Marco escuchaba distraído la conversación que se estaba desarrollando a su alrededor, sus ojos se hallaban prendados de la anticuada y decorativa bola disco que colgaba sobre la pista de baile. Las luces neón chocaban contra los pequeños espejos y se reflejaban en los rostros y cuerpos de los comensales. Había comenzado muy interesado en cada una de las palabras que emitían sus amigos, más que nada para asegurarse de que no estaban diciendo nada estúpido; pero en el camino se había perdido al recordar que estaba gastando dinero innecesario en alcohol y en la entrada al local.
Había sido su idea ir a un club para que Alex y Carter conocieran a Derek, él había llevado consigo a Ben y a Dana y las presentaciones iniciales fueron de lo más espontaneas y alegres. Sus amigos estaban muy interesados en interrogar a Derek, pero se habían distraído un poco con Dana, y Ben siempre había sido alguien con temas fáciles de escuchar. Así que ahí estaban todos, con la poca incomodidad del principio en el olvido; aunque no podía sacarse de la cabeza la sonrisa traviesa con la que Carter lo había mirado cuando le dijo "Oh... así que ese es Derek..."
De todas formas era una preocupación ínfima mientras recordaba que tenía varias cuentas que pagar y que, por alguna razón, se le había ocurrido que salir era mejor que un simple reunión en el campus. Su única excusa era que no estaba acostumbrado a pensar con un presupuesto en mente, sus padres nunca le habían enseñado a administrar dinero y él claramente no se había preocupado. Ahora se arrepentía de haber sido tan resguardado, pero nunca se imaginó que algún día estaría por su cuenta.
-¿Ya te embriagaste?- le preguntó Carter, dándole un codazo en las costillas que lo hizo sobresaltarse.
-¡No!- negó nervioso.-Estoy perfecto, de hecho, iré a bailar un rato.- anunció depositando sus manos sobre la mesa para impulsarse al levantarse.
Le revolvió el cabello a Derek al pasar junto a él sin molestarse en preguntarle si acaso él quería acompañarlo, primero porque ya habían estado en algunas fiestas juntos y Derek siempre lo esperaba en la mesa; segundo, porque no estaba seguro de cómo bailaría con él. "¿Igual que con todas?" se dijo a sí mismo.
-Te acompaño.- le dijo Dana alzando una mano que él tomó con una risa.-Si alguno de ustedes quiere incluirse, los espero.- agregó mirando al resto de los chicos.
Marco se había dado cuenta casi de forma inmediata que Carter estaba muy interesado en Dana, pero su amigo estaba casi igual de interesado en exprimirle información a Derek. Fue Ben el que se paró y los siguió, por lo que Marco sintió un leve escalofrío al pensar en que sus dos amigos estarían solos con Derek. No quería ni pensar en qué cosas inapropiadas le iban a preguntar.
-Iré con ese chico, creo.- les anunció Ben haciendo un ademán hacia la barra.
-¡Suerte!- le sonrió Dana-¡A la mierda con el Sultán Ibrahim!- le gritó cuando se alejaba.
-¿Quién?- preguntó Marco.
Dana tiró de su mano hasta que se encontraron cerca del centro de la multitud y comenzó a balancearse, mirando a su alrededor como en busca de una presa. Era una chica intensa, le agradaba pero a veces pensaba en que caer de su gracia era algo que debía evitar.
-Un ex de Ben, le llamamos así por meses, ya sabemos su nombre pero se nos quedó trabado lo del Sultán.- le contó.
-Creo que algo escuché de eso...- trató de recordar.
-Bueno, ya es historia.- dijo satisfecha.-No era bueno para él, lo arrastraba dentro del closet.- comentó, pero lo miró con sus ojos oscuros como si quisiera que lo recordara.
-Ya veo...-
La efímera conversación fue olvidada y Marco se concentró en que la tensión dejara su cuerpo. Dana era una buena compañera de baile, despreocupada y divertida; se reía cuando la hacía girar y a veces parecía tratar de competir con él a ver quién hacía el movimiento más ridículo. El ambiente era tan relajado que casi podía olvidar todo lo demás, o al menos olvidarlo por un rato.
