Luces, música y acción

By endlesscurl

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¿No te pasó algo como que de pronto te vuelves un cantante famoso, ganas incontables premios, tienes muchos a... More

booktrailer oficial
Sinopsis
Introducción
Uno
Dos
Tres
Cuatro
Cinco
Seis
i m p o r t a n t e 🦋
Siete
Ocho
Nueve
Diez
Once
Doce
Trece
Catorce
Quince
Dieciséis
Diecisiete
Dieciocho
Diecinueve
Veinte
Veintiuno
Veintidós
Veintitrés
Veinticuatro
Veinticinco
Veintiséis
Veintisiete
Veintiocho
Veintinueve
Treinta
Treinta y uno
Treinta y dos
Treinta y cuatro
Treinta y cinco
Treinta y seis
Treinta y siete
Treinta y ocho
Treinta y nueve
Cuarenta
Cuarenta y uno
Cuarenta y dos
Cuarenta y tres
Cuarenta y cuatro
Cuarenta y cinco
Cuarenta y seis
Cuarenta y siete
Cuarenta y ocho
Cuarenta y nueve
Cincuenta
Cincuenta y uno
Cincuenta y dos
Cincuenta y tres
Cincuenta y cuatro
Cincuenta y cinco
Epílogo
ª

Treinta y tres

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By endlesscurl


—Alan —susurré, me puse de pie y salté a abrazarlo—. Lo lamento mucho. Palmeó mi espalda y asintió.

—Traje el agua, lamento interrumpir. Voy a dejarla aquí y me iré al lado de ese árbol. —Chase me dio la botella de vidrio y quiso alejarse, pero lo detuve.

—No te vayas, Chase. Te presento a Alan Conway, es el hermano de Blake. Alan, él es Chase, mi mejor amigo y asistente. Cada vez que le pido una hamburguesa, se come las papas y nunca me trae el combo completo. —Alan se echó a reír y mi amigo lo saludó con la mano, el otro correspondió.

—Es un gusto, Chase. Y me alegra verte aquí de nuevo, Nicholas. Mi hija me comentó que tu mamá le contó que vendrías. Sabía que en cuanto te enteraras, vendrías a visitarlo.

—La noticia me tomó por sorpresa, era un hecho que vendría. Quise mucho a su hermano, era una persona especial para mí.

—Recuerdo que siempre estabas detrás de él. Siempre queriendo ayudarlo, incluso cuando ya habías conseguido el dinero de la guitarra. Solo porque te encariñaste con él y con su gato.

Asentí con una sonrisa y quité las lágrimas que iban cayendo por mis mejillas. Recordaba esos momentos con nostalgia.

—¿Puedo preguntar algo, sin pecar de indiscreto?

—¿Quieres saber si solucionamos las cosas antes de que muriera?

La pregunta me tomó por sorpresa, porque así era.

Me preguntaba cuántas veces le habían hecho ese interrogatorio.

—Si no es mucha molestia.

—Lo es, pero quiero hablar de eso. Jamás lo hago. —Hizo un ademán de moverse para que lo siguiéramos, al final, nos sentamos los tres bajo el árbol que Chase mencionó minutos atrás. —Si quieres saber la verdad, jamás lo arreglamos. Ya ni siquiera recuerdo por qué fue la pelea inicial, pero nunca lo hablamos. Y ahora me arrepiento de haber perdido a mi hermano sin haber conversado con él. Sin embargo, aprendí algo muy valioso que quiero compartir con ustedes, muchachos. Aún son jóvenes, y cometerán muchos errores. Lo importante es siempre saber perdonar y pedir perdón cuando se requiera. Nunca se vayan a dormir sin solucionar las cosas con sus seres más queridos. Por más enojados que estén, siempre díganse buenos días al despertar, y buenas noches al ir a dormir. Uno nunca sabe cuándo algún ser querido se irá. La vida es demasiado corta y nunca avisa. Ni la fecha ni el lugar. Solo pasa.

—Dime por favor que no solo yo estoy pensando en Bee —comentó Chase bajito. Negué.

—Yo también estoy pensando en ella.

