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—Supongo que ya no estás castigada—me dice Chase arrancando el coche.
—Supones bien—asiento yo—Bueno, la parte antisocial de mi agradecía estar castigada en casa, ya sabes, así tenía una excusa para no ver a nadie...—vacilo.
Chase me mira de reojo y sonríe sin apartar mucho la vista de la carretera—¿es eso una indirecta, Nerea? No me digas que te alegraste de estar castigada para no tener que quedar conmigo...—finge dolor tocandose el corazón exageradamente.
Me río pero me mantengo seria poco después para seguirle la broma—Si, lo siento Chase es que.... Bueno eres bastante insoportable—miento apretando mis labios.
—Te quedas sin que te invite a un cafe—dice el al fin.
Me rio y el también y suelto un suspiro. Es cómodo hablar con Chase y en cierta manera tenemos bastante confianza, todo lo contrario a lo que pensé al principio, bueno, es que nuestras manera de conocernos fue un tanto inusual.... Después de verle me ando creí que nunca más le podría mirar a la cara, y aquí estoy, en su coche llendo a la playa vacilando como si le conociese de toda la vida. No entiendo porque Vinnie cree que Chase no es buena gente... Es decir, solo hay que mirarlo... ¿Qué me podría hacer? Nada, absolutamente. Además, es hermano de Amelie y, hasta ahora, ninguno de los dos me ha demostrado nada malo. También, mis padres y sus padres son socios, así que no me tengo porque preocupar, mis padres nunca me llevarían a casa de alguien que puede ser peligroso para mi... ¿No? No, claro que no.
—Oye, ¿sabe mi hermana que has salido conmigo alguna vez? ¿O siquiera sabe que hablamos—me dice Chase tras parar en Starbucks a por un café.
Doy un sorbo a mi café con hielo y me colocó los lentes de sol, hace un día demasiado caluroso—¿se lo has dicho tú?
—Nah—niega.
—Bien, porque yo tampoco, y mejor, creo que seroa demasiado raro contarle que.... Bueno, que lo primero que vi de tu fue tu...—no termino la frase, sonrió avergonzada y doy un aoebo a mi café evitando seguir por ahí.
—Ya... Lo pillo—asiente el con una risita—Bien, pues que quede en algo secreto por ahora, estoy segura de que se pondría histérica al saber que hablo con una de sus amigas.
—¿tanto le molestaría a Amelie que tu y yo seamos amigos, Chase?—pregunto extrañada alzando una ceja.
El se encoje de hombros y da un sorbo a su café—Pues... Seguramente.
—¿por qué? No lo entiendo—pongo una mueca.
Suspira—No me digas que te lo voy a tener que explicar, Nerea...
—Pues creo que si—admito avergonzada y confundida.
El suspira dramáticamente está vez y se gira en el asiento a mirarme, con una sonrisa discreta—Pues que no nos estamos conociendo como amigos, al menos no por mi parte. Y se que a mi hermana le molestaría mucho saber que me gusta una amiga suya.
