Secuestrada

By maritacv

1.2M 62K 16.7K

Antes de que acaben las vacaciones de verano y de que empiece su último año en el colegio , la vida de Kate d... More

El inicio de todo EDITADO
Puerto Rojo
La verdad
Sin escapatoria
Visita inesperada
La promesa
Entrenamiento
La playa
Indicios
Pánico
El miserable
Síndrome de Estocolmo
El Pacto
302
AN
Análisis
Natalie Forbes
Suite Compartida
Testosterona
Midnight
Hey Sexy Lady
AN2
Hey Sexy Lady parte 2
Primera Resaca
La teoría de Kevin
P.O.V Jared ( Su primera Resaca)
P.O.V Jared 2
DEMASIADO
" Mi Chica"
Acción
Impacto
Jared
Pipper
Todo o nada
Jared POV 2
El médico
Infraganti
Infraganti 2
El Socio
Horror Infernal
Roles invertidos
La despedida
La despedida 2
Respuestas

Rutina

41.9K 1.5K 221
By maritacv

Porque es posible querer tanto a alguien en tan poco tiempo. 

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Si el tiempo pasaba, no era consciente de ello.

Tras la conversación que tuvimos la noche anterior, yo no había vuelto a dar señales de vida. Estaba en modo negación, no quería aceptar nada de lo que estaba sucediendo. Y aunque lo aceptase, ¿qué es lo que se suponía que debía hacer yo, aquí encerrada, durante Dios sabe cuánto? ¿A qué debía emplear mi tiempo? Ni si quiera les conocía y ahora estaba condenada a vivir con ellos. A depender y confiar en ellos. ¿Por qué? Una pregunta cuya respuesta sabía demasiado bien, pues atormentaba mi mente constantemente. Una banda terrorista. A penas lograba conciliar más de dos horas de sueño seguidas por las noches. Por el día, no es que me sintiera mucho más segura pues imaginaba de mil maneras diferente como irrumpirían en la casa cargados de armas y mi vida acabaría con un balazo. El miedo no desvanecía porque sabía que aquello no eran hipótesis en mi imaginación descabellada. Aquello iba a ocurrir. Tarde o temprano. No sé en qué estaban pensando Kevin o Jared si creían que podían evitar esa situación, si creían que podíamos resistirles. Prolongar lo inevitable era estúpido. No es que quisiese que acabasen ya con mi vida, pero aquello ya no era vivir. El miedo, pánico y temor ocupaban mi mente diariamente. Mi cuerpo también. Las lágrimas, el temblor, las ojeras y mi rostro pálido eran ya fijos en mí.

Pasaba los días y las noches en aquel cuarto. Sentada en la cama, o abrazando mis piernas en cualquier esquina (inútil intento de querer sentirme protegida) a veces simplemente me quedaba dormida en el suelo.

Inevitablemente Jared y Kevin eran testigos de todo aquello. Pues aunque respetasen mi espacio, el cuarto de baño que estaba en aquel cuarto, era el único de todo la casa. Además hacían vanos esfuerzos porque comiese algo y me traían la comida al cuarto. Si hablaban conmigo, tampoco era consciente de ello. Estaba completamente sumergida en un trance en el que solo despertaría con la llegada de los terroristas. Con mi fin. Vivía al igual que un encarcelado esperando su pena de muerte.

La comida comenzó a ser un problema. Cuando no comía lo que me traían, solían venir ambos a mi cuarto y plantarse delante de mí un buen rato, probablemente hablándome. Así que para intentar reducir su presencia a lo más mínimo, comencé a tirar las cosas por el retrete del baño. De vez en cuando, picaba un poco de algo. Pero era estúpido. Era como alimentar un cadáver.

Todo cambió una noche. Me levanté de mi rincón en el vestidor para dirigirme al cuarto de baño. Pero ni siquiera logré dar un paso porque caí brutalmente al suelo. Perdí el conocimiento.

