Lo Que El CorazĆ³n Anhela - So...

By CharlieDark1827

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šŸ¾šŸ¦‡ Hasta una historia llena de odio puede cambiar de un momento a otro con un encuentro šŸ¾šŸ¦‡ Esto va por la... More

CapĆ­tulo 1: Monstruo
CapĆ­tulo 2: Herida
CapĆ­tulo 3: Ojos
CapĆ­tulo 4: FrĆ­o
CapĆ­tulo 5: Luna
CapĆ­tulo 6: Consejo
CapĆ­tulo 7: Fiesta
CapĆ­tulo 8: PreocupaciĆ³n
CapĆ­tulo 9: Nombre
CapĆ­tulo 10: Llorar
CapĆ­tulo 11: Mensaje
CapĆ­tulo 12: Paisaje
Capitulo 13: Flores
CapĆ­tulo 14: Regreso
CapĆ­tulo 15: Vino
CapĆ­tulo 16: Entrenamiento
CapĆ­tulo 17: Amigo
Capƭtulo 18: ExtraƱo
CapĆ­tulo 19: Dormir
CapĆ­tulo 20: Control
Capƭtulo 21: CompaƱero
CapĆ­tulo 22: Solo
CapĆ­tulo 23: ReuniĆ³n
CapĆ­tulo 24: Historia
CapĆ­tulo 25: Pulsera
CapĆ­tulo 26: Paseo
CapĆ­tulo 27: Encuentro
CapĆ­tulo 28: Diferencias
CapĆ­tulo 29: Casa
CapĆ­tulo 30: PeticiĆ³n
CapĆ­tulo 32: Pesadilla
CapĆ­tulo 33: Anuncio
CapĆ­tulo 34: ConversaciĆ³n
CapĆ­tulo 35: Aterrador
CapĆ­tulo 36: Escuchar
CapĆ­tulo 37: Perseguir
CapĆ­tulo 38: Ocultar
CapĆ­tulo 39: Sombra
CapĆ­tulo 40: ExplicaciĆ³n
CapĆ­tulo 41: Feliz
CapĆ­tulo 42: Mentira
CapĆ­tulo 43: Obediencia
CapĆ­tulo 44: Bailar
CapĆ­tulo 45: Ofrecimiento
CapĆ­tulo 46: Dificultades
CapĆ­tulo 47: Discurso
CapĆ­tulo 48: InterrupciĆ³n
CapĆ­tulo 49 Apogeo
CapĆ­tulo 50: Negar
CapĆ­tulo 51: Consuelo
CapĆ­tulo 52: Piedra
CapĆ­tulo 53: Olfato
CapĆ­tulo 54: Curiosidad
CapĆ­tulo 55: Separar
CapĆ­tulo 56: Contar
CapĆ­tulo 57: Alejar
CapĆ­tulo 58: DecisiĆ³n
CapĆ­tulo 59: Tuya
CapĆ­tulo 60: Reiniciar
CapĆ­tulo 61: 1420
CapĆ­tulo 62: Descubrimiento
CapĆ­tulo 63: Dolor
CapĆ­tulo 64: Tranquilidad
CapĆ­tulo 65: Acepto
CapĆ­tulo 66: Vendas
CapĆ­tulo 67: Conmover
CapĆ­tulo 68: Acorralar
CapĆ­tulo 69: Restricciones
CapĆ­tulo 70: Libertad
CapĆ­tulo 71: Error
Capitulo 72: Hermano
CapĆ­tulo 73: Verdad
CapĆ­tulo 74: EgoĆ­sta
CapĆ­tulo 75: Informacion
Capitulo 76: Plan
Capitulo 77: Oscuridad
CapĆ­tulo 78: Responder
CapĆ­tulo 79: Confundido
Capitulo 80: SueƱo
CapĆ­tulo 81: TraiciĆ³n
CapĆ­tulo 82: Hermoso
CapĆ­tulo 83: PerfecciĆ³n
CapĆ­tulo 84: VĆ­nculo
CapĆ­tulo 85: Negar
CapĆ­tulo 86: Soltar
AclaraciĆ³n
CapĆ­tulo 88: CompasiĆ³n

CapĆ­tulo 31: Carta

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By CharlieDark1827

Atsushi entro corriendo a su habitación, casi quitando la manija de la puerta por la fuerza con la que la tiro, se apresuró a encender la luz del escritorio donde solía estudiar cuando era necesario.

