porque estás llorando? —Repito una vez más. Ella cierra los ojos por un breve momento. Se recompone, y me mira nuevamente.

—Esta es la conversación más larga que hemos tenido en un año. —Dice ella tratando de contener sus lágrimas.

—¿Qué dices? —Niego con la cabeza sabiendo que eso no puede ser verdad.

—No has dicho ni una sola palabra en un año entero, Layla. —Dice ella tratando de ser cuidadosa con sus palabras.

De ninguna manera. Victoria me mira como si yo fuera otra persona. El miedo me invade. ¿Qué estaba mal conmigo? ¿Porque me encontraba aquí? Y sobre todo, ¿Porque no he dicho ni una sola palabra en un año? Ni siquiera soy capaz de recordar lo que ha pasado en este ultimo tiempo. Es decir, ¿me he estado quedando aquí? Tantas preguntas y tan pocas respuestas.

—Es como si... —La realidad me golpea. Joder. —Enloquecí. ¿No es así?

Decirlo en voz alta parecía ridículo, pero el rostro agobiado y pálido de mi hermana solo me confirmaba lo que tanto sospechaba. Enloquecí. Realmente enloquecí. Sabía que tarde o temprano sucedería, pero jamás imaginé que fuera a pasar tan pronto. No puedo evitar reír sin gracia ante la ironía. Toda mi vida me han hecho creer que estoy loca, y al final del día si lo estoy.

—Estas en un centro de rehabilitación. —Dice Victoria tratando de ser lo más cuidadosa posible con sus palabras. —Tuviste un trauma psicológico muy fuerte ocasionado por... Diversas situaciones.

MI GUARDAESPALDASHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin