Sin muerte no hay renacer. ¿Qué castigo le espera a aquel que bajo la bendición de Dios y de la iglesia arrebata la vida de personas cuyo juicio final fue adelantado sin razón? La mano de Dios ha tocado al padre Leonardo, que bajo las ordenes de sus superiores, ha exterminado a cada bruja que se atreve a habitar en su pueblo. Sin embargo, aún hay un ultimo aliento que surge desde las penumbras, el cual grita y gruñe con furia divina; ¡No matarás!