Busco con la mirada algo desenfocada la libreta que solía dejar en el librero de su habitación, tanteo con su mano, desconcentrado, hasta dar con la textura áspera de la libreta. Estaba hecha de ese modo para esos momentos en que Atsushi despertaba de un sueño en especial, habían comprendido que no solía concentrarse muy bien, como si estuviera en algún tipo de trance, ya era un logro que pudiera escribir sus pensamientos, un logro que obtuvo luego de un intenso entrenamiento, cuando era un niño solo podía llorar de las terribles cosas que solía ver ¿Por qué solo veía muertes? ¿Por qué solo veía dolor? ¿Por qué no había futuros tranquilos en sus sueños?

El muchacho comenzó a escribir, su atención completamente en el movimiento del lápiz sobre la libreta no debía dejar que el recuerdo de la pesadilla se escapara, no sería la primera vez que ocurriera, como si el desorden de lo que veía no fuera posible contenerlo en mente

“Hay mucho dolor y tristeza, la gente sufre, la gente grita, no puedo lograr ver quien esta sufriendo, algo se va a perder, alguien perderá algo, tendrá que recuperarlo, luego solo habrá oscuridad”

Atsushi soltó el lápiz de golpe, tragando con fuerza, ¿Cuántas veces había escrito lo mismo? Mori-san y Kouyou-san le habían pedido que escribiera todo lo que pasara en su sueño, pero desde que cumplió catorce hace algunos meses no tenían mucho sentido, siempre era lo mismo.

- ¿Alguien va a morir? – susurro estremeciéndose, delineando con la punta de sus dedos cada palabra que había escrito – Espero que sea yo - prefería morir él que cualquier persona de su familia, no podía dejar que su familia sufriera, no cuando por fin tenía una – No es que fuera la gran perdida – bajo un poco la mirada arrepentido, se iban a enfadar con él si lo escuchaban hablando así

Rebuscó en las otras hojas que había escrito antes, siempre era lo mismo, lo único que cambio fue la palabra “oscuridad”, esa apareció solo hace unos días. Frunció el ceño, ¿Qué quiere decir oscuridad?

- “Solo habrá oscuridad” – repitió en voz alta para ver si cobraba sentido, solo logrando que su mente se confundiera más. Era más fácil cuando los sueños le decían que Chuuya se iba a caer de un árbol o que se iba a romper algún hueso, más evitable, o cuando trataban de preguntar si su amigo crecería el próximo mes

Se rio ante eso, quizás tampoco había un futuro certero respecto a la estatura del lobo, eran de la misma altura aun cuando Chuuya tenía casi 16 años, su hermano siempre parecía incómodo respecto a su altura. Movió un poco la cabeza incómodo, ¿Hermano? Se sonrojo ante eso, Chuuya siempre le decía hermano, pero ¿Tenia derecho a llamarlo así? ¿Si le decía hermano y luego desaparecía como las personas que antes habían estado en su vida?

Un suave golpe en la puerta lo hizo salir de sus pensamientos. Se giro asustado, sentimiento que se esfumo a penas noto a la persona que había golpeado

- ¡Kouyou-san! – Atsushi se apresuró a levantarse del escritorio, dejando caer los lápices y libreta de lo rápido que se levantó, pareció dudar sobre su levantar las cosas o solo hacer una reverencia de bienvenida. Termino por hacer ambas, así que se vio algo extraño – ¡Lo siento mucho! No la esperábamos tan temprano en casa, tenía que haber salido a esperarla…lo siento mucho, tenía que escribir algo…Si no lo escribía después lo podría olvidar, y no es bueno olvidar las cosas, así que…vine a escribirlo, aunque no entiendo nada de lo que escribí…pero lo escribi para que pudieran leerlo… quizá ustedes sepan algo…

