Rojo cual pecado (Blossick)

By UFOnarue

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Cada uno de ellos ya tenía una vida, alguien con quien compartirla y el fruto de un amor real a la vista de t... More

Capítulo I
Capítulo II
Capítulo III
Capítulo IV
Capítulo V
Capítulo VI
Capítulo VII
Capítulo VIII
Capítulo IX
Capítulo X
Capítulo XI
Capítulo XIII
Capítulo XIV
Capítulo XV
Capítulo XVI
Capítulo XVII
Capítulo XVIII
Capítulo XIX
Capítulo XX
Capítulo XXI.

Capítulo XII

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By UFOnarue

¡Muchas gracias a la gente que deja comentarios y sigue la historia!

Disclaimer: The PowerPuff Girls o cualquier personaje de esta historia no son de mi propiedad.

Capítulo 12. Noche familiar.

El sentimiento se había vuelto mutuo, al fin él sabía que ella lo necesitaba, que podía enamorarse de él, que ambos tenían ese vinculo que siempre sintió. La vida parecía sonreírle por primera vez en muchos años.

Todo en una noche se había resuelto, todo por lo que tantos años estuvo buscando lo había encontrado en unas horas, con el cuerpo de su amada entre brazos.

Los días pasaron, Brick parecía otra persona. Ya no salía por las noches a buscar felicidad en otra parte, su sonrisa ya no se dibujaba por el sarcasmo, ahora de la nada esa mueca de alegría aparecía cuando por su mente pasaba la imagen de la chica de ojos rosas, parecía que vivía en otro mundo puesto que solía perderse entre sus sueños. La primera en notar su gran cambio fue su hija. Sabía que su padre ahora podía ser la persona que escondía tan dentro de sí, al fin veía brillo en sus ojos.

Dexter solía trabajar mucho más que antes, este año se había vuelto la cumbre de su investigación para una mente artificial perfecta, el proyecto en el que estuvo trabajando prácticamente toda su vida. Esto hacía que no pasara por casa muchas veces hasta el anochecer y en otras ocasiones ni siquiera llegaba a dormir.

Blossom ya no se sentía tan sola, puesto que ahora ella también trabajaba en algo que siempre soñó y cuando podía ayudaba a su marido en su proyecto. Pero había algo que le hacía sentir su estómago revuelto cada vez que estaba cerca de Dexter, algo en su mente le decía que, efectivamente, eran los remordimientos.

La dura realidad era peor de lo que esperaba, la golpeaba con fuerza cuando Dexter la miraba a los ojos. Algo en Blossom había cambiado, ya no era ella, la persona que siempre pensó que era.

No había marcha atrás, ya no había redención para su moralidad. Ya no era la chica intachable, la líder innata, la niña perfecta. Todo eso se cayó a pedazos el día que decidió seguir a su corazón e instintos. Por primera vez en su vida, observaba su propio reflejo y no sabía quién era.

Pero quien diría que a pesar de todo esto... Blossom no pensaba cambiarlo. Había tomado la decisión de ser egoísta y pensar en ella y buscar su felicidad. Cuando toda su ética luchaba contra ese sentimiento de liberación, la imagen de Brick llegaba a su cabeza y simplemente todo ese asqueroso desasosiego desaparecía.

¿Dónde estaban sus escrúpulos?

Cuando Brick sabía que Dexter no estaba en casa, -lo cual era casi a cualquier hora- aprovechaba para llamar a su pelirroja. Blossom al principio le contestaba apenada, sin acostumbrarse a eso al acordarse que estaba teniendo una relación prohibida con su cuñado al cual había fingido odiar desde que lo conocía.

Pero los días pasaban y ella acabó por contestar las llamadas con felicidad, su voz al altavoz la adoraba, sus halagos la sonrojaban y sus bromas le alegraban el día. Cuando estaban ambos en el trabajo y su celular sonaba, su corazón siempre pegaba un brinco, cuando era él, corría a los lavabos y al volver temblaba de la incomodidad.