Cuando desperté, estaba tumbada en la cama. Jared de pie en el lado derecho de esta y Kevin en el izquierdo. Supuse que me había desmayado. Tal vez hubiesen sido solo unos segundos, yo sentía que habían sido días.  Esperé que dijesen algo porque sus rostros además de preocupación estaban llenos de decepción. Como no me gustaba nada el análisis al que me sometía Jared con su mirada, giré mi cabeza a la izquierda.

-          ¿ Sabes por qué te has desmayado?- preguntó Kevin

Negué levemente con la cabeza. Sabía perfectamente que había sido por la falta de alimentos pero no quería tener que soportar toda aquella charla de las razones por las que necesitaba comer. Esta vez podía escuchar sus voces y no me gustaba nada. Quería volver a sumergirme en mí burbuja. Con el volumen a cero.

-          Mentirnos no te va a llevar a ninguna parte. Tirar la comida en el cuarto de baño tampoco. Son dos cosas cada cual más estúpidas.

Les contesté con silencio. No tenía nada que decirles.

-          ¿No vas a decir nada ? – esperó.- Como quieras. Veras Kate, aquí hay dos opciones. Comprendemos que todo esto ha sido un shock para ti  y que ibas a necesitar tiempo para asimilarlo. Te hemos dado ese tiempo y espacio para que aceptes lo que te está pasando. Dos semanas para que seas libre de hacer y pensar lo que quieras. Sabíamos que tirabas la comida por el váter. Sabíamos que no podías dormir del miedo y que ni si quiera nos escuchabas cuando hablábamos. Pero queríamos que fueses tú la que pusiese fin a tu lucha interna. De verdad que queríamos que fueses capaz de aceptarlo todo y lidiar con ello. En todos nuestros casos, suele pasar lo mismo. Algunos tardan más y otros menos.  Pero dos semanas son suficientes. Este es nuestro límite. Nuestro trabajo es protegerte lo quieras o no.  Y claramente no lo quieres. Así que si no vas a colaborar, si no vas a poner de tu parte y vas a seguir como hasta ahora, no nos das más opción que  tener que tratarte como a una auténtica prisionera. Porque aunque te dé igual perder tu vida, nuestro trabajo está en juego. Hasta aquí hemos llegado. Si tenemos que meterte la comida a pulso por la boca, lo vamos a hacer. Si tenemos que hacer turnos para vigilar que comas y que duermas, lo vamos a hacer. Y si tenemos que drogarte para que puedas conciliar el sueño, lo vamos a hacer. Entérate que estamos aquí para protegerte.

Sabía que todo aquello debería de haberme dado mucho en lo que pensar. Debería haber cambiado mi percepción sobre Kevin y debería haberme sentido sorprendida de que todo aquello hubiese salido  realmente de su boca. Sin embargo, no sentía nada. Aquel vacío seguía conmigo. Y lo único que ocupaba ese vacío era el presentimiento de que podían llegar en cualquier momento.

-          Joder, Kate.

-          Kevin estás hablando con un cadáver. Dinos Kate, ¿qué es lo que quieres?- no sé si fue simplemente oír su voz o tal vez el tono de ingenuidad en su pregunta pero mis ojos necesitaron clavarse en los suyos. Y eran ellos los que me obligan a hablar. Como si mi boca fuese su títere.

-          Nada- pude responder. Porque era lo que quería. Nada.

-          ¿Eso es lo que quieres realmente? ¿Nada? Porque conozco a Kevin y sé que es capaz de hacer todo lo que te ha dicho antes. Jamás tiraría la toalla y si piensa que es la mejor forma de ayudarte, entonces nunca va desistir. Pero ¿Yo? Yo no pierdo el tiempo en casos que ya están perdidos. Y como te habrás dado cuenta, soy yo el que toma las decisiones. Así que dime ¿eres un caso perdido? Porque si lo eres no pasa nada. Para mí es muy sencillo. Yo no estoy en peligro. No me importa fallar en un caso. Lo que me importa es no estar ayudando a otras personas que sí lo necesitan.  Así que si esto es lo que quieres, por mí no hay problema. Te puedes quedar aquí tu sola, te puedes ir si quieres a donde tú quieras o te podemos dar una pastilla que acabe con toda tu miseria. Te podemos dejar que llamas a tu madre y hables con ella todo el tiempo que quieras. Así a lo mejor os cogen juntas. ¿Qué te parece?-

Esta vez sus palabras no eran pasajeras, como las de Kevin. Estas se clavaban una tras una en mi mente, habían traspasado mi burbuja. Jared no podía estar hablando enserio. Tal vez estuviese intentando sacarme de mi miseria con psicología inversa. Sin embargo, cuando estudié su rostro, supe que no estaba mintiendo. Estaba dispuesto a dejarnos morir a mí y a mi madre.

