El Arte De Perder

Por HosieRights3

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Éste fanfic es una traducción de "The Art Of Losing". Todos los ©DerechosDeAutor son pertenecientes a Thespac... Más

Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36

Capítulo 18

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Por HosieRights3

La fuerza del beso hace que Josie caiga sobre su espalda, derribando a Hope encima de ella, y con sus manos aún sosteniendo la cara de la otra chica. Aterrizan en un enredo de sus cuerpos, pero Hope no desconecta sus bocas, y en su lugar, la besa con más fervor, como si tratara de verterse en Josie.

Josie está tan desconcertada que sus pensamientos se dirigen puramente a sus sentidos: la suavidad y la humedad de la boca de Hope, la forma en que se mezcla con sus lágrimas y la débil dulzura de lo que bebieron en la cena. Ha pasado mucho tiempo desde que besó a una chica y ha olvidado lo diferente que es.

Luego Hope sumerge su lengua en la boca de Josie y ella cae en la realidad. Hope la está besando. Su amiga, Hope.

Con un aullido gira la cabeza para que la boca de Hope se deslice hacia su mejilla. Los ojos de la tríbrida están bien cerrados y no parece que ella esté en contacto con la realidad ahora mismo.

—Hope, ¿¡qué demonios!? —Josie pregunta en un chillido agudo. Su voz hace que Hope se congele y abra lentamente los ojos. Están un poco borrosos, como el mar en un día nublado. Las dos se miran, con los pechos agitados. Hope sigue encima de Josie, con sus caras separadas por pocos centímetros.

—Hey —Hope eventualmente susurra.

—¿Hey? —Josie responde. ¿Qué demonios?

—¿¡Qué demonios, Hope!? —Repite en voz alta, mientras Hope se desliza rígidamente para quitarse de encima, con aspecto mortificado—. ¿Qué... fué eso? —Ahora que está libre, Josie se sienta y se va al otro lado de la cama. Su corazón late como el de un colibrí.

Hope todavía no ha dicho nada y parece estar aturdida, tocándose los labios.

Josie no puede entender lo que acaba de pasar. Y sobre todo el por qué de ello.

—¿Me estás usando como una especie de reemplazo para Landon? —Ella pregunta enojada.

La cabeza de Hope se gira al escuchar eso.

—¿Qué? No.

—Porque no seré eso para ti, Hope. Me niego a ser...

—No, no. No estaba... no lo eres. —Hope se mueve hacia Josie de rodillas—. Lo prometo, no estaba pensando en él, quiero decir, antes sí, pero no en el momento. —Su tono es firme, con certeza, incluso si sus acciones no lo son. Pero la protesta de Hope sólo hace que Josie esté más confundida. Si no es eso, ¿entonces qué?

—Siento que estés triste, Hope, pero si necesitas consuelo, ésta no es la manera de conseguirlo. O por lo menos, primero dime que ésto es lo que necesitas...

—Uh… —Los ojos de Hope están muy abiertos.

—…porque quiero estar aquí para ti, en serio. Sé que la traición de Landon está astillando tu ya frágil habilidad para confiar...

—Josie… —Hope intenta interrumpir, pero ella parece un poco frenética.

—...y quiero que confíes en mí, Hope. Pero no puedes, no puedes... —Ella tartamudea, sintiéndose abrumada—…no puedes simplemente besarme y pensar que...

—Josie. —Hope prácticamente se tira hacia adelante para agarrar las manos de Josie—. Tienes razón, lo siento. Sólo respira, ¿de acuerdo?

Entonces Josie lo hace. Toma lo que parece su primer aliento desde que entró en la habitación de Hope. Respira y examina la cara de Hope, aprensiva y con manchas de lágrimas, y también con el pintalabios rojo de Josie manchado en sus labios. 

Josie sabe lo que es sentirse tan triste hasta el punto de hacer cualquier cosa para alejar las emociones, y sabe que ahora mismo Hope está sufriendo lo peor desde que sus padres murieron. Ella no estaba allí para ella en aquel entonces, pero podría estar allí para ella ahora.