No podía engañarse y hacer como si nada, estaba casada y le estaba siendo infiel a su esposo, por mucho que quisiera ocultar ese pensamiento en lo más profundo de su mente.

¿Qué es peor, engañar a alguien por mero placer físico o engañar a alguien tanto en cuerpo como en alma?

—Blossom ¿te sientes bien? Te noto algo ansiosa.

—No te preocupes Dex...

Que malo era cuando él la miraba de reojo con preocupación, él notaba que se comportaba de manera extraña.

—¿Segura que no pasa nada?

—Claro que no, todo está bien. Igual que siempre. "Nada está igual que siempre."

Silencio.

—¿Me quieres Dexter?

—Más que a mí mismo.

Silencio nuevamente. Todo había cambiado dentro de ella, ya no sentía nada al escucharlo decir aquello.

Continuó con su trabajo con la esperanza de volver a ver a Brick para refugiarse en sus brazos.

*

Hoy era una noche un tanto especial, el Profesor llamó a todos inesperadamente con la noticia de que había decidido hacer una cena familiar con todos reunidos, no era una fecha especial ni nada por el estilo, pero Utonium quería ver a toda la familia reunida por una vez, en un intento de mejorar la relación entre todos. Con esto se refería, básicamente, a la familia de Dexter y sus hijas. Eso incluía a Princesa y a Brick, obviamente.

El padre de los dos hermanos estaba de viaje desde hacía varias semanas y no pudo asistir, pero eso no fue excusa para que Brick y su familia fueran, es más, Brick parecía aún más emocionado por ir que Dexter.

Toda esa tarde, Blossom intentó arreglarse para verse hermosa, buscando montones de tutoriales de maquillaje y peinados por internet, estaba nerviosa, demasiado. Su padre los había llamado para darles esa noticia y casi cae al suelo de la sorpresa cuando el mismo les dijo que también iban a estar Princesa... y sobre todo Brick.

Lo peor es que ni siquiera sabía como iba a actuar frente a él y todos, sí, habían hablado por teléfono, pero desde esa noche que tuvieron relaciones no volvió a verlo en persona y estaba aterrada de lo que pudiera pasar. Brick no era muy discreto que digamos.

Se vio al espejo una vez que ya estaba totalmente lista, avisó a Dexter para que tomara las cosas del bebé y apagara todo. Sonrió. Tenía que fingir que era la misma Blossom perfecta de siempre.

—Que se abra el telón...

*

Al caer la noche todos estaban reunidos en la residencia Utonium. Primero llegaron Brick, Princesa y Peach, Bubbles y Buttercup invitaron a sus respectivos novios y por último Blossom, Dexter y Holly aparecieron puntuales a la hora en la que habían quedado.

Las chicas hablaban animadamente, el Profesor invitó a Dexter a su laboratorio privado cosa que emocionó muchísimo al joven científico, Brick y sus amigos se dedicaban a molestar a las chicas mientras Peach jugaba con Holly, Princesa por su parte, se limitaba a aferrarse al brazo de su marido sin apartar la vista de Blossom, acto que incomodaba bastante a la pelirroja, pero no le dio demasiada importancia.

De vez en cuando miradas fugaces entre los amantes y sonrisas que hacían ruborizar a la chica de ojos rosas. Pensó que el ambiente se iba a volver pesado y que Brick no disimularía ni un poquito, pero no, todo parecía bajo control y hablaban y se divertían, era todo lo que pedía y se lo intentaba agradecer al pelirrojo con la mirada.

—Bueno, creo que es hora de empezar a hacer la cena. No esperemos a que se haga más tarde. —habló el profesor saliendo del laboratorio junto a su pupilo, llamando la atención de la gente presente allí.

—¡Yo, yo! Yo quiero cocinar hoy, he estado practicando mucho y mirado recetas deliciosas. —Bubbles se levantó de un salto del regazo de Boomer, haciendo que este se cayera del sillón del susto a lo que sus amigos rieron burlándose.

—Me parece genial. De todas formas, déjame ayudarte ¿sí? —Blossom también se levantó acercándose a su hermana, la cual asintió con una gran sonrisa emocionada de que la iban a dejar cocinar.

