El sol comenzaba a perder su brillo, y se estaba volviendo una esfera negra y sin vida.
Mientras tanto, la temperatura comenzaba a descender poco a poco y la tierra comenzaba a temblar. La falta del sol y su atracción, estaba haciendo que hubiese cambios en todos los planetas. Al parecer, estos dejarían de gravitar alrededor y se dispersarían por el universo oscuro y vacío.
-Tenemos que hacer algo. El sistema solar comenzará a colapsar en cualquier momento.- Advirtió Dodge.
-¿Y Alan? ¿Qué pasará con él?.- Preguntó Valentino.
-Espero que nada grave. Pero con el sol apagándose, perderá más de la mitad de sus poderes. Eso nos dejaría indefensos ante Lilith.- Aseveró Dodge.- Tenemos que...
-¡Vaya, parece que no tendré que ir tan lejos para destruirlos!. - Lilith apareció frente a los guardianes.- Cómo se habrán dado cuenta, estoy a punto de gobernar en todo el universo, y pronto traeré a mi amado de aquel sitio dónde fue condenado.
-Tu mejor que nadie, sabes que no se puede salir de la dimensión del silencio. Quiénes caen ahí, no regresan nunca.- Le recordó Dodge.
-Eso está por verse. Cuándo yo sea la todopoderosa, voy a destruir esa dimensión. Así, ninguna criatura oscura volverá a ser encerrada en ese lugar.
-Jamás lo vamos a permitir.- Añadió Valentino. -¡Golpe Acuático!.- Atacó Zafiro.
-¿Qué es esto?.- Lilith detuvo el ataque con una sola mano.- Creí que los guardianes eran más fuertes.
-¡Espiral de Fuego!.- Alanis lanzó su ataque contra Lilith, pero también lo detuvo.
-Qué aburrida será la conquista del universo. Realmente esperaba más emoción, pero debo decir que estoy decepcionada de ustedes... ¡Onda Oscura!.- Lilith les devolvió el ataque, golpeando gravemente a los guardianes y lanzándolos lejos de ahí. - Bien, bien, tomaré lo que por derecho me corresponde. - Lilith voló rápidamente hacía los guardianes y tomó a Alan.
-Suel... Ta... Lo.- Susurró Valentino.
-Tranquilo, solamente quiero una cosa de él. - Lilith metió la mano en el pecho de Alan.
-¡Agghh!.- Alan gritaba de dolor al sentir la mano de aquella horrible mujer.
Mientras tanto, Lilith lograba sacar el cristal universo y por fin lo tenía en sus manos, cómo lo había deseado siempre.
-¡Por fin es mio, por fin! Ya no hay nada ni nadie que pueda detenerme.- Lilith levantó el cristal universo y el cristal oscuro para empezar a unirlos y así tener poder ilimitado y volverse invencible.
-Cristal... Zafiro... ¡Acción!. - Valentino usó todo su poder y atacó a Lilith, logrando golpearla y hacerla caer.
-¡Maldito!.- Gritó llena de rabia.
-¡El cristal!. - Dodge se recuperó y corrió tras el hasta conseguirlo.
-¡Dame el cristal perro mugroso!.- Ordenó Lilith.
-Ya perdiste... ¡Cristal Universo Acción!. - Dodge intentó invocar el poder del cristal, pero no pudo.
-Tonto, ahora que ambos cristales se han fusionado, ya no pueden hacer uso de el. Ahora todo el poder me pertenece a mi.- Lilith recitó unas palabras y el cristal volvió a su mano. Ahora la piedra tenía otra figura. Se había convertido en algo irregular, cómo si un pedazo de carbón y un diamante, hubiesen sido unidos a la fuerza.
Alanis y Alan permanecían inconscientes, mientras que Valentino había usado todo su poder y no podía hacer nada más, estaba demasiado débil para ponerse de pie. Solamente Dodge podía enfrentar a Lilith.
-¡Tormenta de Arena!. - Dodge usó su poder y envolvió a Lilith, logrando cegarla con el polvo del desierto.
-¡Ah... Mis ojos!.- Se quejó la mujer.- Idiota, hagas lo que hagas, no servirá de nada. Todos ustedes ya están condenados.
Alan despertó y vio la horrible escena.
-¡Terremoto!.- Dodge movió el suelo, pero Lilith voló para no ser afectada.