-Entonces... estoy esperando que Alex sea soltero.- le comentó ella acercándose para hablarle al oído.
-Oh... mierda.- dijo entre dientes, pensando en Carter.-Bueno, sí...- contestó, porque era cierto.
-Perfecto.- sonrió ella.
-Pero no sé si...-
-Lo sé, ya me di cuenta.- lo interrumpió, astuta.-Si me dice que no en honor a la amistad está en su derecho.- le dijo despreocupada.
-Sí.-
-¿Por qué no traes a Derek y yo intento convencer a Alex?- le preguntó.
-Derek no se va a mover de ese asiento.- bufó.
-¡Ni si quiera lo haz intentado!- exclamó.-Te dirá que no, pero al final dirá que sí; estoy segura.- Marco dudó, y ella lo captó enseguida.-No me digas que te da vergüenza, por favor... mira allí.- dijo tomándolo del hombro y apuntando hacia un costado.-Hay unas chicas que claramente no son amigas, y Ben ya debe estar con alguien; ¡a nadie le importa!- dijo dándole una palmada en el brazo.
Marco quiso contradecirla, pero no lo hizo. En esa ciudad, en esa zona llena de gente joven con valores y pensamientos nuevos, llena de universitarios y generaciones rebeldes, claro que a nadie le importaba. Allí ser discreto no tenía sentido, casi no tenía cabida; pero él sabía que no sería así con todos. La experiencia del rechazo de su familia estaba demasiado fresca.
-Bien.- se dijo, a pesar de que sintió un nudo en el estómago.
-Así me gusta, quiero a Derek contento, no podemos dejar que se repita lo del año pasado ¿entiendes?- le dijo Dana tirando de su mano para sacarlo de la multitud.
No tuvo tiempo de responderle, pero sus palabras se le quedaron grabadas en la mente. Por primera vez se le ocurrió que tal vez había estado demasiado concentrado en sus celos como para pensar en cómo había afectado a Derek terminar con Alice, nunca había entendido por qué no podía simplemente dejarla ir. Y quizás no lo entendía porque nunca había tenido una relación tan larga como la de ellos, nunca había sentido la necesidad de estar con alguien a cada momento, nunca...
Su monólogo interno se cortó de golpe cuando se halló muy cerca de la mesa, sobre ella habían botellas de cerveza abiertas, algunas vacías y otras a medio consumir, y algunos snacks salados. Dana se había deslizado en el taburete junto a Alex y lo estaba mirando con una sonrisa perezosa, junto a él Carter miraba de reojo. Esa sería una situación interesante de observar, pero Derek encontró su mirada expectante.
Se despabiló y mostrando una tranquilidad que en realidad no estaba sintiendo se dejó caer pesadamente junto a Derek, le rodeó los hombros con un brazo y acercó su boca a su oído para que lo escuchara de cerca.
-Tienes que bailar.- le dijo y Derek negó con una risa antes de contestar.
-No bailo.-
-¿Ni siquiera conmigo?-
-¿Quieres que baile contigo?- le preguntó, con un deje de incredulidad.
-Si quieres.- dijo, de pronto con el rostro encendido.
Por el rabillo del ojo vio a Carter mirándolos con esa sonrisa casi malévola que tenía, como si estuviera disfrutando infinitamente del show en el cual Marco se estaba desarmando por la ansiedad. Para ignorarlo volteó el rostro en la otra dirección y se acercó un poco más a Derek, escondiendo el rostro en su cuello. Cerró los ojos por un momento, cuando los abrió buscó a tientas su mano y la tomó.
-Vamos.- dijo levantándose y tirando suavemente de él.-Todos deberían ir a bailar.- comentó apuntando hacia la mesa.
-¡Derek, tienes que hacer el robot!- bromeó Dana, disfrutando por completo al verlo rodar los ojos.
-No va a pasar.- le contestó él, apuntándola con un dedo amenazador mientras le sonreía.
-Voy a grabarlo.- prometió ella.
