—Lizzie, ve a ver a papá. Dile lo que está pasando. —Los ojos de Josie se abren mucho cuando empieza a hojear el libro que Landon ha estado leyendo, rasgando una página por accidente. Su pánico se desprende de ella en gruesas olas—. Hope, tenemos que averiguar cómo matar a esta cosa, ahora. —La mira desesperadamente, cada parte de ella buscando apoyo.
—Por supuesto, Jo. —La herida que Hope siente toma un modesto asiento trasero al dar un paso adelante, agarrando las manos nerviosas de Josie—. No tendrá ninguna oportunidad. —Pasa sus dedos sobre los nudillos de Josie.
Lizzie ya se ha ido, MG la sigue dócilmente. Landon le quita suavemente el libro a Josie y comienza a leer.
—Tenemos la mejor oportunidad de dañarla cuando esté en nuestro plano... cuanto más físicamente esté su cuerpo aquí, más fácil será atacarlo.
—Fácil. Le cortamos la cabeza. Bam. Muerto —Kaleb dice, golpeando su mano en la mesa para hacer efecto.
—Es una criatura maldita, queda muy poco humano en él. Es más parecido a un espíritu que a cualquier otra cosa... no sé si un arma le haría mucho daño.
—Entonces, magia —Hope dice, aún sosteniendo la mano de Josie al otro lado de la mesa—. ¿Pero qué hechizo? —Se pregunta en voz alta—. Tendría que ser poderoso...
—Podría saber algo —Josie murmura, los ojos desenfocados. Se levanta abruptamente, saca la mano de Hope y se dirige a la puerta.
Hope comparte una mirada confusa con Landon.
—Iré tras ella —Hope dice.
—¡Josie! —Hope la llama—. ¿Te importaría explicarme qué estás haciendo? —Alcanza a la morena, que sigue caminando con determinación.
—Tenemos que cortar por completo cualquier vínculo que tenga con nuestro plano —Josie dice enérgicamente—. Enviarlo lejos para siempre.
—No es exactamente una cosa sencilla de hacer.
—Por supuesto que no. Necesitamos el hechizo correcto, y el tipo de poder que desafiaría la magia de una bruja formidable —Llegan a la habitación de las gemelas y Josie mira a Hope, con una pequeña sonrisa en su boca—. Menos mal que tengo una tríbrida. —Abre la puerta mientras Hope deja que la confianza en sus palabras la bañe cálidamente.
Pasan por encima de una toalla húmeda, dejada allí por Lizzie si el resoplido de Josie le dice algo, y Josie se dirige directamente a su escritorio, murmurando un hechizo silencioso que resulta en un clic cuando el cajón se abre.
—No se puede ser demasiado cuidadoso con una hermana tan entrometida como Lizzie —Saca dos libros: uno que Hope reconoce como el cuaderno especial de Josie, un grimorio en proceso, negro y encuadernado en cuero.
Josie se alisa la falda y se sienta con las piernas cruzadas en la alfombra, con los libros a su lado. Hope duda en unirse a ella.
—Necesito usar tu teléfono —Josie dice, extendiendo su mano.
—¿Para qué?
Josie pone los ojos en blanco y, en lugar de responder, se inclina hacia adelante sobre sus rodillas para meter la mano en el bolsillo de la falda de Hope. Saca el teléfono con una sonrisa engreída y Hope la deja, atrapada en el aroma del jazmín y el pelo suave contra su mejilla.
Pasando al fondo de su grimorio, Josie pasa el dedo por una lista de números garabateados.
—Necesito llamar a mi tía Bonnie. Ella ha hecho hechizos que tratan con otros planos de existencia... como el Otro Lado, que no es con lo que estamos tratando, pero puede ser capaz de ayudar.
El teléfono suena y suena, hasta que la voz automatizada de Bonnie comienza, diciéndoles que dejen un mensaje.
—Tía Bonnie, espero que estés bien. Yo, uh, necesito tu ayuda con un hechizo... es urgente. Por favor, llámame cuando recibas esto —Josie cuelga con un suspiro—. Espero que llame pronto.
—Estoy seguro de que lo hará —Hope la tranquiliza, con los ojos en el libro de cuero—. ¿Y qué es eso? —Ella lo señala.
Josie se ve un poco sospechosa.
—¿Prometes que no juzgarás, Hope?
Hope levanta una ceja. Eso suena sospechoso.
—Josie, dime.
Jugando nerviosamente con la encuadernación del libro, Josie comienza a explicar.
—El director Vardemus... quiero decir, Clarke... me lo dio —Lo abre, y Hope puede ver con sólo mirarlo que está lleno de hechizos y rituales. Josie empieza a pasar las páginas. Algunas están sueltas, otras parecen estar pegadas. La escritura parece variar—. Me hacía aprender los hechizos para las sesiones privadas que teníamos. Creo que nunca se lo pedí en ese momento, pero creo que debe haber robado los hechizos de las brujas a lo largo de los años. Ha estado vivo desde hace mucho tiempo, ¿verdad? Landon conoce la historia de su vida. Pero imagina cuántas otras brujas pudo haber habitado o engañado.
—El conocimiento es poder —Hope murmura—. Entonces, es todo magia oscura, supongo. —Los ojos de Josie se dirigen a los suyos y se alejan de nuevo.
—La mayor parte —Dice en voz baja.
Hope siente que la frustración y la ansiedad se encienden dentro de ella.
—¿Y lo guardaste? —siseó—. ¿Por qué no se lo entregaste a tu padre?
Al cerrar el libro, Josie se pone a la defensiva.
—¿Qué va a hacer con él? ¿Cerrarlo con llave? ¿Quemarlo? Tienes razón, Hope. El conocimiento es poder, y ahora tengo ese poder.
Hope se sienta en la incredulidad.
—No tengo que hablarte de los peligros de la magia negra, Josie.
Josie se mastica el labio.
—Puedo aprender a controlarlo, encontrar algo más permanente que el Miserium Mora. Puedo ser fuerte, Hope.
—La magia oscura puede hacerte poderosa, pero corrompe el equilibrio de tu mente, te despega de tu interior. Lo sé, porque he tenido esa oscuridad dentro de mí… —Se corta a sí misma, inhalando bruscamente mientras los recuerdos no deseados inundan su conciencia—. Confía en mí, no quieres eso.
—A veces, eso es lo único que funciona...
—¡No! —Hope agarra a Josie por los hombros—. No. Siempre hay otra manera.
—¿En serio? Porque fue la magia oscura la que me permitió traer los recuerdos de ti, y será la magia oscura la que derrotará a esta criatura que busca tomar el corazón de mi padre —Josie se quiebra—. Estamos rodeados por la oscuridad. Hope, y lo que es creado por la oscuridad, debe ser combatido con ella.
Se miran la una a la otra durante un largo momento, ambas demasiado tercas para ceder. El sonido del teléfono rompe la neblina de la tensión.
Josie lo recoge rápidamente.
—¿Hola? ¡Tía Bonnie! Gracias por llamar... sí, es un poco extraño, pero te lo explicaré rápidamente...
***
—Tu padre me envió un mensaje de texto. Está bien —Hope le dice a Josie que mira hacia arriba, con un alivio evidente en su cara—. Sin embargo, las discusiones y peleas se están extendiendo como un incendio forestal por toda la escuela. No pasará mucho tiempo hasta que el Qareen esté en nuestro plano.
—Estaremos listas pronto —Josie responde, frunciendo el ceño a una página de su cuaderno donde está elaborando un hechizo que pueden usar—. Así que para enviar un espíritu no deseado de vuelta al Otro Lado, Bonnie dijo que usó: Phasmatos Redux Redismo Sus Terra. Podemos usar las palabras Phasmatos redux, que significa retorno del espíritu, pero no sabemos a dónde lo estaríamos enviando.
—Es un concepto inteligente pero cruel en realidad —Hope dice—. El Qareen tiene la capacidad de ver este mundo pero no de vivir físicamente en él, ni de interactuar con él. No es fácil, de todos modos. Es como mirar a través de un cristal.
—Sí, bueno, equivocarse con una bruja nunca es una buena idea. Estoy segura de que se lo merecía —Josie responde—. Pero eso sólo hace que sea más difícil resolver este hechizo. Es tan similar al Otro Lado en ese sentido, estar en este mundo, pero no, pero el Qareen no está muerto —Deja caer su bolígrafo en señal de frustración, pasando sus manos por su cabello.
Hope piensa, jugando distraídamente con un anillo en su dedo.
—Quizás saber de dónde viene no es importante —Josie la mira con dudas—. Piénsalo: no nos importa a dónde lo enviamos, sólo queremos bloquearlo desde este plano.
Los ojos de Josie se abren de par en par y Hope se siente sonreír en respuesta. Ella está constantemente admirando de su inteligencia.
—¡Ya lo tengo!
***
Hope y Josie se dirigen a un ritmo rápido hacia el salón de actos, los ingredientes del hechizo en sus manos, y la presión del tiempo persiguiendo sus talones. Alaric había enviado un mensaje de texto diez minutos antes para decir que el Qareen había sido visto por varios estudiantes ahora. Estaba en su plano.
—Lizzie dice que el hechizo de límite ha terminado —Hope informa, echando un vistazo a su teléfono—. Tu padre está allí jugando a ser el cebo. Una vez que entre, no podrá salir.
Josie asiente con la cabeza, pero cuando pasan por la oficina de su padre, hace una pausa.
—Espera. Sólo quiero comprobar que mi padre ha cerrado el Miserium Mora. Puede que lo haya olvidado con el monstruo metiéndose en su cabeza.
Hope mira ansiosamente en dirección a la sala.
—No tenemos mucho tiempo...
—No puedo dejar el reloj de arena a la intemperie, es demasiado peligroso. Adelante, prepara el hechizo —Josie entrega las ollas de hierbas que tiene en sus manos—. Te alcanzaré.
Presionando sus labios para evitar discutir, Hope asiente con la cabeza.
—Vale. Pero date prisa.
Hope ha llegado sólo a veinte metros cuando oye a Josie soltar un grito que se corta bruscamente.
—¡Josie! —Tirando los ingredientes del hechizo al suelo, corre a la oficina de Alaric, con su mente pensando lo peor. Idiota. No debería haberla dejado ir sola.
Josie está tirada en el suelo, con un corte feo en un lado de su cabeza. Hope se apresura a agacharse a su lado, los dedos van directo a su pulso. Está latiendo constantemente, aunque un poco rápido.
—Maldición —Ella gruñe. Tuvo que haber sido el Qareen. Mordiéndose la muñeca, busca a tientas su teléfono con la otra mano, marcando Alaric.
—Bebe, Jo. —Ella empuja su muñeca contra los labios de Josie. Sus párpados empiezan a temblar pero ella presiona firmemente su boca contra el sabor de la sangre—. Deja de ser terca.
—¿Hope? ¿Pasa algo malo?
—Sí. El Qareen atacó a Josie, pero no sé a dónde ha ido.
Ella escucha a Alaric maldecir.
—¿Está bien? ¿Dónde estás?
—Tu oficina. Ella está bien, pero noqueada ahora mismo. Estaba comprobando el...
El reloj de arena.
—¿El qué? ¿Hope?
Hope corre hacia el gabinete donde Alaric mantiene el Miserium Mora bajo llave. Está vacío.
—¡Joder! Se llevó el reloj de arena.
—¿Qué querría con eso?
—Hay mucha magia oscura ahí, cualquier criatura se vería tentada —El cerebro de Hope se mueve a una milla por minuto—. Envía a MG y a Kaleb aquí, ahora. —Cuelga el teléfono.
—¿Hope? —Josie intenta sentarse, con la mano presionando el corte en su sien.
—Hey, tranquila, estás bien. —Hope rápidamente se agacha a su lado de nuevo, acunando su cabeza con una mano—. Dios, juro que me vas a sacar canas.
Josie se ríe, cerrando los ojos con fuerza.
—Dios, mi cabeza está matando.
Hope ofrece su muñeca.
—Bebe. Necesitas tener todas las fuerzas si vamos a hacer este hechizo.
Josie hace pucheros.
—Odio el sabor de la sangre —Ella se queja.
—Está bien. Quédate mareada y débil mientras intentamos desterrar una criatura de nuestro plano, entonces.
Hope puede ver prácticamente las emociones que pasan por los ojos de Josie en cuestión de segundos: terquedad, repulsión, aceptación.
—Bien.
Presiona suavemente sus labios contra la muñeca de Hope y comienza a beber. Hope nunca se acostumbrará a la extraña sensación de alguien le chupe la sangre, sin embargo, el hecho de que lo haga Josie, la hace sentir...
—¿Qué está pasando?
Hope gira su cuerpo a la mitad sin quitar su muñeca de la boca de Josie.
—¿Landon? ¿Qué estás haciendo aquí? Pedí a MG y Kaleb.
