Poisonous Rose (Larry Stylins...

By Fer_Tommo

3.3M 287K 693K

“—¿Tú en qué eres bueno, Harry? —Tengo la capacidad de destruir todo lo que se acerca a mí. —mencionó con una... More

Poisonous rose (Larry Stylinson)
Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 16
MARATÓN 1/2 (CAPITULO 17)
MARATÓN 2/2 (CAPITULO 18)
Capítulo 19
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capitulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37.
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50. Final PARTE 1/2
Capítulo 50. Final PARTE 2/2
Carta de despedida del autor.

Capítulo 20

55K 5.7K 12.4K
By Fer_Tommo

Capítulo 20

A Louis no le importó haberse tenido que pasar algunos semáforos en rojo o excederse en los límites de velocidad mientras conducía hacia la dirección indicada por el moreno.

Sentía su corazón bajar y subir con rudeza, mientras que su cabeza no dejaba de perturbarlo diciendo que era el culpable de lo que supuestamente le estaba pasando a Harry. Él era su médico, y él era el responsable de su salud hasta que la cicatriz hubiese sanado por completo. Si no se hubieran peleado aquella noche, o si tan sólo hubiera sido un poco más profesional y hubiese visitado a Harry a pesar de su situación para asegurarse de que sanara correctamente.

Ahora la culpa lo estaba consumiendo, y el terror de que le pasara algo grave al rizado gracias a su irresponsabilidad profesional era demasiado para al menos nublarle la vista constantemente. Una cicatriz como la que Harry llevaba en el pecho era algo de sumo cuidado y atención, ya que al tratarse de una cicatriz por corazón abierto los riesgos de infecciones o desangres aumentaban.

Llevaba el móvil con el GPS abierto en una mano, mientras que con la otra se encargaba de conducir el auto. Seguía las indicaciones con cautela, desesperado por llegar a donde el rizado y poder atenderlo.

En el asiento de copiloto había una pequeña maleta que contenía sus instrumentos de trabajo y algunos cuantos antibióticos que le podrían ayudar en algunas cosas.

Quería llorar de la desesperación, y nunca en su vida había sentido tanta impotencia como la estaba sintiendo en ese momento. Harry no sólo era un paciente, Harry se había convertido en lo único importante de su vida, y no estaba dispuesto a permitir que a éste le pasara algo malo por su cobardía y orgullo.

Para él el tiempo estaba colgando de un hilo, pero estaba dispuesto a sostenerlo hasta el final.

---------------------------

El rizado se encontraba en el patio trasero de su departamento, llevaba un cubrebocas grueso que le cubría gran parte del rostro y los guantes de jardinería que solía usar cada que trabajaba.

Tenía que inyectar en cianuro a las rosas en un lugar abierto para evitar que el gas le hiciera algún tipo de daño. Estaba a punto de terminar con las flores, pues Zayn le había advertido que se necesitaban muy pronto.

No podía comprender por qué su amigo se estaba comportando tan inconsciente y se arriesgaba tanto al seguir operando de esa manera. Estaba un poco enojado, pero también sabía perfectamente que no podían seguir quedando mal con ningún cliente, y que era muy importante mantener la reputación que llevaban en el mundo del sicariato.

El hecho de que la policía los estuviese buscando era muy malo, y obviamente perderían muchos clientes que no querrían arriesgarse con ellos, y se irían con personas más discretas. Pero al mismo tiempo Harry veía eso como una especie de salida a ese negocio. Si dejaba de funcionar, ellos no tendrían que seguir manteniendo el negocio, y si dejaban de trabajar así, él podría tener más seguridad para llevar una relación formar con cualquier persona sin miedo a ser rechazado por las obvias y comprensibles razones.

Harry no estaba obligado en ese negocio, y tampoco era su sueño salirse de ese mundo de violencia. Pero Louis había llegado cambiando todo y revolucionando su mente, y sus ganas de vivir la vida.

