Belleza Oscura [En Librerías]

بواسطة JessRe

5.3M 546K 221K

Alayna Novak es una asesina sin corazón, pero cuando su camino se cruce con el de Luca Vitale, despertará en... المزيد

¡Belleza Oscura en Librerías!
Sinopsis 🦋
Prólogo 🦋
Capítulo 1 🦋
Capítulo 2 🦋
Capítulo 3 🦋
Capítulo 4 🦋
Capítulo 5 🦋
Capítulo 6 🦋
Capítulo 7 🦋
Capítulo 8 🦋
Capítulo 9 🦋
Capítulo 10 🦋
Capítulo 11 🦋
Capítulo 12 🦋
Capítulo 13 🦋
Capítulo 14 🦋
Capítulo 15 🦋
Capítulo 16 🦋
Capítulo 17 🦋
Capítulo 18 🦋
Capítulo 19 🦋
Capítulo 20 🦋
Capítulo 21 🦋
Capítulo 22 🦋
Capítulo 23 🦋
Capítulo 24 🦋
Capítulo 25 🦋
Capítulo 26 🦋
Capítulo 27 🦋
Capítulo 28 🦋
Capítulo 29 🦋
Capítulo 30 🦋
Capítulo 31 🦋
Capítulo 32 🦋
Capítulo 33 🦋
Capítulo 34 🦋
Capítulo 35 🦋
Capítulo 36 🦋
Capítulo 37 🦋
Capítulo 38 🦋
Capítulo 39 🦋
Capítulo 40 🦋
Capítulo 41 🦋
Capítulo 42 🦋
Capítulo 43 🦋
Capítulo 44 🦋
Capítulo 45 🦋
Capítulo 47 🦋
Capítulo 48🦋
Epílogo 🦋
SECUELA DISPONIBLE 👑

Capítulo 46 🦋

58.3K 7.4K 4.3K
بواسطة JessRe

Luca

De regreso al hotel, Alayna pidió comida tailandesa mientras nos sentamos en la alfombra frente a la chimenea. Mi corazón se sentía ligero en su presencia. Conocer a su familia fue maravilloso y esperaba dar el siguiente paso muy pronto cuando ella estuviera lista: poner un anillo en su dedo y convertirla en mi esposa.

Pero algo me distraía del momento. Era el quinto mensaje que le enviaba a mi familia y ninguno había sido respondido. Fabrizio prometió llamar a su hermano para averiguar si algo malo ocurría. ¿Por qué no podía ser feliz un par de días? Estaba tentado a regresar inmediatamente a Palermo.

—¿Qué sucede? —preguntó Alayna, vertiendo el vino en dos copas.

Jugueteé con el reloj en mi muñeca.

—Llamé a mi casa varias veces y nadie respondió.

—¿Ni siquiera Gian y Luciano? —Me entregó la copa y bebí un sorbo.

—No.

—Deben estar ocupados—dijo ella—. Insiste más tarde.

—Lo haré.

Alayna le dio un bocado a su pad thai y gimió en aprobación. Me reí por su reacción porque me encantaba verla comer. Cualquier cosa simple con ella era mucho más entretenida. Señaló mi plato con una cuchara.

—Come, está genial.

Mastiqué despacio, aun perdido en mis pensamientos. No me arrepentía de haber ido a Londres, pero no podía disfrutar plenamente. Algo estaba mal.

—Moretti ha estado muy silencioso —murmuré—. Movió a su hija de Alemania y no respondió a mi ataque. Envié a dos soldados para que lo maten.

—No lo olvidará fácilmente.

—Lo sé—dije, frunciendo el ceño—. Su silencio es bastante sospechoso. Siento que atacará pronto y aprovechará mi ausencia de Palermo.

Se me erizó el cabello de la nuca y mi corazón empezó a latir con fuerza. Si tan solo respondieran mis malditas llamadas no me invadirían las teorías conspirativas. Necesitaba saber que estaban bien.

—Hay algo detrás de las acciones de Ignazio—concordó Alayna—. Tú intentaste chantajearlo con su familia, pero fue tu padre quién consiguió los datos de su hija y planeaba usarlos en su contra. ¿Piensas que lo olvidará? Lo dudo. Él conocía tus motivaciones, sabe que eres un buen hombre. Ni siquiera respondió a tu ataque porque no te considera un enemigo.

Tragué.

—¿Debería sentirme halagado de que no me vea como un enemigo?

—Si Ignazio quisiera cobrarte tu chantaje todas las personas que amas estarían muertas, pero no lo vio como un asunto personal. Tarde o temprano va a buscarte. Su silencio es una señal.

—¿Señal de qué?

Alayna se tomó un momento para tragar el bocado.