—Creo que es una falta de respeto que no me invitéis a la fiesta de la comida. —esta vez Brick alzó la voz sorprendiendo a todos, menos a los que ya sabían sus habilidades en la cocina.

—¿Desde cuándo tú sabes hacer algo más que no sea beber y dormir? —Butch comenzó a reír sin parar junto a Boomer, que acabaron callando y con una contusión en la cabeza a causa del puño de Brick.

—A la próxima os arranco la lengua para que no habléis más estupideces. —dijo entredientes con una vena hinchada en la frente.

—Perdón...

—Lo que dice mi hermano es cierto, aunque no lo parezca, él tiene mucha mano para la cocina. —dijo con gracia ante la mirada fulminante del pelirrojo.

—¡Entonces perfecto! Nosotros nos ocupamos. —canturreó la chica rubia mientras flotaba hasta la cocina. Blossom se quedó callada todo el tiempo, antes de adentrarse en la cocina también, echó una mirada rápida a Brick quien le sonreía victorioso. Alzó una ceja, cuestionándolo, pero igualmente se sonrojó ante el hecho de que al parecer Brick solo lo había dicho como excusa para poder estar cerca de ella.

Brick parecía tener el mando en ese momento, lo peor es que usaba esto a su favor. Mandaba a Bubbles a buscar cosas cada dos por tres para que él y Blossom quedaran solos por unos instantes, esto no era notorio por la rubia que aceptaba sin más cual niña obediente, emocionada al pensar que Brick la estaba enseñando a cocinar aún mejor, Blossom por el contrario si que se dio cuenta de las intenciones del hombre.

Mientras Bubbles pelaba unas cuantas patatas en la sala contigua, Brick se acercó a Blossom mientras mezclaba algo en un pequeño recipiente y nalgueó a la muchacha haciendo que esta pegara un respingo soltando el bote de especias que llevaba en la mano. Se quedó inmóvil mirando a todos lados, con la cara como tomate.

—¡Qué haces Brick, no es el momento! —llevó su mano a la de Brick apartándola de su trasero, él rio con gana.

—No te preocupes, no hay nadie... —se inclinó un poco hasta llegar a los labios de ella, un beso corto pero tierno.

—¡No, no! Alguien podría entrar y vernos, Bubbles... —susurraba asustada entre los besos que le proporcionaba su amante con gracia, pero ella igualmente no se apartaba.

—Paranoica. —le acarició la cara, pasando el pulgar por sus labios. Blossom no apartaba su mirada de él, maravillada, le encantaba como se sentía el tacto de su piel contra la suya. Estuvo por besarla de nuevo.

—¡Oye, Brick! ¿Cómo ves estas patatas? Creo que han quedado muy cuadradas ¿no? —Bubbles apareció repentinamente por la puerta con la vista en las patatas, algo confundida, haciendo que ambos se separaran al instante, actuando como si no hubiera pasado nada.

—Uhm... —Brick volteó hacia la rubia y observó lo que llevaba en las manos. Una gota caía por su frente al ver como las patatas, literalmente, parecían dados. Blossom miró igualmente, negó con la cabeza con una pequeña sonrisa. —Están... aceptables, quiero decir, tú continúa pelándolas y procura que sean suficientes para todos ¿ok? La forma con la que queden no importa. —dijo algo apresurado por que ella volviera a desaparecer por la puerta.

—Seguro. —alzó el pelador con una mano, dispuesta a darlo todo y que quedaran perfectas.

Blossom y Brick suspiraron con resignación, se miraron mutuamente y no pudieron evitar reír ante la inocencia de la joven. Sostuvieron ese momento por unos segundos, sin apartar la vista de los ojos del otro.

—¿Continuamos?

—Sí.

Y así pasaron lo que les quedaba para estar solos entre besos y caricias, entre risas y juegos, de todas formas, Blossom seguía alerta y con los nervios en la garganta por si en cualquier momento a alguien se le ocurría la idea de mirar cómo les iba por la cocina. Con suerte la única que volvió a entrar fue Bubbles con las patatas ya peladas cual cubos de Rubik, acabando con el momento perfecto de la pareja. Pero no podía decir que no había disfrutado ese corto tiempo con él, hacía días que no se veían y sentía que necesitaba estar a su lado como nunca y ahora, estando así, actuando como si nadie más existiera, su corazón se llenaba de paz y felicidad.