- Espera, cálmate Atsushi-kun – insto la pelirroja deteniendo la segura gran cantidad de palabras que venían del muchacho – No te estoy regañando, fue mi culpa por no avisarte que había llegado- Atsushi pareció pensarlo, antes de asentir nervioso. No era su culpa… aun así…

- Lo siento – susurro nuevamente por lo bajo

Kouyou suspiro ante eso, sabía que no lograría nada tratando de convencerlo, así que solo abrió sus brazos.

- ¿Qué tal un abrazo?

Atsushi bajo la mirada avergonzado

- Kouyou-san… - Jugo con sus manos nervioso, solo habían sido unas horas…

- ¿Cuántas veces te he dicho que no me digas así? Me haces sentir vieja, salúdame adecuadamente

El muchacho se mordió el labio nervioso ante eso

- Bienvenida…Ma…dr….-Kouyou lo miraba atenta, aunque para su decepción, Atsushi nuevamente cambio el termino - …Neesan

La pelirroja subió una ceja ante eso, pero termino por aceptar, no iba a estresar más al adolescente, ya era un logro que hubiera dejado de decirle: Kouyou-sama, princesa, Nakahara-san

- Solo dame un abrazo – espeto esta sin bajar sus brazos

Atsushi se acercó lentamente, aún no había perdido del todo su nerviosismo hacia las personas. No es que pensara que Kouyou le iba a hacer daño, era al revés, Atsushi tenía miedo de hacerle daño sin querer, de darle mala suerte por ser un tigre blanco como le habían dicho que haría con las personas que le mostraran cariño.

Kouyou lo sujeto en un suave abrazo mientras le acariciaba el cabello con cariño, calmando con este gesto el nerviosismo de Atsushi, quien solo se dejó sostener casi ronroneando ante el gesto tan agradable. Los abrazos de Kouyou siempre eran tan cálidos.

- Solo estuve fuera un día y pareciera que has logrado crecer en ese tiempo– comento esta sin soltar al muchacho, quizás había crecido un centímetro. Tenía una reunión con algunas personas así que tuvo que quedarse fuera unas horas, pero aun así ella diría que fue un día

Atsushi se rio ante las palabras de Kouyou

- No vaya a decir eso frente a Chuuya-sa…- negó con la cabeza ante su casi uso de la formalidad- Chuuya – comento este con una suave sonrisa. El nombre de su amigo salía más fácil que antes

Kouyou negó con la cabeza

- Claro que no – comento está separándose del abrazo - Aun cuando es un lobo parecer tan arisco como un gato sobre ese tema – aunque estaba la posibilidad de que su hijo también hubiera crecido en su ausencia – Por cierto, cariño, ¿Dónde está mi cachorro?

Atsushi froto su rostro contra Kouyou, estaba tan cómodo

- Salimos a entrenar un rato a el gimnasio – comento este tratando de separarse para hablar bien, pero la pelirroja lo mantuvo entre sus brazos con facilidad

- ¿Lo apoyaste en su entrenamiento? – eso era extraño, el tigre era un muchacho que prefería mil veces quedarse leyendo bajo un árbol que entrenar, aunque siempre terminaba obedeciendo si era su turno. No es que fuera débil ni nada, solo no le gustaba atacar a Chuuya, por mucho que el pelirrojo tuviera mucha más fuerza

Atsushi negó con la cabeza ante la pregunta

- Lo mire un rato – pareció sonrojarse ante lo siguiente – pero me dio sueño, así que salía a recostarme en la rama de un árbol – una pésima mala costumbre de ser un tigre, pero no es que alguien le fuera a decir algo por verlo durmiendo en alguna rama

Bajo la mirada, y había tenido un de esas pesadillas, una de esas que siempre lo dejaban agitado, no creía que fuera una buena señal

Atsushi parpadeo confundido, ¿Oh? ¿Eh?