Así que Josie se inclina hacia adelante sobre sus rodillas y la besa.

Hope se estremece contra su boca, pero Josie entrelaza sus dedos, presionando hacia adelante, y después de un par de segundos, Hope se hunde en el beso. Ésta vez es lento y suave. Sus labios se mueven con un ritmo gentil y vacilante.

Pero bajo la superficie de su piel, la sangre de Josie está ardiendo.

Los labios de Hope son carnosos y su boca está caliente, y bajo el control que ella trata tan incansablemente de mantener, hay algo salvaje que Josie se esfuerza por atravesar. Algo que siempre le ha atraído.

—Josie… —Hope susurra, apartándose unos centímetros.

—Lo que necesites —Josie murmura, inclinándose para besarla de nuevo, pero Hope la detiene con una mano suave contra su pecho.

—No —Hope dice, parece conflictiva y un poco culpable. Se sienta lentamente, como si le costara mucho esfuerzo, y Josie siente inmediatamente el espacio entre ellas—. Tenías razón antes. Estoy molesta y confundida, y odio sentirme tan débil. Y tú… —Se corta, masticando su labio, antes de continuar un poco tímida—. Bueno, tú siempre tienes una manera de hacerme sentir como yo misma de nuevo.

Josie traga, sintiéndose a la vez conmovida y extrañamente rechazada.

—Está bien —Ella dice, con su voz pequeña. 

Los ojos de Hope revolotean por su cara antes de asentir rápidamente.

—Bien. —Se pasa las manos por el pelo y alisa la columna vertebral—. Necesito lavarme la cara, soy un desastre —dice con una risa corta, mirando a Josie—. Probablemente deberías dormir un poco, ha sido una noche larga. —Su tono es suave pero insistente.

Se siente extrañamente como un despido.

—Oh, está bien —Josie murmura—. ¿Debería…? Quiero decir, ¿necesitas compañía esta noche? —Todo es de repente tan diferente e incierto entre ambas.

Hope abre la boca para hablar pero luego la cierra. Pasan unos segundos antes de que lo intente de nuevo.

—Creo que tal vez un poco de espacio entre nosotras ésta noche sería lo mejor —ella dice muy gentilmente, pero las palabras siguen llegando como un cuchillo para Josie.

—Claro. —Asiente con la cabeza de manera brusca, deslizándose de la cama y buscando a tientas sus zapatos—. Claro. Bien. Te veré mañana, o tal vez no, no lo sé.

Hope asiente, observándola mientras se dirige a la puerta. 

—Buenas noches, Josie —ella susurra.

Josie no responde, temiendo que si abre la boca, llorará.

***

Se arrastra hasta la cama de Lizzie esa noche y deja que su gemela la sostenga. Por una vez, Lizzie no hace preguntas.

***

—Buenos días a todos. —La voz de su padre se oye al otro lado del pasillo. Es la asamblea de la mañana y Josie no está lista para empezar otra semana de escuela. Se sintió agotada y desmotivada todo el fin de semana, manteniéndose mayormente en su habitación. Su estado permanente en este momento parece ser de privación de sueño.

—Como todos saben, este año implementé una nueva tradición de jugar Mystic High en el flag football el último viernes de cada mes. Pero, como es Acción de Gracias este jueves, pospondré el partido del viernes hasta el lunes, ya que algunos de ustedes estarán en casa durante el fin de semana largo. Habrá una cena de Acción de Gracias servida en la escuela para los que se queden aquí. —Josie suspira. Cierto, Acción de Gracias. No se siente particularmente agradecida en este momento. 

—El primer Día de Acción de Gracias ocurrió aquí mismo en Virginia, en 1619. —Continúa Alaric y todo el mundo le devuelve la mirada—. Pero en una nota más seria —él frunce el ceño—, he recibido quejas sobre algunos de los lobos que luchan durante la luna llena. Repito lo que he dicho antes: si no pueden actuar responsablemente mientras corren libre, me veré obligado a restringir las transiciones a las celdas.