Se adentraron a paso lento en la multitud. Las luces de colores resplandecían con intensidad, pero todo el ambiente era mucho más oscuro y acalorado en comparación al lugar en el cual se hallaban las mesas. Sonaba una canción de ritmo frenético, con un bajo que hacía vibrar cada centímetro del cuerpo. Comenzó a mover lentamente los hombros mientras avanzaba, persiguiendo el ritmo con su mano libre para aclimatarse a la nueva atmósfera. Cuando encontró un espacio en el cual se sentía cómodo miró por sobre su hombro en busca de Derek y lo encontró muy cerca.
-¿Cómo quieres hacer esto?- le preguntó él.
Marco soltó una risa y alzó los hombros despreocupado, sin darle una respuesta clara. La música era envolvente y el suelo vibraba bajos sus pies; risas y voces se entremezclaban con los sonidos rítmicos y casi sin pretenderlo ya había encontrado su ritmo. Bailaba como siempre, sin pensarlo demasiado y simplemente dejándose llevar por lo que se sentía bien. Así fue que comenzó a saltar cuando el resto lo hizo, porque la música se aceleraba y necesitaba seguirla.
Buscó a Derek y aguantó una risa cuando lo vio imitándolo. Al cabo de un rato dejaron de saltar, Marco se deslizó los dedos por el cabello para apartarlo de su rostro y miró a Derek con parpados pesados, sus miradas se cruzaron por un segundo antes de que echara la cabeza hacia atrás y respirara hondo en busca de aire. Ya podía sentir los pies algo adoloridos y el cansancio, pero era esa sensación de vigor y despreocupación que le recorría el cuerpo lo que buscaba cuando entrada en las masas de gente bailando. Ladeó un poco la cabeza y la llevó de vuelta a su centro, sus ojos se ajustaron a la oscuridad y cuando los abrió no le gustó lo que vio.
Derek lo estaba mirando, pero él vio justo el momento en que una chica se le acercaba con una sonrisa asesina y posaba una mano suave sobre su pecho. Sus pensamientos avanzaron a la velocidad de la luz; primero que nada sabía que no quería que eso estuviera pasando, pero en segundo lugar se sentía como un hipócrita porque literalmente le había pedido que mantuvieran su relación casual, lo que significaba que si Derek quería irse con esa chica en ese instante él tendría que morderse la lengua y pensar cosas bonitas.
Pero no podía irse con la chica, porque estaba ahí con él. Podía irse con chicas cuando no estuvieran juntos, con cualquiera que no fuera Alice; las otras chicas lo traían sin cuidado, o al menos eso fue lo que decidió decirse en ese instante.
-Oh no, eso no pasará.- dijo alzando la voz para que ella lo escuchara, además rodeó la cintura de Derek con un brazo y lo atrajo hacia sí para que no hubieran dudas.
-Bueno... supongo que no pasará.- agregó Derek, colgando un brazo alrededor de sus hombros.
-Oh... ya veo.- dijo la chica, captando con facilidad el significado de sus palabras y gestos.-Diviértanse.- agregó quiñándoles un ojo antes de marcharse.
-Creo que ganaste.- le comentó Marco cuando estuvieron solos.
-¿En...?-
-Se te acercaron antes que a mí.- se quejó con un bufido.
-De todas formas ahora nadie se volverá a acercar.- le dijo posicinándose frente a él.
-¿Ah, no?- preguntó alzando una ceja.
Derek aún mantenía un brazo alrededor de sus hombros y lo usó para acercarlo hasta que sus frentes se unieron, con la otra mano le apartó un mechón de cabello de la mejilla y luego le deslizó los nudillos por la mandíbula. La música retumbaba en sus oídos, pero en algún momento creyó que el sonido disminuía y el calor aumentaba. La nariz de Derek rozó la suya levemente, y Marco persiguió un beso escurridizo; lo acercó con un abrazo y lo incitó a continuar siguiendo el ritmo de la música que los envolvía.
No se besaron por un buen rato, tan solo continuaron moviéndose sin quitarse las manos de encima y mirándose como si estuvieran solos, manteniendo una tensión que ninguno trató de romper y que se intensificaba a cada segundo. Marco no estaba muy seguro en qué momento sucedió, pero de pronto tenía a Derek apoyado en un pilar ubicado en una esquina de la pista de baile. Se apretó contra él y deslizó las manos por sus costados, deteniéndose a la altura de su cintura, le mordió el labio inferior y luego dejó unos cortos besos en su mentón. Sintió que el chico se alejaba lentamente, lo suficiente como para mirarlo; los ojos de Derek se veían profundos y opacos en la oscuridad.
