Suspiré por enésima vez esperando que mi amiga llegara. Había estado tan feliz en el concierto y Andrew tuvo que llegar a estropear todo. Mis pensamientos sobre «a qué hora llegaría Bee» fueron estruendosamente interrumpidos por mi teléfono, un mensaje de mi amiga avisando que el vigilante la había dejado entrar. Corrí hacia la puerta y sonreí.
—Llegas tarde.
—Hice horas extras forzosas —contó saludándome y luego pasó para dejar su mochila en una de las sillas, ella giró a verme y alzó una ceja—. Tengo dos preguntas, joven Nick.
—Trataré de responder —contesté asintiendo, cerré la puerta y caminé hacia el sofá.
—Teniendo este lujoso y tecnológico apartamento donde solo necesitas presionar un botón para abrir la puerta desde el sofá, ¿por qué rayos siempre te levantas para abrir?
—Porque me parece terrible —comenté indignado y ella se rio—, ¿no te parece? Es mejor ir por ti mismo a ver quién está detrás de la puerta.
—Para eso tienes las cámaras —Bee se rio mostrando la pantalla donde mostraban la entrada de mi apartamento y del edificio en general.
—¡No voy a presionar ese botón si puedo levantarme a abrirte la puerta, Bea!
Mi amiga entrecerró los ojos y yo sabía la razón. La llamé por su nombre.
—En fin, la otra pregunta era... ¿Te pasa algo? Cuando te llamé para felicitarte en la tarde se te oía raro, hace un momento cuando llegué lo confirmé. No te ves como tú.
—¿Cómo soy yo? —pregunté, estiré el brazo sobre el respaldar del sofá y ella se encogió de hombros.
—No lo sé, tú sonrisa está como... apagada.
—Oh, sí. Es que no pagué el recibo de luz —Me expliqué haciéndome el gracioso y lo logré, la hice reír, pero luego me golpeó.
—Payaso.
—¡Justo lo que desayuné hoy!
Sonreí un poco y suspiré. Ya no quería seguir cargándola con mis problemas cuando sabía que los suyos eran peores, pero no podía decir eso y eso tenía un porqué, una vez me dijo que su mamá siempre decía «no compares tus problemas con los de los demás, porque tal vez tú estás en el capítulo uno y el otro ya está terminando el veinte» y eso, amigos, había tocado lo más profundo de mí. Aunque eso no me eximía de pensarlo a veces.
—Tierra llamando a Nick —Bee chasqueó los dedos frente a mi rostro y desperté de mis pensamientos. Me froté los ojos y suspiré.
—Hoy Andrew me puso en una fea situación...
Le conté todo lo que sucedió y mi amiga no hacía más que insultarlo. Ni siquiera sabía que existían todas esas palabras.
—Tú no tienes la culpa, Nick. Sería genial poder decirle a Mae Griffin lo que sucedió.
—Es mi culpa porque no lo detuve, Bee. Andrew está haciendo con mi vida lo que quiere y si no lo detengo, no habrá vuelta atrás. Rob me dijo que no debo dejar que siga y eso voy a hacer.
—Si necesitas ayuda con algo, sabes que aquí estoy. ¿Bien?
—Gracias, Bee. Te quiero. —Sonreí y la abracé fuerte—. Fuiste la primera persona amable que conocí en esta ciudad y ni siquiera sabía que íbamos a ser amigos.
—Yo también te quiero, niño. Nunca dejes que pasen por encima de ti. Vales mucho más que esto. Más que la ropa cara, las fiestas y los conocidos famosos. Tienes un gran corazón.
—Es la primera vez que hablas bien de mí sin insultarme —dije, pero fui interrumpido por un amoroso:
—Bobo.
—Oh, y ahí está.
Bee se carcajeó y me despeinó. Sugerí que pidiera la pizza mientras buscaba qué película ver. Al final ella eligió la película porque dijo que no quería ver un documental sobre delfines que pintaba ser genial. Aburrida.
Cuando la pizza llegó, recordé a Chase y sus constantes «eso va para snapgram». Así que le tomé una foto a la pizza con la pantalla de fondo y escribí un profundo «hola». Bee se rio de mí porque «no sabía ser un buen influenciador» y tomó mi teléfono.
—Hola, Julienlovers, su pequeño niño famoso no sabe ser famoso, así que les cuento yo —comentó grabándome en primer plano—, vamos a ver una película y... —Mi amiga no pudo terminar de hablar, se estaba riendo mucho. Solo paró de grabar, escribió algo y lo subió.