Terminó con las rosas y se aseguró de dejarlas en orden para la entrega. Eran exactamente 12 rosas rojas de un color muy intenso. Volvió adentro de la casa y dejó el ramo cuidadosamente sobre una mesita que posteriormente tendría que desinfectar para asegurarse de que no quedara nada de cianuro sobre ésta. Se quitó los guantes y los colocó en el mismo lugar. Había estado llamando sin respuesta a Zayn decenas de veces para preguntarle si ya iba en camino, pues no quería estar solo cuando el cliente llegara.

Estaba atareado y no había tenido mucho tiempo de pensar en Louis por estar preparando lo que el moreno le había pedido. Colocó las armas sobre la mesa y de igual manera algunos cartuchos. Miró su reloj y pensó que tenía tiempo para tomar un rápido baño y estar presentable cuando el cliente llegara, sin embargo apenas entró a su habitación el timbre sonó decenas de veces y la puerta fue golpeada con desespero. Se extrañó un poco, pero dedujo que se trataba de su amigo gastando una pequeña broma y se tomó su tiempo para ir a abrir la puerta.

Salió de la habitación y mientras caminaba hacia la entrada del departamento volvieron a golpear, esta vez más fuerte y alterado.

—¡Hey, Zayn, relájate! Vas a romper la puerta. —Gritó y antes de llegar hasta allí la puerta se abrió de un portazo. Se quedó congelado cuando miró entrar a Louis.

El mayor no hacia otra cosa que mirarlo con desespero de arriba hacia abajo, y pronto corrió hasta él y comenzó a levantarle toda la ropa, como si estuviera buscando algo realmente importante dentro del cuerpo de Harry. Le arrancó la camisa en un segundo y cuando notó que su cicatriz estaba perfecta elevó su mirada hasta el rostro del menor.

Harry estaba boquiabierto y por algunos segundos pensó que se trataba de una imaginación suya. Louis llevaba los ojos muy rojos, y en una mano cargaba su maletín de trabajo, que soltó apenas unos segundos después de mirar al rizado.

—¿Qu-é mierda? —Se escuchó la voz de Louis como hilo, y volvió a mirar a Harry desesperadamente. Su corazón aun no lograba calmarse y la adrenalina no le permitía comprender lo que estaba pasando. Harry no podía responder, no podía pensar en otra cosa más que en la presencia de Louis y en todas esas armas que en ese justo momento yacían sobre la mesa junto a ellos—. ¿¡QUÉ MIERDA, HARRY!? —Gritó esta vez colocando ambas manos en las mejillas del chico, rogando con la mirada por alguna explicación—. ¿Estás bien? Estás bien, Harry, estás bien, estás bien. —Lo tocaba con desespero, dejando en claro que no podía creer lo que veía, y que toda aquella preocupación anterior había cerrado su mente. No pudo controlarse un segundo más y terminó besándolo como nunca antes había pensado que podía besar a alguien, con una necesidad absoluta, sincera—. Estás bien, pequeño, estás bien. —susurraba entre el beso y tomaba sus mejillas con fuerza. El alivió de tanta presión fue demasiado para provocarle derramar algunas lágrimas que no podía seguir controlando.

Harry abrazó a Louis intentando calmarlo. No podía estar más confundido y asustado a la vez. Tenía que hacer algo para sacar a Louis del departamento sin que mirara a otra cosa que no fuera él. —Lo estoy, Lou. Tranquilízate. —Lo pegó a su cuello con fuerza. Por algunos segundos pensó que los nervios no le permitirían si quiera hablar, sabía que cualquier movimiento en falso y Louis podía descubrirlo absolutamente todo—. No pasa nada, está todo bien. —Y poco a poco fue caminado hacia la puerta sin dejar de abrazar a Louis, que le regresaba en abrazo como si estuviese necesitado de fundir sus cuerpos en uno solo.