—Al final mis sospechas eran ciertas...

Ambos voltearon al escuchar un ruido que parecía una voz, no había nadie así que no le dieron mucha importancia.

Finalmente sirvieron la cena y todos se sentaron en la mesa para poder comer y tener una noche en familia agradable. Conversaban y reían, todo parecía ir sobre ruedas, pero Blossom en cambio, sentía morirse. Brick tomó asiento a su izquierda antes de que cualquiera pudiera robarle el sitio y por si no fuera poco, Dexter estaba a la par de ella también, sumando la mirada fulminante de Princesa que parecía querer asesinarla. Blossom solo podía limitarse a sonreír y comentar alguna que otra cosa puesto que su cuerpo le pedía a gritos huir de ahí.

Un escalofrío recorrió todo su estómago, llegando a su garganta y convirtiéndose en un suspiro que tuvo que reprimir mordiéndose el labio con fuerza. Una cálida mano sobre su muslo subía y bajaba, acariciándolo. Se removió un poco en su asiento, con la mirada nerviosa vagando como loca por todos los presentes, tensó los hombros con el pecho a mil y finalmente se atrevió a mirar de reojo al dueño de aquella mano. Brick hablaba con total naturalidad y diversión con sus amigos. Blossom lo codeó ligeramente en un intento de llamar su atención para que parara de hacer esa locura.

¡Maldita sea Brick! ¡Estás loco!

Por otra parte, sintió morirse cuando Dexter entrelazó la mano libre de ella -ya que la otra agarraba con fuerza el mantel de la mesa- con la suya a vista de todos.

—Me gustaría anunciar algo. — sin previo aviso Dexter se incorporó de la silla sorprendiendo a los presentes. —Blossom y yo... queremos tener otro hijo pronto. —Ahora Blossom podía sentir su alma saliendo por su boca ¿Cuándo habían quedado en eso?

—¿En serio hija? ¡Eso es una gran noticia! —El Profesor sonrió ante esto con un brillo de amor en los ojos pensando que iba a ser abuelo nuevamente.

—¡Que bien Bloss, voy a ser tía de otro bebé hermoso! —Bubbles junto a Buttercup se levantaron para abrazar a su hermana por unos segundos y volver a sentarse.

—Esta vez seguro que será niña, una niña fuerte y valiente como su tía. —recalcó Buttercup sin esconder tampoco su emoción.

—Yo rezaría porque eso no pasara. —exclamó el moreno del grupo con burla, ganándose el segundo capotazo de la noche por parte de su querida novia.

—Lo normal sería que salga a los padres, aunque yo creo que otro niño es mucho mejor. —comentó Boomer también, ganándose una mirada de reproche de la rubia.

—¡No, será una niña para que pueda hacerle peinados y comprarle ropita linda! —aseguró Bubbles empezando una competencia con su pareja.

Mientras todos discutían, Blossom se acercó al oído de su marido el cual veía algo asombrado toda la escena.

—¡Dexter, por qué dijiste eso! —le recriminó con el ceño fruncido la pelirroja, susurrándole. —Dijimos que lo íbamos a pensar.

—Lo siento cariño, pero he estado tan emocionado con ese tema desde que lo hablamos... que tenía la necesidad de hacerlo público. —Dexter le sonrió algo avergonzado por su indiscreción, a él realmente le hacía ilusión tener otro hijo junto a su mujer.

