La vida de Phoebe Grey

Capitulo 28

-Estas lista para ir a casa Phoebe--dice la doctora, la verdad es que ha sido muy dulce en los dias que he estado en el hospital.

-Muchas gracias, doctora.

-De nada, Phoebe, tuviste mucha suerte--dice. Yo no creo que la suerte tenga algo que ver, luego continua--le hablare a tus padres para decirles que ya pueden llevarte a casa--. Yo asiento, por fin voy a ir a mi casa.

Unas horas después, estoy en mi cama, descansando. Todos me miman, a pesar de que les digo, les digo y les digo que estoy bien; mi abuela Carla, Bob y Ray se han ido hace rato, prometiendo que vendrán para el próximo fin de semana. Mi abuela Grace y mi abuelo Carrick aún estan aqui, tambien mis tías Kate, Mía y mi tío Elliot. José ya se fue hace rato. En un momento entra mi madre y yo le preguntó acerca de Jack.

-Mi tía Mia me dijo que la salvaste de Jack. ¿Por qué yo no sabía?

-No quería que tuvieras nada que ver con Jack, y tampoco quiero que tengas ideas locas como las mias--dice. Yo alzó la vista a las alturas y le digo:

-Mamá, por favor, ya pase por ese martirio, y además Jack mencionó algo...--intento explicarme. Mi madre suspira exageradamente, pero creo que va ceder.

-Uff, bien, de acuerdo, te voy a contar una parte--empieza--en uno de esos días yo y Christian tuvimos una gran pelea--se estremece--no nos hablamos durante un par de días. Luego, un día, recibo una llamada del telefono de Mia, contesto y quien habla es Jack, diciendome que tiene a Mia secuestrada, que quería el dinero en dos horas y que si le decia a alguien, iba a enterarse e iba a matar a Mia. Asi que no tuve opción, fui por el dinero, no le dije nada a Christian, luego fui con Jack, donde me dio una paliza y yo termine en el hospital. Fin de la historia, ahora no preguntes más, no tengo ganas de revivir el pasado.

Oh, Jack es un desgraciado, no soy la primera de la familia a la que molesta.

-¿De dónde conociste a Jack?

-Trabajaba para él en SIP, antes de que Christian lo corriera por acoso sexual.

-¿Acoso sexual?--pregunto.

-Si, intento chantajearme el muy idiota.

-Si, ahora que recuerdo, él menciono algo mientras estaba secuestrada, dijo que tu lo habías provocado.

-¡Ja!--dice mamá--imbécil. Dejemos de habar de esto, hablaremos de ello mañana, ahora duermete.

Mi madre se va y yo me abandono al sueño, alegre de estar por fin en mi casa.