-Ok... deberíamos volver a la mesa.- le dijo Derek enderezándose y poniendo una mano en su pecho para apartarlo.
-¿Ahora?- preguntó ladeando ligeramente la cabeza, acercándose de nuevo.
-Sí, ahora.- asintió.
-¿No vamos al baño?- preguntó rodeándole el cuerpo con los brazos.
-Oh, no, tengo estándares.- negó él riendo mientras trataba de deshacerse de su agarre.
-¿Eso quiere decir que yo no?- preguntó entrecerrando los ojos.
-No te voy a juzgar, pero... no iría a enrollarme con alguien al baño de un club.- le dijo, con mucha convicción.
-Claro que no.- resopló rodando los ojos.-Eres demasiado decente.- soltó con una risa.
-Tengo preguntas.- apuntó.-Pero por ahora vuelve a la mesa, iré por algo para beber.- le dijo dejando un corto beso en sus labios antes de irse.
Marco giró sobre sus talones y se dirigió a la mesa, recordando que efectivamente había acabado en más de un baño de club nocturno con algunas chicas. Si ellas estaban dispuestas, él también... aunque ahora se estaba preguntando cuántos gérmenes lo habían tocado desde la adolescencia. Se quitó las preguntas innecesarias de la cabeza y al llegar a la mesa vio a Carter sentado solo, con una cerveza en las manos.
-Supongo que Alex está ocupado.- dijo sentándose junto a su amigo.
-Cosas que suceden, no voy a discutir por una chica que acabo de conocer.- le dijo él despreocupado.-Además ya tengo un número, me voy contento.- le sonrió.
-Felicitaciones.-
-Ahora...- dijo Carter, acercándosele y examinándolo con ojos atentos.-Derek.- dijo, como si fuera una especie de criatura recién descubierta.
-¿Vas a darme tu balance general o...?-
-Tiene unos brazos geniales, pregúntale qué come y cuántas lagartijas hace a la semana.- dijo alzando un dedo, número uno.-Es agradable y no se ofendió cuando le pregunté si seguía pensando en su ex, así que supongo que tiene buen carácter.-
-¡¿Le preguntaste qué?!- dijo llevándose las manos al tabique, presionando y tratando de no matarlo.
-Sus ojos son un poco intensos e intimidan, sí, pero la sonrisa lo arregla.- continuó, ignorándolo.-Estoy muy orgulloso de tu gusto en chicos, al menos en lo físico.- le dijo con unas palmaditas en la espalda.
-¿Estás seguro que eres cien por ciento hetero? Porque entre este análisis y el tema del porno el otro día...- le preguntó Marco, más que nada para fastidiarlo.
-Soy un hombre de este siglo ¿ok? No me avergüenzo de estas cosas, y me siento muy cómodo con mi sexualidad, gracias por preguntar.- lo cortó.
-De nada.- le siguió la corriente.
Pero la verdad era que se alegraba mucho de que Carter fuera así, pues su constante apertura a temas que en otros momentos podrían considerarse inapropiados fue parte de por qué a Marco no le fue tan difícil contarle a sus amigos que estaba sintiendo mucha curiosidad por otro chico. No quería pensar en cómo habría sido encontrarse con una familia cerrada y luego con unos amigos cerrados, habría sido terrible.
-Entonces, a lo que nos convoca.- Carter se aclaró la garganta.-Por la química que vi entre ustedes creo que las posibilidades son infinitas, pero me inclino a creer que él te dirá "rueda" y tú vas a rodar- resumió.
-¿Qué...? Oh, oh mierda.- rió nervioso.-Bueno... supongo que lo descubriremos algún día.- dijo Marco, de pronto muy consciente de que Derek podía estar cerca.
-De todas formas deberían tener esa conversación.- apuntó.