Un breve destello de dolor cruza la cara de Landon y si Hope no estuviera tan estresada ahora mismo probablemente se sentiría culpable.
—Cierto. Lo siento. El Dr. Saltzman los envió a buscar a los Qareen. Estoy aquí para cuidar a Josie mientras tú te unes a ellos.
—No necesito que me vigilen —Josie está sentada correctamente ahora, con una expresión firme—. Estamos perdiendo el tiempo. Iré a preparar el hechizo. Hope, asegúrate de que ese maldito monstruo llegue al salón sin romper el reloj de arena —A la cara confusa de Hope, ella responde:— Te escuché al teléfono con mi padre. En serio Hope, si se rompe, quién sabe qué me pasará.
Hope asiente, su resolución se endurece.
—Lo conseguiré.
***
Los pasillos están vacíos ahora, aunque el aire parece espeso con las duras palabras pronunciadas de todo el día.
Hope asume que Alaric ha enviado a los estudiantes a sus habitaciones, por lo que escucha con atención cualquier sonido fuera de lugar. A pesar de su tranquilidad exterior, la ansiedad se aloja en su garganta. No está nerviosa por el monstruo, ella ha visto cosas peores, sino por la idea de que potencialmente lleva la vida de Josie en sus sucias manos.
—Vamos Qareen, muéstrate —Ella grita—. Te cambio un corazón por el reloj de arena —Ella no lo hará, pero él no lo sabe—. Es un gran y jugoso corazón también. Te gusta el corazón de un hombre de 40 años, ¿verdad?
El sonido de los pasos rápidos la asusta y se balancea, en guardia. Es MG que viene corriendo a la vuelta de la esquina, sus ojos se abren de par en par con alivio cuando ve a Hope.
—¡Hope! Sígueme... lo hemos encontrado.
Kaleb es un vampiro que va a toda velocidad alrededor de la criatura cuando la alcanzan, confundiéndola. Se agita, arrebatándole con una mano de largas uñas mientras los otros agarran el reloj de arena, afortunadamente todavía intacto.
Hope se asusta.
—Dios, es realmente feo. —Entonces ella sonríe—. La verdadera figura de los hombres podridos.
MG la mira con recelo.
—Ok, entonces. ¿Qué tal si le damos una paliza?
Hope sacude la cabeza.
—Espera un momento —Con un giro de su muñeca, el reloj de arena vuela en su mano y el monstruo le silba, una emoción muy humana de desconcierto en sus ojos—. Ésto pertenece a mi amiga. ¿No te enseñó tu madre que robar es malo? —Ella pasa el reloj de arena a MG—. Deja caer eso y te romperé las rótulas —Ella advierte. Luego da varios pasos hacia atrás, estira los hombros y corre.
Apenas la ve venir.
Siempre ha disfrutado de ese momento justo después de saltar, lo ha hecho desde que era más joven y desencadenó su maldición de hombre lobo, es lo más cercano que tiene a volar.
La patada golpea al Qareen con fuerza en el pecho y él se dispara hacia atrás, a unos diez metros de las puertas del salón de actos. Hope se pone de pie con una mano en la cadera, con la cabeza inclinada.
—No del todo. —Corre de nuevo, pateando justo cuando se las arregla para levantarse de nuevo. Esta vez se desliza a través de las puertas.
—Maldita chica —Kaleb dice, cejas levantadas—. Recuérdame no hacerla enojar.
—¿Realmente necesitabas que te lo recordaran? —MG pregunta, con la voz un poco aguda.
Los tres, con Hope a la cabeza, entran en el salón donde Alaric, Lizzie, Landon, Jed, Raf y Josie están mirando a la criatura arrugada en el suelo.
—Ciertamente sabes cómo hacer una entrada —Lizzie comenta, incapaz de ocultar la expresión ligeramente impresionada de su cara.
—Hace tiempo que tengo ganas de patear algo —Hope regresa.
El Qareen comienza a levantarse y corre hacia Josie que se sienta en un círculo de sal y velas, con un pequeño tazón de medicinas frente a ella.
—¿Estás lista para hacer esto? —Ella pregunta, apretando la rodilla de Josie. La chica asiente, quitando la tapa de una caja que contiene una rata. Hope observa mientras Josie mira con grandes ojos de luto a la rata que cuelga de su mano como un yoyo.