—No sé quién es Bee, pero si aún se pueden arreglar las cosas, y la quieres, hazlo. Alguna solución debe haber. Y si no la hay, pues despídete de ella con palabras, nunca dejes nada a medias, Nicholas.

—Gracias, Alan. Lamento que no pudieses hablar con tu hermano, pero creo que también deberías volver a la tienda. Sé que amas tu trabajo, no pierdas eso también.

—Lo sé, hijo. —Alan puso su mano sobre mi hombro—. Ya volveré.

Me dedicó una pequeña sonrisa y correspondí dándole un último abrazo antes de despedirnos.

El camino de regreso a casa junto a Chase se hizo en completo silencio. Ninguno de los dos quería empezar la conversación, porque sabíamos hacia dónde iría.

Al llegar, mamá estaba cocinando y comentó que mi padre estaba en el granero alimentando a «las niñas». Así que llevé a mi amigo para que las conociese.

—Chase, te presento a las reinas de esta casa. Escuchaste mucho de ellas en mis anécdotas, así que hoy las podrás ver en persona... O en gallina.

La señalé, todas empezaron a moverse por el lugar, pero una pareció reconocerme, corrió hacia mí y empezó a cacarear.

—¿Esa gallina está gritando al verte, o solo estoy alucinando? —preguntó Chase mirándonos.

—Esta gallina se llama Pioscila, la cuidé desde que era un pequeño pollito.

—Como podrás notar, Nick le puso el nombre —comentó mi padre desde la otra esquina, estaba acomodando el techo.

—Es un gran nombre y ella está feliz con él, ¿verdad, mi niña? —le pregunté, la gallina se dio la vuelta y se fue con las demás—. Ella ama su nombre.

La gallina cacareó de lejos.

—No lo parece —respondió Chase.

—Lo ama —dije.

—No parece.

La gallina volvió a cacarear.

—¡¡Cállate, Pioscila!! —grité, me di la vuelta y moví la cabeza para que me siga—. Me refería a este techo. Aquí es donde podrás encontrar la mejor señal de la zona. Pero debes tener cuidado con ese loco de ahí. —Señalé a David.

El gallo nos miró con recelo, podía sentirlo.

—¿Tú también sientes que ese gallo nos quiere atacar? —preguntó mi amigo.

—Sí, pero siempre es así. Con el tiempo te acostumbras. —Me encogí de hombros y le ofrecí a papá ayudarlo. Así terminaríamos más rápido.

Al final, Chase y yo estuvimos ayudando a mi padre con cosas que debía arreglar en el granero, además nos dejó la tarea de pintar la fachada. De pronto se le ocurrieron varias tareas por hacer. Estaba feliz, nosotros cansados.

Pasamos toda la tarde cumpliendo la lista que mi padre nos dejó.

—Ya terminamos —mencioné cuando entramos a la casa—. Desde mañana Chase y yo nos encargaremos de entregar los pedidos a toda la zona en la camioneta.

—Me parece bien, cariño. —Mi madre sonrió serena, estaba leyendo un libro. —Chase, ¿te importaría ayudarlo con la televisión? Desde que Nick nos envió esta bestia gigante, este viejo suele tener problemas con él —preguntó señalando a mi padre, mi amigo no dudó en acercarse—. Y tú, que tienes esa sonrisa burlona, ¿me acompañas a alimentar a las gallinas? Ya es hora —comentó mi madre viendo el reloj, solo asentí. Sabía que no podía decirle que no.

Ella no quería alimentar a las gallinas. Quería chisme.

—Cuenta —habló en cuanto llegamos. Pioscila me cacareó y sonreí acariciando su cabeza.

—¿Qué quieres que te cuente? —pregunté.

—Dijiste que te encontraste con Alan, Nicholas. —Ella alzó las cejas y sonreí.

—No me dijo mucho, pero me dio un consejo que creo que aplica mucho a mi situación con Bee ahora mismo —suspiré y presioné el botón del comedero de las gallinas.

—Bueno, no sé qué hablaron, pero creo que deberías reconsiderar tu decisión y escuchar qué tiene para decirte. ¿Por qué no pruebas con preguntarle qué fue lo que realmente pasó por su cabeza aquel día? Así al menos sabrás su versión de las cosas, y a partir de eso, podrás tomar una decisión.