-No estoy listo para esa conversación, no hoy ni mañana ni el próximo mes. Me gusta estar con él, pero aún no sé cómo estar con él y Derek...- soltó un gruñido frustrado.-Él está cómodo consigo mismo, lo hace todo con naturalidad y sabe lo que quiere de esta relación, quizás porque sabe hace años que es bi y nadie le trató de quitar su derecho a ser lo que es.- dijo pensativo.-Su familia es genial, y sus amigos son geniales, y Alice probablemente también fue genial. Y él es genial, y todo es perfecto en su mundo.- suspiró.-Sus únicos problemas han sido Alice y... yo.-
-Ah, no. No, no, no ¿cómo llegamos a eso?- balbuceó Carter.-No eres un problema, Marco.- le dijo buscando su mirada.-Tienes problemas porque son parte de la vida, pero tus problemas no te definen; y estás dudas que tienes son normales, hasta yo me pregunto a veces si quizás debería callarme de vez en cuando.- rió.-Aún estás aprendiendo a vivir esta nueva vida que tienes, quizás el cambio fue brusco e inesperado... hiriente, pero no estás solo.-
-¿Ahora me enviarás a pintar mándalas?- sonrió cansado, tratando de absorber las palabras de su amigo y maravillándose con el hecho de que Derek aún no llegaba.
-Y yoga tres veces a la semana.- agregó.
* * * * * * * *
En su primera clase del año Derek recordó repentinamente que una de sus grandes metas de vida era graduarse con honores de la licenciatura en sociología y luego comenzar inmediatamente un posgrado; tendría un postítulo y un magister antes de los 30 años y luego comenzaría un doctorado, no sabía en qué aún, pero tenía tiempo de pensarlo. Sin embargo, tenía un plan que no daba lugar a dudas. Recordó ese plan cuando el maestro comenzó a exponer el programa del semestre, los tópicos y las ponderaciones de las evaluaciones.
El año anterior, su tercero en la universidad, había pasado como un borrón en lo que respectaba a sus clases. Había estado en un mal momento y, si bien no había reprobado nada, no había alcanzado ni por lejos las calificaciones que pensó que tendría. En primer y segundo año había sido muy bueno, siempre escalando en el ranking de su generación, el año pasado ni siquiera se había atrevido a mirar en qué lugar se encontraba.
Salió de esa clase con un objetivo claro: en su cuarto año iba a mover gentilmente a todos sus compañeros bajo él y subiría en el ranking, porque no iba a permitir otra vez que los dramas de la vida le arruinaran la carrera académica que estaba persiguiendo con tanta seriedad. No, nunca más.
-¿Qué estás pensando ahora?- le preguntó Dana, dándole un codazo en las costillas.
-Ok, escúchame.- dijo mirando hacia el futuro.-Este... es mi año. Voy a matarme estudiando, tendré calificaciones tan altas que todos creerán que he hecho trampa y subiré en el tonto ranking porque me lo merezco.- le contó.-Así que prepárate para cuando nos toque hacer trabajos juntos, te tendré encerrada en casa por días hasta alcanzar la perfección.- le sonrió.
-Ugh, ve pisando el freno.- se quejó ella.-Si haces eso no tendrás vida, te vas a estresar y terminaras bebiendo café y energéticas como loco.- indicó.-Vive un poco tu vida, sal con tus amigos, incluyéndome, y ten mucho sexo con todo lo que se mueva, no incluyéndome.- sugirió ella.
Derek rodó los ojos, acostumbrado a que las conversaciones con Dana generalmente terminaran en fiestas o sexo. Su amiga, a diferencia de él, no iba a la universidad a ser lo mejor de lo mejor; era crítica de las instituciones y no confiaba en las evaluaciones estandarizadas, para ella el ranking no significaba nada. Era una de esas personas inteligentes que no se esforzaban por demostrarlo, simplemente era. Así que la universidad dejaba de ser tanto un centro de estudios y más un espacio lleno de oportunidades sociales.
-Lo equilibraré.- ofreció él.
-Claro que sí.- dijo ella.-Este año tu parejita ya no está al otro lado del país, lo tienes aquí mismo.- le recordó.-Tienes que ponerle atención.-
-Eh...- Derek se deslizó una mano por la nuca, bajando un poco la velocidad de sus pasos.