—Yo lo haré —Hope dice en voz baja, cogiendo la rata y cogiendo un cuchillo. Corta a la rata desde la cola hasta la cabeza, dejando que la sangre gotee en el recipiente.
Las dos brujas se dan la mano, y con el potente olor a sangre y salvia acariciando sus narices, comienzan el hechizo. Vagamente, como si fuera su burbuja, Hope puede oír a Lizzie gritando hechizos para mantener a los Qareen en su lugar, pero lo único que realmente le importa en este momento es el sentimiento de su magia y la de Josie se entrelazándose. Hope descubre que toda la magia se siente diferente: los hechizos de límites se sienten duros e inquebrantables, la magia elemental se siente fresca, como el roce de la naturaleza sobre su cuerpo. Esto es embriagador, un golpeteo que se extiende por sus brazos, deslizándose ardientemente por su mente. El peligro y el caos de la magia oscura la hace impredecible y requiere un enfoque extra. Habiéndola tocado antes, y habiéndola vencido antes, Hope la mantiene domada dentro de ella, y sólo espera que Josie sea capaz de hacer lo mismo.
Ella aprieta las manos de Josie en las suyas, sus murmullos se hacen cada vez más fuertes hasta que es un punto culminante que ella puede sentir a su alrededor.
El Qareen comienza a gritar, sonando inquietantemente como el hombre que una vez fue, y ambas chicas abren los ojos para ver cómo se retuerce y se mueve antes de desaparecer por completo de su vista. Josie se vuelve hacia Hope, todavía agarrando sus manos, y sus ojos se encuentran como imanes. Hope se asusta por la oscuridad que reemplaza su color cálido normal.
—¿Estás bien? Quiero decir, ¿cómo te sientes? —Hope pregunta ansiosamente.
—Viva —Ella responde.
***
—Entra. —Hope llama cuando oye un golpe. Está a punto de terminar de establecer los ingredientes del hechizo.
Josie entra, vestida con una fina camiseta de tirantes y pantalones de pijama. Está sosteniendo el reloj de arena.
—Hola —dice delicadamente, su voz como una brisa cálida. Hope apenas puede ubicar la oscuridad que vio antes en la suave e inofensiva chica que está frente a ella.
—Hola. —Hope sonríe mientras Josie se sienta en el suelo—. Sabes, no tenemos que hacer esto ahora, si estás agotada por lo de esta tarde...
—Estoy bien. Honestamente, me sentiré mucho mejor una vez que esto tenga una barrera protectora a su alrededor —Josie murmura, con su dedo trazando la fractura que apareció en el reloj de arena antes.
Hope asiente, totalmente de acuerdo. Por segunda vez en ese día, unen sus manos, pero esta vez recitan el hechizo con dulzura, sus voces apenas susurran. Un reconfortante resplandor azul parece nacer de sus manos, extendiéndose alrededor del reloj de arena como una segunda piel. Hope mira a Josie y ve que sus ojos aún están cerrados. Hay algo vulnerable en su expresión.
—¿Sientes eso, Jo? —Pregunta Hope con la voz baja—. Así es como debería sentirse la magia. —Suavemente, Hope desenreda sus manos. Y con un ligero toque de pluma, traza con la punta de sus dedos a través de la parte posterior de las manos de Josie, hasta sus brazos desnudos y sobre sus hombros—. Debería sentirse como si estuviera tan en sintonía con el mundo natural. Que cada flujo y corriente —Josie se estremece— se pueda sentir a través de tu cuerpo. —Hope continúa el camino de sus dedos hasta el cuello de Josie y a través del aleteo de su pulso contra el que presiona su pulgar—. Ésto. Ésto es lo que te dice que estás viva. —Hope se acerca para susurrar ferozmente en el oído de Josie—. Así que, por lo que más quieras, Jo, mantente viva. No vendas tu alma a la oscuridad.
Su propio corazón late con fuerza cuando intenta retroceder, pero las manos de Josie se aferran desesperadamente a su camiseta, retorciendo la tela. Presiona su frente contra la de Hope, y su aliento tembloroso roza con sus labios.
Mientras tanto, Josie mantiene ambos ojos cerrados, como si temiera lo que podría pasar si los llegara a abrir.
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Tengo que decir que me encanta el slow burn que les están dando aquí.
Me gusta ver cómo poco a poco ambas se van dando cuenta que son la una para la otra.
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