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Maratón ²/²
Me doy una ducha en el baño de Vinnie y tomo una toalla. Me he traído el neceser al baño así que me echo desodorante y me lavo los dientes. Estoy agotada pero aún así no tardo mucho en peinarme, vestirme con una falda floreada y un jersey y bajar a la cocina, para ayudar a la madre de Vinnie.
Una vez abajo, veo a Elizabeth que está cortando cebolla, no hay rastro de el. Y por mucho que su madre se haya mostrado maja, tengo miedo de estar a solas con ella, y de tener que soportar un interrogatorio. Las escaleras todavía se ven tentadoras pero entonces ella se gira a mirarme.
—¿que haces ahí parada? Sin vergüenza hija, que todavía hay mucho que hacer—me acerco y ella me tiene un delantal—Póntelo... ¿Si? Y ve cortando lo que queda de cebolla, que no quiero ser la única que llora como desgraciada.
Me rio y me pongo el delantal bajo su mirada, entonces me pasa el cuchillo—Yo estoy a sus órdenes, Elizabeth.
—Nada de eso, esto es trabajo en equipo... Además... A toda madre nos gusta que nuestro hijo nos presente a su novia—me dice ella subiendo y bajando sus cejas.
Casi se me cae el cuchillo al suelo.
Le miró y niego escandalizada—O no, Vinnie y yo no estamos saliendo ni nada de eso... Solo somos amigos—siento que miento ante esto último
—Ya... ¿Así que el no te gusta ni un poquito?—me pregunta comiendo un trozo de tomate
—No—niego, y me corrijo—Nos llevamos bien pero... Nada más.
Como soy tan mentirosa.
—Ya... Supongo que ni tú sabes lo que sientes, esta bien, no te culpo, es difícil entender a mi hijo—se encoje de hombros—Y te lo dice su propia madre.
Terminó de cortar la cebolla y se la paso para que la eche en la sarten, me da unos pimientos que comienzo a cortar.
—Pues según he visto os lleváis muy bien—le digo yo, terminado de cortar un pimiento.
—Bueno, porque estamos él y yo solos contra todo, desde que hace unos... ¿Dos años, tres...? Ya casi ni lo recuerdo, pero desde que murió su padre.
Me sorprende como dice su padre, y no su esposo, y la frialdad con la que me lo cuenta. Si que me había percatado de que no hay fotos familiares, solo de Vinnie y ella y de que es obvio que solo estaban ellos dos, pero tampoco he preguntado nada. No todas las familias tienen que ser mujer, marido e hijos.
—Oh,lo lamento—le digo, sintiéndome un poco estúpida por hacerlo, pero no se que decir.
—No Nerea, tranquila, no es un tema que duela.—me dice y me sonríe—Bueno, cambiemos de tema, estoy segura de que mi hijo me mataría si sabe que estoy dejando por los suelos su imagen de chico misterioso.