—¡Pero Dexter, eso no-

Apretó los labios para ahogar el gritito del susto al sentir como Brick, que no había apartado aún la mano de su muslo, lo apretaba con fuerza. No le dolía, pero sí que le sorprendió esa acción. Volteó la vista hasta el pelirrojo y por un momento todo su cuerpo tembló. Su mirada estaba en tinieblas, en dirección a ninguna parte, su semblante era serio, pero podía notar como todos sus músculos estaban en tensión. Por un momento, su corazón se agitó del miedo. Sobre todo, al sentir esa aura oscura envolverlo. La mano de este subió por su muslo rápidamente adentrándose por la falda de la chica. Blossom se quedó quieta cual piedra, el calor comenzaba a acumularse por todo su cuerpo. Supo que realmente estaba molesto cuando, sin darle tiempo a reaccionar, Brick comenzó a masajear su intimidad por encima de las bragas, pellizcando después su parte más sensible. La pelirroja se llevó una mano a la boca, fusionando un jadeo con una tos falsa. Estaba siendo muy cruel con ella ¿Cómo se le ocurría hacer algo así con toda su familia delante?

Se giró hacia el idiota de su amante para encontrarse que ahora este sonreía burlón y le hacía el gran favor de apartar su mano de ese lugar lentamente para volver a posarla sobre su muslo. Blossom frunció el ceño, se iba a enterar.

Brick casi se atraganta con su propia saliva. Continuó como si nada, metiéndose en la conversación con los demás, pero su pulso se aceleraba cada vez más. Blossom reía por lo bajo mientras tomaba del agua en su vaso y se relamió los labios ante la mirada insistente del pelirrojo, que alternaba entre sus amigos y ella. La chica no se había quedado atrás y decidió devolvérsela con su misma jugada, su mano juguetona acariciaba el muslo de Brick con delicadeza y subiendo para llegar hasta su entrepierna, pero justo cuando iba a tocarla, retrocedía, haciendo así que Brick la maldijera en sus adentros por esa tortura. Finalmente llegó hasta esta y sobó el bulto un poco más rápido. Ya estaba perdiendo la cordura, como no parara iba a hacer que ella se arrepintiera de ese juego suyo.

—Bajo en un momento, es hora de dar de comer a Holly. —Blossom se levantó acomodando su falda disimuladamente y subió las escaleras hasta su antigua habitación donde descansaba su bebé. Brick se quedó ahí, con una sensación de vacío y con ganas de más.

El pelirrojo comenzó a jugar con los dedos de sus manos con nerviosismo, estaba con la respiración entrecortada y la sangre bombeando rápidamente por sus venas... necesitaba a Blossom, no podía dejarlo así, no podía.

—Voy al baño un momento. —pidió la dirección al padre de las chicas y se escabulló yendo por dirección contraria una vez que salió del comedor.

*

Blossom llegó hasta su hijo el cual ya había comenzado a llorar antes de que ella subiera y se apuró por darle su biberón, esa noche portaba un vestido y prefería no tener que volver a amarrarlo después de haber estado varios minutos intentando colocárselo. Le dio el biberón y el pequeño se lo terminó antes de lo que ella esperaba, sonrió ante esto.

—Si que tenías hambre, eh. —volvió a colocarlo en la cuna y le dio unos peluches para que se entretuviese. —Pronto nos vamos a casa a descansar ¿vale? —Blossom jugó con las hebras coloradas de su niño, mirándolo con ternura. Ella ya tenía ganas de volver a casa y dormir, mañana tenía que trabajar y no quería quedarse hasta muy tarde.

Sintió unos brazos rodeándola proporcionándole un cálido abrazo, se sorprendió un poco pero enseguida dibujó una suave sonrisa, acarició estas manos y cerró los ojos sintiendo la calidez de la persona que la abrazaba.

—Deberías esperar abajo Dexter... — de repente él se alejó para sorpresa de la muchacha.

—¿Podrías dejar de confundirme con tu maridito? —Blossom pegó un brinco al escuchar la voz gruesa que definitivamente no pertenecía a Dexter. Se giró rápidamente para encontrarse con un Brick con el ceño fruncido, la mirada cansada y cruzado de brazos.

—¡Ah, Brick! Perdona, perdona... solo no te esperaba y claro yo... pues... —intentó explicarse, pero no tenía excusa, realmente creyó por un momento que él era Dexter, no pensó que Brick se iba a atrever a hacer algo así con todos a unos pasos de ellos.

