Rojo cual pecado (Blossick)

Oleh UFOnarue

29.2K 1.4K 401

Cada uno de ellos ya tenía una vida, alguien con quien compartirla y el fruto de un amor real a la vista de t... Lebih Banyak

Capítulo I
Capítulo II
Capítulo III
Capítulo IV
Capítulo V
Capítulo VI
Capítulo VII
Capítulo VIII
Capítulo IX
Capítulo X
Capítulo XI
Capítulo XII
Capítulo XIII
Capítulo XIV
Capítulo XVI
Capítulo XVII
Capítulo XVIII
Capítulo XIX
Capítulo XX
Capítulo XXI.

Capítulo XV

1K 56 11
Oleh UFOnarue

¡Muchas gracias a la gente que deja comentarios y sigue la historia!

Disclaimer: The PowerPuff Girls o cualquier personaje de esta historia no son de mi propiedad.

Capítulo 15. Suite

—¡Maldita sea, Brick! —se tiró sobre su pecho el cual antes acaricia, proporcionando puñetazos que al hombre no le dolían ni lo más mínimo. Blossom gritaba su nombre una y otra vez, claramente enojada mientras pequeñas lágrimas bajaban por sus sonrosadas mejillas. Brick no hablaba ni reaccionaba, seguía en la misma postura con los ojos en el cielo.

Blossom alzó la cara mirándolo directamente, con las lágrimas corriendo más abundantes.

—¿Quién te crees que soy? ¡Responde! ¿¡Piensas que, si te viera como un juego, así como tu dices, sería yo capaz de estar aquí, contigo!? Siéndole infiel a mi marido, en una playa de madrugada, desnuda y después de hacer el amor, sin pensar en las consecuencias de mis acciones... Crees que yo... ¿¡Sería capaz de algo así!? ¡YO, Blossom Utonium! —tomó un largo suspiro, intentando tranquilizar y ordenar mejor sus pensamientos, se secó las lágrimas y continuó más relajada, pero con un deje de voz que sonaba como una decepción demasiado dolorosa. —Pensaba que me conocías mejor... Actúo y pienso en ti en contra de mi propia moral y creencias... en contra de la persona que siempre creí ser y en contra de lo que siempre he defendido... y todo por ti ¡estúpido! Y-y me dices... que estoy jugando. —volvió a dejarse caer a su lado en la arena. Ahora Brick finalmente la miraba atentamente, como si estuviera descubriendo alguna clase de secreto que deseaba escuchar desde siempre. —Debería levantarme e irme y dejarte... debería haberte dejado hace mucho tiempo y aun así... aun así... —esta vez el rio de lágrimas fue tan rápido e inesperado que no se dio cuenta que en ningún momento dejó de llorar.

Inesperadamente Brick la abrazó, escondiendo su rostro en el cuello de ella. No podía, no podía seguir enfadado, no podía si quiera sentir tristeza. No quiso admitirlo, pero desde el momento que la vio salir por esa puerta, andando hacía él, pareció haber olvidado todo lo ocurrido. Pero aún así su orgullo era más fuerte y el daño ya estaba hecho. La amaba demasiado pero su inseguridad por que algún día decidiera dejarlo a un lado después de todo lo que había conseguido junto a ella, le alteraba hasta el más pequeño nervio del cuerpo. Si la perdía nuevamente, no quería saber lo que sería de él.

—Perdón, perdón, perdón. —repetía sin parar, apretándola a él, con miedo de que de verdad se levantara y se fuera, dejándolo solo nuevamente con sus demonios. —No te vayas... perdóname, no te vayas nunca.

Blossom se quedaba callada, pensativa. Aunque realmente no tenía nada que pensar. Se apartó un poco, levantando el rostro de Brick. Se impactó un poco al ver sus ojos suplicantes, lo que antes nunca había visto.

—Tienes que ser sincero conmigo, Brick ¿de acuerdo? Por favor, piensa antes de actuar. Habla conmigo, no te dejes llevar por tus instintos cuando estés enfadado. Yo necesito que controles tu ira, que seas capaz de confiar en mí y no dañarme de esta manera para después arrepentirte...

El pelirrojo asintió cual niño regañado, brindó una mano a su amante para que ambos quedaran sentados, sin apartar la mirada del otro ni un solo instante. En ese momento Brick le explicó lo ocurrido el otro día, la llamada y como no pudo contenerse e irla a buscar a su apartamento. Blossom le regañó por esto último, pero igualmente se avergonzó conforme hablaba y quiso que la tierra la tragara. Brick lo contaba con algo de recelo, pero en ningún momento subió la voz o se alteró.

—Lo siento mucho, en serio. —se llevó las manos a la cara tapándose el intenso sonrojo, sin creer que hubiera podido cometer tal idiotez aún siendo sin quererlo. —Te juro que para nada fue planeado o algo por el estilo, no sé cómo pudo suceder, pero yo no soy capaz de algo como eso Brick. —no podía abrir los ojos porque ahora mismo lo que más quería era huir y seguramente eso iba a suceder como lo viera directamente.

—Y te creo Blossom, pero en ese momento no razoné bien y me dejé llevar por los celos y la horrible sensación de que tú te burlabas de mi... y bueno, eso no quita el hecho de que me sigue poniendo celoso que alguien más te toque aparte de mí. —acarició la mejilla ardiente de su amor, intentando no tener más pensamientos negativos para no volverse destructivo.

—Este... bueno, si te sirve de algo te diré que, en todo momento, solo tú estabas en mi mente. Desde que me fui hasta el mismo instante que te volví a ver hoy. —dijo intentando salvar un poco la situación, aunque era lo que realmente había sucedido. Brick se lanzó a sus labios intentando que con ese beso ella comprendiera que estaba verdaderamente arrepentido de lo sucedido.

—Prométeme una cosa... —musitó la líder una vez el dulce besó terminó.

—Lo que tú quieras.

—Prométeme que vas a ser fuerte, si algún día yo no estoy contigo, que no te vas a derrumbar y vas a aprender a tener esa fuerza mental y sentimental que necesitas... Brick, escúchame. —ahuecó su rostro entre ambas manos para que el chico no pudiera apartar su mirada de ella en ningún momento. —Se que tu vida no ha sido fácil, que te ha faltado el amor que todos queremos y necesitamos... pero tienes que aprender a quererte a ti mismo, a no depender de mi amor. ¿Me lo prometes? ¿Me prometes que vas a seguir siendo fuerte como siempre? Yo te voy a ayudar a superar lo que sea, voy a estar a tu lado cuando me busques, pero yo quiero que tu seas capaz de seguir adelante.

—No me asustes, Blossom... qué quieres decir con esto.

—Quiero decir que antes de amarme a mí, te tienes que amar a ti. Ya intentaste acabar con tu vida una vez, cuando nos peleamos y te hablé horrible y créeme que me arrepiento de aquello. Pero desde entonces tengo este miedo de que, si algún día ocurriera algo malo, tu no seas capaz de superarlo porque eres dependiente de lo que yo siento por ti. Algún día tenía que decírtelo. Hoy más que nada me has demostrado que, efectivamente, no eres capaz de controlarte.

Brick tomó las manos de Blossom que aún estaban sujetando su cara, ella por un momento creyó que se iba a alejar y a gritarle o a actuar con esa soberbia que le caracterizaba siempre, pero sorprendentemente, no pasó. Acarició sus manos y cerró los ojos, como si intentara pensar para responder de la manera más sincera posible. Los abrió y sonrió con ternura y melancolía.

—Sí, te lo prometo. Seré fuerte por ti y por mí. Ahora que me siento feliz, lo ultimo que quiero es acabar con esto por mi estupidez.

Ambos se sonrieron mutuamente y volvieron a fundirse en un beso lleno de sentimientos.

—Cada día te quiero más. Me estoy enamorando de ti de verdad, Brick... Ahora siento que el tiempo que no paso a tu lado es como una tormentosa eternidad para mí.

Alargó esa sonrisa que se volvió sincera, tonta, cual enamorado empedernido. La abrazó con todas sus fuerzas, acariciando la larga cabellera de ella.

—No sabes lo feliz que me haces. —la besó con fuerza. Sus labios rosados eran como una droga para él. —Te amo con todo lo que soy, eres la única mujer en mi vida, jamás habrá alguien que se pueda comparar a ti.