—Eso estaba pensando —suspiré y apoyé mi cabeza en su hombro—. ¿Cuándo empezó a complicarse todo, mamá? La vida era más simple cuando mi única preocupación era alimentar a estas locas. —Señalé con la cabeza a las gallinas y pude sentir como Pioscila giró a verme indignada.

—Es parte de crecer, supongo —comentó mamá, me dio un beso en la cabeza—. Lo estás haciendo bien, hijo. Estamos orgullosos de ti. Saliste de aquí con un objetivo y lo lograste.

—Ese es el problema, mamá. No siento que lo haya logrado. Es más complicado de lo que pensé. Mi momento de rebeldía me permitió cantar esa canción, pero todas las que canto no son mías. Antes escribía mucho, ahora no puedo concentrarme ni un segundo. Plastic Love es lo único que ha salido de mí en meses. Siento que estoy perdiendo el rumbo y eso no me gusta. Luego está el tema de Bee, me hace mucha falta, pero mi orgullo no deja que me acerque a ella de nuevo. Estoy en medio de una batalla mental donde una parte de mí quiere tomar el primer avión que encuentre para abrazarla y decirle que no quiero perderla. Y luego está esa otra parte más fuerte que me dice que ella no confió en mí y no lo merece. Cielos, mamá. Odio esa parte de mí porque hace relativamente poco, es la única parte de mí que toma las decisiones.

—Bueno, pedirte que no le hagas caso, no va a solucionar nada, ¿verdad? —bromeó—. Siempre fuiste una persona independiente y autosuficiente, Nick. Pero también está esa parte noble de ti que siempre quiere el bien para todos. Como te dije antes, aquí la única opción viable que veo es que converses con ella y escuches su versión de las cosas. Te digo esto como forma de recordatorio, porque sé muy bien que es lo que quieres hacer. ¿Necesitas ese pequeño empujón? ¿La última señal de que debes hacerlo? —Acarició mi cabello—. Pues esta es. No podría obligarte a hacer algo que no quieras, Bee me parece una persona bonita, tiene el alma noble, al igual que tú, por eso pienso que algo debió pasar por su mente para reaccionar así. Y si me equivoco, no podemos juzgarla. Cada persona es un mundo distinto, hijo.

—Tengo miedo, mamá. Odiaría pensar que Bee no es la persona que creí. La quiero mucho y no quiero perderla —expliqué.

Y ahí estaba de nuevo, aquella batalla de pensamientos en mi cabeza.

—Pues averígualo.

Miré a mi mamá, se oía tan segura de las cosas.

Qué fácil era hablar desde la comodidad de tu casa.

Ladeé el labio y lo dejé estar. No tenía más que decir. Mi madre me dio un abrazo y nos quedamos en silencio hasta que regresamos a la casa.

Teníamos que descansar porque al día siguiente tendríamos que salir temprano a entregar los pedidos de la gente.

Pasamos cada día trabajando para mis padres, estaba cansado, pero me gustaba estar activo haciendo cosas. Me servía para no pensar de más.

—Nick, ¿ese gallo va a gritar así todos los días? —preguntó Chase en medio de lloriqueos.

—No sé quién hace más ruido, Chase. El gallo o tú quejándote de él cada mañana.

—Nunca más me voy a quejar de mi alarma cuando vuelva a Counterville —dijo. Me reí y decidí levantarme para darme una ducha.

—Vamos, Chase. Hoy tenemos que entregar la última ronda de jalea de fresa y arándanos.

—Yo tengo una pregunta —Chase se sentó en su cama y alzó la mano como si estuviésemos en una clase. Sonreí y lo señalé para que hable—. ¿Tus padres hacen esto solos? No quiero decir que estés viejos o algo por el estilo, pero siento que es mucho trabajo para ellos.