- Ahhh – espeto separándose de Kouyou con los ojos abiertos de par en par - ¡No le avise a Chuuya que volvía a casa! ¡Iré a buscarlo!

En el pánico soltó a Kouyou y salió corriendo de la casa. La pelirroja suspiro ante eso ¿Debería preparar la cena para cuando sus hijos decidieran volver? Tenía algunas noticias que dar


















- ¡Atsushi! – Chuuya había estado gritando su nombre los últimos diez minutos, le había dicho que iría a dormir, siempre dormía en un árbol cerca del gimnasio cuando él entrenaba. Solía reírse de él comparándolo con un gato por su gusto por las alturas y siempre terminaban discutiendo sobre quién podía subir más rápido los arboles

Sus orejas rojizas temblaron ante el viento frio que comenzaba a recorrer los árboles, dejando un suave sonido que resonaba en la oscuridad de la noche. El aire estaba congelado, no pudo evitar estremecerse, quizás si pudiera regular su temperatura como un lobo normal no tendría que estar siempre abrigándose.

Suspiro, ¿Al menos podía lucir mejor la ropa abrigada? ¿Ventajas de ser un defecto? Se rio ante eso, si claro

- ¿Quizás ya volvió a casa? – murmuro dejando la katana de entrenamiento en el pasto para poder estirarse, no seria la primera vez que desaparecía sin avisarle, aunque eso solo ocurría cuando…cuando veía algo.

Ese pensamiento provoco que la preocupación llegara a su mente, ¿Estaría bien? No creía que se hiciera más fácil tener pesadillas llenas de dolor. Iría a buscarlo a casa, nada bueno salía cuando Atsushi desaparecía, no quería verlo hacerse daño de nuevo.

Había caminado unos metros hacia su casa cuando recordó que había dejado la katana en el suelo, su madre lo iba a regañar si perdía otra, siempre le decía que una cosa era romperlas y otra muy distinta era que las perdiera por descuidado. No es que lo hiciera muy seguido, pero no iba a ser conocido por su memoria.

Parpadeo sorprendido al ver una carta atrapada bajo el filo de la katana. Miro a su alrededor esperando encontrar a alguien pero solo le devolvió la mirada el gran bosque ¿No había llegado la de este mes hace solo tres días? Aun así, sus orejas rojizas se movieron alertas, estaba enfadado, así que…

 - No creas que contestare, Dazai – gruño molesto, cruzándose brazos como si realmente estuviera teniendo una conversación con alguien, termino por recoger la carta, no la iba a contestar a menos que fuera una disculpa. Se merecía una disculpa por el insulto que había recibido. Solo por eso abrió la carta, o eso se iba a decir, no era su curiosidad ganándole, su cola no se estaba moviendo emocionada por la nueva carta, no iba a admitir nada de eso

El contenido de la carta era una pequeña frase:

 ¿Qué quieres por tu cumpleaños, cachorro?

Chuuya frunció el ceño ante eso, ¿Por qué Dazai estaba preguntando eso? Luego de su última discusión no espero recibir esa pregunta, no es que lo hubiera perdonado por lo que le dijo en la última carta y no creía que el vampiro fuera a escribir algo tan pronto

Giro la carta esperando encontrar mas texto, pero lo único que resaltaba era esa pregunta.

- ¿Qué quiero por mi cumpleaños? – susurro en voz alta confundido, ¿Era su forma de disculparse? Aun así, no quería nada en especial, guardo la carta con cuidado en su bolsillo, por mucho enojo que tuviera no iba a arruinar sus preciadas cartas, el único contacto que tenia con Dazai desde los trece años, una carta cada cierta cantidad de meses, ventajas de que el tenso armisticio estuviera funcionando, aun así, no lo veía ni escuchaba desde hace casi 8 años. Sabía que su compañero no las llevaba, era algo que simplemente sabia, pero siempre las encontraba a su alcance, no importaba si era en su casa o si estaba entrenando, así que le sorprendió un poco encontrar esta teniendo en cuenta la poca diferencia de tiempo con la otra carta

Volvió a tomar la katana del suelo, tenía que encontrar a Atsushi y realmente esperaba que estuviera en casa, el gimnasio estaba algo alejado, pero solo porque eran muy destructivos cuando entrenaban, así su madre se aseguraba de que dejaran de romper cosas.

