—Soy toda oídos. —Observé expectante a Michelle. Ella se aclaró la garganta.
—¿Puede ser... a solas?. —Murmuró mirando a mis amigos, aunque lo dijo en voz baja ellos la escucharon igual, pues estaba muy cerca.
Kate captó la indirecta y tomó del brazo a Mark. Me lanzó una mirada de "Ya me contaras todo luego" y se fue. Michelle me agarró por brazo y me llevo a una parte de la escuela cerca del cuarto del conserje en la que no había nadie. Cada vez que pasaba al lado de alguien sentía sus miradas sobre mí. ¿Qué estaba pasando?
—Y bien, ¿Qué sucede?
—Me ha dicho mi mejor amiga, que le dijo su amiga, a la que su amigo le había contado, al que su hermano le había dicho, que se entero por su hermana, a la que le habían...
Esto no estaba llegando a ninguna parte.
—Michelle, ¡detente!, ve directo al grano, por favor. —Interrumpí.
—Está bien, me he enterado que hay una chica que anda diciendo que tú enviaste a alguien a que le diera una golpiza, para quedarte con su novio.
De pronto, todo tuvo sentido, las miradas, los cuchicheos, todo esto solo estaba relacionado con alguien: Carmen.
Michelle seguía hablando pero yo ya no la escuchaba.
—Lo siento, debo irme. —Me disculpe y salí corriendo, dejándola con la boca abierta.
Sabía que Carmen estaba en último año, por lo que debería andar rondando cerca de su aula. Así que me dirigí hacia allí, y de hecho, tenia razón. Estaba cerca del aula con un grupo de chicas que la rodeaban. Ahora, yo no solo me sentía culpable por el hecho de que la habían golpeado, sino que estaba enfadada, mucho. A ver, yo sabía que esto era culpa mía, pero, ¿era necesario decírselo a todo el mundo?
Caminé hacia donde se encontraba. Estaba de espaldas a mí, por lo que no me vio acercarme, pero su grupo de amigas si y comenzaron a murmurar entre ellas. Carmen se giro y me miró con el mismo odio con el que me había mirado allí en el hospital.
—¿Qué quieres?. — Preguntó, escupía sus palabras. De verdad me odiaba.
— ¿Puedo hablar contigo?
—No tenemos nada que hablar.
—De hecho, si tenemos. Por favor, Carmen, solo unos segundos. — Insistí.
— ¿O qué? Si no voy a hablar contigo, ¿enviaras a alguien para que me golpee?. —Replicó ella. Sus amigas me miraban con el mismo odio, era como si estuvieran a punto de lanzarse encima de mí.
—Por favor. — Supliqué en voz baja. Parecía que iba a volver a negarse, pero me sorprendí cuando asintió hacia sus amigas y aceptó.
Una vez que estuvimos lo suficientemente lejos de su grupo, me detuve.
—No me hagas perder el tiempo, ¿qué quieres?. — Preguntó Carmen cruzándose de brazos. Ahora que la veía de cerca pude notar que aun tenía moretones, y parecía que al lado de su ojo le habían dado puntos.
—Yo solamente quería pedirte que dejes de decir cosas falsas por ahí.
—¿Decir cosas? ¿Cómo qué? ¿Cosas como que tu mandaste alguien a que me golpeara para quedarte con mi novio?. —Acusó, su voz se iba alzando cada vez más. —¡Disculpa, pero es la verdad!. — Gritó apuntándome con su dedo.
—¿Puedes bajar la voz?. —Pedí. Las personas comenzaban a mirarnos, y el pasillo estaba cada vez mas lleno.
—¿Qué? ¿No quieres que escuchen que la dulce Marie es, en realidad, una perra que quiere robarse a mi chico?
Oh, ya estaba harta esto.
— Escucha, ¡yo no quiero robarte a nadie! No sé qué es lo que está pasando, ni quien te hizo eso, pero, ¡deja de culparme injustamente! —Ahora quien gritaba era yo.
