El problema con las personas que rompen tus patrones no son ellos, sino tú y el miedo a no saber cómo terminará una película que jamás viste.
Hay gente que no puede ver dos veces la misma. Dicen que sin el efecto sorpresa, ya no lo vale, o tal vez en el fondo no quieren volver a verla por temor a no sentir la misma magia de la primera vez.
Otros prefieren ver siempre lo mismo. Saber qué sucederá los alivia, y repetir una y otra vez el mismo sentimiento los llena lo suficiente.
Sin embargo, creo que hay un punto intermedio, y ese estoy buscando.
Quiero ver nuevas películas, pero también sentir la dulce familiaridad de las viejas.
Chase parece una película que está de estreno en el cine, pero ¿y si al final no es tan distinta a las que ya vi? ¿Y si tiene un póster engañoso?
¿Si esa entrada no vale el precio a pagar? Es decir, seguro que lo valdrá para alguien más porque hay películas para todos los gustos, pero puede que no sea para mí.