Un agitado murmullo se desata en toda la habitación. Josie siente a Jed tenso a su lado. Es una opinión compartida entre los lobos que el Dr. Saltzman los favorece menos entre las tres especies. Suele sospechar de su comportamiento, y les ofrece mucha menos indulgencia que a los vampiros y las brujas.

—En sus sueños estoy haciendo eso —Jed escupe en voz baja.

Josie aprieta los dientes.

—No te preocupes, no lo permitiré. —Jed le lanza una mirada de agradecimiento.

El sábado por la noche, Jed había venido a la habitación de las gemelas, con la evidente desaprobación de Lizzie. Pero él había puesto una sonrisa encantadora, diciendo que sólo estaba allí para comprobar cómo estaba Josie, y su hermana se había suavizado un poco.

Josie se escabulló con él, pensando que le debía al tipo alguna explicación.

—En este momento... las cosas son demasiado. No quiero prometerte nada cuando no puedo prestarte toda mi atención.

Asintió con la cabeza, metiendo las manos en los bolsillos. En ese momento, aunque medía 1,80 m, parecía un niño.

—Lo entiendo. Ordena tus problemas antiguos primero.

Ella asintió, dándole una sonrisa triste. Pero cuando él se giró para irse, Josie tuvo un pensamiento repentino y le dijo que esperara, corriendo a su habitación. Volvió a salir y tímidamente le dio la bolsa de jazmín que él había pedido.

—Siento haber tardado tanto. —Jed la tomó con manos cuidadosas—. Es lo suficientemente pequeña para caber en tu bolsillo, y el terciopelo es delgado pero no se ve a través de ella, así que si alguna vez se cae al suelo, ninguno de los otros tipos te hará pasar un mal rato por llevar flores. —Ella sonrió. 

Jed se rió.

—Les daría una paliza si lo hicieran de todas formas. —Entonces su cara se suavizó—. Gracias, Josie. De verdad.

—No es nada. Entre tú y yo —dijo, alcanzando la manija de su puerta— no creo que lo necesites.

Lo dejó allí de pie, con la pequeña bolsa de lavanda agarrada en sus grandes manos, y un rubor en sus mejillas.

—Bien, todos, que tengan un buen día. —La voz de su padre atravesó su nube de pensamientos mientras el sonido de las sillas que rascan y la charla comienza a llenar el salón. Ella bosteza y Lizzie le da un empujón.

—Vamos, Jo.

—¡Chicas! —Su padre se acerca a ellas—. ¿Podrían esperar un segundo? —Lizzie se deja caer en la silla de la que se acaba de levantar. Josie no había reunido la energía para moverse todavía.

—Siento que apenas hemos hablado últimamente —dice, rascándose la barba—. Especialmente tú, Josie. Siempre puedes pasarte por la oficina de tu viejo padre, ¿sabes?

—Lo sé, papá. —Ella juega con sus dedos, evitando su insistente mirada.

—De todos modos, Acción de Gracias. —Aplaude alegremente con las manos juntas—. Su mamá está volando para pasarla con nosotros...

—¡¿En serio?! —Lizzie chilla, saltando al mismo tiempo que Josie.

Alaric sonríe felizmente a la respuesta de sus hijas.

—Sí. Ella llega el jueves por la mañana temprano. Es el único vuelo que pudo conseguir. Hablé con ella por teléfono ésta mañana y tiene muchas ganas de ver a sus hijas.

Josie siente a Lizzie agarrar su mano y apretarla con emoción. Ella la aprieta de nuevo.

—También pensé que deberíamos dejar que un par de sus amigos se unan a nosotros. Como Hope...

—¿Hope? —Lizzie interrumpe—. Nunca se ha unido a nosotros antes.