—El verdadero caos aún no ha comenzado —dijo con naturalidad—. Sé cómo trabaja, he visto antes sus juegos retorcidos y me enseñó cada uno. Lo que hizo fue hacerle creer a Carlo que estaba de su lado, pero buscaba un beneficio.

—¿Qué podría ofrecerle Carlo que yo no?

—Esa es la gran incógnita. Carlo ya no puede ofrecerle nada y sabe que tu padre no es confiable. Tú al mando le darás más poder porque cuentas con el apoyo del gobernador y le das mucha importancia a la lealtad. Ignazio lo aprecia —Me miró con una ceja arqueada—. Debemos mantenernos alerta y evaluar qué nos espera con él.

Miré mi plato.

—Cuando torturé a Carlo me dijo que el comprador de las chicas es italiano.

—Piensas que es Ignazio—asumió.

—Tiene sentido. ¿Quién más compraría a todas al mismo tiempo? ¿Con qué propósito? —solté el tenedor—. Quiere acorralarme.

—No te habló porque no quiere.

—Exactamente. ¿Qué demonios debo hacer?

—Esperar. Es todo lo que nos queda, príncipe.

—Alayna, yo... —suspiré, tratando de encontrar las palabras correctas.

La tensión se volvía densa e inquietante. No podía calmar a mi corazón ni los nervios descontrolados. Solo quería volver con mi familia, pero al mismo tiempo me negaba a dejarla aquí. Al fin pudimos resolver nuestros problemas y aclaramos todo.

—Necesitas regresar con tu familia—Me leyó la mente. La sonrisa que me dio fue un alivio—. Lo entiendo, Luca. Cuando te hice la propuesta de dejar atrás todo me refería a hacerlo una vez que matáramos a tus enemigos y tu familia esté segura.

Un dolor punzante me atravesó el pecho. ¿Cómo podría conservar a ambas? ¿Alayna y la seguridad de mi familia?

—Fue egoísta de mi parte venir aquí y pretender que me aceptes con cada uno de mis problemas.

Alayna apartó la comida de la alfombra y se posicionó a mi lado. Entrelazó nuestras manos, dándome una suave mirada que entibió mi corazón. Deseaba estar con ella sin sentir que le fallaba a mi familia. Quería ser feliz sin el constante miedo acechándonos.

—Cuando tomaste ese avión y me dijiste que me amabas sabía que eras sincero, Luca. Luchaste por mí a pesar de las guerras que te rodeaban. Me pusiste en primer lugar.

Llevé su mano a mi mejilla y cerré los ojos.

—Lo haría de nuevo sin dudar.

—Y te amo por esa razón, pero no pretendo retenerte aquí mientras tu familia te necesita. Regresa con ellos y termina todo lo que tienes pendiente. No iré a ninguna parte, seguiré esperándote.

La agarré por la nuca, atrayéndola hacia mí para darle un profundo beso. Alayna abrió la boca, dándole la bienvenida a mi lengua y devoré su esencia, todo de ella. Lamentablemente terminó demasiado rápido para mi gusto y gemí en frustración.

—No lo repetiré de nuevo, Vitale. Come.

Sonreí y sacudí la cabeza.

—Me encanta que me des órdenes.

Rodó los ojos.

—Come—insistió.

Al terminar el almuerzo, Alayna decidió darse una ducha mientras yo insistía con las llamadas. Nadie respondió. El pánico empezó a apoderarse de mí y no dudé en mi próxima decisión. Iría ya mismo a casa. No podía postergarlo. El mal presentimiento se volvía peor con cada respiración. El timbre de la habitación sonó, sobresaltándome en el sofá. Solo podría ser Fabrizio.

—Tengo malas noticias —Su voz sonó jadeante y llena de terror cuando abrí la puerta—. Acaban de invadir la mansión, señor.

Mi estómago se paralizó, dejándome congelado. Sacudí la cabeza de un lado a otro. Sabía que esto pasaría. Lo sabía.

—¿Quién?

—Ignazio Moretti y... su padre, señor.

Por primera vez en el día, mi celular emitió un leve pitido y le eché un vistazo con las manos temblorosas. Pude ver una foto de mamá y Kiara con los ojos llenos de lágrimas.

"Tienes veinticuatro horas, figlio. Ven por ellas sin tu zorra o morirán"

🦋

Alayna

Salí de la ducha, secando mi cabello con una toalla. Quería encontrar la manera de tranquilizar a Luca y recordarle que no estaba solo. Sus guerras también eran mías. Necesitaba muertos a nuestros enemigos para empezar una nueva vida sin conflictos. Si tenía que interferir nuevamente lo haría sin objeciones. Lo que sea para terminar con esto de una vez.

—¿Luca?

