La abuela siempre decía que el lobo aullaba en el bosque por la noche. Como yo, él quería, pero no podía dormir... El hambre desgarraba su estómago de lobo, su madriguera estaba fría y si no me dejaba entrar en la tierra de los sueños,vendría a por mí. ...Pero cuando finalmente puse mis ojos en el lobo, mi corazón se detuvo completamente deseando que me mantuviera despierta toda la noche.