Leyendo: "Harry Potter, una h...

By Mitologia_13

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Obviamente, se leerá la historia de Harry Potter en el pasado con las tres generaciones, pero será diferente... More

1. Volviendo al pasado (Parte 1)
2. Volviendo al Pasado (Parte 2)
3. La mágica verdad.
4. Hogwarts.
5. Fortaleciendo nuestra amistad.
6. Halloween.
7. Quidditch.
8. Navidad.
9. Nicolas Flamel.
10. Norberto, el ridgeback noruego.
11. El bosque prohibido.
12. A través de la trampilla.
13. El hombre de las dos caras.
14. Gryffindor
15.Obligaciones en vacaciones.
16. Cumpleaños en la madriguera.
17. Borgin y Burken. (Parte 1)
18. Borgin y Burken (Parte 2)
19. De regreso a Howgarts (Parte 1)
20. De Regreso a Hogawrts (Parte 2)
21. Los "sangre sucia" y una voz misteriosa. (Parte 1)
22. Los sangre sucia y la voz misteriosa (parte 2)
23. El cumpleaños de Muerte (parte 1)
24. El cumpleaños de Muerte (parte 2)
25. Inscripciones en la pared (parte 1)
26. Inscripciones en la pared (parte 2)
27. Una blugger loca (Parte 1)
28. Una blugger loca (parte 2)
29. El club de duelo (parte 1)
30. El club del duelo (parte 2)
31. Poción Multijugos.
32. El diario secreto (parte 1)
33. El diario secreto (parte 2)
34. Cornelius Fudges (Parte 1)
35. Cornelius Fudges (Parte 2)
36. Aragog (parte 1)
37. Aragog (parte 2)
38.La cámara secreta (parte 1)
39. La cámara secreta (parte 2)
40. El Heredero de Slytherin. (Parte 1)
41. El Heredero de Slytherin. (Parte 2)
42. La recompensa de Dobby.
43. 1G vs 2G
44. Black.
45. El reencuentro.
46. Dementor (parte 1)
47. Dementor (parte 2)
48.Pozos de té y garras de hipogrifo.(Parte 1)
49. Pozos de té y garras de hipogrifo. (Parte 2)
50. El Boggart.
.51 La huida de la Señora Gorda.
.52 La derrota.
53. El Mapa de Merodeador.
.54 Sorpresa en Navidad.
.55 Patronus.
56. Gryffindor contra Ravenclaw
57. El rencor de Snape.(parte 1)
58. El rencor de Snape (parte 2)
59. La final de Quidditch.
60. La profecía de la Profesora Trelawney.
61. El perro, el gato y la rata.
62.Lunático, Colagusano, Canuto y Cornamenta.
63. El Vasallo de Voldemort.
64. El beso del dementor.
65. El secreto de Hermione.
66. Más lechuzas mensajeras.
67. Último día.
.68. Disciplina mental.
.69. El traslador.
.70. Bagman y Crouch.
.71. Los Mundiales de quidditch.
.72. La marca tenebrosa.
.73. Alboroto en el Ministerio.
.74.El expreso a Hogwarts.
.75. El torneo de los tres magos.
.76. Ojoloco Moody.
.77. Maldiciones imperdonables.
.78.Beauxbatons y Durmstrang.
.79.El Cáliz de fuego.
.80. Los cinco campeones.
.81. La comprobación de las varitas.
.82. El colacuerno húngaro.
.83. La primera prueba.
.84.El Frente de Liberación de los Elfos Domésticos.
85. Una prueba inesperda.
86. El baile de Navidad.
87. La primicia de Rita Steeker.
88. El huevo.
.89. La Segunda prueba.
.90. El regreso de Canuto.
.91. La locura del Señor Crouch.
.92. El Sueño.
.93. El pensadero.
.94. La tercera prueba.
.96. Los Mortifagos.
.97. Priori Incantatem
.98. El suero de la verdad.
.99. Caminos separados.
.100. El comienzo.
SEGUNDA PARTE.

.95. Hueso, carne y sangre.

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By Mitologia_13

- Escuchen, de ahora en adelante todo irá empeorando y lo mejor es que ninguno de nuestros padres o hijos lean lo que está por venir - les digo a todos sintiendo una gran presión.

- De acuerdo mamá - me dice Al - Sabemos que estás preocupada y no vamos a empeorar tu ánimo.

- Yo lo leeré Hannah - me dice Charlie y Herms le pasa el libro - "Hueso, carne y sangre".

- No es literal, ¿o sí? - nos pregunta Sirius.

- Lo es - le afirma Harry - Fue un suceso que aún está marcado en nuestras vidas.

Papá solo me mira preocupado y no soy capaz de regalarle una sonrisa para tranquilizarlo porque no estaría siendo honesta con él.

Sentí que mis pies daban contra el suelo. La pierna herida de Harry flaqueó, y cayó de bruces. La mano, por fin, soltamos la Copa de los tres magos.

—¿Dónde estamos? — preguntó.

Cedric sacudió la cabeza. Se levantó, me ayudó a poner en pie a Harry, y
los tres miramos en torno.

Habíamos abandonado los terrenos de Hogwarts. Era evidente que habíamos viajado muchos kilómetros, porque ni siquiera se veían las montañas que rodeaban el castillo. Nos hallabamos en el cementerio oscuro y descuidado de una pequeña iglesia, cuya silueta se podía ver tras un tejo grande que tenían a la derecha. A la izquierda se alzaba una colina. En la ladera de aquella colina se distinguía apenas la silueta de una casa antigua y magnífica.

- Cayeron directo en la trampa - nos dice Reg con un tono amargo.

- En la cual tuve que haber ido sólo - le dice Harry y lo miro molesta - Sabes que es cierto Hannah, Cedric y tú hubiesen estado a salvo.

- Recuerdo cual fue uno de los motivos que te hizo escapar - le digo en cambio.

- Que tú no te irías sin mí - me responde antes de besar mi frente.

Cedric miró la Copa y luego a Harry.

—¿Les dijo alguien que la Copa fuera un traslador? — preguntó.

—Nadie — respondió Harry, mirando el cementerio. El silencio era total y algo inquietante — ¿Será esto parte de la prueba?

—Ni idea — dijo Cedric. Parecía nervioso — ¿No deberíamos sacar la varita?

—Sí — asintió Harry, contento de que Cedric se hubiera anticipado a
sugerirlo.

- Tengo un mal presentimiento - les dije a ambos y al parecer compartíamos el sentimientos.

Harry seguía observando a su alrededor. Teníamos otra vez la
extraña sensación de que los vigilaban.

—Alguien viene — dijo de pronto.

- ¿Por qué no corrieron? - nos pregunta Scorp.

- Por si era el último obstáculo, lo enfrentariamos y volveríamos al colegio - le responde Cedric.

- Fuimos muy ingenuos de que tres contra uno y medio íbamos a poder ganar -  agrega Harry.

- Hemos hablado esto mil veces, no sabíamos que era una trampa y no es tu culpa - le repito - O en todo caso compartimos la carga.

Escudriñando en la oscuridad, vislumbramos una figura que se acercaba caminando derecho hacia nosotros por entre las tumbas. No podía distinguirle la cara; pero, por la forma en que andaba y la postura de los brazos, pensé que llevaba algo en ellos. Quienquiera que fuera, era de pequeña estatura, y llevaba sobre la cabeza una capa con capucha que le ocultaba el rostro. La distancia entre nosotros se acortaba a cada paso, permitiéndonos ver que lo que llevaba el encapuchado parecía un bebé... ¿o era simplemente una túnica arrebujada?

Harry bajó un poco la varita y echó una ojeada a Cedric. Éste le devolvió una mirada de desconcierto, pero algo en mi interior me gritaba que mantuviera mi varita en alto.

- Eso me alivia mi demasiado - me dice papá.

- Hasta que no nos dijeran que había acabado, iba a mantener mi varita en alto - le respondo - Godric siempre me ha repetido que ante peligros desconocido hay que mantener la guardia en alto.

- Y me he asegurado que lo tengas grabado en tu mente - me dice él.

Uno y otro volvieron a observar al que se acercaba, que al fin se detuvo junto a una enorme lápida vertical de mármol, a dos metros de nosotros. Durante un segundo, Harry, Cedric y el hombrecillo no hicieron otra cosa que mirarse.

Y entonces, sin previo aviso, la cicatriz empezó a dolerle. Fue un dolor más fuerte que ningún otro que hubiera sentido en toda su vida. Al llevarse las manos a la cara la varita se le resbaló de los dedos. Se le doblaron las rodillas.

- ¡¿La cosa que cargaba era Voldemort?! - exclama Lily y asusta al bebé.

- Sí, era la primera vez en trece años que volvía a estar al frente suyo sin tener que usar otro cuerpo o un recuerdo - les explica mientras que enderaza al bebé para que apoye su carita en su hombro y palmea su espalda para calmarlo - Fue por eso que el dolor fue tan intenso, en nuestros siguientes encuentros podía lidiar con el dolor.

- Suena tan irreal...

- No importa como suene, lo que si importa es que está muerto - interrumpe Harry a su padre - Y vamos encargarnos de él una vez más.

Cayó al suelo y se quedó sin poder ver nada, pensando que la cabeza le iba a estallar.

Desde lo lejos, por encima de su cabeza, oyó una voz fría y aguda que decía:

—Mata al otro.

Entonces escuché un silbido y una segunda voz, que gritó al aire de la
noche estas palabras:

—¡Avada Kedavra!

- ¡Protego Vita!

El silencio es abrupto y veo como intentan digerir lo que acaban de escuchar.

- ¿Usaron la maldición asesina en ti? - le pregunta Remus y Cedric solo asiente - ¿Y cómo es que...?

- ¿Que sigo vivo? - le dice en cambio él - Hannah, ella me salvó.

- Los libros de Godric tienen más de mil años de hechizos antiguos y poderosos - les explico antes de que me pregunten - No iba a quedarme mirando como lo asesinaban, menos si podía evitarlo.

- Y estoy eternamente agradecido por eso, pero también casi costó tu propia vida - me dice Cedric.

- Es una suerte que haya salido bien entonces.

Ambos hechizos chocaron en el cuerpo de Cedric, que cayó con fuerza en el suelo. Sin pensarlo dos veces me arroje sobre él, su pulso apenas se sentía y mi energía no duraría demasiado. Creé un gran escudo sobre nosotros, pero no alcanzaba para cubrir a Harry, tenía que pensar en algo rápido. El hechizo que utilicé en Cedric, es uno antiguo el cual Godric me advirtió que no usara porque formaba un vínculo. En ese momento Cedric comenzaba a sanar a base de mi energía hasta que pudiera usar mi varita para despertarlo y que usé la poción que le di a mi madre, el problema era que necesitaba la energía para mantener el escudo o poder pelear.

- Jamás había escuchado algo similar - comenta Moody.

- Nadie en mil años lo había intentado, los que lo hicieron en esa época... quedaban muy débiles y sólo vivían por un par de años más o ambos morían - les explica - Hannah fue la primera en mil años en intentarlo y conseguirlo con éxito. Tanto ella como Cedric peleaban por seguir viviendo... aunque ella si llevó su magia a un punto límite.

- Pero me recuperé - les digo a mi familia - Y Cedric sigue vivo.

- Habrás sentido mucha impotencia al no poder ayudar a Harry - me dice Luna.

- Hervia de frustración y recién empezaba todo - le respondo.

Harry miró la cara de Cedric, sus ojos abiertos, inexpresivos como las ventanas de una casa abandonada, su boca medio abierta, que parecía expresar sorpresa. Miró mi cara e intenté transmitirle que él seguía con vida, pero teníamos que pensar en algo pronto. Y entonces, antes de que su mente hubiera aceptado lo que veía, antes de que pudiera sentir otra cosa que aturdimiento e incredulidad, alguien lo levantó.

El hombrecillo de la capa había posado su lío de ropa y, con la varita encendida, arrastraba a Harry hacia la lápida de mármol. A la luz de la varita, vi el nombre inscrito en la lápida antes de ser arrojado contra ella:

TOM RYDDLE

El hombre de la capa hizo aparecer por arte de magia unas cuerdas que sujetaron firmemente a Harry, atándolo a la lápida desde el cuello a los tobillos.

Harry podía oír el sonido de una respiración rápida y superficial que provenía de dentro de la capucha. Forcejeó, y el hombre lo golpeó: lo golpeó con una mano a la que le faltaba un dedo, y entonces Harry comprendió quién se ocultaba bajo la capucha: Colagusano.

- ¡Lo voy a matar!

- ¡Inmobilus!

Congelo a los cuatro Merodeadores que miran serios.

- No van a ensuciar sus manos, no voy a permitirlo - les digo antes de sacarles el hechizo.

- ¿Lo dices en serio? - me dice James muy molesto - Después de todo lo que nos hizo.

- Pago con su vida sus errores - le responde Harry igual de firme que yo - Este Colagusano no ha hecho nada y no lo hará.

- Escuchen a sus hijos - les dice mi abuelo - Ellos tienen la experiencia para saber lo que dicen.

—¡Tú! —dijo jadeando.

Pero Colagusano, que había terminado de sujetarlo, no contestó: estaba demasiado ocupado comprobando la firmeza de las cuerdas, y sus dedos temblaban incontrolablemente hurgando en los nudos. Cuando estuvo seguro de que Harry había quedado tan firmemente atado a la lápida que no podía moverse ni un centímetro, Colagusano sacó de la capa una tira larga de tela negra y se la metió a Harry en la boca. Luego, sin decir una palabra, le dio la espalda y se marchó a toda prisa. Harry no podía decir nada, ni podía ver adónde había ido Colagusano. No podía volver la cabeza para mirar al otro lado de la lápida: sólo podía ver lo que había justo delante de él.

Nos miramos por un momento y me hizo un gesto para que mirará detrás de mí. Un poco más allá, brillando a la luz de las estrellas, estaba la Copa de los tres magos.

- ¿Era una sugerencia para que tomará la Copa y se fuera? - le pregunta mi mamá un poco pálida.

- Sí...

- En verdad te habrás golpeado la cabeza para creer que me iría y que encima me llevaría tu única forma de escape - lo interrumpo.

- Harry, sé que lo hiciste para protegerla, pero en verdad agradezco que Hannah no te dejara atrás - le dice Lily.

- Íbamos a salir los tres de allí con vida.

La varita de Harry se encontraba en el suelo, a sus pies. El lío de ropa que había pensado que sería un bebé se hallaba cerca de él, junto a la sepultura.

Se agitaba de manera inquietante. Harry lo miró, y la cicatriz le volvió a doler... y de pronto comprendió que no quería ver lo que había dentro de aquella ropa... no quería que el lío se abriera...

Oí un ruido a sus pies. Bajó la mirada, y vi una serpiente gigante que se deslizaba por la hierba, rodeando la lápida a la que estaba atado. Volvió a oír, cada vez más fuerte, la respiración rápida y dificultosa de Colagusano, que
sonaba como si estuviera acarreando algo pesado. Entonces entró en nuestro campo de visión, lo vi empujando hasta la sepultura algo que parecía un caldero de piedra, aparentemente lleno de agua. Oí que salpicaba al suelo, y era más grande que ningún caldero que él hubiera utilizado nunca: era una especie de pila de piedra capaz de contener a un hombre adulto sentado.

- Al parecer irá muy a fondo con la magia oscura - comenta Dumbledore.

- Eso no es nada con lo que ya ha empezado hacer - le digo en cambio.

- Lo sabrán pronto y sabemos como lidiar con eso - les explica Harry.

La cosa que había dentro del lío de ropa, en el suelo, se agitaba con más persistencia, como si tratara de liberarse. En aquel momento, Colagusano hacía algo en el fondo del caldero con la varita. De repente brotaron bajo él unas llamas crepitantes. La serpiente se alejó reptando hasta adentrarse en la oscuridad.

El líquido que contenía el caldero parecía calentarse muy rápidamente. La superficie comenzó no sólo a borbotear, sino que también lanzaba chispas abrasadoras, como si estuviera ardiendo. El vapor se espesaba emborronando la silueta de Colagusano, que atendía el fuego. El lío de ropa empezó a agitarse más fuerte, y Harry volvió a oírla voz fría y aguda:

—¡Date prisa!

La entera superficie del agua relucía por las chispas. Parecía incrustada de brillantes.

—Ya está listo, amo.

—Ahora... —dijo la voz fría.

Colagusano abrió el lío de ropa, que parecía una túnica, revelando lo que había dentro, y Harry soltó un grito que fue ahogado por lo que Colagusano le había metido en la boca. Por un momento, escondí mi rostro en el hombro de Cedric.

Era como si Colagusano hubiera levantado una piedra y dejado a la vista algo oculto, horrendo y viscoso... pero cien veces peor de lo que se pueda decir. Lo que Colagusano había llevado con él tenía la forma de un niño agachado, pero Harry no había visto nunca nada menos parecido a un niño: no tenía pelo, y la piel era de aspecto escamoso, de un negro rojizo oscuro, como carne viva; los brazos y las piernas eran muy delgados y débiles; y la cara...

Ningún niño vivo tendría nunca una cara parecida a aquélla: era plana y como de serpiente, con ojos rojos brillantes.

- Por Dios, me impresión con sólo escuchar la descripción no me quiero imaginar lo que verlo en persona - nos dice mamá.

- Fue horrible, nunca esperaba ver algo así - le dice Harry.

- Se ganó ese aspecto al manchar su alma con todas esas muertes y la magia oscura - les explica Godric - Se alejaba de su humanidad y ese era el precio a pagar.

Parecía incapaz de valerse por sí mismo: levantó los brazos delgados, se los echó al cuello a Colagusano, y éste lo levantó. Al hacerlo se le cayó la capucha, y percibí, a la luz de la fogata, una expresión de asco en el pálido rostro de Colagusano mientras lo llevaba hasta el borde del caldero.

Luego vi, por un momento, el rostro plano y malvado iluminado por las chispas que saltaban de la superficie de la poción, y oyó el golpe sordo del frágil cuerpo contra el fondo del caldero.

«Que se ahogue — pensé mientras miraba a Harry e intentaba pensar en un plan —. Por favor... que se ahogue...»

- Pensaba en lo mismo - me dice Harry.

- Habría genial que eso pasara - comenta Cedric.

- Sí, pero nunca tenemos ese tipo de suerte - les digo a ellos.

Colagusano habló. La voz le salió temblorosa, y parecía aterrorizado.

Levantó la varita, cerró los ojos y habló a la noche:

—¡Hueso del padre, otorgado sin saberlo, renovarás a tu hijo!

La superficie de la sepultura se resquebrajó a los pies de Harry.
Horrorizada, vi que salía de debajo un fino chorro de polvo y caía suavemente en el caldero. La superficie diamantina del agua se agitó y lanzó un chisporroteo; arrojó chispas en todas direcciones, y se volvió de un azul vivido de aspecto ponzoñoso.

En aquel momento, Colagusano estaba lloriqueando. Sacó del interior de su túnica una daga plateada, brillante, larga y de hoja delgada. La voz se le quebraba en sollozos de espanto.

—¡Carne... del vasallo... voluntariamente ofrecida... revivirás a tu señor!

- Eso es muy retorcido - nos dice Sirius con cara de asco.

- Pero mejor él que ustedes - agrega Remus.

- No sé que me detuvo de no desmayarme en ese momento - les digo - Toda esa sangre...

- Tu sentido de supervivencia fue lo que te mantuvo despierta - me dice Teddy - Eres una mujer ruda mamá Hann.

- Gracias cariño.

Extendió su mano derecha, la mano a la que le faltaba un dedo. Agarró la daga muy fuerte con la mano izquierda, y la levantó.

Comprendí lo que iba a hacer tan sólo un segundo antes de que ocurriera. Cerré los ojos con todas sus fuerzas, pero no pude taparme los oídos para evitar oír el grito que perforó la noche y que atravesó a Harry como si él también hubiera sido acuchillado con la daga. Oí un golpe contra el suelo, oí los jadeos de angustia, y luego el ruido de una salpicadura que me dio asco, como de algo que caía dentro del caldero. No me atrevía a mirar, pero la poción se había vuelto de un rojo ardiente, y producía una luz que traspasaba mis párpados.

Colagusano sollozaba y gemía de dolor. Hasta que notó en la cara su
agitada respiración, no me di cuenta de que se encontraba justo delante de Harry.

—Sa... sangre del enemigo... tomada por la fuerza... resucitarás al que
odias.

- ¡Déjalo en paz imbécil! - le grité enojada.

- Sigo creyendo que se merece una golpiza - comenta James.

- Concuerdo con él - agrega Lily.

- Este Colagusano no vale la pena y eso no va a suceder - les dice Harry.

- Como futuro padre, al igual que nosotros, deberías ser más comprensivo - le dice James.

- Con Hannah hemos eliminado todas las posible amenazas para ellos y quien se atreva hacerle daño se arrepentiria el resto de su vida - le responde Harry - Nuestra meta es eliminar las amenazas desde ahora y sacando a Voldemort del juego, el resto se disolverá.

Harry no pudo hacer nada para evitarlo, tan firmemente estaba atado.

Mirando hacia abajo de soslayo, forcejeando inútilmente con las cuerdas que lo sujetaban a la lápida, vi la brillante daga plateada, temblando en la mano que le quedaba a Colagusano. Vi la punta penetrar en el pliegue del codo del brazo derecho, y la sangre escurriendo por la manga de la rasgada túnica.

Colagusano, sin dejar de jadear de dolor, se hurgó en el bolsillo en busca de una redoma de cristal y la colocó bajo el corte que le había hecho a Harry de forma que entrara dentro un hilillo de sangre.

Tambaleándose, llevó la sangre de Harry hasta el caldero y la vertió en su interior. Al instante el liquido adquirió un color blanco cegador. Habiendo concluido el trabajo, Colagusano cayó de rodillas al lado del caldero; luego se desplomó de lado y quedó tendido en la hierba, agarrándose el muñón ensangrentado, sollozando y dando gritos ahogados...

El caldero hervía a borbotones, salpicando en todas direcciones chispas de un brillo tan cegador que todo lo demás parecía de una negrura aterciopelada.

Nada sucedió...

«Que se haya ahogado — pensé Harry —, que haya salido mal...»

Y entonces, de repente, se extinguieron las chispas que saltaban del caldero. Una enorme cantidad de vapor blanco surgió formando nubes espesas y lo envolvió todo, de forma que no pudo ver ni a Colagusano ni a Cedric ni ninguna otra cosa aparte del vapor suspendido en el aire.

«Ha ido mal — pensó —. Se ha ahogado... Por favor... por favor, que esté muerto...»

Pero entonces, a través de la niebla, vi, aterrorizada, que del interior del caldero se levantaba lentamente la oscura silueta de un hombre, alto y delgado como un esqueleto.

- ¿Así sería su regreso del todo? - nos pregunta Leo.

- Sí, voy tan poderoso como es ahora o aún más - le respondo, no hay necesidad que se lo oculte.

- Hannah...

- Papá, esa noche recién comenzaba y vas a tener que tomar todo con calma - lo interrumpo - Al igual que mamá y mis padrinos.

— Vísteme — dijo por entre el vapor la voz fría y aguda, y Colagusano, sollozando y gimiendo, sin dejar de agarrarse el brazo mutilado, alcanzó con dificultad la túnica negra del suelo, se puso en pie, se acercó a su señor y se la colocó por encima con una sola mano.

El hombre delgado salió del caldero, mirando a Harry fijamente... y Harry contempló el rostro que había nutrido sus pesadillas durante los últimos tres años. Más blanco que una calavera, con ojos de un rojo amoratado, y la nariz tan aplastada como la de una serpiente, con pequeñas rajas en ella en vez de orificios.

Lord Voldemort había vuelto.


N/A: Quise subir tres, pero no alcancé con el tiempo porque tengo unos pendientes por hacer, pero actualizaré muy pronto.

Gracias por leer.😘❤😄

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