Los primeros rayos del sol mañanero iluminaban la habitación donde Jungkook y Taehyung aún dormían.
El primero en despertarse, debido a la molesta luz, fue el menor. Abrió lentamente sus ojos, dando suaves parpadeos para aclarar su vista. Observó detenidamente el lugar donde se encontraba, no era su habitación.
Poco después recordó lo sucedido la noche anterior, los colores subiendo rápidamente a su rostro. Estaba tan avergonzado de cómo se había comportado que deseaba cavar un hoyo en donde esconderse y jamás salir.
Mientras Jungkook seguía reprochándose mentalmente por sus acciones, Taehyung abría sus ojos, observando al hermoso y etéreo azabache con el que compartía cama.
El corazón del escritor dio un salto, su pulso acelerándose y una calidez extendiéndose por su pecho. ¿Debería preocuparle que su cuerpo reaccionara así? No quería pensar en eso ahora.
— Buenos días, Jungkookie —aquella grave y ronca voz hizo que el menor levantara la cabeza y observara al escritor—.
— Buenos días, Taehyung —contestó con sus mejillas ardiendo, tratando de separarse de aquellos brazos y aquel pecho, siendo detenido por el mayor—.
— Quédate así, hace frío en las mañanas —probablemente la excusa más ridícula que se le había ocurrido— ¿Estás bien? ¿Te duele algo?
— Estoy bien, no te preocupes —Jungkook no quería pensar en eso—.
Ambos se miraron fijamente por unos segundos y se fueron acercando hasta juntar sus labios en un beso tranquilo.
Apenas pequeños roces, tentándose, y luego profundizando un poco más, hasta incluir lengua, mordidas y jadeos bajos.
Jungkook fue el primero en separarse.
— Tae ...
— Dime —Taehyung se encontraba entretenido en el cuello de su menor, lamiendo por encima de las marcas provocadas la noche anterior—.
— Puedo sentir a tu amiguito restregándose contra mi pierna.
El escritor detuvo sus movimientos y observó un poco apenado al bailarín.
— Lo siento, las erecciones matutinas siempre son un problema —Taehyung se acomodó para que su miembro no chocara con Jungkook—.
El estudiante solo pudo reír ligeramente, el también era un hombre, así que lo entendía perfectamente.
— ¿Quieres hablar de lo que me contaste ayer? —preguntó el escritor—.
— No realmente, solo guarda ese secreto, por favor —contestó el bailarín una vez terminó de reír—.
— Por supuesto que si, Jungkook.
Un cómodo silencio se instaló en la habitación, sus respiraciones siendo, aparentemente, el único sonido.
Unos minutos después, el bailarín levantó su cabeza, extrañado.
— ¿No sientes como un zumbido? ¿Qué es eso?
— No sé.
Jungkook se puso a observar alrededor, incluso se levantó, arrastrándose hasta el final de la cama y observando el piso, dejando su trasero completamente a la vista de Taehyung. El mayor mordió su labio, sintiendo como su pene se removía. Aquello no era bueno para su salud.
De repente, vio como Jungkook estalló en carcajadas, casi cayéndosele la cama; Taehyung pensó que quería oír aquella escandalosa risa por mucho tiempo más.
— ¿Qué? ¿Qué pasa? ¿Qué viste?
— ¡El vibrador! ¡Anoche no lo apagaste! —contestó Jungkook en medio de sus risas—.
El escritor se acercó a un lado del bailarín, observando como el vibrador transparente se movía por el piso como si tuviera vida propia.
Taehyung también comenzó a reír como si no hubiera un mañana, aquello era demasiado gracioso. Cuando se calmaron, el mayor tomó el aparato y lo apagó.
— Me sorprende que no se le haya acabado la batería —comentó Jungkook—.
— Lo he usado muy pocas veces, así que no me extraña. —Taehyung se levantó de la cama, colocándose un bóxer y unos pantalones de chandal— Vístete en lo que preparo el desayuno, puedes ducharte si quieres. Cuando terminemos de comer, te llevaré a tu departamento para que te cambies y recojas tu mochila, luego te llevaré a la Universidad. Son las 8, así que aún tenemos tiempo.
— Está bien.
Taehyung salió de la habitación y Jungkook se dispuso a recoger su ropa y dirigirse al baño.
Mientras uno de ellos se duchaba, el otro preparaba el desayuno; pero la mente de ambos se mantenía en la noche anterior, y no precisamente en la conversación que tuvieron.