-          Sí. No te sorprendas. Voy completamente en serio. Tampoco es que me importe mucho que pasa contigo. Personalmente, creía que eras más fuerte de lo que eres y que ibas a tener en consideración qué sería de tu familia cuando se encontrasen sin ti. No te puedo asegurar que no corres peligro, porque te estaría mintiendo. Pero igualmente tenemos muchas más posibilidades de salir todos ilesos y cogerlos a ellos antes de que nos cojan a nosotros. Así que dime ¿qué quieres que le digamos a tu familia cuando nos pregunten qué fue de ti? ¿que moriste de hambre porque tiraste la toalla antes de tiempo? ¿que te dejamos ir porque tú misma habías decidido que había llegado tu fin? ¿que te matamos porque preferías que lo hiciéramos nosotros a ellos? Ve pensando qué va a ser. Cómo vas a contarles que no moriste en manos de ellos sino en tus manos. Cómo las ganas de volver a verlos no eran suficientes para luchar contra el miedo. Por qué preferiste lo fácil a lo difícil. Perder a luchar. La muerte a la vida.

Así sin más, abandonó aquel cuarto. Kevin estaba tan estupefacto ante sus palabras como yo. Tardó pocos segundos más en seguirlo. Me quedé de nuevo sola en aquel cuarto.

Jared había conseguido que el miedo ocupase ahora un segundo plano en mi mente. Sus palabras ocuparon el primero. "La muerte a la vida". Hablaba como si yo hubiese estado tratando de suicidarme. Jamás había sido esa mi intención. La muerte. Y sin embargo, la había estado abrazando todo este tiempo. Inconscientemente, pero lo había hecho. Había dejado que el miedo nublase mi razón, invadiese mi mente. Estaba dejando que estos asesinos me matasen lentamente.

Aquella noche no dormí.  En cambio la causa de mi pérdida de sueño, esta vez no había sido el miedo. No podía dejar de repetir la conversación de Jared una tras otra vez en mi mente. Sus palabras no solo habían conseguido meterse en aquella burbuja sino que la estaba rompiendo en pedazos. ¿Cómo iba a abandonar a mi familia? ¿Por qué me había estado haciendo todo aquello a mí misma? ¿Es que acaso iba a darles una victoria tan fácil?

Tener miedo era normal. Todo lo demás que me había estado permitiendo hasta entonces tal vez fuese normal y tal vez no lo fuese. Pero Jared tenía razón, aquel comportamiento era para débiles y desesperanzados. Había ahogado la esperanza de volver a estar con mi familia. Aquello tenía que acabar. Y así sin más, con una reflexión sobre el monólogo de Jared fue como supe que la burbuja había desvanecido.

Esa fue la primera vez, que pude dormir más de tres horas (ya era por la mañana). No me desperté por el miedo y con el sudor de una pesadilla sino por la luz del sol. Esta vez, había soñado que volvía a estar en casa con mamá, Jeremy y las chicas. Soñé que todo había sido real y habíamos conseguido vencer.

Me levanté de la cama completamente renovada. Lo primero que necesitaba además de ir al baño era una buena ducha. A saber cuánto tiempo llevaba con aquella ropa puesta. Cogí de mi maleta unos vaqueros y una camisa de cuadros y me dirigí al baño. Después escuché que el cuerpo me pedía a gritos un buen desayuno, así que no lo dudé. Cuando salí de mi cuarto solo encontré a Kevin en el salón. Estaba viendo la televisión, pero había un ordenador encendido enfrente suya en la mesa. Supuse que ahí era donde se veía el video de la cámara.