Se quedo quieto, con la katana entre sus manos, el ruido que se acercaba lentamente hacia él no era de alguien conocido, no eran los pasos ligeros de Atsushi ni los elegantes de su madre

- ¿Qué quieres? – comento con voz firme sin molestarse en preguntar quien era, no le importaba ni interesaba

- Nakahara-san…soy ¿Tachihara? ¿Se acuerda de mí?

Chuuya se giró confundido ¿Eh? Miro a la persona en cuestión sin recordar del todo, ¿Quizás si lo conocía? No es que la gente le conversara seguido a menos que su madre se los ordenara o él comenzara la conversación ¿Y alguien de su edad?

- Pareces de mi edad, no me hables con tanta formalidad y solo di lo que quieres – espeto bajando la katana, tenia que ir por Atsushi antes de que anocheciera más

- Yo… ¡Tengo…tengo…quiero decirle algo!

Chuuya miro confundido como el chico se volvía poco a poco de todas las tonalidades del rojo

- ¿Bien? – contesto/pregunto sin salir de su extrañeza ¿Por qué se le acerco en medio de la noche para decirle algo? ¿Quería matarlo?

Observo como el muchacho se le acercaba cada vez más, preparado para defenderse si era necesario.

Tachihara en realidad había preparado durante casi un mes lo que iba a decir, pero una cosa era practicarlo y otra era hacerlo en la realidad, mientras más cerca tenia el rostro de Chuuya más nervioso se ponía, así que, simplemente tomo rápidamente a el pelirrojo por la camisa para atraerlo hacia su rostro.

Se espero muchas cosas, quizás que lo rechazará o que por un milagro correspondiera el beso, pero no espero que alguien más pequeño que él lo mandara a volar contra un árbol. Eso fue una sorpresa que debió haber esperado, Chuuya no era conocido por ser fuerte por nada

- ¿Estabas tratando de hacerme una llave de lucha? - comento Chuuya observando como Tachihara no se levantaba del suelo, solo quejándose de dolor del impacto

- ¡No! ¡No es eso! - contesto este demasiado avergonzado para levantarse - Yo quería... be...bes.. - no lograba sacar la palabra de sus labios luego de ese obvio rechazo

Chuuya se puso a la altura del chico sonrojado, que extraño, no recordaba la última vez que alguien de su edad se le había acercado sin intenciones de dañarlo. Bueno, además de Atsushi, pero Atsushi tenía una esencia naturalmente buena

- Ahora recuerdo ¿No eres el hijo de Isma-san? – comento por fin reconociendo al chico sonrojado, así que era el hijo de el jefe de seguridad de su casa, lo había visto mirándolo en el último mes, aunque nunca se le había acercado– ¿Intentaste atacarme aun cuando sabes que te castigaran? – el ceño fruncido de Chuuya era cada vez más obvio– Eso solo haría un idiota ¿Eres un idiota Tachihara?

El nombrado negó rápidamente con la cabeza

- ¡No! ¡No iba a atacarlo Nakahara-san! – se defendió este tratando de no tartamudear

El cambiante ladeo la cabeza ante eso

- ¿No ibas a atacarme? - pregunto curioso por esa afirmación, no es que donde vivían ahora los cambiantes lo atacaran seguido, era solo cierto rechazo que no decían en voz alta, pero había veces que trataban de demostrar su dominio sobre él por ser un defecto, hasta ahora nadie que lo intentara tocar había salido ileso

Tachihara se sonrojo aún más al ver tan cerca los ojos azules del cambiante. Era como estar mirando el cielo después de una intensa lluvia, un color que solo atraía mientras más mantenías la mirada. Chuuya era muy guapo, aunque, esos rasgos delicados no ocultaban lo fuerte que realmente era