—¿Injustamente? ¿Cómo explicas que terminara en tu casa? ¿Cómo explicas que me haya obligado a darte una nota? ¡Mira mi rostro! —Sollozó señalando su rostro, por el que lágrimas habían comenzado a deslizarse lentamente. — ¿Por qué has hecho que me hicieran esto? ¿Por qué? Creí que podíamos ser amigas. De verdad lo creí. Pero veo que solo eres una roba novios, y las pagarás. —Amenazó. Dicho esto se giro y corrió. No tenía sentido alcanzarla, nada de lo que dijera iba a poder cambiar su opinión, al menos por ahora.
Caminé hasta mi aula con las manos en forma de puños. Estaba enojada, pero mi enojo no era con Carmen, ya que sabia como debía verse todo lo que pasó desde su punto de vista. No, mi enojo era con él, quien estaba comenzando a meterme en problemas. Me hubiera gustado poder decirle la verdad a Carmen, que yo no había planeado esto, que en realidad alguien que estaba acosándome por alguna razón le había hecho esto,
Pero si se lo decía, esta persona iba a enterarse, y entonces todos a mí alrededor iban a correr peligro. Prefería que todo el mundo pensara que era una perra, a que mis seres queridos corrieran peligro.
Las primeras horas pasaron volando, tuve literatura e historia.
Cuando llegaron las últimas horas, ya estaba más calmada. Las personas aun me miraban, pero no tanto como antes. Seguramente, ya había un chisme nuevo que no me incluía a mí.
Mi escuela tenía dos orientaciones, sociales y contable, y también habían clases, como Música, Plástica y Teatro, que eran optativas, es decir, se podía elegir cualquiera de esas clases, pero debían si o si asistir a una de ellas
Si bien Mark y Kate habían elegido contable, y yo sociales (Lo que había sido muy duro para mi, ya que no tenía más amigos aparte de ellos), coincidíamos en la clase de teatro, y con Kate coincidía también en la clase de gimnasia. Tres veces a la semana tenía teatro, y de verdad la amaba porque era la única con ellos dos. Además, actuar era mi pasión. Si bien nunca era la protagonista en las obras, me conformaba con cualquier papel.
Por eso estaba emocionada. Hoy anunciarían cual sería la obra que haríamos luego de las vacaciones de invierno.
Entré al teatro donde teníamos las clases y sonreí cuando vi que Mark y Kate me habían guardado un lugar al lado suyo. Mi sonrisa se borró cuando mire alrededor y noté que estaba lleno de estudiantes de último año, entre ellos Carmen y Tanner, quienes me miraban como si fuera la peste.
¿Que hacían los de ultimo año aquí? Nunca nos mezclábamos, siempre hacia cada curso su obra.
Me apresuré a sentarme con Mark y Kate.
—¿Por qué están los de ultimo año aquí?. —Murmuré en voz baja para que solo ellos pudieran escucharme.
—Lo mismo nos hemos estado preguntando desde que llegamos. —Contestó Mark en voz igual de baja que la mía.
—Sea lo que sea, no quiero estar con ellos.
—No te he visto en los recreos, ¿dónde has estado?. —Preguntó Kate mirándome atentamente.—¿Estás bien?
—Si, es solo que no quería hablar con nadie.
Había estado en los recreos sola, escondida en la biblioteca para evitar hablar con alguien. Realmente había ayudado a calmarme el estar sola y no recibir ningún mensaje de EstupidoAcosador, lo que era extraño, ya que siempre enviaba mensajes. Esperaba que ya dejara de molestarme así yo podía volver a vivir mi vida con normalidad.
—¿Que ha pasado? Oí que discutiste con una chica hoy a la mañana. — Exclamó Mark.
— Les contaré luego, ahora debemos tener clase..