-¿Qué?- preguntó ella, apremiándolo a continuar.
-No quiero ser tan... acaparador.- dijo, sopesando la palabra en su cabeza.-Digo, ya sabes, él no está muy dispuesto a ser mi novio.-
-Espera, creí que esto era serio.- le comentó Dana, frunciendo el ceño.
Su conversación quedó en pausa por unos segundos mientras ella compraba dos botellas de agua y unos pastelitos de chocolate, luego buscaron un lugar en el patio de la facultad y se dejaron caer pesadamente en el césped. Pusieron sus mochilas entre ellos y retomaron la charla.
-Bueno... a Marco no le gusta el compromiso.- dijo Derek en un suspiro.
-Como a cualquier veinteañero con algo de cerebro en medio de una piscina de posibles compañeros sexuales.- dijo ella mirándolo como si fuera lo más obvio del mundo.-Oh, y no olvidemos que si es bi esa piscina está... repleta.- rió.-¿Ya se decidió con la etiqueta o qué?- agregó luego, curiosa.
-Primero: gracias por recordarme que puede olvidarse de mí en cualquier instante, lo aprecio mucho.- dijo, dejando que el sarcasmo hablara por sí mismo.-Segundo: no tengo idea qué etiqueta quiere o si es que acaso busca alguna.-
-Mira, Derek, te quiero y todo eso.- dijo posando una mano en su pierna.-Pero insisto en que no debiste lanzarte a una relación luego de Alice, la perra te jodió y sigues sensible; sé que Marco no es un reemplazo, pero eres demasiado intenso con estas cosas.-
-Es por eso que no me he quejado de que quiera que seamos casuales y sin compromiso y "amigos"- dijo enfatizando la última palabra.
-Pero eso no es lo que quieres.-
-Ya lo negociamos, y cedí.- explicó.
Dana gruñó sacudiendo la cabeza y luego lo miró a los ojos con esa profundidad que parecía escarbarle en la cabeza, se quedaron mirando por largos segundos sin decir nada hasta que ella rodó los ojos y se dejó caer de espaldas en el pasto; acomodando su mochila tras su cabeza.
-Ve con calma ¿quieres?- le pidió ella.-Míralo de esta manera: saliste de una relación larga que valoraste mucho, la ruptura te hirió y haz estado recuperándote de a poco, en el camino conociste a alguien que te hizo sentir bien luego de un tiempo de pura miseria.- le dijo, asegurándose de que él la seguía.-Lo conociste en medio de todo, sentiste estas maripositas y pensaste "Sí, esto es real", y decidiste ir tras de esta nueva cosa.- dijo.
-Excelente resumen, gracias.-
-Lo que trato de decir es que te tomes tu tiempo, sigues conociendo a Marco y me es claro por lo que me has contado, y las vibras que él me envía, que las cosas no van a ser rápidas ni fáciles.- le dijo.-Son diferentes y... quieren cosas diferentes.-
-Eso ya lo entendí, por eso estoy bajando la velocidad.- suspiró.
-¡Entonces relájate y deja que las cosas se den!- exclamó algo exasperada.
Oh, a Derek le encantaría que todo fuera así. Pero para él estar con alguien significaba mucho más que sólo divertirse y verse unas horas a la semana para ponerse al corriente y acostarse por el bien de sacar algo de placer de la situación. Estar con alguien era abrirse y dejarse ver, era compartir los momentos cotidianos y no cerrarse cuando se presentaban problemas, era escuchar y ser escuchado; estar con alguien implicaba sentimientos e ideas, cuidado y acompañamiento.
Esas relaciones cortas y simples que a su amiga le gustaban tanto no le parecían suficientes, lo hacían sentir incómodo, como si estuviera jugando con las personas. Era consciente de que no se trataba de eso en realidad, podía entender por qué Dana disfrutaba de su libertad y se sentía segura de sí misma para ir de chico en chico sin culpa, y la admiraba por eso. Pero él no podía.
