Capítulo 32

268 39 0
                                    

Me había quedado viendo una película mala de esas que televisan en cualquier canal, eran las tres de la madrugada cuando dejé la taza manchada de chocolate en el lavaplatos y me fui a la ducha. Cuando me acosté eran casi las cuatro. Agradecía que pese al tiempo que él había estado fuera aún siguiese su olor pegado a las sábnas, me acurruqué lo mejor que pude en intenté conciliar el sueño, daba gracias porque al día siguiente no tenía trabajo.

Cuando estaba en un estado de vigilia a punto de quedarme dormida un ruido me despertó de golpe. Luego le siguió otro crash y poco después escuché el sonido de cristales cayendo al suelo, los vidrios crujieron y luego oí pasos. Subí la sábana hasta solo dejar mis ojos sin cubrir y miré a la puerta, esperaba que en cualquier momento alguien entrara y cada segundo se me hacía eterno. Me sentía sacada de una escena de terror. Los pasos se dirigieron hacia el salón, o eso creo, una puerta se cerró y luego oí voces, si me quedaba alguna esperanza de escapar acababa de esfumarse, contra uno podría arreglármelas, contra dos todo se iba a la mierda. No sé cuánto tiempo pasé inmóvil, pero cuando las voces se empezaron a hacer más claras salí de la cama y me metí en el baño con el teléfono en la mano. ¿No se suponía que Calum tenía sistema de alarma o algo? Entre los nervios empecé a mandarle un mensaje tras otro intentando contactar con él, podría haber llamado a emergencias en vez de eso. Iba ya por los veintidós o veititrés cuando me contestó que iba a llamar a la policía. Me apretujé aún más entre el mueble y la fría pared y esperé todos los largos segundos que pasaron hasta que dejé de oír las voces. No me atreví a moverme hasta pasado un cuarto de hora, no había ya ningún ruido y un débil olor a quemado encendió mi sistema de alerta, salí del baño lo más rápido que pude y cuando llegué al piso de abajo las cortinas del saló estaban en llamas, el fuego se extendía hasta el sofá y llamé rápidamente a los bomberos mientras intentaba hacer algo. Pero todo fue inútil y cuando la policía llegó y me sacó de casa el saló ya estaba perdido, los bomberos llegaron dos minutos más tarde y yo me deshice en lágrimas.

Con todo el shock encima presté declaración en comisaría y volví a mi piso. Volví a ducharme para quitarme el olor a humo y algunas manchas de ceniza que aún tenía. Calum vendría en el fin de semana para evaluar daños, me había llamado y me había obligado a no volver a quedarme en su casa, yo más por miedo que por otra cosa no había puesto mucha resistencia. Y eso había hecho.

El fin de semana que pasó Calum aquí lo pasó conmigo e intentaba sacarme más información sobre lo que había pasado, pero ni siquiera yo tenía nada más que decirle. Nos pasamos ese tiempo abrazados básicamente, él usaba la escusa de que yo estaría asustada después de eso y yo no le decía que no. Apenas nos separábamos para comer o darnos una ducha. Pero se volvió a ir el lunes y desde entonces hago lo que le prometí, quedarme en mi apartamento hasta que él vuelva definitivamente.

El tiempo se me está haciendo algo largo, al menos quedar con Mihaella me lo ameniza un poco. La escena que montó cuando le conté lo que había pasado fue espectacular, se puso a gritar en medio de la cafetería que ojalá a esos malnacidos el karma se la devolviese, me tocó agachar la cabeza y aguantar la vergüenza que estaba pasando al ser el centro de atención de todo el local, esta me la pagaría. Al final la gente se fue y cuando llegó la hora de cerrar ella aún continuaba refunfuñando por lo bajo y dándole vueltas al tema. Yo insistía en que lo dejase aparcado pero fue imposible. Cenamos las dos en mi piso, sentadas en el sofá viendo un maratón de películas románticas pegajosas mientras comíamos nuestros fideos instantáneos entre lágrimas, era un panorama digno de grabar. Acabamos por quedarnos dormidas las dos en medio de la cuarta película y al día siguiente nos levantamos con un dolor de espalda terrible, ella me echaba la culpa a mí y yo a ella. Ley de vida.

64th Street [c.h.]Where stories live. Discover now