Algo había cambiado, algo de sentía un poco diferente.
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Finalmente Taehyung estaba aparcando enfrente del edificio de Jungkook. El menor salió del auto rápidamente, tratando de evitar que alguno de sus vecinos lo viera en traje.
Llegó hasta el departamento de Jin, quien lo observó extrañado cuando entró a su hogar.
— ¿Por qué sigues en traje? ¿Acabas de llegar?
— Si, larga historia, te cuento en la tarde. Ahora dame mi mochila para ir a cambiarme que Taehyung me va a llevar a la universidad.
— ¿El Taehyung que es solo un compañero de trabajo? Estoy casi seguro que pasaste la noche con él.
— Jin-hyung, en la tarde.
El castaño suspiró y fue hasta su habitación para buscar la dichosa mochila. Una vez Jungkook tuvo el bolso en sus manos, entró corriendo a su departamento.
Seokjin solo pudo suspirar y negar con su cabeza.
Quince minutos después, Jungkook estaba en el auto de Taehyung en camino a su escuela.
— ¿Cuándo es el próximo día de grabación? —preguntó el bailarín—.
— El sábado, creo. Después le preguntaré a Yoongi-hyung.
El resto del viaje se mantuvieron en silencio con solo la radio sonando de fondo.
Una vez llegaron a su destino tuvieron una despedida incómoda, de repente ninguno sabía cómo comportarse.
Cuando Jungkook se bajó del auto y el escritor se fue, los amigos del menor lo miraron burlones.
— ¿Una noche caliente con tu Sugar Daddy? —preguntó Raoul con burla—.
— No empiecen de nuevo —Jungkook contestó revirando los ojos—.
— ¿Qué? Es divertido molestarte. Además, jamás pensamos verte con una persona que no fuera nosotros o Jin, menos un hombre; eres más antisocial que una piedra —comentó Dylan, divertido—.
Jungkook solo volvió a revirar los ojos y comenzó a caminar con dirección a su primera clase, sus amigos lo siguieron entre risas.
— Además, Kook, las marcas en tu cuello dicen mucho —habló Sean—.
Jungkook los observó con ojos bien abiertos antes de salir corriendo hacia uno de los baños, escuchando de lejos las carcajadas de sus compañeros.
Una vez en frente del espejo, maldijo mientras observaba los moretones oscuros claramente visibles debido a su blanca piel. No sabe en cuantos idiomas maldijo a Taehyung por no tener cuidado.
Una vez se cubrió los hematomas con maquillaje, salió del baño y se encaminó hacia las aulas.
Las clases transcurrieron sin ningún inconveniente, y en su mayoría aburridas. Pero entonces, llegó la lección de Danza, la favorita de muchos.
Sin embargo, los estudiantes se extrañaron cuando junto a su profesor Hoseok, ingresó al auditorio la profesora de Música: Shin Suran.
Detrás de ella, llegaron los estudiantes del Departamento de Música, los cuales se veían igual de confundidos que los de Danza. Ambos profesores se ubicaron enfrente de sus alumnos.
— Bien chicos, la profesora Shin y yo les tenemos una sorpresa —habló Hoseok, sonriente—.
— Como saben —continuó Suran—, en junio son los exámenes finales que deciden si pasan o no de curso. Entonces, el profesor Jung y yo tuvimos una idea para los exámenes de nuestras respectivas asignaturas, que cabe decir, son las de mayor peso.
— Nuestra idea es que los alumnos de ambas materias se junten para hacer un musical —se oyeron varias exclamaciones de sorpresa en la habitación—. Así es, los estudiantes del Departamento de Música escogerán un género y compondrán la melodía; mientras que los de Danza crearán su propia coreografía que encaje con la música compuesta.
— Tendrán 3 meses, un mes para componer, un mes para armar la coreografía y otro mes para practicar, porque además, el acto se realizará con una banda en vivo. Obviamente, estos serán miembros del Departamento de Música.
— Les tenemos otra sorpresa —los estudiantes volvieron a exclamar, sin saber qué pensar—. Esto les gustará, la obra será presentada en el New York City Center, y podrán invitar a sus familiares y amigos para que asistan —jadeos de sorpresa e incredulidad fueron las únicas respuestas—.
— Profesora —habló una chica del Departamento de Música—, ¿en serio podremos presentarnos en el New York City Center?