Era la primera vez que salía de aquel cuarto y veía la sorpresa en sus ojos. No sabía qué se suponía que debía de decirle. Él parecía estar en mi misma situación.

-          ¿Puedo desayunar? – me limité a pedirle permiso, más que nada porque no sabía dónde guardaban las cosas.

-          Claro – se levantó inmediatamente del salón y comenzó a explicarme qué había de desayunar y donde estaba cada cosa.

Me preparé un bol de cereales con un zumo de naranja y una manzana. Un buen desayuno marcaba el cambio de mi nueva actitud. Me senté en el sillón junto al sofá al que volvió Kevin. Estaba descubriendo que Kevin no era del todo tan imbécil como me creía.

-          ¿Dónde está Jared? – ni si quiera sabía por qué lo estaba preguntando.

-          Ha salido a correr.

Estábamos en peligro de muerte y Jared había salido a correr. ¿Era yo la única que pensaba que aquello era totalmente imprudente e inadecuado? Kevin debió de adivinar a donde me estaban conduciendo mis pensamientos.

-          Veras Kate. Es verdad que corremos peligro y que hemos venido a un pueblo perdido para escondernos mientras los nuestros se ocupan de todo esto. Pero no sabemos cuánto tiempo vamos a estar aquí. No podemos quedarnos sin salir de aquí durante meses. Evidentemente no podemos hacer vida normal pero tampoco podemos vivir encerrados. Jared y yo necesitamos ejercitar diariamente. Y probablemente a ti, te tendremos que enseñar varias cosas.

Sabía que en parte tenía razón. Si nos íbamos a quedar aquí indefinidamente no podíamos encerrarnos en aquella casa. Pero, ¿con qué seguridad iba a salir yo a la calle? O más bien ¿para que querría yo salir a la calle?

-          Ahora cuando vuelva Jared te explicaremos todo.- Jared. ¿Por qué temía verlo? – Kate- Kevin se giró hacia mí. – me alegro que hayas aparecido por aquí esta mañana.

Sabía que lo sentía sinceramente. Estaba preocupado por mí. Le importaba y ni si quiera me conocía. Tal vez fuese solo un caso para él pero al menos sabía que estaba completamente dispuesto a ayudarme.

-          Yo también.- ahora sabía que tenía esperanza. Tenía algo por lo que luchar y alguien con quien luchar a mi lado.

Terminé mi desayuno en silencio. Ambos pendientes de la televisión y él de vez en cuando ojeando la pantalla del ordenador.

-          ¿Es ahí donde se ve el video de la escalera?- le pregunté finalmente.

-          Sí, mira- giró el portátil hacia mí. – aquí está la cámara de la escalera y hemos colocado una también en la esquina de la calle.

Se veía perfectamente la escalera entera. Era imposible que alguien pudiese llegar a la casa sin ser grabado en la cámara. La que enfocaba a la calle, nos dejaba visualizar un campo bastante amplio. Como era Septiembre, aun había personas que recorrían aquel paseo marítimo para llegar a la playa. Visualicé de entre ellos a Jared. No se veía claro si lo que llevaba era un bañador o unas calzonas de deporte. Iba escuchando música. Las pocas chicas que caminaban rumbo a la playa, no podían evitar seguirlo con la mirada. Tal vez, estuviese conectado con el hecho de que no llevaba camiseta.

En menos de un minuto estuvo en la terraza. Cuando entró en casa lo primero que hizo es clavar sus ojos en los míos. A diferencia de Kevin, no pareció tan sorprendido de verme allí sentada. Fui yo la que me sorprendí a mí misma, cuando al verlo distinguí desdén. No era solo que le era indiferente sino que había propuesto mi muerte. Tal vez estuviese intentando conseguir que abandonase aquella fase. Si esa era la finalidad, podía estar orgulloso porque lo había conseguido. Sin embargo, yo jamás iba a olvidar sus palabras.

Dirigiéndose a Kevin dijo – Voy a la ducha primero. Ahora hablamos.- y así sin más volvió a desaparecer.

