De cristal. (One piece x Tú)

Enséñame cómo lo haces.

Mañana tendríamos un banquete especial ¿La razón? Porque a mí capitán se le dió la gana.

Así que me levanté temprano para preparar la comida, normalmente no me preocuparía. Puedo cocinar un banquete en menos de una hora, pero hablando del apetito de Luffy... Nunca es suficiente.

Así que aquí estoy. A las 5am apunto de entrar a la cocin...

— Mmm... Aahhh...

Mis sentidos se activaron y mis vellos se pusieron de punta.

Sin cuestionar ni un segundo me asomé por la ventanilla muy cauteloso.

T/n estaba sentada de espaldas, su cuerpo estaba desnudo sobre la barra de la cocina y mientras una mano la recargaba detrás de ella, la otra... Estaba haciendo algo con su ahí abajo.

— T/n-chan.— Entré a la cocina azotando la puerta, por alguna razón no la tomé por sorpresa.

— Sanji-kun— Se alarmó

— Sé que no debería y lo lamento mucho pero... Déjame verte.— Se lo dije mientras caminaba hacia a ella hasta que pude tenerla de frente.

Su cuerpo desnudo sentado ahí.

Ella se queja de no tener unos pechos lindos pero si tan solo se viera como la ven mis ojos.

T/n, tus pechos son los más lindos y redondos pechos que he visto.

Verla sentada de piernas abiertas frente a mi, con su entrada mojada pidiéndome a gritos que algo entre.

— Dijiste que mientras me fui... Tu te tocabas...

— No lo hacía a diario... Luffy me daba algo de atención y...

— No quiero saber de eso, quiero saber, ver cómo te tocas.— Me acerqué a ella, puse mis manos sobre sus hombros y la besé con mi lengua abriendo paso una vez que entrara.— Tócate pensando en mi

Una mano la bajé hasta su espalda y sosteniendola recosté su cuerpo por completo en la barra y me alejé unos cuantos pasos.

Encendí un cigarrillo y después de dar una calada, sonreí.

— Sanji-kun... Esto es algo... Vergonzoso...— Sus rodillas estaban rojizas y su rostro también.

— Oh vamos, t/n-chan... Te he visto en otras posiciones...

La escuché tragar saliva. Después abrió las piernas con las rodillas arriba y su mano empezó a rozar con su punto g.

Al parecer no había mucho que mover.

Cerró los ojos y suspiró con un susurro diciendo mi nombre, metió dos dedos.

Con solo haber visto su entrada desnuda me puso caliente y duro.

T/n metía sus dedos hasta que se rindió.

— Sanji-kun... No puedo... Te necesito, te necesito ahora ¡Ah!

Si yo ya estaba duro, verla pidiendo ayuda para eso me puso más que duro, mi polla iba a explotar.

Mantuve la calma y sonreí, apagué mi cigarro y me acerqué a ella está estar entre sus piernas. Su entrada quedaba justo un poco más abajo que mis bolas así que tuve que agacharme un poco.

Mi entrepierna resbaló dentro de ella y con facilidad entraba y salía.

Los ruidos eran como si un niño estuviera jugando con slime.

Sus pechos rebotaban en cada estocada.

— Sanji... Metelo todo...— T/n al parecer ya había memorizado mi tamaño, es cierto, aún no la metía toda.

T/n y yo cogimos toda la mañana hasta antes de que todos despertaran.

No fue un problema para mí, sé cocinar en menos de media hora y t/n sabe limpiar todo en 5 minutos.