— Si, es en serio. Como se darán cuenta, esta es una ocasión única, así que esperamos que pongan todo su esfuerzo en este proyecto. Es una gran oportunidad para todos ustedes —contestó Suran—.
Jungkook y sus amigos se miraron, sabiendo que tendrían que trabajar y esforzarse mucho durante los próximos meses.
Y el menor se preguntó si podría participar en la serie de Min Yoongi y prepararse para el musical al mismo tiempo.
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Una vez terminadas las clases, Jungkook salió corriendo de la Universidad sin siquiera despedirse de sus amigos.
Debido a su situación actual, eran pocos los gustos que podía darse, él mismo no se permitía muchos de ellos.
Sin embargo, había algo en su vida a lo cual no podía renunciar: anime.
Esas series animadas japonesas habían salvado su adolescencia, porque dentro de su aún ingenua mente, quería ser tan fuerte como los protagonistas de aquellas increíbles historias y así sobrevivir al infierno que pasaba gracias a su madre.
Incluso un día, antes de comenzar a grabar en el set, estuvo hablando con Jimin acerca de One Piece, una de las series favoritas de Jungkook y la favorita del rubio.
Le pareció gracioso como su mayor soñara con ser el mejor espadachín del mundo cuando era pequeño.
En fin, la razón de su apuro era que el creador de Attack on Titan, una de las series que tanto le gustaba, estaba en New York y, casualmente, haciendo un fan meeting en una biblioteca cercana al departamento de Taehyung.
Por supuesto, él no se iba a perder la oportunidad de conseguir un autógrafo de ese hombre.
Así que en ese momento, en vez de ir hacia aquella biblioteca que solo quedaba a un par de kilómetros, Jungkook se dirigía hacia su departamento para buscar el primer tomo físico de Attack on Titan que su madre le había comprado hacía muchos años ya.
Y si, el pelinegro podría simplemente conseguir un autógrafo de Isayama Hajime en cualquier pedazo de papel. Pero, vamos, todos sabemos lo obstinado que puede llegar a ser el joven de sonrisa aconejada.
Y en ese apuro, emoción y euforia; nuestro protagonista acabó chocando con un hombre y cayendo junto a él al suelo.
Cuando Jungkook se dio cuenta de lo que había hecho y el como aplastaba con su peso a otra persona, se sintió incluso más avergonzado que cuando tuvo su primera vez con Taehyung.
Para el colmo, habían varias personas observando el espectáculo.
El pelinegro se puso rápidamente en pie, y entre disculpas ayudó a levantarse a aquel hombre.
Cuando finalmente pudo observarlo bien, notó que era bastante alto, le sacaba casi una cabeza. Además, tenía un cabello castaño un poco ondulado, vestía de traje y poseía rasgos asiáticos. También se veía un poco mayor que él.
— Dios, lo siento muchísimo, estaba tan apresurado que apenas si miraba por donde iba.
— Está bien, no te preocupes, solo ten más cuidado la próxima vez —el joven le sonrió con confianza—.
Jungkook se quedó algunos segundos admirando aquella sonrisa. No podía decir que fue un amor a primera vista, o que se sentía atraído por el chico, simplemente ... era una sonrisa muy bonita.
— ¿No estabas apresurado por llegar a algún lado? —preguntó el mayor al ver cómo el azabache no había dejado de mirarlo—.
— ¡Cierto! Una vez más, lo siento muchísimo, pero ya debo irme —y así como llegó, se fue corriendo—.
El mayor solo pudo reír ante la ternura que le provocó aquel joven. Quizás si no hubiera posado sus ojos en alguien ya, se habría fijado en él. Aún así, esperaba encontrárselo de nuevo.
Ah, la juventud era tan bella.
To be continued ...
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... Hola?😅
Sigo viva, no se preocupen😅
En serio disculpen por la demora, es que entre conciertos, premios, votaciones y libros; me olvidé que yo también escribía en Wattpad😂
Y para colmo después tuve un pequeño bloqueo😐
Pero ya volví😗
Ah, muchas gracias por los 2k🥺❤️
Datos:
New York City Center es uno de los teatros mas grandes de New York y se encuentra en Long Island City.
Además, en esta historia voy a mantener los cumpleaños como son. Así que si hace poco fue le cumpleaños de Yoongi, obviamente fue el 9 de marzo.
Nos vemos🙃❤️