- Chuuya…le tiene miedo al agua, no podía dejarlo solo… - termino de explicar Atsushi cabizbajo, sin saltarse detalles, ni siquiera el hecho de que hubiera sido su culpa el que Chuuya hubiera caído al río, no es como si pudiera mentir ante este vampiro. Quien, tenia una sonrisa muy tranquila, pero, sus ojos…era crueles
Atsushi alzo la mirada solo un segundo antes de regresarla al suelo, no se hacía más fácil observar al vampiro… si salía de esta situación, dejaría de ignorar a Mori-san, su sombra era muy bonita en comparación.
El silencio se extendió a un punto en que comenzó a ser incómodo, el tigre optó por beber un trago de la leche tibia que Odasaku le había traído hace unos momentos, esto había logrado calmar su hipo. Realmente quiso que el vampiro amable se quedara en la habitación mientras contaba los hechos a Dazai, pero, parecía ser que tenía una misión importante, o algo así había escuchado, la misión de distraer a un tal Ango.
- ¿Qué crees que debería hacer? – comento finalmente Dazai sin quitar la mirada del tigre
Atsushi casi suelta el vaso del susto, mirando aterrado al castaño
- ¿No… ma…ma…matarme? – tartamudeo hablando completamente en serio
Dazai parpadeo por la respuesta terminando por reírse divertido. Atsushi lo miro sorprendido, no pensó que este vampiro tuviera una risa distinta a una fría
- No te matare – Dazai se encogió de hombros mientras lo decía, sin abandonar su sonrisa – Eres un niño, tenemos una tregua con los cambiantes y … - el castaño mantuvo su fría mirada en la de Atsushi – Chuuya me pidió que no te pasara nada – una sonrisa suave apareció en el rostro de Dazai – Aunque, no debes olvidar, que hay peores cosas que morir, Atsushi-kun
El tigre trago con fuerza bajando la mirada al suelo nuevamente, cuando lograra ver a su hermano, lo iba abrazar para no soltarlo nunca más, estaba completamente seguro de que la única razón por la que no le había pasado nada era porque había pedido eso. No se había atrevido a decirlo, pero…tenia mas confianza ahora
-…. ¿Dónde…esta… Chuuya? – susurro levantando la mirada para mirar a Dazai
- ¿Por qué debería decírtelo? - el castaño no le quitaba la mirada de encima al tigre, esperando cierta reacción al decir eso
Atsushi se mordió el labio, apretando con fuerza los puños, terminando por mirar a los ojos a Dazai
- Es mi hermano – espeto con una seguridad que no había mostrado casi nunca – Si le hizo daño…
- Lo olvidaba – interrumpió Dazai con una mirada más tranquila, parecía haber recibido la respuesta que buscaba – Ahora también eres un Nakahara – pareció sonreír ante eso – Chuuya esta bien, deje que un médico lo revisara antes de venir a recibirte, después de todo, ahora eres un príncipe
Atsushi sintió que se estaba burlando de él, había algo en su forma de actuar que denotaba eso. Miro el suelo unos segundos, sabiendo que le debía algo a esta persona, por mucho miedo que le tuviera
- Lo siento – termino por decir el tigre dejando el vaso de leche en el suelo - Fue mi culpa…que Chuuya… – se mordió el labio nervioso - …cayera al agua…, lo puse en peligro – Atsushi era consciente de eso, a tal punto que la culpa lo ahogaba – Puse en peligro…a mi familia… y a muchas personas – era un crimen terrible, colocar en esa situación al compañero de una persona tan poderosa – Yo…aceptare el castigo… por mi acciones – susurro haciendo una reverencia educada – Se que mi manada…hará que cumpla…el castigo – Mori-san no tenia piedad cuando se impartían castigos, no importaba quien fuera
Dazai no tenia dudas de que su compañero había caído al río en algún intento de salvar al tigre, no había forma de que se hubiera acercado al río si no hubiera tenido algún motivo… aun así…
- No vuelvas a ser una carga para Chuuya, Atsushi – el tono de voz de Dazai era despiadado – Si se lastima por tu culpa, no tendré piedad contigo ¿Esta claro? - Atsushi se estremeció ante eso, asintiendo con rapidez. Dazai suspiro, ¿Por qué siempre terminaba regañados niños? Miro al tembloroso nuevo príncipe – Eres un tigre blanco – continuo, logrando captar nuevamente la mirada del muchacho – Tienes el potencial para destruir a un ejército si te lo propones – no estaba hablando por hablar, en la historia los tigres blancos eran reconocidos como algo increíblemente poderosos – Por eso estas junto a Chuuya, no debes dejar que nada le ocurra a mi compañero – termino por decir, no dudaba de que su cachorro se volvería igual de fuerte, pero nunca estaría de mas que tuviera una compañía que estuviera dispuesto a dar su vida para protegerlo
Atsushi asintió extrañado por primero haber sido regañado y ahora le estaban diciendo palabras casi ¿Motivadoras? Mirando bien al vampiro, casi…no se veía despiadado, no podía decir que se viera más suave, pero…. había cierto cambio ¿Era por la cercanía de su hermano? Negó con la cabeza, no debía interponerse en los temas de compañeros
- Yo… - trago, tratando de darse ánimos para hablar - No seré una carga para mi hermano, siempre lo apoyare
Dazai asintió con suspiro agotado, al menos algo bueno había ocurrido esta noche, aunque, hubiera sido mucho mejor no encontrar a su compañero tan cercano a la hipotermia
- Creeré en eso – No había modo de que alguien notara que en realidad el castaño estaba sumamente ansioso, solo queriendo volver al lado de su compañero, pero…no hubiera sido una buena compañía con sus suposiciones sobre que alguien había vuelto a empujarlo al río – Ahora, tengo otro favor que pedirte, Atsushi
El tigre asintió rápidamente, mucho mas calmado que cuando llego
- Lo que sea… eh… - Kouyou le había dicho que tratara con cortesía a las personas de la realeza, pero ¿Cómo se supone que debía decirle a esta persona? - ¿Rey de los vampiros?
El castaño lo miro con horror ante eso
- No vuelvas a llamarme así – espeto sin dejar espacios para las dudas, prefería que lo llamaran demonio en vez de ese ridículo nombre – Me llamo Dazai
Atsushi asintió, sabia eso, no había modo que no supiera el nombre de este vampiro. Pareció pensarlo un poco antes de volver a hablar
- Que favor necesita... ¿Dazai -san? – pregunto dudoso, calmándose al ver que el vampiro recibía eso con menos desagrado
- Bien, quiero tener mas tiempo con mi compañero antes de tener que devolverlos – aun quedaban varias horas para el amanecer después de todo – Y por la aparición de ustedes dos supongo que ni Mori ni tu madre saben que están acá
Atsushi tembló ante el recordatorio de que Kouyou no sabia de esto, definitivamente un castigo iba a esperarlos
- Neesan no lo sabe – susurro finalmente, ¿Esto traería problemas a la tregua? Dazai pareció entender esa pregunta
- Mi querida suegra pidió que no debía buscar a Chuuya hasta que el tiempo se cumpliera – sonrió con burla mientras decía eso – Pero, no puedo hacer nada cuando mi compañero es el que me busca - El tigre lo miro confundido, ¿Eso funcionaba así? – En fin, necesito que ayudes a Odasaku a distraer a mi consejero – murmuro tamborileando los dedos nuevamente con una sonrisa – Eres un príncipe ahora, mereces cierto respeto, y Ango no podrá contra eso, así que finge alguna enfermedad, pide comida, haz algo para que Ango no venga – Dazai sabia lo peligroso que era el tener a su compañero nuevamente cerca, pero, solo serian unas horas…era capaz de aguantar esas horas con la sed que sentía – Odasaku no podrá mentirle a su compañero, así que ayúdalo
Atsushi pareció asustado de la petición, ¿Cómo se supone que debía cumplir eso? ¿Y quién era Ango?
- Esta ¿Bien? – respondió con duda, no debía ser tan difícil, pero, primero – Quiero ver a...Chuuya antes de…cumplir el favor
- Bien – Dazai pareció bastante dispuesto a eso, Atsushi se pregunto que fue lo que acepto – Sígueme
El castaño salió de la habitación que daba a un gran pasillo, extrañamente vacío
- Por cierto, Atsushi – comento Dazai sin dejar de caminar, mirando de reojo al muchacho – Pide que te entreguen ropa
- ¿Para… distraer?
Dazai se rio en voz baja ante eso, negando con la cabeza
- No, el olor de la sangre en tu ropa puede causar que te maten – comento como si no fuera algo terrible – Al menos las heridas en tus manos ya se curaron
Atsushi se estremeció con fuerza ante el comentario, deteniéndose en medio del pasillo para mirar a su alrededor, sintiéndose perseguido, pero no había nadie. Definitivamente pediría ropa
Luego de caminar un poco, el castaño abrió una puerta que daba a una pequeña pero elegante sala. Seguramente una sala antes de entrar a la verdadera habitación, Atsushi inhalo, sintiendo de inmediato la esencia de Chuuya. Sonrió mas tranquilo
A los pocos segundos un hombre salió de una habitación. Al ver a Dazai hizo una reverencia educada, el hombre estaba algo sorprendido, era la segunda vez que era llamado por su rey y otra vez era por ese cachorro, aunque, este ya era un muchacho.
- Mi rey, revise al chico, todo está en orden – comento sin hacer ni una sola pregunta , había aprendido que ni siquiera debía mencionarlo, aunque, el ver otro chico en la habitación lo llenaba de preguntas que seguro nunca tendrían respuestas – Está durmiendo, pero su sistema ya entro en calor, con un poco de descanso estará bien
El castaño asintió, dejando que el medico saliera del lugar.
- ¿Y bien? ¿No vas a entrar a verlo? – comento Dazai una vez que el medico cerró la puerta
Atsushi asintió con rapidez, apresurándose a entrar a la habitación. No pudo evitar suspirar aliviado cuando vio Chuuya, este dormía tranquilo en una gran cama, su pecho se movía en un vaivén suave.
Dazai continúo caminando, hasta sentarse al lado del pelirrojo con una sonrisa suave, sin tratar de detenerse, llevo una de sus manos al cabello de Chuuya, pasando con suavidad sus dedos entre los mechones de cabello, evitando tocar las orejas de lobo para no despertarlo.
Atsushi miro nervioso la interacción, casi se sentía como algo que no debía estar presenciando, no cuando la mirada castaña fría poco a poco se tornaba de cálida . Quería que su hermano fuera feliz, y sabia, que Chuuya hubiera querido ver a su compañero
- Yo… iré con Odasaku-san – susurro no queriendo interrumpir la escena, pero necesitando avisar
Dazai asintió sin dejar de mirar a su compañero
- Te estará esperando en el pasillo – señalo con tranquilidad, se sentía extrañamente calmado
Atsushi sonrió, girándose para marcharse, deteniéndose en un ultimo segundo al escuchar a Chuuya gritar entre sueños ¿Una pesadilla? Tanto Atsushi como Dazai miraron preocupados al pelirrojo, quien no dejaba de moverse asustado entre sueños. El tigre trato de decirle a Dazai que debía despertarlo, no era bueno dejar que la pesadilla continuara, pero, las palabras quedaron atrapadas en su garganta, no fue necesario decir nada, no cuando Chuuya, se incorporó asustado. Seguía medio dormido, sus ojos apenas mostraban el brillo de estar despierto.
- ¿Cachorro? ¿Ya estás despierto? - Para sorpresa de Dazai, el lobo se giró en su dirección olfateando, antes de abrazarlo aún semi dormido- ¿Chuuya? – el castaño no supo como reaccionar al abrazo repentino, el pelirrojo escondió su rostro en el cuello del castaño, olfateando con suavidad
Dazai pasó su mano con delicadeza por el cabello de Chuuya, dejando que hiciera lo que quisiera
- ¿Necesitas algo más? – pregunto hacia a Atsushi, quien tenía la mirada en ellos dos, tratando de ocultar su sonrojo. Esto era extrañamente íntimo
Atsushi se rio nervioso, no sabía que decir, así que solo salió de la habitación. Él particularmente no era alguien que disfrutará de los privilegios de piel, solo a Kouyou y Chuuya permitía que esa intimidad surgiera, pero, era solo porque el detestaba que lo tocaran , podría decirse que estaba averiado para ser un cambiante, porque, en su raza el estar constantemente buscando el toque del otro era algo natural, claro, siempre y cuando se hubiera otorgado el derecho a tocar… Aun así, era la primera vez que veía a Chuuya olfatear en busca de consuelo.
Gracias por leer 😊 me dió sueñito, mañana subo el otro cap 👉🏻❤️