Estaba fregando los platos del desayuno cuando salió del cuarto vestido con un polo y unos vaqueros. Se sentó en el sillón que estaba frente al que yo había ocupado.

-          Katherine, siéntate.- me comandó. Esta vez no me gustó nada que utilizase una orden. Después de la conversación anterior, no era nadie para mandarme. Había perdido todos mis respetos.

No tuve más remedio que obedecerlo. Cuando estuve sentada en el mismo sillón que antes comenzó a hablar.

-          Te habrás preguntado que qué debes hacer durante el tiempo que estemos aquí. – pausó para verme asentir levemente.- Kevin y yo vamos a hacer turnos. Necesitamos salir a correr y hacer nuestras tablas de ejercicio. La condición más básica y fundamental es que nunca puedes estar sola. Puedes salir de casa, pero siempre al menos con uno de nosotros dos y por supuesto bajo una serie de normas. El resto del tiempo lo vas a emplear en algo que seguramente no te habías planteado: tus estudios. Si no recuerdo mal tu último año en el colegio lo empezabas el próximo lunes.

¡¿MIS ESTUDIOS?! ¿En qué momento se le había pasado por la cabeza que bajo todo este miedo y presión yo iba a ser capaz de ponerme a estudiar? ¿Qué importaban mis estudios cuando mi vida estaba en juego? ¿Que relevancia tenían en aquel momento? Aquello era absurdo. ¿ Por que iba a dedicar lo que podían ser mis últimos días a algo tan insignificante como eran aquellas asignaturas?

-          Kate – intervino Kevin- piensa que ahora te parecerá que no tiene ni pies ni cabeza ponerte a estudiar. Pero te repito que no sabemos cuánto tiempo vamos a estar aquí. Si pierdes dos meses de colegio y no estudias nada durante ese tiempo, cuando vuelva todo a la normalidad, que te aseguro que va a volver, te va a ser imposible sacar el último año. Piensa que aunque ahora no sea tu prioridad, el día de mañana te vas a estar jugando selectividad y tu futuro. Todo esto será solo un episodio, no dejes que además te fastidie un año de tu vida. Además, ¿qué puedes hacer sino con tanto tiempo libre?

A cualquier persona normal y corriente se lo hubiesen ocurrido mil quinientas opciones antes de estudiar. Sin embargo, yo era aquella clase de chica responsable y estudiosa y aunque seguía pareciéndome imposible estudiar bajo aquellas condiciones, parte de lo que Kevin había dicho era cierto. Aunque ahora pensar en mi futuro fuese ilógico, llegaría un momento en que , si conseguía salir viva de todo esto ,  desearía haberlo hecho. Desde los once años tenía claro que iba a estudiar medicina. Para mí, no era una opción quedarme sin entrar en la carrera debido a la nota. No obstante, las cosas ahora habían cambiado un poquito. Aun así, debía encontrar la manera para que este "episodio" no estropease mi futuro. Si es que tenía alguno...

-          No vas a tener horario, ni exámenes ni nadie que te lo explique. Tú vas a ser responsable de cómo te administres el tiempo. Eres libre de no estudiar también. – Kevin esperó a ver cuál iba a ser mi decisión.

-          No, quiero hacerlo. Tampoco tengo mucho más que hacer, como tú has dicho.

-          Genial. Ya verás que cuando todo esto acabe, vas a agradecer la decisión que estás tomando ahora. O bien hoy o mañana mismo, iremos a comprar los libros. Tenemos otro ordenador donde te podrás conectar a internet para estudiar o ver videos de ayuda o lo que sea. Pero Kate, escúchame bien: nada de redes sociales. Ni de coña. Ni nombres, ni cuentas, ni direcciones nada de eso. Y por supuesto ni twitter, ni Facebook, ni correo electrónico. NADA. Si lo hicieras, no tardarían ni dos horas en encontrarnos.

Por mucho que desease escribirle a las chicas y contarles todo lo que estaba sucediendo, aquella opción nunca había sido una posibilidad. Sabía perfectamente las consecuencias que tenía y no las estaba buscando precisamente. Kevin descubrió que estaba completamente de acuerdo con sus términos.