El año anterior había estado demasiado ocupado con sus propios dramas amorosos, siempre pensando en Alice y luego en Marco, como para tratar de descubrir qué prefería el chico. Nunca le preguntó a Marco qué clase de relaciones solía buscar, pero sabía gracias a algunas conversaciones que su costumbre era muy parecida a la de Dana; Marco había sido un soltero empedernido que ni siquiera había pensado en mantener algo serio con alguien. ¿Por qué debería cambiar por él?
-Ah.- suspiró Derek, dejándose caer junto a ella.-¿Por qué tiene que ser así?- le preguntó.
-Esto no es nada más que falta de experiencia.- dijo ella.-No tienes experiencia con mucha gente, literalmente has tenido una novia y nunca fuiste mujeriego así que no andabas buscando cosas rápidas.- analizó.-Así que cuando se te aparece alguien que no quiere ser tu novio enseguida, todos tus esquemas se desordenan y explotas.- dijo haciendo alusión a una explosión con las manos y un "Boom"-Pero eso le pasa a cualquiera, para mi es al revés, no tengo nada de experiencia con relaciones estables y si alguna vez entro en una me va a dar un ataque de pánico cada vez que el pobre idiota me diga que me ama.- rió.
-Verte enamorada será un espectáculo.- sonrió.-El suceso del siglo.-
-Sí, no gracias.- masculló.-Como dije, veinteañera con un mar lleno de peces solteros.-
-Te vi guiñándole el ojo a uno de los amigos de Marco.- recordó.
-Era lindo, ¿no viste esa sonrisa?- dijo emocionada.-Pero no lo sé, me costó un poco convencerlo y estoy buscando alguien fácil.- le contó.-En fin, probaré suerte con el ayudante de metodología, quizás me consiga clases adelantadas.- rió.
-Prioridades.-
-Sí, y tu prioridad del año debería ser sacarle provecho a Marco.- dijo dándole un manotazo en el pecho, como para darle importancia a ese punto.-Está mejor este año, ¿qué mierda comió en las vacaciones?- se preguntó.
-Ni idea, pero es... quizás es un cambio de actitud, está más directo que antes, creo...- dijo pensativo.-Pero, no lo sé, me da la impresión de que algo le está molestando.- le comentó frunciendo el ceño.-No sé, a veces siento que no quiere hablarme, que sólo quiere comerse mi cara.-
-Vaya, vaya, eso es interesante, ¿es bueno comiéndote la cara y/o otros lugares?- le preguntó ella, subiendo y bajando las cejas sugestivamente.
-Aprende rápido.- dijo cubriéndose los ojos, su mente yéndose a lugares que prefería ignorar a esas horas.-Pero ese no es el punto, el punto es que hay algo fuera de lugar.- insistió.
-Eres su primer chico, deben ser los nervios de la novedad.- dijo ella.-Ya se le va a pasar.- continuó desinteresada.
-No sé.- chistó.-Le preguntaría, pero no quiero seguir incomodándolo con las preguntas personales, ya entendí que no le gustan.- dijo exasperado.-Es más reservado de lo que creí.-
-¿Cómo?-
-Omite y evita decirme demasiado de él, lo que es irónico porque prácticamente sabe todo lo que hay que saber de mí.- dijo.-Pero supongo que eso es por mi política de completa transparencia.-
-Te lo diré otra vez.- le dijo Dana.-Eres muy intenso, entregas todo demasiado pronto y esperas lo mismo a cambio... Noticias, Derek, no toda la gente está cómoda con tu mierda.- soltó, sonando casi irritada.-Lo estás espantando, es tu cara sexy la que lo mantiene interesado.-
-No me digas esa estupidez.-
-Bien.- resopló.-Sólo aguántate, él te aguantó el año pasado cuando estabas todo llorón; ahora déjalo explorar su sexualidad con calma y no le hagas preguntas innecesarias.- resolvió.
-Eso trato de hacer.- insistió, también exasperado.
-Entones, si te enteras de que anda tras otros chicos buscando experiencias no te vas a morir ¿cierto?- le preguntó, alzando ambas cejas en un reto.
-¿Crees que...?- se detuvo a sí mismo, de pronto muy desconcertado.-Sobreviviré.- asintió tras unos tortuosos segundos.
-No te preocupes, si no sobrevives yo te vengaré.- le prometió Dana, sonando muy seria.