—¿Julienlovers?
—Bueno, es un nombre provisional hasta que tengan uno real —comentó mientras ponía el video para enseñármelo. Le había puesto algún extraño efecto donde la boca se me hacía gigante y me cambiaba la voz. Era gracioso, ahora entendía por qué se estaba riendo sola—. Oh, rayos...
Me acerqué curioso a ver lo que estaba pasando, muchos mensajes preguntando si la que grababa era «mi novia secreta». Rodé los ojos y Bee sonrió.
—Lo siento, Bee...
—Yo entiendo que soy un bombón, pero, ¿por qué a fuerzas quieren que estemos juntos? ¿Por qué no te emparejan con Chase si él está todo el tiempo pegado a ti?
Me reí y solo me encogí de hombros.
—¿Y si vemos la película y dejamos esto de lado? —pregunté refiriéndome a mi teléfono, ella asintió dándome la razón y lo guardé en mi bolsillo.
Y ahí se iba a quedar.
JULIEN GARNIER TIENE CITA ROMÁNTICA CON SU INCÓGNITO AMOR
El reciente cantante favorito de la gente publicó historias en su página de Snapgram en donde compartían una pizza y una película de la conocida plataforma de transmisión en línea. La misteriosa chica no mostró su rostro como de costumbre, pero nos enseñó al cantante con un gracioso filtro que nos hizo suspirar. ¡Qué bello es el amor!
Rodé los ojos deslizando la mirada sobre unas cuantas noticias donde me mencionaron. Por suerte nadie había logrado captar su cara, al menos no podrían reconocerla. Era un nuevo día en Hook Records y había que volver a trabajar.
—Julien Garnier —Chase llegó lanzando una revista hacia mi nuevo escritorio—, estás en The Orb.
—¿Eso que significa? Si no incómodo con mi ignorancia —pregunté aún leyendo las noticias, pero giré a verlo cuando sentí su mirada sobre mí.
—¿En serio? La misma revista que anunció que salías con Bee. Página 15.
Entonces los recordé y abrí la revista en donde Chase indicó, todas las pequeñas notas de esa hoja eran sobre «posibles amores de famosos», mi cara estaba en el medio.
—¿Cuál es su obsesión conmigo?
—Eres carne fresca para ellos —explicó mi amigo encogiéndose de hombros y yo tomé un gran respiro.
—Ni siquiera he empezado con este mundo y ya me cansé.
Yo solo quería compartir mi música con todos, ¿era tan difícil?
Alguien tocó la puerta y entró antes de que pudiese contestar, era Kevin, mi guardaespaldas y torturador personal.
—Treinta sentadillas, ahora.
—Hola, Kevin, ¿cómo estás hoy? Me alegra que hayas vuelto de tu licencia, yo estoy bien. Bueno, en realidad un poco...
—Sentadillas, habla mientras las haces. —Me señaló y me levanté rendido, las tenía que hacer.
—Volvieron a hacer noticia algo sobre Bee —hablé haciendo las primeras cinco.
—Ser famoso apesta.
—Me gusta poder compartir mi vida con ellos, es solo que se meten en lo que no les importa —Me detuve un momento y él me dijo que siga—, es como si sintieran que pueden decidir sobre mí.
—Apesta.
—Sí, ya sé, a veces se exceden, la otra vez vi que estaban insultando a Bee en la página esa twotter o como se llame, que no uso.
—No, hablaba de ti. Después te bañas.
Me eché a reír por la seriedad con la que habló. Y díganme loco, pero juro haber visto una pequeña sonrisa en su rostro.
—Lo haré.
—Y eso también ayuda a despejar la mente. —Me miró, yo sonreí y él asintió—. Volveré, solo venía a avisar que ya llegué.
—¿Y las sentadillas por qué?
—Porque no te veo hace días y quería ver esa cara de que no puedes con tu vida. —Me señaló y me reí fuerte. Él solo me había obligado a hacer sentadillas para molestar, increíble.
Chase
«Te acaban de invitar a la fiesta Brooklyn Houston. BROOKLYN HOUSTON» 16:02
Visto.
Holi <3
Aquí les dejo el nuevo capítulo, hoy #ViernesLMA jiji
¡Espero que les haya gustado y nos leemos el próximo viernes!
Love you all 💙
Baaaai ✌🏻