De cristal. (One piece x Tú)

Al fin nueve meses.

Esta era una sensación terrible pero ¿saben que la calmaba más?

Que escuchaba los llantos de mi hijo... O hija.

— ¡Aaaaahhh!—

Nació, por fin... Mi bebé ha nacido.

Empiezo a ver borroso ¿Son mis lágrimas?... No, me estoy desmayando o... ¿Estoy muriendo?

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— ¡Despertó!— No quería abrir los ojos pero al escuchar voces los abrí, no estoy muerta.

Mi vista seguía borrosa pero no me importa, no me importa el terrible dolor que estoy sintiendo en mi cuerpo...

Mi bebé, quiero verlo.

Tráiganme a mi bebé...

— Be... Bé...— Apenas pude pronunciar, normalmente después de haber tenido un hijo y después de una "siesta" debería sentirme con un poco más de fuerza pero no es así.

— Aquí está... Tu bebé...— En cuanto lo recostaron a mi lado la fuerza vino a mi, no mucha, pero suficiente para elevarme, cargarlo y ver a mi bebé.

— Es un varón...— Dije entre llanto, no creí que pudiera seguir llorando después de haberle hecho por cuatro horas.— Oh mi pequeño bebé... Es un varón...— Las que estaban conmigo en el cuarto lloraron junto conmigo.

Mi niño... ¿Esperen?

¿Se parece a Luffy? ¿O ese es Sanji? No no ¿Será Zoro? ¿Usopp...?

Rayos, jamás he sido buena para encontrar el parecido de una persona con otra pero ya qué, después de todo se parece a mi.

Tiene mi mismo color de cabello y mis mismos ojos.

Faltan 15 meses para ver a mis Nakama, por lo tanto, estaré contigo.

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Han pasado tres meses de que nació, he estado dándole pecho, cuidandolo, me he hecho cargo yo sola.

No dejo que toquen mucho a mi bebé pero me dijeron que todas las madres eran igual... No quieres que nadie lo toque.

Tengo que contar algo más, hubo un examen, estudié con Ace para ese examen y lo aprobé.

¿Qué tipo de examen?

Se supone que este examen era únicamente para cerebritos, personas que no necesitan perder el tiempo aquí e irse ya a la universidad o incluso ya tener un empleo exitoso.

Pero yo no puedo ir a la universidad ya que queda en otra isla y no puedo dejar esta.

Así que mientras estoy aquí no pierdo mi tiempo; estoy haciéndome más inteligente, entré a clases de gimnasia pero por ahora no podré asistir por mi cuerpo, también estoy leyendo libros de varias cosas como gastronomía para ayudarle a Sanji.

Mis compañeras de este instituto dicen que me admiran, hasta ahora nadie me ha ayudado ni me ha entrenado. Lo he hecho todo sola y con hijo ¡Mamá luchona, oh sí!

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Han pasado 13 meses, mi hijo ya cumplió un año y me he decidido a ocultarlo.