—Bueno, hacían esto solos hasta que tuve la edad para ayudar. Cuando me fui, contrataron a un muchacho que los ayuda con todo. Pero, claro, llegamos dos que sirven para trabajar gratis y le dieron vacaciones a Ernest. Así se llama él. —Me detuve a pensar un momento—. De hecho, creo que lo veremos hoy. Me parece haber visto el nombre de su madre en la lista.

—Seguro nos va a odiar, le quitamos el trabajo por una semana.

—Chase, nos ama. Le estamos dando vacaciones pagadas. —Me reí y caminé hacia el baño—. Me voy a duchar.

—Sí, ya era hora —comentó haciendo muecas de asco. Le lancé la toalla a la cara y rodé los ojos.

Él me la devolvió y la detuve en el aire. Di un paso hacia adelante para asustarlo y salí riendo cuando gritó de forma aguda por miedo a que le hiciera algo.

—Gallina.

Luego del gran desayuno, salimos para empezar a entregar los productos.

Me sentía tan lleno que podría salir rodando sin problema. Mi madre no dejaba de ofrecernos comida.

—¡Ya volvemos! —Me despedí de mis padres antes de cerrar la puerta.

—Amo estar aquí, amo la comida de tus padres. Ambos cocinan delicioso y amo que siempre me quieran alimentar —comentó Chase mientras subíamos al auto, me reí y encendí la radio.

«Con ustedes, el orgullo de este pueblo. 911 de Julien Garnier» dijo el conductor. Rodé los ojos y cambié de emisora.

—Qué pesado es ese Julien Garnier, me cae mal —dije, dejé que otra canción se reprodujera.

—Pero qué sexy es su asistente —mencionó Chase, giré a verlo y estaba posando como si fuese una escultura griega, me reí de él y aceleré.

—Qué tonto eres.

—Pero sexy.

—Lo que te deje dormir de noche, campeón —Me reí de nuevo y di la vuelta a la calle para dejar el primer pedido—. ¡Rose! —saludé con una gran sonrisa, la anciana me abrazó emocionada.

—¡Sabía que estabas aquí! Estaba esperando que vengas a saludarme. Qué grande y azul estás. —Presionó mis mejillas y sonreí tomando los envases para dejarlos sobre una de las mesas de su restaurante.

—Te presento a mi mejor amigo y asistente, Chase. Chase, ella es Rose. Hace el mejor pastel de patatas del mundo.

—Pues me encantaría probarlo, es un gusto, Rose —saludó mi amigo.

—¡Pues lo harás! Te llevarás un poco, no puedes irte de Glasswood sin haberlo probado. Ya vuelvo, no se vayan.

Rose se dio la vuelta y regresó con una porción para cada uno. Nos fuimos, no sin antes agradecerle el gesto.

Entregamos varios pedidos, el último era el de la mamá de Ernest, así que nos dirigimos hacia allá.

—¡¡Nick!! —gritó alguien. Sonreí al verlo y lo saludé con la mano.

—Hola, Ernest, es un gusto verte de nuevo. —Nos dimos un abrazo y lo despeiné un poco—. Creciste mucho desde la última vez que te vi.

—Y tú estás bastante azul, te pusiste los arándanos en la cabeza, ¿o qué? —dijo, Chase empezó a reírse.

—¿Y ese ataque tan gratuito? —pregunté.

—Debía aprovechar la oportunidad, no todos los días tienes al gran Julien Garnier frente a ti, ¿verdad?

—Yo lo veo todos los días de mi vida, estoy harto. Ya sáquenme de su lado, por favor —pidió Chase y Ernest empezó a reírse.

—Soy Chase, mejor amigo de Nick y asistente de Julien.

—Yo soy Ernest, creo que sería el asistente de sus padres —mencionó en un tono de pregunta.

—¡¿Qué?! —gritó Chase al ver su teléfono. Estábamos en una zona donde sí llegaba el internet—. ¡Bee se gradúa mañana! —volvió a gritar, giré a verlo y abrí los ojos.

—Mentira.

—¡¡Que se nos gradúa la niña, Nick!! —chilló poniendo el teléfono en mi cara.

