Capítulo 3: El despertar.

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Antes de salir preferí darme una ducha rápido, siendo sincera, mi cuerpo siempre necesitaba una ducha antes de ir a cualquier lado

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Antes de salir preferí darme una ducha rápido, siendo sincera, mi cuerpo siempre necesitaba una ducha antes de ir a cualquier lado. Me gustaba oler bien.

Terminé de ducharme y salí envuelta en una toalla pequeña, lista para cambiarme. Me sumergo dentro del armario en busca de ropa adecuada. También era una chica muy bien vestida, por eso opté por ponerme un pantalón de jeans largo y suelto en color azul oscuro, una remera color blanca que llegaba hasta mi ombligo y mis zapatillas fila en blanco.

Empiezo a desenredar mi cabello, cuando ya lo tengo listo agarro mi bolso y el móvil, que por cierto ya tenia carga porque lo había dejado cargando mientras me duchaba.

Bajo por la escalera saltando los escalones de dos en dos, pero como no tengo suerte en la vida, se me resbala el pié. Cuando casi voy a caer, alguien toma de mi brazo para salvar mi vida.

—Gracias Killian—le doy una pequeña sonrisa a medias y sigo mi camino hacia la puerta de entrada.

—¿No estabas enojada? —gritó, me volteé hacia él y le tire un beso con mi mano. Luego cerré la puerta detrás mío y me encaminé hasta allá.

El camino hacia el instituto era un poco largo pero me sirvió caminar ya que así pude escuchar música tranquila sin que nadie me joda la existencia.

Al llegar hasta el lugar me di cuenta de que éste instituto era demasiado grande y a leguas se notaba el espacio que sobraba. Era de un color celeste pastel y blanco, también tenía algunos detalles marrones. Las puertas eran negras y en su centro había una pequeña rosa dorada. Me sorprendió ver eso.

Me adentre y fui caminando por los pasillos, hasta que casualmente me encuentro con una profesora, o eso parecía. Le pregunto con quién tengo que ir y ésta me manda a dirección. Busco la dirección y la hallo al final de un pasillo, la puerta blanca poseía un pequeño letrero que decía:

Dirección.
Director: Alec Andrews.

Éste apellido lo habia escuchado antes, lastimosamente no recordaba en dónde. Desde que tenía uso de razón mi memoria era olvidadiza. Parecía Dory.
Tomé una fuerte respiración, estaba un poco nerviosa. Odiaba ingresar a un nuevo instituto porque literalmente todos te miraban como si fueses un bicho raro.

Formo una falsa sonrisa con mis labios y toco la puerta, luego de escuchar un adelante abro la puerta y me deja ver a un señor de unos 35 años más o menos; genial un director joven. Estaba sentado hablando con otro chico, que vergüenza, no estaba solo. El director era más alto que yo; de pelo rubio, ojos marrones, se podría decir que de buen físico, portaba un semblante serio y sin ninguna expresión en especial.
Da miedo, mucho miedo de hecho, pero quizás se muestre así y sea todo lo contrario ¿no?. A cruzar los dedos.

Él y el chico centraron su atención en mí. Tierra tragame. Él chico gozaba de unos rasgos físicos parecidos a los del director, también era alto, de pelo negro, buen físico seguramente. Un dato específico, dos piercing adornaban su rostro, uno en su nariz y el otro en su labio inferior. Estaba casi segura de que debian ser familiares.

Karsson© ✓ |Borrador|Where stories live. Discover now