Ya ha pasado una semana desde que Jack me secuestro, creo que no tengo graves secuelas, lo cual me alegra, quiero olvidarme por completo de Jack y de Patch...aunque de Patch no se mucho, solo que no lo han encontrado y mi padre no quiere revelarme absolutamente nada. Humpf, dice que es mejor que no sepa nada acerca de él, da igual, no me importa mucho su paradero actual.
Mi amiga Amelia ha estado todos los días conmigo, preguntandome que como me siento, que si estoy sumida en una depresión, bla, bla, bla. Un día me canso de sus insistentes preguntas y la mando por un tubo. Mi padre ha estado más sobrepotector que nunca, por otro lado, mi madre, esta comportándose igual que yo, tratando de olvidar. He recibido llamadas de mi abuela Carla todos los días, dice que le gustaría estar aqui conmigo, pero que por el trabajo de Bob no puede, yo, más sin en cambio, le digo que no se preocupe, que ya me tienen bien vigilada aqui. Y si que me tienen vigilada, decidí ir al centro comercial con Amelia, y una persona de seguridad nos acompañó, cosa que nunca había pasado, intente persuadir a mi papá para que no lo hiciera, pero mis intentos fueron en vano, su respuesta fue no.
No quiero tener a los de seguridad siempre atrás de mi. Aún estoy un poco magullada, pero tengo la suficiente fuerza física para ir a hablar con papá. Bajo al estudio de Christian y toco la puerta.
-Adelante--contesta bruscamente. Yo asomo la cabeza y su expresión cambia en un segundo.
-Hola, papi--le digo sonriente.
Él se me queda viendo como preguntandose "¿Qué querrá?". Con una osadía que creo tener, entro en su estudio.
-No quiero tener guardaespaldas--le digo con voz segura y mirandolo directo a los ojos. Su actitud cambia en un santiamen, se pone furioso, oh no, no quiero al Christian furioso. Ninguno de los dos rompe el silencio, y nos quedamos así, mirandonos, y se que vamos a tener una gran pelea.