—Zayn. —Habló el mayor frenándose en seco y separándose del abrazo. Miraba a Harry aún muy alterado—. Zayn me dijo que tú estabas mal, que tu cicatriz se había abierto, Harry.

—Pero no, Louis. Estoy bien. —Interrumpió esta vez siendo él quien lo tomaba de las mejillas, lo obligó a mirarlo directamente de una forma tranquila—. Mírame, estoy bien, no me ha pasado nada. —Bajó su mano y entrelazó sus dedos con los de Louis, después subió ambas manos hacia su abdomen y las colocó sobre su cicatriz con cautela—. ¿Ves? Todo está bien.

—¿¡Y por qué mierda ese animal ha hecho eso?! —Ni siquiera se tomó el tiempo de observar la cicatriz de Harry. Se soltó de su agarre y se alejó levemente. Ahora que sabía que Harry estaba bien ya se sentía libre de actuar como quisiese. Y en esos momentos toda su preocupación de había convertido en rabia—. ¿¡CREES QUE ES MUY GRACIOSO QUE SE BURLEN DE MI DE ESTA MANERA?! ¿¡CREES CORRECTO QUE JUEGUEN CON ALGO TAN VALIOSO COMO ES TU SALUD!? —Explotó ante Harry, como si él hubiese sido quien había ideado ese plan.

Harry sólo dio un paso hacia atrás. Estaba demasiado confundido ante todo lo que ocurría y los cambios tan repentinos de actitud de Louis. —Yo-o yo no he sido quién te ha llamado. No sé qué mierda pasa aquí, Louis.

Suspiró pesadamente, sin embargo al momento su respiración se tornó agresiva. Estaba tratando de controlarse y no terminar de nuevo en una estúpida pelea como las que solía siempre tener con Harry. Limpió la poca humedad que decencia por su rostro y dejó sus manos cubriendo sus ojos. Después se recargó contra la pared dándole la espalda al menor.

Harry ya estaba demasiado tenso. Louis se encontraba apenas uno metro separado de la mesa donde yacían las flores, y tenía que alejarlo de ahí fuese como fuese para evitar que hiciera algún contacto con éstas.  Pensó en guardar las armas como pudiera aprovechando que el mayor estaba dándole la espalda, pero todo era demasiado arriesgado, cualquier ruido podía provocar que Louis lo mirara, y entonces estaría completamente perdido. Respiró hondo y tomó un arma con demasiado cuidado, su plan era colocarlas en las sillas, pues la mesa cubría parte de ellas.

—Quiero que le llames a ese imbécil. —Se giró de nuevo hacia el rizado, lucía más tranquilo—. Quiero que le digas que venga aquí en este maldito momento y me diga a la cara por qué mierda ha hecho lo que hizo. —Harry estaba completamente congelado. Tenía un arma en la mano y Louis lo miraba directamente—. ¿Qué es eso? —preguntó confundido cuando le pareció ver algo imposible en la mano del pequeño. Automáticamente miró hacia la mesa y se dio cuenta que ésta estaba repleta de armas, por lo menos más de 15. 

Lo supo. No podía quedarse como idiota y no decir nada. Tenía que actuar, sin importar las consecuencias, tenía que sacar a Louis de esa casa. —Es momento de que te vayas. —Fue hacia él y lo tomó del brazo tratando de llevarlo hacia la salida del lugar.

—¡Suéltame! —Fue agresivo y aventó al rizado lejos de él. Caminó hacia la mesa y tomó las armas con sus propias manos para analizarlas y comprobar que fueran lo que veía. No podía creer nada de lo que pasaba, y en esos momentos su cabeza estaba hecha mierda.

—¡QUIERO QUE TE VAYAS DE AQUÍ! —La situación era caótica y Harry sentía que estaba perdiendo el control.

—¿¡QUÉ MIERDA ES ESTO, HARRY!? —preguntó mostrándole un arma.