-          Jared y yo, te podemos a ayudar en lo que sepamos. Más Jared que yo, porque ¿estabas estudiando el bachillerato de salud no?

-          Si, salud. Biología, química, mates y física de específicas. – ya ni si quiera me sorprendía que supiesen hasta qué estaba estudiando.

-          Sí, definitivamente va a ser Jared quien te ayude. Yo estoy un poco oxidado en esas asignaturas.    

Estupendo. No me consideraba una persona especialmente orgullosa pero sabía que antes de recibir ayuda de alguien que había sugerido mi muerte, prefería no aprobar una asignatura.

Sin ser consciente de ello, mis ojos se desviaron hacia él. Lo tenía en frente. Estaba esperándome. Sus ojos se clavaron en los míos. No. Definitivamente. Me negaba a recibir ayuda suya.

-          Además de estudiar.- siguió Kevin. Jared había dejado de hablar. Pero seguía sintiendo sus ojos clavados en mí.- Todos los días, durante una hora Jared y yo, o alguno de los dos practicaremos contigo algo de autodefensa.

Vaya. Eso no lo había visto venir. Desde luego eso sí que iba a ser tiempo perdido. Si era nefasta en algo, era en cualquier cosa relacionada con los deportes y la agilidad. Menos bailar. Lo único para lo que iba a servir aquella hora diaria era para que se impacientasen conmigo y para que yo tuviese una peor opinión de mí. No iba a tener el resultado de todas esas películas, en las que la protagonista se mata a practicar y acaba siendo una catwoman. Todas aquellas frases del esfuerzo al estilo "porque cuanto mayor es la lucha mayor es el triunfo "o "porque el triunfo no consiste en vencer sino en nunca rendirse" todas aquellas frases estaban muy bien. Pero para mí, respecto a la gimnasia, había una que prevalecía: "porque el que vale, vale y el que no, no." Y no estaba siendo pesimista simplemente realista. No les iba a decir nada. Iba a dejar que ellos mismos conociesen mi ineptitud.

Continuamos hablando de más cosas que iban a ir marcando mi rutina. Como labores domésticas. Accedí a ocuparme de la ropa. Era lo mínimo que podía hacer y una distracción que necesitaba. Ellos se estaban ocupando de todo lo demás. Pagando todo lo que yo necesitaba. Ni si quiera sabía cómo funcionaba aquello. Probablemente estaba todo pagado. Tampoco es que me importase mucho, pero sí sentía que al menos debía hacer algo útil. Las comidas nos la dividíamos, no había un reparto establecido. Yo tampoco es que fuese una cocinera nata porque siempre me había cocinado mi madre, pero algo sabía hacer.

Kevin seguía repasando algunas normas conmigo cuando Jared salió a la terraza.

-          ¿Me ayudas a preparar la comida? – me preguntó después de haber aclarado todo lo necesario.

Enseguida estuvimos en la cocina con todos los ingredientes para hacer pollo al horno y ensalada. Aquello era absolutamente irónico. Estaba en peligro de muerte pero jugaba a ser cocinera con un súper agente especial. Quién lo diría.

-          Kate, se lo difícil que debe ser todo esto para ti. El hecho de que no estés con tu familia lo hace peor aún. Quería pedirte perdón por cómo me porté contigo el primer día.

Lo miré directamente a los ojos mientras que seguíamos lavando las verduras. Definitivamente Kevin no era quién pensaba que era. Lo había juzgado mal.

-          ¿Sabes Jared y yo no somos tan horribles como parecemos? Quiero decir que estarás pensando que estar atrapada con nosotros dos es lo peor que te ha podido pasar, pero te aseguro que cuando menos te lo esperes te vas a dar cuenta que somos la mejor compañía que te ha podido tocar. Especialmente yo. Jared a veces es un grano en el culo per-

-          Gracias Kevin – gritó desde la terraza.

Una sonrisa estuvo a punto de escaparse de mis labios pero el humor era algo que me iba a costar recuperar.