—No ha querido hacerlo. Pero Nueva Orleans es un largo camino por recorrer durante cuatro días, y ustedes son buenas amigas de ella ahora, así que… —Espera a que haya más objeciones, pero no las tiene—. También invité a MG, ya que él y su familia aún están en desacuerdo, y a Landon. Raf va a pasarla con su padre. —Lizzie y Josie comparten una mirada consternada. Su padre no podría haberlos puesto a todos juntos en un peor momento. 

—¿Algo va mal? —Les está frunciendo el ceño.

—Sólo… —Lizzie comienza tentativamente—. Landon y Hope están teniendo algunos... problemas de relación en este momento. —Josie le había contado a Lizzie todo lo que pasó con Landon, pero había dejado fuera las... cosas que pasaron entre ella y Hope.

Alaric sólo se ríe.

—Estoy seguro de que pueden dejar de lado su drama adolescente por un día.

Josie cree que eso es muy poco probable.

***

No ve a Hope hasta el almuerzo. Normalmente caminan juntas a su clase de Encantos pero Josie no esperó en su lugar habitual a la otra chica. Si Hope quiere espacio, le dará su espacio.

Pero el almuerzo es el almuerzo, y todos se sientan juntos, así que evitarla es imposible.

MG y Kaleb se unen a ellas en su mesa con entusiasmo, prácticamente abofeteando sus bandejas de almuerzo.

—Así que, díganos toda la información de lo que pasó exactamente el viernes, porque ¡maldita sea!

—Sí —Kaleb está de acuerdo—. Suena como si nos hubiéramos perdido un drama serio.

Josie se gira para mirar acusadoramente a Lizzie.

—¿Ya se lo has dicho? ¿Cómo? ¡Estuviste conmigo en nuestra habitación prácticamente todo el fin de semana!

—Tengo mis métodos —Lizzie dice despectivamente—. Y pensé que todos deberían saber el gusano que Landon es.

—Gusano total. —MG asiente excesivamente. 

Josie ve a Hope dirigiéndose hacia su mesa.

—Hope viene. Así que no mencionen el viernes, ¿vale? —Siseó en voz baja, echando un vistazo a MG. 

—¡Está bien!

—Sí, claro —Lizzie se burla—. Como si no lo estuviera sacando a relucir... ¡Hope! ¡Hey, chica!

Hope levanta las cejas mientras toma asiento frente a Josie.

—Hola, Lizzie... ¿alguien te dio una píldora de la felicidad?

—Sólo las de siempre. ¿Cómo te va? —Lizzie dice, poniendo una mano sobre la de Hope.

Hope la mira fijamente.

—Bastante asustada ahora mismo, no voy a mentir.

Lizzie se queja, retirando su mano.

—Bien. Lo intenté. Entonces, ¿lo dejaste?

—¡Lizzie! —Josie reprende, arriesgando una mirada a Hope, cuya boca está presionada en una línea delgada.

—Oh, vamos, todo el mundo lo está pensando. —Josie no puede estar en desacuerdo con ella. Ella también quiere saber.

—Está bien, Jo —Hope dice—. No. No hemos hablado. Creo que me está evitando. —Ella mira fijamente a Josie cuando dice eso, que en cambio mira su comida.

—Qué cobarde. —Kaleb sacude la cabeza—. Quiero decir, seguramente sabe que tienen que hablar en algún momento.

Hope sólo se encoge de hombros.

—Él tiene que hacerlo —Lizzie dice, indignada—. Él te debe eso. Dios, que llorón, intrigante, pequeño idiota...

—Lizzie —Hope interrumpe, una sonrisa jugando en su boca—. Está bien. Landon odia la confrontación, y sabe que la ha cagado. Si necesita un par de días para pensar las cosas, entonces probablemente sea lo mejor.

—¡Ya ha tenido el fin de semana! No entiendo por qué no estás más enfadada. Normalmente no eres de las que dejan pasar las cosas.

Hope deja que sus hombros se levanten y caigan pesadamente.

—Simplemente ya no tengo la energía para ello.