- No…- contesto por fin alejando sus ojos del rostro del pelirrojo, no era bueno estar mirándolo de ese modo - Yo solo trataba...de regalarte algo - comento incorporándose a una posición sentada mientras sacaba una rosa demostrando que no era mentira, el plan era darle la flor y luego confesarse. Aunque, ya no importaba, la rosa roja se había aplastado por la caída

Chuuya parpadeo sorprendido. Si su rostro no fuera un libro abierto lo habrían notado por como sus orejas se alzaron de golpe

- ¿Enserio no ibas a atacarme? - repitió consternado. Un día extraño, primero Atsushi se desaparecía y ahora un desconocido le regalaba algo sin intenciones de atacarlo

Tachihara negó rápidamente

- Oh – Chuuya pareció avergonzado ante eso, así que lo había golpeado sin razones – Me disculparía, pero ambos sabemos que es tu culpa – comento finalmente el pelirrojo, no debería haberlo tomado por sorpresa

Ante ese comentario Tachihara bajo la mirada, nunca iba a admitir que trato de besarlo, era bueno que Nakahara no se hubiera dado cuenta.

No pudo evitar sorprenderse cuando Chuuya, le quito de las manos, con un gesto suave, la rosa.

- Aun así, gracias por el regalo – comento este sonriéndole en agradecimiento. Tachihara lo miraba encantado por la sonrisa. Chuuya sonrió mientras miraba la rosa, era la segunda vez en su vida que le regalaban una flor - ¿Por qué es el regalo?

Tachihara no pensaba decir sus verdaderas razones, así que se apresuro a inventar una excusa

- ¡Escuché que es su cumpleaños en tres días! – espeto este con una sonrisa nerviosa – Pensé en regalarle esto

El pelirrojo parpadeo confundido ante eso

- ¿Y por que no me la diste en tres días más? – comento finalmente con una ceja alzada

- ¿La emoción no pudo conmigo? – comento el muchacho ya demasiado avergonzando

Chuuya se rio divertido ante eso, terminando por encogerse hombros. Cada quien con sus razones

- Bueno, gracias por el regalo, pero tengo que ir a buscar a mi hermano pequeño – comento girando la rosa entre sus dedos, esto sería una historia interesante para contarle a Atsushi

Se levanto para por fin poder marcharse, aunque, nuevamente un murmullo frustrado lo detuvo

- ¿Qué? – lo miro con una ceja alzada, Tachihara lo miro nervioso, pero termino por hablar

- ¡No era solo por el regalo! – espeto apretando los puños para darse valentía – Yo quería decirle ¡Que me gustas mucho! – el pelirrojo se sobresalto ante eso ¿Ah? - ¡Por favor salga conmigo!

Chuuya chasqueo la lengua sorprendiendo a Tachihara, aunque el pelirrojo no lo hizo por la confesión, es solo que había recordado la última discusión que había tenido con Dazai a través de la carta… su compañero era un idiota

- ¿Nakahara-san? – pregunto confundido por la respuesta

El cambiante negó con la cabeza alejando sus pensamientos, antes de sonreírle divertido a Tachihara

- No sabes lo feliz que estará mi madre por esto - comento el pelirrojo sin perder la sonrisa - Creo que lloraría de la emoción al ver que alguien de mi edad y un cambiante quiere salir conmigo por voluntad propia

Tachihara lo miro emocionado

- ¿Entonces vas a salir conmigo?

Chuuya negó suavemente con la cabeza

- Lo siento, pero no puedo aceptar tus sentimientos - comento con una sonrisa suave, pero con un tono de voz firme, sin dejar espacios para la duda – Agradezco que hayas sido capaz de decirlo – Tachihara bajo la mirada con sus hombros cayendo poco a poco, aunque Chuuya no había terminado de hablar – Algún día encontraras a tu compañero ¿No quieres esperar por ese día?