-          Aquí para servirte Jared- le respondió Kevin desde la cocina.- Con el tiempo te acostumbrarás a Jared y a sus poderes de escucharlo todo, hasta lo que estás pensando.- eso era algo de lo que me había percatado el primer día de todos.- En fin, no tengo ni pajolera idea de cómo coño se hace un pollo al horno. Esperemos encontrar un tutorial en YouTube- me explicó al tiempo que desaparecía para buscar el ordenador.

En una hora, la comida estuvo lista.  Mientras que la preparábamos Kevin y yo no habíamos dejado de hablar. Estaba empezando a conocerlo realmente. Era completamente abierto, gracioso y divertido. La clase de chico que tiene respuestas para todo y ocurrencias de cualquier tipo. Resulta que tan solo tenía dos años más que yo. Llevaba siendo lo que era desde pequeño, pues sus padres eran lo mismo. Este era su primer caso porque técnicamente, él seguía estudiando. Sus estudios, claro estaba, eran completamente diferentes a los míos. Tenían seis años de preparación antes de pasar a la acción o especializarse. Este era su último año. Me contó que Jared, por supuesto había terminado hace ya tiempo. Y que había hecho una triple especialización. Dijo que él ya llevaba muchos casos por delante pero lo que me llamó la atención fue que me confesó que este era su primer caso de protección. Descubrí que llamaba caso de "protección "a cuando tenían que quedarse vigilando a la víctima desde un segundo plano, sin nada de acción, sin prácticamente, nada de riesgos. Me adelantó que si a veces lo encontraba algo malhumorado, que no lo tomase como algo personal, pues Jared estaba destinado a la acción y encontrarse sin ella era como un castigo. Con tanta conversación apenas prestábamos atención al tutorial de YouTube, sin embargo nada más que había que oler el pollo para intuir lo bueno que nos había salido.

Durante la comida, por el contrario, no hubo tanta charla. De vez en cuando Kevin y Jared se preguntaban algo entre ellos, para mí era como si hablasen en clave. Nombres que no conocía, palabras que no entendía o expresiones que para mí, no tenían sentido. Y no quería entrometerme en sus asuntos, así que me abstuve de preguntarles. La tercera vez que bostecé, sabía que la cama me estaba llamando.

-          Acuéstate un rato Kate, porque cuando te despiertes. Te queda una buena hora dándome todo lo que tienes. Vamos a ver que sabes hacer para defenderte.

Perfecto. Justo lo que yo quería.

Me acosté pensando en el ridículo que iba a hacer durante esa hora. Pensando que no quería hacer el ridículo delante de ambos. Aunque sabía que era más bien delante de Jared más que nada.  Y eso, me llevó a pensar cómo habían cambiado las cosas desde aquel horrible primer día. De pasar a solo poder sentir miedo, mi preocupación ahora era la vergüenza de hacer el ridículo. Lo que hacía una semana. Con sus siete días enteros. Ese es el tiempo que había pasado. Y es que quién me iba a decir en aquel momento en la playa que este era mi futuro. Que el malvado hombre que me estaba secuestrando no era más que un chico que intentaba protegerme. Con quién iba a conversar mientras preparábamos un pollo al horno. Las vueltas que daba la vida.

Continue Reading

You'll Also Like

681K 34.4K 34
Melody Roberts es una chica muy sencilla, no es muy sociable y solo tiene una mejor amiga. Vive sola en un pequeño departamento, el cual debe de paga...
64.3K 6.5K 53
Cuando la realeza decide mandar a buscar a cada una de las brujas para darles un destino fatal, Thadea decide luchar por sobrevivir sin compañía algu...
21.7K 1.1K 13
✧ : sHe Was Sunshine, I Was Midnight Rain sHe Wanted It Comfortable, I Wanted That Pain sHe Wanted A Bride, I Was Making My Own Name [ Chasing The...
281K 10.5K 46
Hey !-me agarro de las muñecas-te dije que sigas las ordenes mald.ita sea! Atentente a las consecuencias... -no,por favor,ya no mas-dije con lagrimas...