𝓒𝐚𝖙𝗿ǐղ𝐚

By KryzizBonny

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Catrina, una adolescente de 15 años, se adentra en un parque abandonado encontrándose con un extraño que camb... More

Capítulo 0 - Detalles Desconcertantes
Capítulo 2 - Adiós
Capítulo 3 - La Morte
Capítulo 4 - Negligencia
Capítulo 5 - La Sombra Fúnebre
Capítulo 6 - Reflejo
Capítulo 7 - Mina
Capítulo 8 - Sangre Fresca
Capítulo 9 - La Douleur Exquise
Capítulo 10 - Fragilidad
Capítulo 11 - Él
Capítulo 12 - Moral
Capítulo 13 - Noche Inolvidable
Capítulo 14 - Encierro
Capítulo 15 - Confesiones
Capítulo 16 - Obediencia
Capítulo 17 - Secretos
Capítulo 18 - Dejarse ir
Capítulo 19 - Linaje
Capítulo 20 - Ojos Violetas
Capítulo 21 - Sol
Capítulo 22 - Heridas
Capítulo 23 - La Corte
Capítulo 24 - Rabia
Capítulo 25 - Té y Muñecas.
Capítulo 26 - Rescate
Capítulo 27 - Negociaciones
Capítulo 28 - Amor y Obsesión
Epílogo
Créditos

Capítulo 1 - Dulces Recuerdos

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By KryzizBonny

🦇 Antes de empezar: Además de la imagen de arriba, cada capítulo tiene un audio por si lo quieren escuchar al tiempo que leen. Solo hagan swipe izquierda en cada imagen y den play al video.

No supo cuánto pasó desde que se quedó dormida con los audífonos puestos, quizá menos de una hora, ya que el audio libro continuaba.

—Sí. Maté al dragón —leyó el narrador dentro de la bocina.

¡OH! Ahora tendría que regresar la pista sabiendo que ya habían matado al dragón.
Era la tercera vez que se dormía en ese capítulo, no podía evitarlo, pues la ficción se le hacía una pérdida de tiempo.
¿Por qué escucharlo entonces?
Bueno, su mejor amiga Solange se lo había recomendado con extrema pasión cuando casi la arrastró a comprarlo.

Se rindió. Puso todo a un lado adormilada y se tapó con la cobija. Justo cerró los ojos de nuevo cuando el teléfono de la casa rompió el silencio de la noche. Catrina lanzó su brazo hacia la fuente del ruido y se golpeó fuerte con la lámpara de la mesita. Estaba más dormida que despierta. Aguantando el dolor, tentó hasta encontrar la bocina.

—¿Hola? —gruñó.

—¿Catrina?

Al escuchar aquella voz, su cuerpo se estremeció. ¿Era un sueño?
Se sacudió la cabeza y comprobó seguir ahí con la bocina en la oreja.

—¿Israel? —preguntó en una especie de chillido antes de aclararse la garganta avergonzada y acomodarse el cabello. ¿Para qué o quién se acicalaba? No sabía. Israel no podía verla a través del teléfono, pero su cerebro seguía apagado—. Es algo tarde —añadió mirando el reloj. Eran las 2:30 am.

—Catrina... —intentó interrumpir él.

—No es que me queje —se golpeó en la cabeza reprendiéndose por su intento de plática—, ¡puedes hablarme cuando quieras! —¡NO, NO, NO! Ahora sonaba desesperada.

—Catrina. Escucha...

Y ella lo intentaba, pero él hablaba con voz muy baja.

—Me preguntaba sicontinuó él haciendo una pausa —, me gustaría que...

Alguien entonces descolgó el teléfono.

—¿QUIÉN ESTÁ HABLANDO A ESTAS HORAS DE LA NOCHE? ¿QUÉ NO TIENEN EL MÍNIMO RESPETO POR EL SUEÑO DE LOS DEMÁS? ¡TODA LA FAMILIA DEBE LEVANTARSE TEMPRANO EN UNAS HORAS! ¿CÓMO SE LES OCURRE?

Catrina casi deja caer la bocina del susto, su madre seguía pidiendo una explicación y ella moría de vergüenza.

—Lo siento, luego hablamos —Israel colgó.

Catrina colgó también azotando el teléfono, era la segunda vez que la interrumpían ese día. Israel habló esa misma tarde y su hermano Tomás se encargó de arruinarlo de forma similar, solo porque tomaba la siesta.
Bufó molesta y se tiró en la cama haciendo berrinche. ¡Debió darle su número de celular!

Pero entonces algo ocupó su mente. En la tarde pensó que se trataba de tarea pero, ¿a las 2:30 am?
¿Qué era aquello que Israel quería decirle con tanta urgencia que no podía esperar a la mañana? ¿Acaso la invitaría a salir? Abrazó la almohada y su corazón latió tan fuerte que le resonó en los oídos.