-No puedes usar ese poder acá arriba, iluso... ¡Grito Infernal!. - Una onda de poder golpeó a Dodge, dejándolo inconsciente y lanzándolo lejos.- Perro estúpido, ahora sí no hay nadie que se interponga.
Lilith oscureció el cielo, tanto que no se podía ver nada, además de que el sol se había apagado y los planetas, al no ser atraídos por el astro rey, comenzaban a salirse de sus órbitas para vagar son rumbo.
El sistema solar estaba colapsando y tal parecía que ya nadie podía hacer nada.
-Cristal Universo... Acción. - Alan intentó conjurar todo el poder del cristal, pero fue inútil, ya que éste no obedeció. Ahora el poder le pertenecía a Lilith.
Además, Alan había vuelto a su forma humana y ya no tenía ningún poder... Bueno, solamente uno.
-No puedo hacer nada ahora... Pero... Aun tengo mi poder prohibido. Quizás eso es lo único que sí pueda hacer.- Sonrió.
-Alan no, ni siquiera lo pienses. Sí usas de nuevo ese poder, morirás para siempre.- Advirtió Diamante desde lo lejos.
-No hay otra opción... No tengo otra alternativa. - Lentamente, Alan se levantó del suelo y se acercó hasta dónde se encontraba un inconsciente Valentino.
Alan tomó el rostro de su amado y lo acarició. - Esta es mi despedida amor mío... Jamás me olvidaré de ti.- Alan se inclinó y le dio un beso a Valentino, quien comenzó a despertar poco a poco.
-Alan...- Murmuró el chico.
-No olvides que te amo, te amo mucho.- Lloró Alan.- ¡Poder Prohibido del Guardián!.- Alan levantó la mano y una luz comenzó a iluminar el todo el universo.
-Ah... ¿Que demonios está pasando?. - Se preguntó Lilith.- ¡¿Que demonios estás haciendo?!. - Exclamó la mujer.
-¡Alan, no lo hagas, te lo suplico!. - Gritó Valentino.
-Adios.- Murmuró Alan.
Hubo una explosión de luz, tan fuerte, que pudo contemplarse en cada rincón del universo.
—¡Alan!.
Un año después...
Valentino contemplaba el paisaje de la ciudad. Le costaba aceptar que Alan no estaba y no estaría más. Sin embargo, la tierra se había salvado gracias al sacrificio se su novio.
—¿Sigues pensando en él, cierto?.— Cuestionó Dodge, sentándose a su lado.
—Cómo todos los días...
—Estoy seguro que, éste dónde éste, él también piensa en ti.— Le consoló.
—No creí que terminaría así... Siempre creí que los buenos salían ilesos, salvaban al mundo y... Al final celebraban.— Sonrió con tristeza.— Al parecer eso solamente pasa en las películas.
—Ojalá pudiéramos hacer algo.
—¿En verdad no se puede hacer nada?.
—Diamante intentó buscar su cuerpo y no lo encontró. Intentó buscar su alma y su espíritu u no hay rastro de él en ninguna parte del universo. Solamente hay dos posibilidades. La primera, es que haya terminado en alguna dimensión lejana.
—¿Y la segunda?.
—Que haya desaparecido... Para siempre.
Valentino soltó algunas lágrimas en silencio, mientras seguia contemplando la ciudad.
Su vida no sería la misma y probablemente tardaría años en recuperarse. Sin embargo, aún mantenía la esperanza de volver a ver a Alan.
Fin...
Bueno, ahora si terminamos. Espero que les haya gustado la novela. Sé que muchos estarán inconformes con el final, y en verdad lo lamento. Pero quería algo trágico para esto.
Bueno, ahora, quiero decirles que tengo una nueva novela.
Espero que también les guste. Se llama Delírium y aquí les dejo la sinopsis, esperando que pueda convencerles de leerla;
Pepe y sus amigos, viven en la indigencia, limpiando los vidrios de los automóviles e intentando sobrevivir. Pero todo cambiará cuándo por azahares del destino, Pepe encuentra un boleto de lotería que hará girar su vida.
Doña Evangelina es una mujer tan ambiciosa, clasista y manipuladora. Junto a sus sobrinos, le harán la vida infeliz a Pepe y a sus amigos.
El destino de todos ellos se verá mezclado, trayendo tantas tragedias y malo momentos. Pepe creerá que ganar la lotería, será la solución a sus problemas, pero solamente será el principio de sus desgracias.
Les dejo el link por si gustan seguirla
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