Hay una pausa mientras todos se ven comprensivos y un poco incómodos en la muestra de renuncia de Hope. El corazón de Josie ruega y quiere alargar y apretar su mano, pero ella se contiene.

—Así que, Hope. —MG hace lo que mejor sabe hacer: romper la tensión—. He oído que tú y yo somos los elegidos para unirnos a los Saltzman-Forbes para el Día de Acción de Gracias. —Nadie menciona que Landon también se unirá. Si tiene algo de decencia, Josie piensa que rechazará la oferta de su padre. Pero conociendo a Landon y su implacable necesidad de pertenecer, no lo hará.

—Sí... —Hope mira a Lizzie con vacilación, probablemente esperando algún tipo de comentario de reproche sobre cómo está afectando las vacaciones de los Saltzman. 

Pero Lizzie sólo pone los ojos en blanco con buena disposición.

—Sí, sí. Sólo quiero que sepas que mi madre se toma estas cosas muy en serio, así que tendrás que parecer inteligente. —Ella mira a Hope—. Eso significa un vestido, Hope.

—Lo que sea —Hope murmura, pero está sonriendo.

***

Josie continúa esquivando a Hope durante los próximos dos días. Se lanza a su trabajo escolar, ya que ha estado un poco distraída últimamente, quedándose atrás en varias de sus clases avanzadas. 

Hope siempre está muy ocupada durante la semana, sin importar si hay un monstruo que derrotar, ya que toma más clases que Josie... los problemas de ser una tríbida. Pero las dos amigas solían hacerse tiempo la una a la otra durante las horas libres o por las tardes. Al pasar esos momentos en su habitación, se hace sorprendentemente fácil pasar por alto lo otro. 

Siente la ausencia de Hope mucho más potente de lo que pensaba. Josie no se había dado cuenta de lo apegadas y dependientes que se habían vuelto. Es extraño no sentir el empujón del pie de Hope contra su pierna bajo la mesa del almuerzo cuando Lizzie dice algo particularmente desagradable, o estirarse al lado de la otra en su dormitorio al final del día y sólo hablar. Echa de menos sentarse en la biblioteca en sus ratos libres y preguntarse mutuamente sobre conocimientos mágicos, ambas tratando de superarse.

Lizzie también se da cuenta.

—¿Qué pasa contigo y Hope?

—¿Hmm? —Josie mira hacia arriba desde donde está leyendo en su cama.

—Oh, vamos. No se separaban para nada y ahora apenas se hablan en el almuerzo. ¿Pasó algo?

—No —dice sin levantar la vista del libro. 

—Bien… —Lizzie obviamente sospecha, pero lo deja pasar, algo que ha estado haciendo mucho recientemente y que Josie aprecia mucho.

No es que Josie no quiera estar ahí para Hope. Pero cada vez que va a hablar con ella, la vergüenza del viernes por la noche le viene a la cabeza como una pesadilla. Ella le había ofrecido su apoyo, y Hope la había rechazado. Tal vez Josie besa mal. O tal vez Hope ya no la necesita.

Durante el almuerzo del martes, Hope le envía a Josie muchas miradas vacilantes y un poco despistadas. Para el miércoles estas miradas se han convertido en frustración, pero aún así, Josie se escabulle en clase tan pronto como suena la campana.

Landon parece estar haciendo la excelente imitación de un fantasma, sólo visto corriendo por el concurrido pasillo entre clases, evitando todo contacto visual.

Josie ve a Raf, que parece ser el único amigo de Landon en este momento. Aparte de quizás Wade.

—No entiendo por qué no quiere hablar con ella —Ella le dice mientras hacen cola para el almuerzo.

Raf se rasca la parte de atrás de su cuello de forma incómoda.

—Honestamente, Jo, en realidad creo que está un poco asustado.

—¿De qué? ¿De que Hope lo mate? —Josie bromea, poniendo la ensalada en su plato. 

—No, pero sí de que lo mutile. —Raf dice muy serio.