Así se dejaron amar en la arena de aquella playa donde también pasaron esa primera noche, donde buscaron todo lo que les faltaba el uno en el otro. Hicieron el amor como si fuera la primera y la última vez, deseándose como siempre había sido.

*

El tiempo pasaba demasiado rápido para ellos. Se quedaron sentados en la arena mirando y disfrutando del suave sonido del oleaje, abrazados como si fueran uno solo.

—Dexter... él ¿cómo es contigo? ¿qué te hace sentir? —preguntó el muchacho de la gorra repentinamente, sorprendiendo un poco a la chica a su lado.

—No quiero que te compares con él ¿de acuerdo?

—No me malinterpretes, no me comparo con mi hermano... pero quiero saber qué te hace preferirme antes que a él. —sonrió algo burlón, justo como el Brick de siempre. Esto sacó una pequeña risa de la pelirroja.

—Que malo eres. —le dio un codazo que más bien provocó costillas en él. —Pues... yo diría que Dexter es demasiado dulce, sobreprotector y... básicamente es muy parecido a mí en la mayoría de cosas. En cambio, tú... pues eres un estúpido orangután sin cerebro.

—Muy graciosa, moñitos.

Blossom no aguantó una carcajada y él se cruzó de brazos sacándole la lengua. Le dio ternura su comportamiento aniñado. Apoyó su cabeza en su hombro, aspirando el aroma a agua salada.

—Pero tú eres más que eso. Me haces sentir un millón de cosas en mi interior, miles de sensaciones diferentes cuando estoy contigo. Cuando estamos juntos me sabes hacer reír, me divierto con tus ocurrencias; con tu mirada me incendias todo, me hechizas y me obligas a no dejar de mirarte nunca, con tu sonrisa me derrites y me provocas cosquilleos por todo el cuerpo y... tú eres pura adrenalina, contigo me siento viva y descubro una parte de mi misma que no conocía. Me siento diferente, y eso es lo que más me gusta. —levantó la cabeza para sonreírle mostrando su blanca dentadura. Brick la observaba tan embelesado como siempre por sus palabras. —¿Quieres que pare o sigo subiendo tu ego más todavía?

—Me dejas sin palabras, se nota que eres la cerebrito del grupo.

—Ains, que poco romántico que eres.

Volvieron a ese silencio que disfrutaban ambos, simplemente escuchando sus propias respiraciones al compás, como una hermosa melodía.

—¿Y tú? —indagó la chica rompiendo el ambiente silencioso. —¿Cómo te sientes respecto a Princesa?

—No se ni por qué me preguntas, querida. Sabes perfectamente que me casé por conveniencia, nada más. —se encogió de hombros, haciéndola parecer que había dicho algo demasiado obvio. —Nunca me interesó esa maniaca.

—Pero... yo no me vería capaz de hacer algo como eso. Jamás podría ser feliz así.

—Lo sé, pero a mí no me importaba el amor, Blossom. Yo nunca busqué encontrar la felicidad con ella. La pecas llevaba persiguiéndome desde el colegio y al final, vi una oportunidad de que, si no iba a ser feliz encontrando el amor, por lo menos sería feliz económicamente. Después de todo, la única persona que me interesaba estaba fuera de mi alcance. Bueno, hasta ahora. —le sonrió como un total seductor, acto que hizo sonrojar a la chica. Continuó hablando tomando un poco de arena entre sus dedos, viendo como se desvanecía por ellos. —Luego resulta que quedó embarazada. Y eso pasó mucho antes de casarnos, yo no tenía en mente atarme aún más a ella, pero su familia la obligó tanto a ella como a mí, aunque a la princesa no le molestó para nada eso, cosa que a mi me jodió mas de lo que ya estaba.

—O sea que Peach...

—Sí, ella no fue algo que buscásemos, un error. —Apretó el puño con un montón de arena que volvió a dejar caer. —Pero a día de hoy te puedo jurar, asegurar y prometer que jamás podría arrepentirme de haberla tenido, es la luz de mis ojos, como un ángel que llegó a mi vida para darle algo de color... ya te lo dije, pero tú y ella son lo único que tengo en la vida, por eso es que tengo tanto miedo de perderte... —se giró hacia ella. Por un segundo Blossom vio sus ojos brillar, cristalinos, como si fuera a llorar. Pero no pasó aquello, simplemente... estaba triste.