Se disculpó con la mirada, pero Brick no parecía cambiar su expresión enfuscada. Resopló y miró por todos lados para asegurarse que no había moros en la costa. Lo sujetó por los fuertes brazos y se puso de puntillas para darle un tierno beso en los labios como modo de disculpa, esperando que dejara su enojo.

—¿Sigues enfadado? —le preguntó con un pequeño puchero, igual si ponía una cara adorable dejaría de arrugar el entrecejo.

Brick no paraba de recriminar con la mirada a la chica por haberlo confundido nuevamente con su hermano, ni si quiera ese beso le quitaba la patada en el estómago que había sentido al escucharla, más después de la confesión de Dexter durante la cena.

Desvió la vista hacia la cuna, el niño se estaba quedando dormido y estaban ellos dos solos. Agarró la mano de Blossom repentinamente, arrastrándola fuera y conduciéndola al baño justo del mismo piso.

—¿¡A-a donde vamos!? —

La arrinconó contra el lavabo cerrando la puerta tras de si con una patada, clavando sus ojos sangre que ardían de lujuria en los rosas confundidos de ella.

—Crees que después de calentarme de esa manera antes... ¿te ibas a ir como si nada? — acurrucó su cabeza en el cuello de esta, aspirando su olor y vagando con sus labios la tersa piel de la joven.

—No se de que hablas... tu empezaste. —Blossom se agarró con fuerza al lavamanos con la intención de sujetarse y apoyarse mejor para no caer, sus piernas ya comenzaban a temblar. Brick se pegaba aún más a ella y eso le hacía perder el equilibrio, se sentía enjaulada entre su cuerpo y la pared.

—Y tú eres muy astuta al seguirme el juego, pero Blossom, la diferencia es que tu provocas más cosas en mi interior de lo que crees. —alzó la vista para volver a mirarla a los ojos. —Eres la única que tiene este efecto en mí, solo con mirarte, con rozarte, con respirar tu perfume... solo con eso enciendes todos mis instintos, cada parte de mi cuerpo responde cuando tu estás a mi lado. —besó el labio superior de ella, luego el inferior y bajó para morder con delicadeza la clavícula de esta, provocándole un suspiro que llenó sus oídos.

—No sabes como me ha costado estar tan cerca y a la vez tan lejos de ti hoy... —habló la chica con sinceridad, enredando sus manos en los cabellos de Brick mientras él se entretenía besando su escote para bajar poco a poco su vestido y dejar al descubierto sus pechos.

—A mi también, me mataban las ganas de volver a estar contigo, de hacerte mía... mirarte y sonreírte no era suficiente para mí. —relamió sus labios antes de atacar con su boca uno de los pechos de la pelirroja, con su otra mano masajeando el otro. Blossom cerró los parpados disfrutando de la sensación.

—Te necesito Brick, te necesito como nunca pensé necesitar a alguien. No me dejes por favor, si lo haces temo equivocarme de nuevo. —llevó su mano hasta su boca para tapar los sonidos que salían a causa de la excitación que sentía, pero también del sollozo que se hacía inminente, sus ojos se volvían cristalinos. Comprendía finalmente que ella lo necesitaba, que si no estaba con él volvería a ser infeliz.

—Te prometo que eso no va a suceder, jamás. Ambos nos necesitamos el uno al otro. —Brick aterrizó sus labios en los de ella, besándola con una gran pasión, pero también intentando acallar ese sollozo que le partía el alma. Secó sus lagrimas para después bajar sus dedos hasta la intimidad de ella, buscando que ella disfrutara y dejara el llanto.

El ambiente se calentaba y Blossom ahora se concentraba en los besos de su amante, pasó los brazos por su cuello y cortó cualquier distancia entre ellos enredando sus piernas por las caderas de este, buscando con desesperación que no se separara ni un centímetro de ella.

—Blossom, ¿estás ahí?

Se detuvieron en cuanto los toques de la puerta sonaron, aún así no se apartaron el uno del otro. Blossom emblanqueció y comenzó a sudar frío. Era Dexter.

**

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