No respondió. Regresé a la sala y noté un profundo silencio. El fuego crepitaba en la chimenea, sin señales de Luca. ¿Había sido capaz de tomarse un avión sin mí? ¿Se fue sin avisar? Lo llamé diez veces y fui enviada al buzón de voz.

Corrí en la recepción. La ira y el miedo me atravesaron, la adrenalina fluía bajo mi piel. No quería pensar en lo peor, pero era inevitable. ¿Por qué se iría sin avisarme?

—Hola—Me acerqué a la chica detrás del ordenador y le hablé con la respiración agitada—. ¿Ha visto a un hombre pasar por aquí? Cabello castaño, ojos grises. Compartía conmigo la habitación treinta y tres.

La joven asintió.

—Subió a un auto hace menos de una hora con otro hombre.

Me lamí los labios que de repente estaban muy secos.

—¿Cómo lo notó?

—Un poco alterado—dijo—. De hecho, casi rompe el jarrón cerca de la puerta...

Era todo lo que necesitaba saber. Tenía que haber una razón fuerte para que se fuera sin avisarme.

—Gracias —exhalé.

Regresé a mi habitación. No dudaba que Luca podía manejar sus propios problemas, pero una ayuda nunca estaba de más. Enfundé el arma en mi muslo cuando mi celular sonó y me precipité a agarrarlo sin mirar el remitente.

—¿Hola?

—Alayna—dijo la voz con fuerte acento italiano y me puse rígida.

La furia me superó y me senté en la cama para calmar los escalofríos que recorrían cada centímetro de mi cuerpo. Sabía que pronto haría una jugada.

—Ignazio.

—¿Qué es ese tono? ¿No estás feliz de escucharme?

Apreté el celular contra mi oreja.

—Ve al grano, idiota. No tengo tiempo para esto.

Soltó una risita llena de burla.

—Qué lástima, pensé que te agradaría escuchar esta noticia—suspiró con falso pesar—. Sobre todo, ahora que tu príncipe regresó al castillo maldito.

Tenía la sospecha de que estaba detrás de esto, pero su confirmación hacía que se sintiera peor. El miedo se extendió, esparciendo veneno por mis venas.

—¿Qué has hecho esta vez? Si tú le tocas un maldito pelo...

—Relájate, no soy el villano aquí. Siempre estuve de tu lado, Alayna.

No parpadeé.

—¿Qué pretendes?

Ignazio se rió, encantado con el control que tenía.

—Oh, vamos. Me conoces muy bien—dijo entre risas—. ¿Qué pretendo exactamente? Más poder, por supuesto. Tú eres el conducto perfecto para convencer a Luca de que aún podemos ser buenos socios.

El calor ardió en mis venas. Sentía a mi corazón latiendo como nunca, ahogando todos los sonidos. El pulso acelerado delataba mi temor.

—Habla con él tú mismo, no me necesitas.

—Dile que tengo lo que busca.

—Las chicas...

—No lo tomes personal, trabajé solo para que nada saliera mal —aseguró—. Nunca te traicioné, Alayna. Siempre seré tu aliado.

¿Ignazio mi aliado en esta guerra? Qué chiste más absurdo. No confiaba en él. Tenía la certeza de que iba a apuñalarme cuando menos lo esperara. Pasé por la misma experiencia antes y no caería en su trampa. Dudaba que hubiera comprado a las chicas por la bondad de su podrido corazón. Era una retorcida estrategia para manipular a Luca.

No era un buen hombre. No era leal más que a sí mismo. Si ofrecía ayuda era por beneficio propio.

—Teníamos un trato y te aliaste con Carlo Rizzo.

—También lo hice con Leonardo—Se rió.

—Tú, hijo de puta...

—¡Ah, qué violenta! —dijo en tono alegre—. Es lo que más me gustaba de ti, ¿sabes?

—¡¿Qué demonios quieres?!

—Cálmate, por favor. Solo quería saludar y darte una pequeña advertencia. El que avisa no traiciona—Se rió fuerte—. Toma un vuelo a Palermo y nos veremos en las próximas horas. Esperaré una disculpa después.

—Vete a la...

Colgó.

El temblor me sacudió, alterando mi corazón. ¿Por qué iba a darle las gracias? Ese bastardo desconsiderado no me había dado más que dolores de cabeza. Juré que el próximo tiro no fallaría por nada. Logré recomponerme y marqué el número de la única persona que podía ayudarme.

—¿Alayna?—respondió Caleb.

—Regresaré a Italia y necesito que me ayudes. Ignazio planea algo y pronto atacará. No puedo dejar solo a Luca.

—Alayna...

—No me vendría mal un poco de ayuda —añadí—. Entenderé si prefieres quedarte con Bella y Melanie, pero... ¿crees que puedes apoyarme en esto?