—Ya hablamos de esto... tú-

—Lo sé, lo sé. No debo depender de nada ni de nadie, pero tienes que comprender que, sin vosotras, yo ya no podría volver a amar o sentir algo diferente que no sea rencor por este estúpido mundo que solo se empeña en joderme la existencia.

Blossom se quedó en silencio, no quería decir nada más. En realidad, no sabía exactamente qué decir, así que lo dejó estar y que su silencio hablara por ella en señal de apoyo.

No sabían cuanto tiempo habían estado ahí sentados, desnudos y perdidos en sus pensamientos, pero el tiempo pasaba y con la madrugada aún más presente, el ambiente playero comenzaba a ponerse más frio.

—Empieza a refrescar, deberíamos irnos ya ¿no crees?

—Desearía que estos momentos fueran eternos.

Ella sonrió ante esto, adoraba ese lado más humano y romántico de Brick.

—Yo también...

Se abrazaron en un intento de brindarse calor.

—Oye, Blossy. —musitó él sin romper el abrazo.

—Dime, Bricky.

—¿Tercera ronda? —se apartó para acercar su rostro al suyo a pocos centímetros, con una sonrisilla traviesa.

—¿¡Eeeeeeh!?

Se tiró sobre ella sin avisar y Blossom no pudo decirle que no.

*

Las hojas de colores cálidos caían como la nieve en pleno invierno y las calles estaban adornadas por los arboles que habían perdido el color verde típico del verano para dar paso al frío y nublado otoño de septiembre.

Los días se iban, pero Blossom y Brick trataban de disfrutar cada momento como el primero, siempre con el pequeño temor de que algún día podría acabarse. Se encontraba cada vez que podían y últimamente se hacía más frecuente que pudieran pasar tiempo juntos puesto que Dexter pasaba por casa una o dos horas al día, él era el verdadero impedimento que los separaba y cuando no estaba, podían pasar los momentos juntos como si no fuera algo prohibido o mal visto.

Mientras la chica trabajaba como cualquier día normal en el laboratorio, recibió un mensaje de Brick a poco tiempo para terminar su turno. En este mensaje él de decía que quería verla en cuanto estuviera libre puesto que tenía una sorpresa para ella. La invitó a quedar en el parque donde frecuentaban bastante por lo apartado que estaba de donde vivían ambos. Ella aceptó, deseosa por encontrarse con él, ya lo echaba de menos a pesar de que la última vez que se vieron fue la noche anterior.

"¿A qué se referirá con una sorpresa? Estoy emocionada, cada vez parecemos más una pareja que simples amantes." En su mente la palabra amante aún le sonaba extraña, pero realmente por el momento era lo único que podían ser ambos, no podía llamarlo su pareja, ni mucho menos amigo. Todo esto lo pensó la joven moviéndose rápidamente por el laboratorio para acabar cuanto antes e ir corriendo hacía donde Brick la estaría esperando.

Al llegar se lo encontró sentado en uno de los bancos, con un cigarro en la boca y aspirando con necesidad como si estuviera ansioso. Se acercó a su lado esperando que él la saludara, pero estaba tan metido en sus pensamientos que no se dio cuenta, aprovechó esto para zarandearlo de repente y asustarlo. Consiguió lo que quería, haciendo que Brick soltara el cigarro de un brinco.

—Te he dicho que deberías dejar ese asqueroso vicio, que seas superhumano no significa que no te puedas morir.

—Ah... eres tú.

—¡Hey! Ni que esperaras a alguien más. —levantó una ceja con suspicacia. Brick la abrazó fuerte sin darle tiempo a reaccionar y seguido la besó tiernamente, en forma de saludo.

—A la única persona que espero siempre eres tú.

Se abrazaron con una sonrisa y seguido ambos tomaron asiento en el mismo banco y Brick volvió a fumar haciendo que Blossom lo mirara con reproche.