Tachihara pareció decepcionado ante la respuesta. Tenía tantas esperanzas, supuso que le diría que sí, después de todo, siempre estaba solo por mucho que fuera un Nakahara. Seguro las personas se le acercarán como buitres cuando su "defecto" desaparezca con la mayoría de edad.

Siendo sincero.... a él no le importaba que estuviera atrapado en esa forma

- Chuuya-san - susurro por lo bajo intentando no desviar la mirada de los intensos ojos del pelirrojo que lo miraban sin juzgar- Los compañeros son un sueño para todos, pero eso no significa que algún día los vayamos a encontrar - agarro fuertemente las manos del pelirrojo- es una posibilidad en un millón, así que...incluso si es hasta que lo encuentras, sal conmigo, por favor

Chuuya quito sus manos de Tachihara. Era un secreto que tenía un compañero, era un secreto que su compañero era un vampiro, era un secreto que le ordenaron nunca decir por que pondría más en peligro su vida, aun así, no le gustaba negar que Dazai existía, así que solo dijo con una sonrisa confiada

- Yo esperare a mi compañero – Aun cuando este era un imbécil que le escribió que viviera todas las experiencias de su edad, incluso enamorarse de alguien más ¿Acaso era idiota? ¿Quién podía enamorarse de alguien mas cuando ya tenía un compañero? Gruño sin querer ante eso, optando por levantarse para poder encontrar a Atsushi, este tema ya había durado demasiado

 - Yo puedo esperar por ti, Chuuya-san – Grito Tachihara al verlo alejarse con paso decidido

El pelirrojo negó con la cabeza ante eso, sin girarse

- Sería una pérdida de tiempo - contesto mirando un segundo hacía el cielo nocturno - Porque, yo ya tengo a alguien que espera por mi





Chuuya se encontró a medio camino con su hermano perdido, este lo miraba sonrojado, tratando de no mirarlo a los ojos.

- No tienes que fingir que no escuchaste eso – comento Chuuya sonriendo aliviado de que estuviera bien

- Es solo que…eso fue... Deprimente - espeto finalmente Atsushi con una media sonrisa, ganándose un ligero golpe en la cabeza

- No me molestes - Chuuya fingió estar enfadado, pero termino por reírse en voz baja - Pero tienes razón ¿Le contarás a mamá lo que pasó?

Atsushi negó con la cabeza divertido

- Nop, pero se qué Chuuya le contará

El pelirrojo se encogió de hombros

- Claro que lo haré, quiero ver su rostro cuando sepa que un chico cambiante de sus estándares de me confesó y lo rechaze - anuncio con la voz divertida. Kouyou sabía que tenía un compañero, pero solía molestarlo con que buscará a alguien más digno, esperaba que no lo dijera en serio

Atsushi comenzó a caminar con Chuuya a su lado, estaba pensativo una de las ultimas palabras que había dicho el pelirrojo

- ¿Chuuya realmente cree que todos encontraremos a un compañero? – pregunto el tigre algo dudoso sobre eso

El nombrado lo miro curioso sin detenerse de caminar

- Creo que todos tenemos un compañero – contesto luego de pensarlo

Atsushi pareció nervioso ante su siguiente pregunta, pero la duda estaba en su mente con mas fuerza luego de escuchar por casualidad la conversación de Chuuya

- ¿Crees que yo...encuentre a mi compañero? - susurro el tigre con voz triste - Ya sabes ... no creo merecer uno cuando solo traigo mala suerte como tigre blanco...no creo que alguien pueda llegar a.…quererme como su compañero

Chuuya lo miro preocupado. Los recuerdos en la mente de Atsushi nunca de borrarían, pero...esperaba que le doliera menos recordarlo

- Atsushi, eres un tigre blanco - anuncio finalmente el pelirrojo hacía su querido hermano - ¿Sabes que significa el blanco? - Una suave negación fue la respuesta llena de tristeza de parte de Atsushi - Significa paz, humildad y amor, es un color que une mentes ¿No ves tú ese color cuando no hay oscuridad en las almas?

Atsushi asintió, sintiendo ante eso. El blanco es un color bonito

- …si no soy malo ¿Por qué la gente se aleja?