—Una pistola, ¿no las conoces? —Sonrió y utilizó el cinismo como forma de defensa. Ya todo estaba perdido, y de alguna manera tenía que mostrarse fuerte.

Louis no dijo nada, volvió su vista hacia la mesa. Miraba todo con expresión de terror y confusión combinados a la vez. Se creaba cientos de explicaciones coherentes en la cabeza que pudiera justificar el hecho de que Harry tuviera todas esas armas en su casa, pero tampoco quería pedírsela a éste, pues en su inconsciente sabía que no existía ninguna, nada justificaba eso. Ni siquiera su padre, que era policía, tenía tantas armas en su misma oficina. Pronto comenzó a observar todo el departamento, necesitaba respuestas rápido, cualquier cosa que le hiciera entender lo que estaba pasando en ese lugar. Antes ya había visto aquel ramo de rosas, pero no le había prestado atención pensando que eran lo que aparentaba, simples rosas.

Caminó hacia éstas rogando en su interior porque por favor fueran sólo unas simples flores. Necesitaba que lo fueran, necesitaba que esa idea que vagaba por su cabeza desapareciera. Harry no podía ser esa persona a quien tanto buscaba su padre y todo su equipo de trabajo. —¿Te gustan las rosas? —preguntó el mayor. Ya ni siquiera tenía las ganas de gritar. Y entonces los segundos comenzaron a pasar eternamente, Louis dirigía directamente su mano hacia las flores y durante ese trayecto no hacía otra cosa que rogar porque Harry no hiciera nada, no lo detuviera, no lo alejara de esas flores porque eran simples flores que cualquier persona podía tocar.

Su mundo se derrumbó por completo cuando sintió unas manos alejarlo de las flores con violencia. Harry mencionó algo que Louis no pudo escuchar gracias a lo aturdida que su mente se encontraba ante lo que ocurría. Bajó la mirada y comenzó a ver todo borroso.

Por otro lado Harry no dejaba de torturarse al mirar la expresión de terror que Louis había puesto, lo asustado, lo confundido y lo triste que se veía le estaba rompiendo el corazón. Todo eso era su culpa, y aunque supiera que algún día tenía que pasar, no estaba preparado. —No puedes estar aquí, Lou. —Susurró y trató de tomarlo del brazo.

—Hay millones de personas viviendo en esta ciudad, no puedes ser tú justamente… —mencionó sin poner resistencia al agarre del menor—. Dime que no es lo que creo, Harry, por favor. —Estaba perdiendo la cabeza y se encontraba en estado de negación—. Dime que esto sólo es una estúpida broma tuya y de tu amigo, por favor. —Rogaba con los ojos cristalizados.

Harry no podía contra lo que estaba pasando. Hizo un puchero y después trató de controlarse. Llevó a Louis hasta la puerta y antes de echarlo fuera de la casa buscó algunas palabras que pudiese decir para justificarse.

—Lo siento tanto, Lou. —Fue lo único que pudo mencionar—. Tú y yo nunca debimos habernos conocido.

Esas palabras hicieron que Louis hiciera memoria sobre aquel horrible día en el que ellos se habían visto por primera vez,  y poco a poco lo fue comprendiendo todo. Harry le había dicho esa tarde que estaba ahí para felicitar a la novia, sin embargo se ocultaba de las personas y actuaba como si estuviera cometiendo algún crimen. Y estaba planeando cometerlo. Recordó esa rosa en su mano, y los guantes que llevaba aunque se tratara de una tarde sin mucho frio. Recordó su manera sospechosa de actuar, y se dio cuenta que no era timidez, sino, miedo a ser descubierto. Durante su estancia en el hospital no quería revelar datos porque era buscado por la policía.

Y de repente todas las dudas que alguna vez tuvo sobre Harry se resumían a eso. Él era un sicario, y trabajaba conjunto a Zayn, él era la persona a quien las autoridades tanto buscaban, y él se encontraba en el mismo lugar que Rose el día del accidente porque planeaba matar a alguno de sus invitados.