—Deja de quejarte, de algo me tendré que morir.

—Típica excusa.

Para su sorpresa, en vez de comenzar un largo debate discutiendo y argumentando por qué fumar es malo o no, él le sonrió tan amoroso.

—Te echaba de menos...

Blossom no pudo evitar el sonrojo ante esto, cierto era que ya había pocas cosas que le hicieran sentirse como una niña nerviosa delante de él, pero cuando le hablaba con esa voz profunda y romantica, le producía fuegos artificiales en su interior.

—P-pero si nos vimos ayer, tonto... —dijo a pesar de que ella pensaba exactamente lo mismo.

—Te echo de menos cada segundo que no te veo, tonta.

Blossom apartó la mirada con la cara roja cual tomate, jugueteando con sus dedos y mirando sus manos temblorosas.

—Ay Brick, dime ya, ¿Cuál es la sorpresa? —le dijo una vez que se hartó del silencio aquel en el que ella tenía la cabeza gacha y él la observaba como si viera una comida a la que estaba deseando hincarle el diente.

—Mmm, claro... —se acercó un poco a ella y la tomó de la mano, acariciando el dorso de esta con el pulgar. —Te invito a una cita.

—¿Uh? ¿Pero esto no cuenta ya como una cita? Además... qué tiene eso de sorpresa.

—No me has dejado terminar. Te invito a una cita en una suite de ricos durante una noche entera y para cenar un restaurante de lujo, de estos que solo se pueden permitir la gente como mi esposa. —alargó la sonrisa con inocencia, aunque por su mente parecían pasar miles de imágenes distintas sobre ellos en la cama de esa suite...

—¿Qué? ¿Una suite? Pero Brick, esos lugares son carísimos, cómo...

—Sabes perfectamente que yo tengo los medios. —hizo con su mano el signo del dinero y una sonrisa de gato travieso.

—Pero...

—Sin peros, esta noche, cuando mi hermano vuelva a su turno nocturno. —había pasado tiempo estudiando los horarios de Dexter con la única intención de irla a visitar sin ninguna interrupción de por medio.

—No me parece bien que utilices...

—Naaada, vamos esta noche y punto.

—Brick...

—Bueno, eso esto todo, arréglate lo más refinada que puedas y ponte las braguitas más sexys que tengas y más tarde paso a por ti. Adiós, pinky. —se levantó para plantar un beso rápido en los labios de la pelirroja y se fue volando, sin darle oportunidad a ella para responder.

Blossom suspiró con resignación sin otra opción más que aceptar. Se levantó y se dispuso a volver a casa y hacer algo de comer, pensaba que iba a ir con él a algún lado, pero al parecer no era así, además que Buttercup estaría ya tirándose de los pelos por culpa de Holly.

Llegó la noche y Blossom hacía un par de horas que ya estaba del todo arreglada, muy nerviosa puesto que nunca había ido a un lugar como esos, ni siquiera estaba al tanto de como usaban los cubiertos los ricos y la comida pobre pero refinada que consumían siempre no era demasiado de su gusto. Pero si Brick se empeñaba en ir con ella, no se iba a negar, después de todo ella lo único que quería era pasar una buena noche y velada con él.

Se colocó un vestido largo negro que degradaba a un rosa pálido al final, con alguna lentejuela para darle un brillo glamuroso. Pendientes, los más extravagantes que encontró y collares con perlas. Se ató el cabello en una trenza baja y cuidada, adornándolo con accesorios de flores en ella, se maquilló como mejor sabía y procuro utilizar una ropa interior apropiada al pedido de su calenturiento Brick.

Estaba lista, no se reconocía ni ella de lo arreglada que estaba. Pero hermosa también, para qué mentir.

Esta vez dejó a su pequeño en casa de su amiga Robin para que pudiera partir toda la noche sin tener que recogerlo más tarde.

Escuchó el claxon de un coche justo debajo de su ventana, se asomó por el balcón y al ver que se trataba de Brick, bajó casi corriendo hacía donde él la esperaba. Se subió en el coche y esperó a que él arrancara, pero en cambio, Brick no apartaba los ojos de ella, parado, haciéndola incomodar.

