Capítulo 26 - Rescate

751 147 63
                                    

🦇 Antes de empezar: Además de la imagen de arriba, cada capítulo tiene un audio por si lo quieren escuchar al tiempo que leen. Solo hagan swipe izquierda en cada imagen y den play al video.

Solange tapó las ventanas de inmediato y sus amigas se alejaron de los deberes escolares en cuanto notaron a aquella persona a la que no se le veía la cara, envuelta en una cortina polvorienta y en mal estado

Oups ! Cette image n'est pas conforme à nos directives de contenu. Afin de continuer la publication, veuillez la retirer ou télécharger une autre image.

Solange tapó las ventanas de inmediato y sus amigas se alejaron de los deberes escolares en cuanto notaron a aquella persona a la que no se le veía la cara, envuelta en una cortina polvorienta y en mal estado.

Catrina se levantó, sus quemaduras le encendían la sed de sangre. Echó una mirada a sus apetitosas amigas y se tuvo odio por lo que estaba fantaseando.

—¿Quién es? —preguntó Telma.

—¿Es una broma? —Kenna miraba la indumentaria de Catrina.

—¿Es un stripper? —preguntó Elvira arqueando las cejas, moviéndolas de arriba a abajo y con una sonrisa perversa en su rostro.

—No y ew... no. ¿Qué demonios te sucede? —dijo Solange— No, escuchen. Ella... oh, maldición. Van a matarme.

—¿Ella? —preguntó Elvira desconcertada al tiempo que toqueteaba a la figura intentando hacer sentido.

—¡Que no es un stripper! Elvira, por favor, —dijo Solange con severidad—. Miren, hay muchas cosas que deben saber, pero no pueden salir de aquí.

—No te preocupes. ¿Quién les creería? —preguntó Catrina a Solange, dándole golpecitos en las manos a Elvira para que la dejara en paz.

—¡Mis padres! Toda la...

—¡Ay, ya! —exclamó Elvira y con una sonrisa pícara le quitó con fuerza la cortina a Catrina.

Los ojos de Kenna, Elvira y Telma se fijaron en ella una y otra vez. Pasaron por sus brazos, uno sangrando y el otro completamente tostado. Su cuello rojo al vivo. Sus ojos, nariz y oídos goteando sangre.
De pronto, cuando parecieron al fin entender que no era un sueño, todo se quedó en silencio. Un silencio que Telma rompió cuando cayó al piso inconsciente desde la cama.

—Bien hecho, genio —reclamó Solange a Elvira.

—Oh... oh, no. No es posible. Cat... yo la vi... muerta —balbuceaba Kenna señalando a Catrina y antes de que soltara un alarido, Solange ya estaba ahí tras ella tapándole la boca.

—¿Qué está pasando? —preguntó una muy alarmada Elvira.

—Esto ya se salió de control. Siento mucho lo que voy a hacer —se disculpó Solange antes de hacerle una llave rápida a Kenna para ponerla a dormir y dejarla en el suelo como Telma.

—Ni se te ocurra —le dijo Elvira saltando tras la cama, defendiéndose con el libro de álgebra de Baldor cuando Solange se acercó a ella—. Puedo tomar la información. Estoy impresionada, sí, pero porque no entiendo. Solo pido que me expliquen. Y perdonen las lágrimas, pero es que... —se tiró hacia Catrina y la abrazó—, esto es fantástico. Oh, no... demonios —añadió cuando notó que su playera blanca se quedó manchada de sangre—. Para ser sincera creo que me estoy dando una idea de lo que sucede aquí —dijo mientras examinaba sus colmillos y piel—, pero ¿cómo?

𝓒𝐚𝖙𝗿ǐղ𝐚Où les histoires vivent. Découvrez maintenant