—Oh. —Josie siempre olvida lo temerosos que son los demás de Hope—. ¿Pero todavía viene a la acción de gracias de mis padres? —Raf asiente con la cabeza—. Eso no tiene sentido. ¿Por qué no va al tuyo?

—Dijo algo acerca de ser grosero para rechazar una invitación, no sé.

—Es un idiota.

—Tengo que estar de acuerdo.

***

Josie se despierta temprano el jueves por la mañana con un revoltijo en el estómago.

Sería fácil ignorar sus nervios como anticipación del inminente drama que probablemente ocurrirá entre sus amigos, pero en el fondo Josie sabe que también está nerviosa por ver a su madre.

Han pasado casi seis meses desde que la vio: a principios de junio vino a quedarse en Mystic Falls un par de días antes de irse a Europa con Lizzie para el verano. Desde entonces, sólo ha habido llamadas telefónicas y algún que otro encuentro.

Si Josie se ha sentido desconectada de su padre recientemente, no es nada comparado con lo desconectada que se ha sentido de su madre.

Se levanta de la cama para despertar a Lizzie, sabiendo que su padre probablemente ya está de camino al aeropuerto para recoger a su madre. Las gemelas acordaron estar vestidas y listas para ayudar a su madre a preparar la cena para cuando regresen al apartamento de su padre en la ciudad.

Josie se viste con una blusa blanca de manga larga que se abulta en los hombros y termina con puños detallados de encaje, con un vestido de pino marrón y medias. Lizzie lleva un vestido floral de color púrpura oscuro con cuello y pequeños botones en la parte delantera. Ambas se habían tomado el tiempo de elegir sus trajes, queriendo que le gustaran a su madre.

Cuando toman un autobús hacia la ciudad, Josie puede sentir los nervios vibrando junto con los de Lizzie. No deja de mirarse el pelo en un espejo de bolsillo y de retocarse el pintalabios. Si ha absorbido los nervios obvios de Josie, o si tiene los suyos propios, no puede decirlo, pero de todas formas toma la mano de Lizzie.

Es un shock para el sistema de Josie cuando su madre entra por la puerta, elegante y vibrante y ruidosa como siempre. Ambas gemelas están acostumbradas a que este tipo de visitas se cancelen en el último minuto, como su cumpleaños a principios de año, y han aprendido que es mejor no dejar que sus esperanzas se eleven demasiado.

Su madre la toma a ella y a Lizzie en sus brazos.

—¡Las he echado tanto de menos, chicas! ¡Dios, se ven tan maduras estos días! —Se retira para examinarlas a ambas, especialmente a Josie. Sus ojos no pierden ni un centímetro de sus cuerpos.

No es la primera vez que Josie piensa que su madre es una belleza clásica, del tipo que se encuentra en una vieja película de Hollywood ambientada en el sur. Está vestida con un vestido blanco de muñeca, su cabello cae en suaves ondas y su maquillaje está perfecto a pesar de que acaba de bajarse de un avión.

—¿Te has vestido antes de tu vuelo? —Josie pregunta, un poco confundida. 

Caroline se ríe.

—No. En el baño del aeropuerto. No me lleva mucho tiempo con la velocidad de vampiro —guiña el ojo—. Y quería hacer una entrada. No quería que vieras a tu madre por primera vez en años con un par de sudaderas andrajosas.

—Lo entiendo completamente —Lizzie asiente con la cabeza—. No hay excusa para parecer una vagabunda.

Mientras su madre le echa un vistazo rápido, Josie piensa que tal vez no sólo ella y Lizzie se sienten nerviosas.

***

Su padre pone el juego mientras las gemelas y Caroline preparan la cena.

—La única razón por la que permito la perpetuación de tales roles de género estereotipados es para salvarte de la cocina de tu padre —Caroline dice que mientras condimenta el pavo.