Israel era el chico más interesante y misterioso de la escuela... al menos según Catrina. Llevaba años enamorada de él sin tener el valor suficiente para decirle.

Se saludaban por la mañana si se veían y se sentaban juntos los jueves en el taller de pintura que, aunque ambos detestaban por la intensidad y hostilidad de la profesora, seguía siendo mejor que las otras dos opciones: tener que jugar fútbol bajo el sol u organizar eventos. Aun así, se divertían escondiendo dibujos de genitales en sus pinturas mediocres o solo platicando sobre cualquier cosa durante una hora completa.

Fuera de eso, Israel no daba muchas oportunidades de acercarse a él. Era usual que tuviera el rostro dentro de algún libro viejo, tomando café instantáneo y en las clases por las tardes de artes marciales a las que también asistía su mejor amiga Solange.

A Catrina también le gustaba ahh... el aroma de los libros viejos (su visión terrible le hacía casi imposible leer sin frustrarse), el café y estaba dispuesta a VERLO practicar artes marciales. Si eso no era razón suficiente para casarse mañana mismo, entonces no sabía qué era.

No pudo evitar dormirse con una sonrisa en el rostro.

Llegó la mañana y con ella el sol que resplandecía, los pájaros que cantaban y una sombra borrosa de manos pálidas encorvada al pie de su cama, llorando.

Aun a su corta vida, casi le da un infarto.
Catrina apartó la espesa y enmarañada melena de su rostro, llevándose varios cabellos consigo.

Tras una segunda mirada, notó que aquella criatura, vestida como la muerte, en la esquina de su colchón era Solange, su mejor amiga.
Exhaló aliviada tras reconocerla recuperando el color poco a poco.

Solange era una chica muy particular, por no decir extraña, aunque en ese día en especial, sus ropas no eran nada fuera de lo común, pues era Halloween.

Habían estudiado juntas desde el jardín de niños. Solange tenía una personalidad fuerte, fría y mandona que llegaba a molestar a algunos de sus compañeros, pero Catrina no le veía que fuera tan malo, y es que también veía en Solange a alguien que siempre la había protegido, escuchado y estado ahí en todos los momentos importantes. La consideraba incluso su hermana.

—Cat.

—¿Qué haces aquí? ¿Por qué...?

El teléfono sonó.

Ambas se miraron sin pronunciar palabra por unos segundos.

—¡CATRINA! ¡¿ESTÁS DESPIERTA!? ¡ES TU MUY INSISTENTE AMIGUITO! —gritó su madre enfadada. Lo pasivo-agresivo se le daba muy bien y Catrina supo que no había cubierto la bocina al gritar eso.

—¡YA VOOOOOY! —gritó ella de regreso, sonrió a Solange en forma de disculpa, acercó la mano al teléfono y puso la bocina en su oído.
Se congeló. ¡No quería hablar con Solange ahí al lado! Claro que le contaría después de que las cosas iniciaran entre ellos, pero tenerla ahí en ese momento no era algo que deseara. Esperaba que entendiera los movimientos que hacía con las manos indicándole que saliera del cuarto y le diera un poco de privacidad, pero ella ni la miró.

—Catrina —pronunció la voz en el teléfono.

—Cuelga —pidió Solange de inmediato y con una seriedad casi lúgubre.

—¿Qué? Es solo... —objetó Catrina, pero su amiga ahora mantuvo su mirada y daba miedo—. Lo siento Israel, te hablo después —murmuró ella en el teléfono, lamentando que no pudiera tener ni un momento libre para hablar con su enamorado.

—¿Por qué te habla ese tipo? —preguntó Solange de mala gana.

Catrina abrió los ojos al doble y arrugó los labios.

—Lo sabría si no le hubiera colgado.

La verdad no le sorprendía su actitud, por alguna razón Solange e Israel siempre tuvieron ciertos «roces». Quizás era que desde siempre pasaron mucho tiempo juntos: misma escuela, muchas clases en común, misma práctica en la tarde, mismos hobbies. Había una vibra de rivalidad que en algún momento se tornó personal. Catrina no sabía exactamente qué fue o cuándo, pero sospechaba que en alguna competencia. Solange no se tomaba bien el perder.

—Es mejor así —le dijo Solange —. Como sea, lee esto.

Catrina miró con cierta dureza a Solange, no solo por su sorpresiva y tétrica visita, sino porque aquella cosa que le pedía leer era un periódico tan mal hecho y poco confiable que incluso tenían el cinismo de imprimir en papel color amarillo.
En sus páginas eran populares temas de accidentes con sus respectivas fotos morbosas, no más horribles que la ortografía de cada nota, y si se abría el diario por la mitad, siempre había alguna encuerada.

Tuvo que ponerse unos lentes enormes y pesados para intentar leer aquello. Sus ojos eran problemáticos aún tras varias cirugías y leer era algo que evitaba a toda costa si no deseaba deprimirse. Esa mañana su ojo izquierdo amaneció opaco y su ojo derecho le hacía ver manchas. Puso su atención en el título y tras un sobresalto, volvió a leer para asegurarse de que realmente hubiesen puesto tal cosa impresa.