—De hecho, acaba de venir el preceptor informando que el profesor va a demorarse diez minutos. Y creo que diez minutos es más que suficiente para que nos cuentes lo esencial. Así que, habla ya. —Exigió Kate. Sabía que si se le metía algo en la cabeza no iba a parar hasta cumplirlo.
—Esta bien, lo que sucedió fue... —Los siguientes diez minutos intente relatarles todo lo ocurrido pero sin mencionar a EstupidoAcosador. Tuve que decirles que iba a encontrarme con Carmen y su novio, pero que Carmen nunca llegó, y cuando lo hizo, lo hizo en mi casa, completamente perdida. Dije también que la nota que me habían dado estaba en blanco, así que no entendía el por qué había pasado todo esto. Mentí porque, bueno, ellos iban a descubrir todo si hablaba con demasiado detalle.
Finalicé contándoles lo que andaba diciendo Carmen por todos lados.
—Esa perra. No puede andar esparciendo chismes por ahí sobre mi mejor amiga. —Murmuró Kate mirando a Carmen con odio. Mire también hacia donde miraba. Tanner ya no estaba con ella, ahora se encontraba con su grupo de amigas.
Mark no dijo nada, había estado muy callado durante todo mi relato y cuando termine solo había asentido con la cabeza.
Como cinco minutos después, el profesor llego y subió al escenario. El profesor, Frederick Bennett, o señor Bennett, como solíamos llamarlo, era un hombre de unos cincuenta años de edad, que vestía ropa de los años ochenta, y usaba un perfume rancio que mantenía a todos lo más alejados de él.
Aún así, era un excelente actor y había estado en cientos de obras (según él) .
—Silencio. — Pidió con voz baja pero potente. La mayoría de los aquí presentes lo ignoro. —¡Silencio!. —Repitió gritando. Aún seguían ignorándolo.
—Pobre Bennett. —Murmuró Mark sonriendo. Luego frunció el ceño. — Oh no, ahí va otra vez. —Se lamentó haciendo una mueca. Vi hacia donde se dirigía su mirada y esta vez yo hice una mueca. Bennett estaba enchufando el micrófono. Cuando hacia esto, solo significaba una cosa: Estaba enojado, e iba a gritarnos, mucho.
—¡He dicho que silencio!. — Gritó. Esta vez tuvo la atención de todos. — ¿Acaso son sordos? Deberían tenerme un poco mas de respeto, después de todo, yo soy la persona mayor aquí.
—Viejo. — Exclamó alguien entre toses en voz suficientemente alta como para ser escuchado. Siempre que el señor Bennett se enojaba, nunca faltaba alguien que replicara sus sermones e hiciera que todos en la clase rieran.
—Mocoso maleducado, no sé quién eres pero, ¡ya verás!.— Amenazó enojado el señor Bennett.
Quince minutos más tarde, cuando ya todos habían comenzado a cabecear escuchando el sermón del señor Bennett, finalmente llego a lo interesante.
—Dicho esto, voy a hablarles de la obra que haremos después de las vacaciones de invierno. —-Yo ya estaba prácticamente brincando de curiosidad. ¿Qué haríamos este año?. —Siempre me voy por los clásicos como Macbeth, pero esta vez, haremos algo nuevo. Ayer, cuando vine aquí, encontré unos papeles sobre el escenario. En un principio pensé que era basura, pero no se habrán imaginado mi sorpresa cuando vi que era una obra de teatro escrita por un anónimo.
—Oh, espero que no me hagan actuar de árbol como en la última obra. —Suplicó Mark en voz baja. Reí recordando su disfraz de árbol y como perdía el equilibrio todo el tiempo ya que no podía moverse bien. La verdad era que Mark era un pésimo actor, y siempre tenía los peores papeles. Realmente no entendía porque seguía viniendo a esta clase que sin duda no era para él. Intuía que solo venia por Kate y por mí.