—No eres nada más que un asesino. —Le dijo levantando la mirada y mirándolo a los ojos—. Y no sabes el asco que me das.

Harry entendía las razones de Louis al estar tan molesto. Pero sus palabras lo estaban haciendo enojar, y aunque trataba de controlarse, poco a poco se entregaba más a perder la cabeza ante él. —Tienes que irte. —Volvió a mencionar, se acercó hacia Louis e intentó llevarlo fuera de la casa.

—¡ERES UN MALDITO ASESINO DE MIERDA! —Reaccionó agresivamente alejándolo de él con fuerza hacia atrás. Su mirada se había convertido en algo lleno de rabia y desprecio al mismo tiempo—. ¡¿Cómo es que vas por la vida con tanta tranquilidad!? ¿¡Cómo es que te atreves a decir que me amas si nos hemos conocido porque tú buscabas matar a alguien cercano a mí?! —Louis parecía fuera de sí, y la manera en la que miraba al rizado dejaba su opinión clara—. ¡¿Sabes acaso cuántos casos de envenenamiento sin sentido he recibido en este último año!?

Comenzó a reír utilizando ese cinismo como escudo a lo que en realidad pasaba en su cabeza. Le gustaba la violencia, y si Louis quería tratarlo de esa manera, lo disfrutaría. Volvió a acercarse hacia a él, no mencionaba palabra alguna, lo miraba a los ojos sin borrar la sonrisa. —Qué ironía, ¿cierto? —Llegó hasta Louis y lo abrazó por la cintura con rudeza para evitar que éste lo impidiera—. Tú salvas vidas y yo las quito, y aun así estamos enamorados.  

Louis sentía su cabeza a punto de reventar, y la actitud de Harry lo estaba volviendo loco en una mala manera. —¿¡Cómo te has atrevido a todo esto? —Le dijo haciendo un puchero y bajando la mirada—. ¿Por qué me has hecho pensar que eras una buena persona y no has hecho nada para evitar que me enamore de ti, de alguien tan ruin como tú? No sabes el asco que me das…

Harry abrió los ojos excesivamente y lo primero que pensó fue que seguro él estaba malinterpretando lo que había escuchado. —Vomita entonces, si tanto asco te doy. —Le dijo, y lo apretó aún más fuerte hacia su cuerpo y colocó su rostro en el cuello de Louis, que extrañamente no hacía nada para alejarlo.

—Te odio como no tienes una idea. —Mencionó Louis abrazando a Harry con demasiada necesidad y comenzando a sollozar muy bajo—. Deseo que desaparezcas de mi vida, que te borres de mi mente y dejes de enfermarme de esta manera.  —Alejó al menor de su cuerpo y limpió las lágrimas de su rostro, no se atrevía a mirarle a la cara, pero tampoco quería hacerlo.

Harry le dio tiempo para tranquilizarse, y se mantuvo en silencio respetando lo que Louis  estaba pasando. Él también estaba sintiendo tremendas ganas de mandar todo a la mierda y llorar, pero antes que nada tenía que mostrarse fuerte ante Louis. Aun no lograba entender cómo era que Zayn había hecho eso, cómo es que se había atrevido a destruirle todo de una forma tan estúpida. Sentía mucho coraje, pero más decepción por la traición de su amigo.

Louis se tranquilizó un poco, intentó calmar todo dentro de su mente y dio un gran respiro. Después, sin siquiera mirar a Harry se dio la vuelta yendo hacia donde había tirado su maleta con herramientas y caminó hacia la puerta.

—¿Entonces aquí se termina todo? —Alzó la voz el rizado y Louis frenó al instante, girándose de nuevo hacia él y mirándolo con indiferencia—. ¿Cómo es que después de actuar como loco, llorar, y decir decenas de cosas, te vas de esta manera tan seca?   