Chase
«Hola, Bee! Estamos en una zona donde solo puedo tener acceso a internet si me subo al techo del granero. De hecho, estoy aquí ahora mismo y un gallo llamado David me está mirando mal, tengo miedo porque siento que me va a atacar y me voy a caer. Esto está muy alto, solo venía a preguntar cómo estás!!» 23:04

Bee
«Holi, espero que ambos estén bien. Ya entiendo por qué no te llegaban los mensajes. Pues bien... dentro de todo, mañana es la ceremonia de graduación. Espero no caerme, estuvimos ensayando hoy. Es en la noche, me hubiese gustado que estén aquí. Pero entiendo que no se pueda. Por Andrew y porque, de todos modos, dudo que Nick quisiera estar aquí. Los extraño mucho. Cuídense, por favor, sí? Espero que todo esto pase pronto :(» 10:35

—Tenemos que ir —dije decidido.

—¿Qué? ¿Y Andrew? —preguntó mi amigo, yo saqué el pedido de Ernest y se lo entregué.

—Me alegra haber compartido unos minutos contigo, Ernest. Agradezco mucho que estés ayudando tanto a mis papás. Sé que estás ahorrando para la universidad, así que quiero ayudarte. —Saqué mi teléfono y se lo entregué—. Escribe tu número. Envíame un mensaje más tarde, quiero ayudarte.

—Nick, no es necesario...

—Lo es, me hubiese gustado tener la posibilidad hace algunos años, así que ahora lo haré. Sé que tu madre no puede ayudarte ahora mismo, así que lo haré, ¿bien? —Palmeé su hombro y el muchacho me abrazó.

—Gracias, Nick. Lamento haberme burlado de tu cabello de arándanos.

Me eché a reír y nos despedimos.

Ya en el auto, me encargué de comprar los boletos con el vuelo más cercano que tuviesen.

—Amigo, nos vamos a Counterville.

—Nick, ¿te das cuenta que estás cometiendo una locura? Andrew se va a enterar de que regresamos antes y se va a enojar, ¿lo sabes?

—Lo sé —respondí mirando el camino, di la vuelta a la calle.

—Bien, si estás seguro de esto, estás consiente y aún así quieres hacerlo... —Mi amigo se detuvo de hablar unos segundos y sonrió—. Nos vamos a Counterville.

Aceleré de nuevo y llegamos a casa en cuestión de media hora.

—¡¡Mamá!! ¡¡Papá!! —Los llamé y corrí por toda la casa hasta que los encontré en el granero.

—¿Qué pasa? —preguntó mamá—. ¿Por qué estás así de sudado?

—Queridos padres, me voy a Counterville junto a Chase. Tenemos una graduación a la cuál asistir.

—De Bee —completó Chase cuando me alcanzó.

—¿Te vas a ir de Glasswood, desafiando la orden de Andrew para ir a la graduación de Bee y reconciliarte con ella? —preguntó mi padre, yo asentí.

—Sí, los dos.

—Me encanta —dijeron mis padres al unísono luego de verse el uno al otro.

«Espéranos, Bee. Ya vamos», pensé.

NICK REBELDE ESTA ES MI CARA CUANDO NICK REBELDE

holiwis.

¡Cumplo con subir el capítulo que prometí ayer!

Me da risa porque acabo de terminar de escribir el capítulo y aún es viernes, pero esto lo subo mañana, así que debo hablar como si mañana fuese hoy. (?)

Anywayyyy.

QUÉ TALLLLLLL? Cómo están?

Me alegra.

:D

Para ustedes, fueron dos capítulos, pero para ellos fueron cuatro días en Glasswood.

Era una semana, pero alguien se nos rebeló. A ver qué dice Andrew y a ver qué pasa con Bee.

¿Será este el fin del chico shampoo con olor a arándanos?

¡Lo averiguaremos en el siguiente capítulo de Luces, música y acción! :0

Solo voy a decirles que este no será el único viaje que nuestro niño hará. ¿Cuál será su siguiente destino? ¿Y para qué? Uis...

Meboi

Los quiero, gente <3 semekuidan

Baaaai ✌🏻

POR CIERTOOOOOOOOO. YA PASAMOS LAS 100K LECTURAS, MUCHAS GRACIAS <3<3

Ahora sí, bai.

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