♤ 3.XII ♤

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Varios días pasan y no aparece nada sobre Kira, solo nuevos usuarios de stand que no perjudican mucho.
Hace apenas unos días dejé de trabajar para ese café, y por fin, es el día donde mi verdadero trabajo comieza. La fundación Speedwagon me espera.

- ¿Dónde vas tan temprano?- me quejo en cuanto veo a Jotaro alistarse para salir.

- La fundación Speedwagon tiene información sobre Kira- se pone su saco- más tarde nos vemos- me deja un beso en los labios.

- Hoy hasta las cinco y pico no voy a aparecer por acá- cierro mis ojos para dormir otra hora más- voy a trabajar para la fundación...- bostezo.

- Suerte- me vuelve a besar.

- Que te vaya bien...- escucho que la puerta se cierra e inmediatamente vuelvo a quedarme dormida.

Luego de una hora me preparo para salir.
Son las ocho de la mañana y me encuentro frente a la fundación Speedwagon, espero no cagarla en mi primer día de trabajo.

Mi superior me comieza a mostrar el lugar, me presenta compañeros y jefes, luego me lleva a mi lugar de trabajo, las oficinas. Ellos me indican que debo hacer y hasta me ayudan en algunas cosas que son nuevas para mí.
Mis compañeros son bueno y divertidos, se puede hablar fácilmente con ellos y están dispuestos a ayudarse entre sí.
Las ocho horas no se hacen complicadas de abordar, el ambiente es cálido y lindo. Recién a las cinco de la tarde termina mi jornada, después de saludar a mis compañeros comienzo a caminar hacia mi camioneta que estacioné a unas cuadras.

De camino al vehiculo paso por una tienda de ropa y en un maniquí veo un outfit que le quedaría hermoso a Jotaro, no es su estiro, es más del estilo de Rohan o Kakyoin. De todas formas, ese croptop, pantalones blancos y tiradores, le quedarían de maravilla, así que decido comprarlo. Con las bolsas en mano subo a mi Jeep negro.

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- Jotaro- entro a la habitación, él me mira por encima de su libro, está leyendo sobre estrellas de mar- te traje un regalo- levanto la bolsa. Jotaro se levanta y antes de agarrar la bolsa me deja un beso a modo de saludo.

- ¿Qué es?- pregunta antes de ver su interior- no creo que me vaya- mira el conjunto. Él no tiene problemas con la ropa, no tiene gustos en particulares, pero si un enorme apego a su gorra y saco, ese diseño lo viene trayendo desde que lo conocí.

- Probatelo- ordeno con una sonrisa.

- Yare yare daze- se quita la ropa frente a mí- ¿cómo te fue el en trabajo?- pregunta mientras se desviste y ve la ropa.

- Bien, bien- me siento en la cama- mis compañeros son buenos y el ambiente de trabajo en lindo- me escucha con detenimiento.

Primero se pone la remera, le queda ceñida y la mitad de sus abdominales quedan fuera de ella. Sus fuertes hombros y brazos le dan otra forma a la remera que en su cuerpo queda perfecta.
Los pantalones sueltos, sujetados por los tiradores, dejan ver su ropa interior, por suerte esta tiene un lindo deceño.
Su cintura parece más chica y su cuerpo bien tonificado queda armoniosamente bien con esa ropa.

- No se ve mal- se mira al espejo.

- Pero te queda bien- me paro a su lado- todo lo que te ponés te queda bien.

- ...- se mira, no parece muy convencido- le quedaría mejor a Kakyoin.

- Si, es más su estilo- agarro el saco que dejó tirado- ponete este- se lo extiendo.

Con delicadeza pasa los brazos por las mangas y frente al espejo se lo acomoda. Le queda mucho mejor que antes.

- Ahora está mejor- parece que le gusta muchísimos más, él se mira al espejo mientras se acomoda el cuello del abrigo.

Imposible (Jotaro Y Tu/vos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora