Título: Sobreviviendo En El Harén.
Los personajes de Naruto no me pertenecen, son de Masashi K.
— Diálogos —
«Pensamientos»
"Escena del pasado/Narración de un PJ"
(...) cambio de lugar, tiempo o escena.
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Capítulo Ocho.
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Podría decirse que su seguridad estaba garantizada. Itachi cumplió con su palabra y mandó a protegerla, junto con el médico imperial de confianza que anunció su condición con retraso.
Todo lo que fuese comestible para ella era revisado con agujas de plata y los sirvientes comían alguna porción para revisar si algo contenía algún veneno. Aunque eso no importaba, porque ahora su nariz era lo suficiente buena para saber cuando algo no estaba bien.
No iba a permitir que le hicieran daño a su hijo. Ya no.
Y aunque no tenía ya la libertad de antes, como salir a caminar a los jardines imperiales o preparar cosas por ella misma, se encontraba feliz. Incluso había desarrollado un interés en el bordado y costura.
— Ya quiero conocerte. —Murmuró con suavidad mientras sus dedos danzaban con laa agujas e hilos. Su vientre estaba más abultado y podía sentir los movimientos del bebé en ella.
El tiempo con Itachi disminuyó, ya que había indicios de guerra con el país vecino. Tenían que prepararse para lo peor y aunque éste quisiera pedirle concejos, no deseaba perjudicarla en su estado. No obstante, ya lo estaba. Su fecha de parto estaba cerca y también la del WangFei.
El plan hasta el momento era que intentara resistir con su energía interna junto con ayuda de acupuntura en sus meridianos. De esa manera podrían retrazar el nacimiento de su hijo mientras el de la princesa seguía su curso.
Bastante injusto, pero no había nada que pudiera hacer. Solo debía resistor dos veces más y sin importar lo doloroso que fuese y peligroso para ella, haría todo lo posible por Itachi y el bebé en su vientre.
Esperaba poder pasar ese tiempo en paz, pero a veces surgían intentos de asesinato y envenenamiento. Alguien en el palacio la quería muerta a ella, a su hijo o ambos.
Lamentablemente no tenía talento marcial ni era buena en defensa. Una mujer solo debía aprender las cuatro arte: Qín, Qí, Shú y Huà.
Solo una hembra talentosa y prodigio podía dedicarse a otras áreas como las artes marciales, médicas o venenosas. Ella no lo era, pero le gustó estudiar algo de medicina y veneno como pasatiempo, además de que deseaba ser un poco de utilidad para su esposo.
Ahora Hinata solo tenía el deseo de él bebé que yacía creciendo en su interior, fuese alguien sano y con mucho talento, al igual que su padre. No importaba sí era niño o niña, pero que lograra demostrar su valor y jamás fuese lastimado. Poco le importaba sí no era el heredero de Itachi, pues para ella era suficiente el tener un techo, comida y una amorosa, sana y prospera familia.
Algo como lo que siempre deseó con Neji, pero más realista. Al fin y al cabo ya no era una niña como para soñar y desear un cuento de hadas.
...
— ¡El WangFei entró en labor de parto! —Exclamó una sirvienta y la mejor partera del país y médicos de la familia imperial entraron a proceder.
El palacio de la princesa se volvió bastante movido y concurrido. Incluso habían aparecido monjes y predijeron que el aún no nato sería un barón.
Incluso la emperatriz estaba en la espera de la noticia de que ambos lograsen sobrevivir tal momento.
— Solo un poco más, princesa. —Alentó la partera y la rubia estaba más roja que una ciruela. Su rostro estaba pintado de aquel rojizo color y el sodor inundaba cada rincón de su cuerpo.
Era demasiado doloso el dar a luz.
— Donde... ¿Dónde está su majestad? —Preguntó refiriéndose a su esposo. Deseaba que el azabache estuviese presente para ella y el nacimiento de su primogénito.
La sirvienta dudó en decirlo pero la mirada asesina de la blonda le dio una clara advertencia. Sí no hablaba, debía olvidarse de seguir con vida.— Su.. Su majestad, el príncipe heredero se encuentra con la consorte digna.. —Mordió su labio y tras el grito de la princesa, por la contracción, prosiguió.— La consorte digna también entró en labor de parto. —Informó con una aflijida expresión.
Mië sin duda había sido la primera en entrar, pero tenía horas en el proceso.
Saber que aquella mujer tambien lo estaba, le enfureció. ¿También ese momento quería quitarle?
— Por favor de su mejor esfuerzo, princesa... Su hijo debe ser el primero en nacer. —Apoyó la nana de la rubia. Tenía que concentrarse en ese momento y sí se seguían retrasando, el hijo de aquella humilde consorte sería el primer en la sucesión.
Esas palabras, además de su furia interna, fueron suficientes para que su llama interior aumemtara y pudiese concluir el nacimiento del bebé. Se esforzó lo mejor que pudo y cuando el llanto del infante inundó la habitación junto con la noticia de su género, se dejó caer con complacencia en su cama.
— ¡Es un varón! —Exclamó la partera, anunciando a todos los espectadores.— Ha nacido el primogénito varón del príncipe heredero.
Escuchar aquello solo logró colocar una sonrisa de satisfacción en los delgados y pálidos labios de la ninfa dorada. Había tenido un niño y nació primero que el de la Hyuga.
Había ganado.
— ¿Cuál será su nombre? —Preguntó la partera al entregarle el niño envuelto en finas telas.
Y a pesar de tenerlo en brazos, no sentía nada especial. Solo se encontraba feliz de haber obtenido lo que quería. Ahora le sería imposible a aquella mujer avanzar más.
— Dejaré qué su padre: el príncipe heredero, decida en cuanto lo vea. —Comentó con debilidad. Ya que la noticia había sido dada, suponía que no faltaba mucho para que Itachi regresara a su lado para verla a ella y por supuesto, a su primer hijo.
Se encargaría de arrebatarle todo lo posible a Hinata, así como ella se lo quitaba.
— Es una sabía decisión, su alteza. —Confirmó la nana.— Por favor descanse. Llevaremos al pequeño príncipe con un nodriza para que le alimente..
Por supuesto, ella no deseaba pasar por eso de amamantar ni preocuparse por ello. Una criandera sería la que se encargaría del cuidado y alimentación del príncipe.— Avisadme cuando su majestad se encuentre aquí. —Pidió.
— Si, princesa.
...
Un mes era demasiado. Habían intentado posponer el parto lo más posible y ahora se había vuelto irrealizable. La fuente se había roto e intentaron llevar todo de la manera más discreta y silenciosa posible.
La noticia de que el WagFei estaba también en dicho estado se esparció por todo el palacio, ciudad y capital. Solo tenía que resistir un poco más, sin embargo, era demasiado difícil.
En cuanto le informaron a Itachi, éste acudió de inmediato a su lado y le dio demasiado apoyo. La noticia de que el hijo de Mië y suyo no llegaba y se encontraba aún más preocupado por la condición de Hinata.
— Señor, no podemos posponerlo más. La vida del niño estará en peligro junto con el de su mujer. —Informó el mejor médico bajo su poder. El pulso de Hinata estaba disminuyendo y en consecuencia, también el del bebé.
Sin pensarlo más, Itachi dio órdenes.— El niño nacerá ahora, éste niño o niña será mi primogénito pero, ese secreto se llevará a la tumba por todos los aquí presentes. Aquel que se atreva a revelar tal secreto imperial, será asesinado junto con cuatro generaciones familiares. —Exclamó.
— ¡Si, su majestad! —Respondieron todos al unísono.
Sabían en lo que se habían metido y aquella amenaza no sólo era eso, pues varias veces se llegó a escuchar de exterminios de clanes por parte de la realeza.
— Usted puede, su señoría. —Alentó el médico a la de ojos luna.
Hinata hizo hasta lo imposible hasta que se sintió desfallecer. Estaba más que exhausta y al finalizar su último esfuerzo, escuchó aquel sonido que aparecía incluso en sus sueños. Su bebé había nacido.
— Felicidades a su alteza el príncipe heredero y a la consorte digna. El primogénito imperial es un varón. —Anunció el doctor, entregándole el niño al Uchiha.
Seguido de ello, todos se arrodillado ante los tres.
— ¡Larga vida al príncipe heredero, el próximo sol del imperio. Larga vida al primogénito, el pequeño príncipe y larga vida a la consorte digna! Que miles de bendiciones llenen sus días y su vida dure miles de años con prosperidad. —Todos dieron su saludo con respeto. Algo que solo sería pronunciado en ese momento, pues sólo los que se encontraban en dicha escena sabían la verdad.
Al finalizar el respetable saludo, la noticia del nacimiento del hijo del WangFei llegó a ellos.
Itachi le entregó el niño a Hinata y dejó un pequeño beso en la húmeda frente de su mujer.— El nombre de nuestro hijo será Ikki. Significa “El único que brilla”. Por que él es nuestro más brillante acto, resplandecerá más que nadie y será el más importante. —Le informó con suavidad. Ella estaba muy cansada pero aún se mantenía. Hinata era tan fuerte y eso era algo que amaba.
— Gracias.. —Murmuró con un tono ronco. Itachi les mantuvo a salvo, estuvo a su lado en el nacimiento de su hijo e incluso pensó y le otorgó un nombre. Tener tanto le hizo llorar.
— Mandaré a una nodriza para que descanses. —Dijo, pero ella negó. Deseaba amamantar y criar a su hijo por ella misma así como su madre lo hizo con ella e Itachi no pudo oponerse a su deseo.— Entiendo. —Besó por último sus labios y recobró su compostura.— En cuanto me retire, anuncien que el hijo de la consorte digna: el segundo príncipe, acaba de nacer. Tengo que ir al palacio principal, así que están a cargo de la comodidad y bienestar de los dos.
Todos aceptaron con gusto la orden y se dispusieron a dar la noticia, limpiar y ayudar a Hinata.
Cuándo Itachi llegó a su nuevo destino estaba cansado y na sirvienta bajo el poder de Mië llegó y le anunció lo que ya sabía.— Su alteza, ha nacido bien su primogénito y la princesa pidió su llegada para nombrar al pequeño príncipe. —La mirada del Uchiha se volvió fría y peligrosa. La moza tenía la mirada abajo, pero podría sentir el terror que le ocasionaba su presencia.
— Iré después de tomar un baño. El nombre del mi primogénito será “Ichirō” ya que es mi primer hijo. —Aquello era pura ironía para él, ya que sabía que el verdadero dueño de dicho título era el hijo de Hinata.— Mañana se dará el decreto real. Si no hay nada más... —Aquella pausa fue para advertirle que se fuera lo más rápido posible antes de que su vida peligrara. La mujer entendió.
— Entiendo, su al-alteza. Me retiro. —Anunció al huir e ir a informarle a la princesa.
...
...
Continuará.
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Que ando con todo. Nunca había actualizado tan seguido (?) pero es que deseo tanto terminar el primer arco y por supuesto ver sus reacciones.
Amo sus comentarios, en serio, me sacan una que otra risa.
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Glosario
Energía interna: Eso sería similar al chrakra.
Las cuatro artes Qín, Qí, Shú y Huà: Los cuatro artes tradicionales de China, consistían en cuatro artes que un escolar tenía que aprender desde la dinastía Han en adelante. Estas artes eran: qín (琴 arte musical), qí (棋 arte del juego), shū (书 arte de la caligrafía) y huà (画 arte del dibujo).
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Gracias por leer y sus hermosos comentarios.
Pregunta Random: ¿Alguien tiene TikTok?
Nos vemos en la próxima actualización, que espero que sea más tarde o mañana.
— Akira D. Water Trafalgar.