Aomine siente frustración al no poder tener una pista sobre el asesino que esta causando pavor entre la gente, pues aun cuando el número de víctimas aumenta no hay avances. Él solo quiere que la ciudad sea segura, para que la persona mas valiosa que tiene este a salvo. Kise ya esta acostumbrado a las voces que resuenan en su cabeza y sigue sus indicaciones por un solo motivo: Defender su felicidad con Daiki.