En lo más profundo del Conurbano bonaerense, un extraño culto enraizado en antiguas tradiciones folklóricas tiene lugar. Ante la religión oficial de La Looz son considerados herejes, sin embargo, los seguidores de este culto demuestran llevar sus creencias con pulcritud y dignidad. A pesar de eso, no está exento de rituales extravagantes y en ocasiones "demoníacos".