Los tres caen en un eficiente ritmo de cortar y pelar mientras Lizzie y su madre se alejan, volviendo rápidamente a la fácil relación que probablemente tuvieron en el verano. Josie está callada, sólo habla cuando su madre le hace preguntas directamente. Pregunta sobre las clases, los profesores, los monstruos y los chicos. Tanto Lizzie como Josie se callan cuando se trata del último tema: Lizzie, porque sabe que su padre no aprueba a Sebastián, y Josie, porque esa parte de su vida es bastante abismal en este momento. Caroline sólo se ríe de su silencio.

Alrededor de dos horas después, cuando el pavo está en el horno y la mayoría de los otros alimentos están suficientemente preparados, suena el timbre.

Caroline se limpia las manos y se aleja para abrir la puerta, obviamente emocionada por conocer a sus amigos.

Sólo son MG y Hope parados ahí ligeramente incómodos, lo que tiene a Josie preguntándose (y esperando) que tal vez Landon no aparezca después de todo.

Al igual que Lizzie, MG ha ido por lo floral, llevando con orgullo una de sus muchas camisas de jazzy. Hope está en un simple pero elegante vestido azul marino con mangas floreadas.

—Hope cariño, ha pasado tanto tiempo. ¿No eres preciosa? —Hope lanza un hola ligeramente tímido, aceptando los besos que Caroline le da a sus dos mejillas. Luego su madre se vuelve hacia un MG de aspecto nervioso—. ¿Creo que no nos conocemos?

—Hola, Sra. Forbes. Soy MG. —Rápidamente extiende la mano para un apretón de manos, pero su madre la aparta y le besa las mejillas también.

—Llámame Caroline. —Luego se vuelve hacia donde Lizzie y Josie se están quedando atrás—. Chicas, no sean groseras. Saluden a sus invitados.

—Hola —Las gemelas dicen al unísono.

Debidamente.

Un poco avergonzadas, las chicas dan un paso adelante para besar a sus amigos que ven todos los días en las mejillas. Josie va primero por MG.

—Vaya, qué fuerte es el perfume. —Ella se burla y él parece un poco preocupado.

—¿Es demasiado?

—No, estás bien. —Ella sonríe, dándole palmaditas en el brazo. 

Luego, sintiendo un poco de temblor, se cambia con Lizzie. Estar cerca de Hope después de dos días de separación es desconcertante. Sus mejillas son suaves como almohadas bajo los labios de Josie y su perfume es un sutil aroma a rosas. Los recuerdos del viernes por la noche la golpean como una pared. 

Cuando Josie trata de retroceder, Hope se agarra a su muñeca, manteniendo sus caras cerca. 

—Te ves hermosa —Hope dice, y hay cierto desafío en sus ojos.

Josie traga.

—Tú también.

—Has estado en Europa demasiado tiempo, Caroline. —La voz de su padre bromea desde atrás. Josie retrocede rápidamente—. No hacemos esas cosas de besos cariñosos aquí en América.

—Nunca se puede estar en Europa demasiado tiempo, Alaric. —Su madre le contesta. 

—Sra. Forb... Caroline, quiero decir. ¿Hay algo en lo que pueda ayudar en la cocina? —MG pregunta, siempre buscando dar una buena impresión. 

Su mamá se ve complacida.

—Hemos hecho la mayor parte, pero definitivamente puedes ayudarme con la salsa de arándanos.

Se dirigen a la cocina, Lizzie sigue y le da un golpe a MG en el costado por ser un besa culos.

Josie intenta seguirlos, pero Hope le coge la mano, y sin dirigirle ni una palabra, la arrastra. Josie hace algunos ruidos de protesta, pero no quiere llamar la atención sobre su extraño comportamiento. Sólo resultará en preguntas de su madre que ella preferiría no responder.

Hope abre una puerta al azar, y al ver que es el baño, lleva a Josie adentro. Se inclina para cerrarla firmemente y luego retrocede con los brazos cruzados. Josie no puede evitar sentir que está en problemas.

—Tenemos que hablar.

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