De cristal. (One piece x Tú)

Zoro espiando.

Se me ocurrió empezar una pequeña Saga/Arco o lo que sea...

Serán los personajes de One Piece viéndote por "accidente" en tu momento a solas... Solo tu y tus dedos.

Solo serán Luffy, Usopp, Zoro y Sanji. Los demás sería algo extraño, ellos son los más humanescos.

Empezamos con Zoro.

Chopper necesitaba a pegamento así que fui al cuarto de t/n a buscarlo. T/n tiene muchas cosas de papelería, nuestra nakamas es muy extraña pero es buenísima y preciosa.

Sé que no le gusta que entremos a su cuarto sin avisar, si no, nos espera una paliza, pero no quería esperar a que saliera de la cocina así que solo entré y me metí al casillero.

Para mí suerte, escuché a t/n acercándose y rápidamente me metí al casillero, que agradezco sea muy grande.

Desde dentro, por las pequeñas aperturas que había, la vi entrar y cerrar con seguro. Se quitó la blusa y se tumbó en la cama.

La tensión de este cuarto iba a dejarme embarazado. Sé lo que está apunto de hacer y no pienso perderme ni un solo detalle, solo espero aguantar.

Comenzó cerrando los ojos, soltó una risita ¿Qué perversidad estarás pensando, pequeña hormonal? Chopper nos comentó que aunque tuviera más de 17, seguía pasando por ciertas cosas.

Joder si supieran lo difícil que fue tratar con una t/n de 16... Pero ahora no hablaré de eso

(Será en otra parte)

Deslizó su mano por debajo de su vientre hasta meterla en su falda, abrió y levantó las rodillas. Desde mi posición no sé qué parte estará tocando, pero me está poniendo muy duro verla.

Mientras que una mano se escabrgaba de darle placer ahí abajo, la otra la subió y pellizcó sus pezones.

Gimió aún más fuerte de repente, seguro metió sus dedos, empezaron a escucharse sonidos pegajosos. René tiene suerte, su cuarto es tan privado que ni si quiera puede escucharse lo que pasa dentro. Lo comprobé aquella vez que lo hicimos aquí, con todos despiertos en la cocina.

Sus caderas se movían en cierto ritmo en busca de más.

— Ahh... Zoro...— Di un respingo al escuchar que gimió mi nombre, pero al parecer no sabe que estoy aquí... Solo sé está tocando...

Se está tocando pensando mi, mierda creo que voy a correrme en los pantalones.

Hubo un punto en dónde fue más rápido, su espalda se arqueó y sus piernas temblaban tanto como locas. Gemía con presión queriendo llegar a su orgasmo el cual no podía tener.

Sin poder resistir más, salí del casillero. Le causé un gran susto, le tapé la boca antes de que gritara para ahorrarme eso y me quité la camiseta.

— ¿Que haces aquí? Zoro, yo...— Su cara estaba roja como tomate.

— Cállate, vine por pegamento pero... Joder déjame ayudarte.— Me lami los dedos y fui dejando un rastro de saliva hasta llegar a su vientre.— Estás chorreando aquí...

— ¡Aahh! Así... Sigue...— Sabía que no tenía tiempo de reclamarme, supongo que se rindió y dejó que la tocara. Mis dedos entraron con facilidad y se llenaron de inmediato con sus líquidos.