"Estaré en camino en la mitad de la noche, cuando tus demonios quieran destruirte. Y si quieres que me quede, me quedaré el resto de mi vida. Aquí me tienes, Kirishima" Eso fue antes de que los verdaderos demonios los destruyeran a ambos. Los demonios que ellos mismos crearon y les dieron vida, alimentándolos con su desbalance en la delgada cuerda entre el amor y la dependencia. Cayendo una y otra vez, sin darse cuenta que, la red que los protegía se desgastaba con cada caída.