A fin de cumplir una profecía ancestral que podría brindar la salvación a su reino, el rey de las tierras de Hyrule reclutó a cinco valerosos soldados capaces de acabar con la amenaza del Cataclismo: Un valiente y vigoroso goron capaz de mover montañas con su espíritu. Daruk, jefe goron. Una imponente guerrera con el poder de las tormentas. Urbosa, matriarca de las gerudo. Un arquero tan diestro que su nombre fue aclamado por todo el reino. Revali, orgullo de los orni. Una doncella con el don de revivir a los caídos en combate. Mipha, princesa de los zoras. Un valiente caballero hyliano. Link, el elegido por la espada que repele la oscuridad. Y su hija, por cuyas venas corría la sangre de una legendaria diosa. Zelda, princesa de Hyrule. Estos campeones, dirigidos por la princesa, tenían el deber de proteger al reino de la amenaza que supone Ganon, y sellarlo en un sueño milenario, como dictaba la profecía. Al menos, así debía ser.