—¿Y qué es lo que pretendes que haga? —Se encogió de hombros en forma de duda. Louis tenía la capacidad de actuar como una persona sin sentimientos de un momento a otro—. ¿Que te dé un beso y te diga que nos veremos en la noche? ¿Que te felicite por ser el asesino más buscado de Londres?

—Que por primera vez en tu puta vida hagas lo que deseas hacer y no lo que consideres correcto. —Le dijo y sus ojos se enrojecieron por las lágrimas que amenazaban con derramarse.

—Quiero asesinarte, eso es lo que quiero. —Volvió a dejar la maleta sobre el piso y se acercó hacia Harry con violencia—. Quiero golpearte una y otra vez. Quiero vengar a todas aquellas familias que perdieron a sus seres queridos a causa tuya. Quiero llamar a mi padre y darle la gran noticia de que he encontrado a maldito asesino de las flores.  Quiero deshacerme de ti de forma definitiva, quiero que te mueras.

Y no hizo falta otra cosa más que esas palabras para lograr que Harry perdiera toda la cabeza y actuara como solía actuar antes de conocer a Louis. Estaba tan cegado por toda la rabia a causa de las palabras del mayor que no le importó actuar como imbécil. Se alejó de Louis y fue directo hacia la mesa para tomar un arma. Le metió algunos cartuchos y la cargó para dejarla preparada. —Entonces vas. —Miró a Louis entregándole la pistola—. Mátame. Hazlo por todos esos muertos. Por tu novia también, que por cierto, era a ella a quien iba a matar esa tarde. El accidente solo me ahorró el trabajo.  —Louis se negó a tomar el arma, y pronto su rostro se llenó de terror—. No permitas que mate más personas y deshazte de mí de una vez. ¡TEN LOS PANTALONES QUE NECESITAS PARA ESTO Y MÁTAME! —Golpeó al mayor en el abdomen con el arma, y éste se la arrebató con rabia.

—Eres un maldito hijo de puta, Harry. —Le dijo al mismo tiempo que lo acercaba hacia él por la cintura y con la otra mano apuntaba el arma justo al cuello del menor. El arma estaba cargada y lista para ser disparada.

TWITTER: louisandharry_v 

Ask.fm/larryisintheair

A VECES PIENSO QUE SOY MUY MALA, PERO HOY CREO QUE SOY UNA HIJA DE PUTA POR CORTAR EL CAPITULO AHÍ, PERO BUENO, ES LO QUE HAY Y ME GUSTA TORTURAR MENTES.

ESPERO QUE PUEDAN PERDONARME ALGUN DIA.

OTRA COSA, ¿ALQUIEN PROPONE UNA IDEA NUEVA PARA DECIDIR A QUIEN DEDICAR CAPITULOS? ES QUE EL PRIMER COMENTARIO NO LO CONCIDERO JUSTO PORQUE SÉ QUE NO TODOS PODEMOS ESTAR TODO EL DÍA PENDIENTE DE LO QUE PASA EN INTERNET.

IGUAL LOS QUIERO, BYE.

-VALE X

Continue Reading

You'll Also Like

194K 16.6K 35
|𝐀𝐑𝐓𝐈𝐒𝐓𝐒 𝐋𝐎𝐕𝐄| «El amor es el arte de crear por la sensación misma, sin esperar nada a cambio,más allá del placer mismo del acto creativo...
43.6K 8.3K 39
Cassiopeia Polaris, melliza de Draco y princesa de la familia Malfoy - Black, vuelve a Inglaterra luego de estudiar dos años en Durmstrang, pero.. po...
391K 25.9K 97
Todas las personas se cansan. Junior lo sabía y aun así continuó lastimando a quien estaba seguro que era el amor de su vida.
845K 126K 101
Toda su vida fue visto de menos y tratado mal por las personas que decían ser su familia, estaba cansado de que todas las noches llorara por aunque s...