No hubo dudas en su siguiente respuesta y casi lloré de alivio. Caleb ya no mataba como antes. Cambió muchos aspectos de su vida y que volviera a sus viejos hábitos por mí significaba tanto.

—Por supuesto que puedo apoyarte con esto, tú lo hiciste cuando más te necesitaba.

Sonreí.

—Gracias, hermanito. Te eché de menos, ¿sabes?

—Voy a colgar antes de que te avergüences más a ti misma —bromeó—. ¿Puedes darme una hora para organizar el viaje?

—Claro, te veré en la pista de despegue.

🦋

Luca

Ni siquiera preparé mis maletas. Volví de Londres con las manos vacías. Logré comunicarme con mis primos cuando mi vuelo aterrizó en Palermo tres horas después y nos reunimos en las fronteras. Fueron los únicos que lograron escapar, aunque no recibí noticias de mi tío Eric. Mi padre estaba haciendo de las suyas con él. Mis dientes rechinaron. Una profunda agonía me desgarraba por dentro mientras pensaba en mi madre y Kiara.

La carga sobre mis hombros era cada vez mayor. Tenía tantas desventajas que me aterraba perder. Si no conseguía salvar a mi familia estaría perdido. ¿Cuántas posibilidades había de ganar? Solo contaba con el apoyo de mis primos y Fabrizio, pero esperaba a Alayna pronto. La conocía lo suficiente para saber que regresaría por mí.

—Laika está escondida en un viejo almacén—informó Luciano—. Todo sucedió cuando estábamos fuera de la casa y recibimos una llamada de nuestro padre para que no regresemos.

Mi corazón latió salvajemente y mi piel se enrojeció por la ira. Leonardo logró recuperar el control gracias a Moretti. Fue demasiado lejos. Alayna me aseguró que Ignazio todavía me veía como un aliado, pero empezaba a dudarlo.

—¿Cuál es el plan? —preguntó Gian.

—Entregarme.

Gian y Luciano palidecen.

—Tienes que estar bromeando. ¿Dónde está Alayna?

Me pasé la mano por el cabello mientras observaba las luces de la ciudad oscura. Fabrizio se posicionó a mi lado, sosteniendo su arma y recordándome que seguía leal hasta el final. Era un hombre silencioso y más bien de acciones. Cuando actuaba venía con sorpresas turbias. Tenía órdenes estrictas de salvar a mi madre y Kiara. Era todo lo que importaba.

—Una de las condiciones que puso mi padre es que Alayna no debe interferir, pero ella vendrá por mí de todos modos—dije—. Hará que la balanza esté de nuestro lado.

—Van a matarte sin dudar cuando entres a la mansión—espetó Luciano con la mandíbula apretada—. ¿Qué pasará con tu madre y Kiara?

Mi ritmo cardiaco se disparaba violentamente. Me sentía inseguro, desconfiado y fuera de lugar. Ni siquiera había una oportunidad para pensar. Solo actuar.

—Moretti trama algo—murmuré—. Averiguaré qué quiere.

Gian maldijo.

—Luca...

—Es un juego retorcido y voy a participar. Ustedes preocúpense de sacar a mi madre y Kiara de ahí. ¿Entienden? Ellas son lo único que me importa ahora mismo.

—¿Tu vida no vale nada? —preguntó Luciano—. Estás demente si piensas que vamos a dejarte solo en esto. Además, recuerda que nuestro padre sigue en la mansión. No descansaremos hasta sacarlo de ahí.

Reuní fuerza y miré a cada uno.

—¿Entonces qué sugieren? Me estoy quedando sin tiempo.

—Tú irás al encuentro, pero nosotros cubriremos tu espalda. Mi hermano está al tanto y traerá algunos refuerzos —dijo Fabrizio—. También contamos con el apoyo de la mariposa negra. Ella estará aquí pronto.

Una sonrisa torcida levantó mis labios. Me encantaba que confiaran en ella.

—¿Cómo estás tan seguro?

—Porque ella es la reina del tablero y siempre tiene lista una jugada.

🦋

Instagram: JessiR17

Twitter: JessiRivas17

Facebook: Jessica Rivas

Tiktok: Jessica_Rivas17

واصل القراءة

ستعجبك أيضاً

2.1K 180 21
Inefable: Algo increíble que no puede ser expresado con palabras Ella es Inefable.
927 150 26
COMPLETA Riley Grace vivía una vida aburrida. No era más que un adolescente de catorce años tratando de sobrevivir al octavo grado. Siendo siempre...
56.6K 10.6K 14
"¿Cuánto vale una corona si un cuervo puede cenar carne de rey?" -George R. R. Martin
33.6K 2.5K 70
°headcanons tokyo revengers chile ver.° °⚠️no robar⚠️ °⚠️Spoilers manga⚠️° °puede que algunos no sean tan chilenas°