¡Se la chuparon!

27 de octubre 2003

México, DF.

Chuy Vega

—Es de hace unos días —señaló Catrina con cierto asco ante el título. Le chocaba que se expresaran así de una tragedia.

Solange asintió.

Catrina leyó lo primero bajo el título
—56 muertos en la capirucha... ¿Qué es una capirucha?

—NO ES RELEVANTE, SIGUE LEYENDO.

Justo a un lado había tres fotografías algo borrosas, sangrientas y bastante gráficas.

—De verdad no quiero ver esto, además tiene pésima ortografía, no es un periódico serio—le dijo Catrina.

—Solo hazlo.

—Fue cerca de tu casa —comentó Catrina.

—Sigue.


—¿Es una broma? Esto es horrible. Es de verdad el peor artículo que he leído en mi vida.

Su amiga giró lentamente, su rostro estaba más pálido de lo normal, sus ojos no contenían las lágrimas.

—Dicen que nadie ha visto al escritor desde que se publicó la nota. Los desaparecidos van en aumento y los cuerpos se encuentran varios días después. Eso no es raro, pero es la primera vez que aparece en los periódicos.

—¿Estás bien, Sol? —preguntó Catrina.

Solange negó.

—Todo se está saliendo de control.

—¿Conocías a la víctima?

—No Catrina, no la conocía. Mira, por más que intento... —se detuvo.

—¿Qué pasa?

—Es muy complicado.

Hubo un silencio.

—Catrina, me voy en unos días a Islandia, no voy a regresar.

—¿Ah? —se quedó confundida— ¿Islandia? ¿Qué tiene eso que ver?

—Tiene todo que ver.

—¿Cómo?

—No puedo decirlo.

—¿Es en serio? —dio una pausa. ¿Así abría la noticia? ¿Con un periódico estúpido? —. Mira Solange, no sé qué pasa, pero no te puedes ir —reclamó Catrina.

—No depende de mí. Solo quería compañía. Me siento muy sola —Solange la miró dolida, se cubrió la cara con una mano y luego la dejó caer desganada—. Esto fue un error, venir aquí, soy una tonta... Por favor, disculpa, no hablemos más, olvida lo que te dije.

Las fosas nasales de Catrina se expandieron al doble. Respiró un poco y procuró dejar a un lado sus instintos controladores. Aunque nada de lo ocurrido tenía sentido, era claro que Solange también estaba molesta y triste. Tendrían que hablar más tarde, cuando se calmara.

—Sobre nuestra reunión de hoy, ¿sigue en pie?, ¿o esto afecta de alguna forma nuestros planes? —preguntó Catrina después de unos segundos.

—No. Sigue en pie. Nos vemos hoy en mi casa a las 5 —dijo Solange saliendo rápidamente de la habitación y cerrando la puerta tras ella.

¿Qué demonios fue eso?

Catrina miró un rato a su doble en el espejo de la puerta hasta que dudó de todo lo que había pasado. Se vistió en segundos y salió del cuarto en búsqueda de su amiga.

No había nadie ahí.

—¿Qué es lo que quería ese niño? —le preguntó su madre al tiempo que Catrina entró a la cocina.

Ella apenas pudo encontrar la silla para sentarse, su mente seguía en Solange.

—¿Qué niño?

—¡El que ha llamado a todas horas! ¡CON EL QUE ESTABAS HABLANDO! —casi le tira el desayuno.

¡Israel! ¡Claro! Tenía que llamarlo, aunque ahora que lo pensaba, no sabía su número. ¿Podría marcar algún número o presionar algo en el teléfono para recuperarlo?

—¿ME ESTÁS ESCUCHANDO?

—Lo siento, no volverá a pasar. Oye ma, ¿no viste a Solange?

—¿A Solange? ¿Cuándo?

—Hoy, hace unos minutos.

—Lo has de haber soñado, nena. Y para que quede claro, regresando a tu amiguito, no tengo problemas con que te hable, pero debe respetarte y respetar a tu familia. ¿Va en tu escuela? ¿Quiénes son sus padres?

¡La escuela! Tenía diez minutos para salir o no llegaría.

Nota de la Autora

¡Hola!

Muchas gracias por seguir leyendo. Si quieren ayudarme a que esta historia llegue a más personas, den su voto al hacer clic en la estrella de abajo en cada capítulo. 🥰
Sus comentarios también me ayudan mucho y me hacen el día ❤️

Espero no les haya causado dolor de cabeza leer el artículo de periódico :p
Las faltas de ortografía ahí son completamente intencionales.

Otra cosa, si sientes que esta novela no cumple tus expectativas descriptivas y de inmersión aguanta un poco. Mi intención es que los primeros capítulos pasen rápido, tengan mucho diálogo y sean algo insípidos en ese sector solo para abrirse más tarde.

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