Connor completa su misión de eliminar a los divergentes. Luego es considerado obsoleto y al ya no ser de utilidad deciden desactivarlo. Hank Anderson, su ahora ex compañero, tomó cierto cariño por aquel androide y le pidió a CyberLife si podía quedarse con él. Tras varias discusiones internas de la compañía optaron por dejar a Connor a su poder. Un día un personaje extraño se encuentra detrás de la puerta de su casa. Un RK900 enviado por CyberLife para ser el nuevo acompañante de investigación de Hank, cuyo androide se encargará de sustituir el puesto de Connor. Tras pasar los días el RK800 comienza a sentir cosas por el de cabellos blanquecinos. Convencido de que las máquinas no pueden sentir emociones decide ignorarlas, pero al pasar de los días nuevas sensaciones lo hacen sentir más confundido y consternado creando problemas internos en su software. Buscando la mayor ayuda posible sobre su problema lo único que consegue es seguir confundiéndose, y mientras esto ocurre es inevitable saber que el RK900 destaca en todo lo que hace demostrando de que es un modelo mucho más avanzado y capacitado para cualquier investigación o misión. Por más perdido y confundido que esté Connor algo tiene completamente claro: "S͢u͢ n͢u͢e͢v͢o͢ m͢o͢d͢e͢l͢o͢ n͢o͢ l͢e͢ a͢g͢ra͢d͢a͢ p͢a͢ra͢ n͢a͢d͢a͢"