Mientras Kiyomi crecía, su tutor le estaba enseñando cosas básicas, incluso las más difíciles, como escribir y leer.
Taijutsu y ninjutsu
Kiyomi demostró ser una niña muy alegre, pero su personalidad fue un poco extraña para Shoki, ya que decía cosas que, desde el punto de vista de Shoki, eran extremadamente extrañas para que una niña de 4 años hablara con naturalidad. Kiyomi era extremadamente bipolar, su coeficiente intelectual estaba por encima del promedio desde que aprendió taijutsu y ninjutsus simple con solamente 4 años. Con solo 4 años, ella ya estaba muy por encima de los niños genin, al igual que su hermano Itachi, quien estaba con mucha antelación para su edad Siempre que era posible, Shoki enviaba cartas a su líder Fugaku. Sus cartas tenían información mínima sobre la más joven del clan Uchiha, ya que en opinión de Shoki, el padre de la niña no le dio mucha importancia a su vida.
Cuando Kiyomi tenía 6 años.
Cerca de los 7 años, ¡le había pasado algo muy malo! Shoki Uchiha, estaba muy enfermo gracias a su Mangekyou que dañó por completo su visión. ¡Esa enfermedad lo mataría y él lo sabía! Sin mas ni menos que decidió decirle la verdad a su amada discípula e "hija". Con voz lenta y dolorosa, Shoki dice:
- Kiyomi-san, hay algo que necesito decirte, debes prometerme que no te enojarás demasiado.
Kiyomi con ojos brillantes asiente con la cabeza
Shoki: Cuando naciste, tu padre Fugaku te había llevado con un anciano para curar tus enfermedades, ya que estaba muy enferma. Pero cuando el anciano te estaba curando a través de espíritus, un espíritu parásito te hábito y se llevó el alma del anciano a tu cuerpo juntos. Haciendo así cuando el anciano murió. Tu padre pensó que era muy peligroso tenerte en el pueblo...-es interrumpido por Kiyomi quien patea el armario gritando y llorando
Kiyomi: ¡¡Mis padres me odian por que soy defectuosa!!
Shoki intenta calmarla en todos los sentidos. Incluso con su visión borrosa, cuando mira en dirección a la chica, puede ver un par de ojos rojos.
Shoki:Tienes lo que tanto rogaba...
Kiyomi: Shoki-sama ... no puedo perderte- toma tus manos- eres mi padre, mi madre y mi hermano ...
Shoki le besa la frente y dice en su último aliento:
- ¡Sé amable, amigable, talentosa, trata siempre de ser la mejor! Ten amigos, diviértete, no mates a nadie si no es necesario, descúbrete a ti misma y encuentra el amor...- cierra los ojos
Kiyomi pasó la noche al lado de la cama de su difunto tutor.
La noche se resumió en lágrimas y gritos desesperados. Kiyomi sabía que no tenía a nadie, ni siquiera tenía un pariente. Ella simplemente se acostó en su cama, se cubrió con una manta y cerró los ojos
Pasaron los días, continuó de la misma manera, sin mover un músculo. El espíritu que habitaba en ella lo había protegido.
Una noche, Kiyomi se despertó con una dulce voz en su oído.
Xxx: Cariño, ¿por qué no te despiertas? ¡Ya es de mañana! Tienes mucho que hacer. Comienza con un baño, luego toma algo de comer y luego agradece a Dios por tu vida.
Cuando hayas terminado con esas cosas, corre, corre muy rápido, corre como si no tuvieras otro escape y encuentra lo que tanto necesitas ...
¡No era nadie! ¡Era solo una voz del más allá! Una voz dulce y melancólica.
se veía como una mujer joven que sufre tratando de ayudar a la pequeña uchiha acostada en su cama.
El olor corporal de Shoki ya estaba por toda la casa. ¡Era imposible respirar normalmente en ese lugar! Kiyomi, se dio una ducha, luego comió e inmediatamente se dirigió a la habitación donde estaba el tutor, solo vio un cuerpo ya azul y lleno de moscas alrededor.
Empezó a correr, a correr muy rápido, no era ella quien la guiaba, era su alma...