Chuuya tenía una mirada llena de seriedad, que no dejaba que espacios para que se dudará de lo que iba a decir

- Atsushi, la gente es idiota - comento sacándole una sonrisa al tigre

- Supongo - la tristeza de sus ojos había desaparecido - Nunca había pensado en que podía tener un compañero - comento adelantándose a Chuuya mientras miraba el cielo - Espero que sea donde sea que esté, que se esté cuidando y sea realmente feliz - el pelirrojo noto que se le arrugaba la nariz - Y espero que no sea un psicópata que le guste la sangre

Chuuya levanto una ceja ante eso

- ¿Intentas decirme algo con eso, Atsushi? - comento con sus orejas alerta

Recibió una sonrisa con cierto atisbo de burla como repuesta, aunque solo un poco, Atsushi aún era tímido en hacer broma.

- ¡Tu pequeño!

De un momento a otro ambos estaban peleando en el suelo en broma. Normalmente los cambiantes lo hacían como gesto de compañerismo transformados, pero como Chuuya no podía transformarse Atsushi solo cambiaba levemente sus colmillos y garras, nunca con intenciones de lastimar

Eso no evitaba que fuera divertido, desde que eran niños jugaban así

- ¡No es mi culpa que Chuuya haya atraído a un vampiro! - grupo el peliblanco mordiendo levemente al lobo

- ¡Dazai no tiene nada malo! - espeto el pelirrojo devolviendo la mordida

- ¡Solo dices eso porque los opuestos siempre se van a atraer!

- ¡Si eso es cierto espero que tú compañero sea todo lo contrario a ti! – gruño Chuuya defendiéndose de los ataques en broma del tigre - ¡Ya verás cuando llegué alguien que le guste el negro y que siempre lo use!

- ¡A mi compañero no le gustará el negro! - espeto este ofendido, no le gustaba ese color - ¡Estoy seguro de que le gustaran colores claros!

Estaban mordiéndose tal como cuando eran cachorros, un juego divertido. Atsushi nunca mordía enserio, sabía que la regeneración de Chuuya era distinta por ser un defecto.... aunque, no es como si el lobo no pudiera defender.

- Oh mi dios, ¿Que hace mis niños?

Chuuya y Atsushi dejaron de pelearse como cachorros en el suelo para mirar a una sorprendida Kouyou

- Mier...da - susurro Chuuya por lo bajo ganándose una mirada llena de reprimenda

- Esa boca, Cachorro

Chuuya cerró la boca ante eso. Su madre le seguía diciendo cachorro aún después de todo ese tiempo, al igual que Dazai.

- ¿Cuántas veces les he dicho que no se muerdan? ¿No recuerdan lo que paso con Atsushi cuando te mordió muy fuerte?

Atsushi y Chuuya de sentaron en el suelo al mismo tiempo. El pelirrojo miro divertido a su hermano, aun cuando lo estaban regañando

- Se les cayeron sus dientes de leche – susurro divertido por el recuerdo

Atsushi no pudo evitar lanzarse sobre Chuuya para seguir mordiéndolo ante el vergonzoso recuerdo. Siendo detenidos nuevamente por Kouyou

- ¡Chuuya! ¡Atsushi!

El tigre fue el primero en disculparse

- Lo siento Kouy...- se congelo ante la ceja alzada que recibio- Neesan

Kouyou suspiro ante eso. Algún día le diría madre, esperaría por ese día.

Su mirada de dirigió a Chuuya

- Cachorro...

Chuuya le dio una sonrisa avergonzada.

- Bienvenida madre

Gracias por leer y comentar, os adoro mucho ❤️❤️ siempre estoy atenta a sus comentarios, me hacen el día gente hermosa❤️❤️❤️😿

Así que empezamos la parte II y ¿Final de la historia? Osea si, es la parte final 😂😂❤️❤️❤️ ya voy a tener vacaciones de invierno así que tendré mucho tiempo libre para ver escribir ❤️❤️❤️

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