Capítulo 4: White Garden.

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Estábamos cenando tranquilamente hasta que Eve sin decir alguna palabra se retiró de la mesa sin probar bocado alguno

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Estábamos cenando tranquilamente hasta que Eve sin decir alguna palabra se retiró de la mesa sin probar bocado alguno.
Eso capto mi atención, fue raro ya que de todos nosotros ella era la que jamás desperdicia comida alguna, y por increíble que parezca no aumentaba de peso, que envidia. No me mal entiendan, si fuese rellenita o no me daría lo mismo porque es mi hermanita, mi sangre y la seguiría queriendo sin importar qué.

A mi madre esa actitud la cabreó, se le podía ver a los ojos. Sé que lo tomó como una falta de respeto. A papá le sorprendió pero no dijo nada, él era de guardarse los comentarios, mí madre lo tenía así. A Killian pareció no haberle importado ya que siguió comiendo y a mi... a mí me pareció un comportamiento extraño, debe ser la adolescencia.

Cuando terminamos de cenar me dispongo a limpiar la cocina y les sugiero a mis padres que vayan a descansar; ellos aceptan derrotados y agradecidos, mientras que mí gemelo subió a su habitación a ducharse. Luego de limpiar todo me voy directo hacia mi habitación, cierro la puerta y me desvisto para tomar una ducha, soy ese tipo de persona que le gusta ducharse antes de dormir, me relajo un buen rato. Qué bendición.

Al cabo de cinco minutos salgo con una toalla envuelta en la cintura y con una pequeña toalla en mano secando mi cabello,  busco en el armario mi pijama; que consiste en una camiseta blanca y un pantalón largo azul. Me lo pongo rápido antes de que pesque un resfriado. No termino de secarme el cabello cuando la puerta de mi habitación se abre de par en par dejando ver a un Killian un tanto desesperado, agitado y asustado, pero sobre todo puedo notar el miedo en sus ojos color miel.

— No encuentro a Eve... — suelta alterado,
inmediatamente la toalla que tenia en la mano se me cae al suelo y siento que me falta el aire, ésto no puede estar pasando. Ya es medianoche.

— ¿Qué?¿Cómo que no está? ¿Te has fijado bien? ¡¿MALDITA SEA?! —grito alterado, niego una y otra vez mientras me voy corriendo a la habitación de ella, cuando llego veo que está vacía.

—No ,no, ésto no puede estar pasando, no. Otra vez no —Niego tantas veces pero la realidad es que ella no estaba por ningún lado. Agarro rápidamente el móvil y empiezo a llamarla, no contesta.

Mis padres no pueden saberlo, no les voy a avisar, quizás este en el patio o sea una de sus putas bromas.

¡Donde carajos estás Evelyn!

¡Por favor que no le pase nada!

De la nada me vino un recuerdo algo borroso.

—¿Dónde está? — le grité en el rostro. Mí mano estaba a punto de golpear su cabeza.

—¿Qué pasa?¿Tienes miedo?— respondió sarcástico.

—¡Hijo de puta! ¡Más vale que esté bien porque te juro que te voy a romper todos los malditos huesos! — estaba por irme encima de él cuando no había más que reír, cómo si ésto fuese un juego de niños. Pero una mano grande y fuerte me detuvo. Más enojado que nunca observé a mí hermano.

Karsson© ✓ |Borrador|Where stories live. Discover now