—Vaya... debo decir, que es usted la más hermosa y bella dama que jamás han visto estos sensuales ojos mios.

—Que halagador eres... —se fijó esta vez ella en que Brick no parecía el de siempre. Con esmoquin negro, corbata roja y cabello atado a una coleta baja, algo simple pero elegante y Brick lo último que era es elegante. —Tú te ves bien.

—Que mala eres ¿Solo bien? —hizo una mueca de disgusto y arrancó el coche, yendo hacía su destino de esa noche.

—Bueno... si no fuera yo y fuera cualquier otra chica, creo que no resistiría hasta llegar a la suite. —Blossom lo miró de reojo con una pequeña sonrisa atrevida que le contagió a su acompañante. —Pero como soy yo, te tendrás que aguantar. —la sonrisa se borró del rostro del pelirrojo, a lo que esta rio.

*

Ahí estaban los dos, sentados en una mesa algo apartada de ese restaurante que parecía un palacio de algún rey del siglo XVIII y esperando a que llegara alguien para atenderlos. Apareció una joven muchacha, que vestía elegante a pesar de ser la camarera y les tomó nota.

Blossom miraba con algo de desconfianza a la muchacha que lanzaba miradas poco discretas y lascivas a Brick, pero este en vez de ponerse incómodo o algo por el estilo, le sonreía amablemente y la observaba directamente con esa mirada intensa y calurosa que le caracterizaba cuando ligaba con alguna de sus conquistas, cosa que hizo rabiar a Blossom.

Una vez se fue la muchacha con una mirada soñadora en sus ojos, Blossom fulminaba a Brick, acto que hizo que él se riera con gana.

—Oh vamos, si solo estaba jugando, mi pequeña pelirroja.

—No me gustan tus jueguitos Brick. —arrugó el entrecejo, apartando la vista y bebiendo de su vaso de agua.

—No te enfades... anda. —la tomó del rostro para que lo mirara y la besó con sinceridad.

La cena pasó bien a pesar de que Brick estallara en risas cada dos por tres cuando recordaba esa escena de celos de la chica. Hablaron tranquilamente, con real felicidad de poder pasar esa noche juntos.

Finalmente, pagaron y se fueron directos a la suite. Al llegar Blossom entró la primera, observando maravillada su alrededor, aunque no pudo hacerlo mucho tiempo puesto que Brick ya la había lanzado contra la cama, se estaba desabrochando la camisa y aflojándose la corbata.

—Hagamos que esta noche sea para recordar ¿Qué te parece? —le sonrió de lado, con la mirada oscurecida por la lujuria y el cuerpo ardiendo del deseo.

—Me parece la mejor idea del mundo.

Brick ya estaba besándola con desesperación mientras intentaba quitarle la ropa lo antes posible.

Tristemente en ese momento su celular vibró y a petición de Blossom, tomó la llamada a pesar de que él se negaba rotundamente.

—Qué pasa. —contestó secamente, sintiéndose frustrado por que habían estropeado su momento.

Brick...

Se quedó callado y Blossom observaba como cada vez su expresión se hacía mas ilegible, el color se iba de su cuerpo y su móvil se resbalaba, cayendo al suelo por culpa de su mano temblorosa.

No dijo nada más y comenzó a vestirse rápidamente para salir por la puerta como alma que lleva el diablo, seguido por una confundida y asustada joven de ojos rosas.

Lanjutkan Membaca

Kamu Akan Menyukai Ini

1.6M 116K 84
Becky tiene 23 años y una hija de 4 años que fue diagnosticada con leucemia, para salvar la vida de su hija ella decide vender su cuerpo en un club...
36.3K 1.7K 36
Erizos lobos, Vampiros y Cazadores, enemigos desde siempre, desde toda la vida, pero por circunstancias de la vida tuvieron que unirse para sobrevivi...
158K 7.5K 24
@Hyun_Jin te empezó a seguir • Historia completamente mía, sacada de esta cabeza a. • Acepto adaptaciones con permiso.
14.4K 1.8K 43
Gilbert desaparece tras un accidente y Anne se esmera en buscarlo. ¿Se interpondrá alguien nuevo en la relación de Gilbert y Anne? Empezada el: 16/0...