Continué prestándole atención al señor Bennett.
-—Si bien he tenido que hacerle algunas modificaciones al final, la obra es realmente buena. Así que, si la persona que escribió esta obra, se encuentra aquí, déjeme decirle que es una obra excelente y digna de ser representada. — Aunque yo también prefería las obras antiguas, la idea de representar algo nuevo era bastante atractiva.— La obra tratara sobre una joven que comienza a ser seguida a todas partes por un joven enamorado de ella. Al principio ella se siente alagada, pero luego, esto se convierte en obsesión. Para sorpresa de todos, la joven terminara enamorándose del joven que la sigue, y comienza a haber un amor enfermizo que va a terminar en muerte.
Hubo un silencio en el teatro, y luego, todos a la vez comenzaron a hablar. Yo no podía pronunciar palabra. Todo esto... me era muy familiar. ¿Quien había escrito esta obra? Lo único que sabía es que ahora ya no tenía tantas ganas de participar.
—Oye, esta obra va a estar genial. — Exclamó Kate con emoción. Mark estuvo de acuerdo.
—No veo la hora de que den los papeles.
—Como todos saben, los papeles serán elegidos en la audición de la semana que viene, y recién luego de las vacaciones comenzaremos a ensayarlo. ¿De acuerdo?. — Todos asintieron. Bueno, todos no, sino los que estaban prestando atención.
De pronto, todos los celulares vibraron a la vez. Incluido el mío. Sabía que el profesor iba a enojarse, pero el ahora se estaba disculpando para ir al baño. Él realmente tenía problemas intestinales.
—Quiero que cuando vuelva no haya ningún celular a la vista, saben perfectamente que deben tenerlo apagado o en silencio.
Obviamente, en cuanto el desapareció por la puerta, sacamos nuestros celulares.
Quede extrañada cuando leí que era una noticia del periódico virtual de la escuela. La mayoría de los alumnos estaban suscriptos para recibir noticias de este periódico, todos los chismes siempre eran publicados allí, por lo general lo administraban los genios en informática que decoraban la pagina a su gusto. Lo que me sorprendió fue que lo enviaran a esta hora, por lo general se limitaban a enviar las noticias durante los recreos, o después del horario de clase. Nunca durante una clase.
Mi boca se abrió en shock cuando leí la noticia que tenia ante mí.
¿Golpeada intencionalmente?
La alumna Carmen Jenkins fue brutalmente golpeada el pasado Lunes a la tarde. Al parecer, ella iba caminando rumbo a Starbucks para encontrarse con su novio, Tanner Sheppard y su recién conocida, Marie Thompson. Pero en el camino hacia allí, Carmen fue atacada por alguien que llevaba un buzo negro con capucha, la cual no le permitió saber si era hombre o mujer. Esta persona golpeó su nuca, lo que la dejo medio inconsciente, y luego su rostro, hasta dejarlo casi irreconocible. Lo que más llamo la atención fue que esta persona, no solo no intento robarle nada, sino que aprovechando su inconsciencia, la introdujo en el capo de su auto por lo que según Carmen fueron horas, luego la saco y volvió a golpearla.
Lo último que nuestra alumna recuerda es que esta persona le obligó a agarrar una nota y la dejó ante la puerta de Marie Thompson, para que entregase dicha nota.
Carmen asegura que Marie Thompson envió a que la atacaran para poder quedarse con su novio, Tanner Sheppard, y teme que vuelva a enviar a alguien para hacerle daño y acabar por fin con ella.
Ahora nuestra pregunta es: ¿Hasta qué punto está dispuesta a llegar Marie Thompson con tal de quedarse con su novio?
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¡PERDOOOOOOOOOOOOOOOON!
Sé que me tarde mucho, pero de verdad no estaba inspirada. Asi que me tomo mi tiempo escribir, pero se los voy a recompensar!. Gracias por los comentarios y los votos, l@s amo♥