-Jamas pensé que pudiera cogerle asco a este hospital –miro a su alrededor y suspiro
-Es mas fácil cuando eres el medico –Bob sonrio y la atrajo hasta el para abrazarla
-¿Qué te pasa? –Giselle frunció el ceño, alzo la vista y lo miro a los ojos
-Pense que te perdia –el la miro fijamente –Sabes que eres muy importante para mi ¿Verdad?
-Y tu para mi –Giselle le sonrio levemente y pasando los brazos por su cintura le abrazo
-¡¡Eh tortolitos!! –Edward les llamo desde la puerta del hospital
-Vamos –Giselle se aparto de Bob y le tomo de la mano –La libertad me espera –sonrio mirando la puerta del hospital
-Gis –Bob camino a su lado, bajo la voz y la miro de reojo
-¿Qué? –ella frunció el ceño
-Te mereces ser feliz –y fijo la vista al frente
-¡Venga nena! ¡Que vuelves a la vida! –Edward paso el brazo por los hombros de ella mientras la guiaba hacia el coche
Y los tres juntos, como en los viejos tiempos salieron de aquel hospital que había sido el encierro de Giselle durante los cuarenta días pasados.
Cuarenta días que a ella se le hicieron eternos. Pero Bob se empeño en no darle el alta hasta que estuviera totalmente recuperada.
Giselle se sento en el asiento trasero y miro por la ventanilla mientras el vehiculo la llevaba a casa.
A casa, le parecía tan lejana ahora esa palabra. ¿Dónde estaba su casa?
Durante el tiempo que había permanecido en el hospital había recibido muchas visitas. Los padres de Bob, su hermana, su padre, Edward, Dayana, Elliot. Y Kyle, el la había visitado, pocas veces y prácticamente no cruzaron palabra alguna.
Recordo la conversación que tuvo con Elliot “Le duele no poder acercarse a ti Gis, pero no lo hara. Cumplira con lo que le pediste, hasta que tu seas quien le quiera cerca.”
-Llegamos a casa princesa –Edward hablo sonriendo mientras abria la puerta para bajar del coche
-Bienvenida –Bob le abrió la puerta y le tendio la mano con una sonrisa
Giselle tomo su mano y bajo sonriendo. Sintiendo que comenzaba a recuperar, al menos, un poquito de su vida. Que volvia a ver el color en las cosas y que dejaba atrás, la oscuridad, la tristeza y el dolor.
Alzo la vista mirando la casa de su padre, dejando que los buenos recuerdos la inundaran y borrando los malos de su mente.
-¿Vamos? –Bob la guio hacia las escaleras
Esperaba ver a su padre allí de pie, junto a las escaleras, esperándola con una amplia sonrisa.
Pero no esperaba lo que encontró.
Cuando las puertas de la casa se abrieron, miles de papelillos y serpentina cayó sobre sus cabezas. Los gritos inundaron el lugar llenándola de desconcierto y solo hasta que vio con claridad, a todos en la escalera, esperándola, con globos rodeándola. Solo entonces. Lo entendió.
Estaba en casa.
-¡Giselle! –Dayana empujo a todos para ser la primera en acercarse a ella
Y después se sucedieron el resto de abrazos y bienvenidas.
Estaban todos, los padres de Bob, su hermana, Elliot, Kyle.
-Bienvenida a casa hija –Jeff la abrazo emocionado –Me alegro de que estes aquí
-Yo también papa –Giselle cerro los ojos, dejando que el calor de aquel abrazo la inundara.
-Y a ti –Jeff solto a su hija y se quedo mirando a Bob. Ella frunció el ceño observándole y se sorprendió, tanto como Bob cuando el padre le abrazo sonriendo –Gracias por traérmela de vuelta
-A sido todo un placer –Bob sonrio mirando de reojo a Giselle, cuando Jef se aparto el la miro divertido –Has tenido que estar en mitad de una catástrofe para que me acepte eh.
-Mas vale tarde que nunca –Jeff miro a todos –Pasemos al salón y divirtámonos.
-Tienes mejor aspecto –Elliot le sonrio con cariño
-Sabes una de las cosas que mas eche de menos en aquel lugar –Giselle le miro a los ojos –Tus comentarios
Se quedaron mirándose unos segundos y finalmente el la abrazo, después se aparto para dejar paso a su hermano.
-Estas bien –Kyle la miro incomodo
-Si –Giselle sonrio levemente
-Vamos hombre –Elliot empujo a su hermano hacia ella –Dale un abrazo al menos
El la miro sorprendido, dio un paso hacia ella indeciso y extendió los brazos para rodearla. Giselle cerro los ojos y en el instante en que los brazos de el la rodearon sintió que estaba en paz. Apoyo la cabeza en su pecho, oliendo su aroma. Un aroma que le trajo un solo recuerdo.
Su sueño, en el túnel. La playa, el sol, el mar y ellos dos.
-¡Giselle! –Dayana apareció en la puerta y se tapo la boca, rápidamente ellos se apartaron el uno del otro.
-Niña esta, siempre metiendo la pata –Elliot la miro molesto
-Me esperan –Giselle hablo rápidamente, se giro y se dirigió hacia Dayana, que miro a Kyle disculpándose.
-¿Estas bien? –Elliot miro a su hermano de reojo
Giselle paso el resto del tiempo rodeada de gente, gente a la que quería. Todos mostrándole su cariño y aprecio, además de su preocupación por su salud.
Jeff disfruto viendo a su hija feliz, rodeada de la gente a la que quería y escuchando las anécdotas de su hija en Nueva York.
Giselle rio ante la historia que Bob conto sobre como ella se negó a diseccionar a un pobre pavo y lo libero en los jardines del campus. Se aparto y se dirigió a la barra a tomar una copa de vino.
Cuando se giro los observo, sonriendo, hablando. Como amigos. Como una familia.
Giro levemente el rostro y fijo la vista en otro grupo, Kyle, Elliot y Edward. Los tres enfrascados en una conversación.
Analizo al hombre alto, serio e imponente, con su traje chaqueta. El jefe que todos temen.
La música amenizaba la velada, no el tipo de música que su padre habría puesto. Asi que supuso que eso era cosa de Dayana. Cerro los ojos para sacar de su mente a ese hombre que la perseguía y se giro hacia la terraza.
Avanzo despacio hacia ella, sosteniendo la copa en su mano. Paro al llegar al final de esta y admiro el jardín que la rodeaba, llevo la copa a sus labios y saboreo el vino. Cerro los ojos relajándose, escuchando la música.
(OS ACONSEJO QUE PONGAIS LA CANCION AHORA)
Y le escucho a el.
Abrio los ojos y se giro para mirar al interior de la casa.
tienes que elegir, entre ganar o perder, no puedes tener todo.
No dejes pasar la vida ante ti
¿y que si duele?
Encuentra tu sitio
Se Feliz .
-Una canción –rio mientras las lagrimas desbordaban sus ojos, negó con la cabeza mirando al cielo –Una canción –limpio su rostro –Es una canción Alex, una canción. –se apoyo en la baranda de la terraza –Escuchaste eso en una canción.
Se quedo mirando el interior. La gente riendo, hablando, mientras la música seguía sonando.
Observo a Kyle, sonriendo y asintiendo. Tan decidido, tan fuerte, tan …
Tan para ella.
Era para ella.
-No dejes tu vida pasar –dejo la copa en el filo de la baranda –Yo solo intento ser feliz. –se paro ante la puerta –Yo quiero ser feliz –y avanzo.
Atraveso la sala llena de gente, sin importarle quien estaba a su alrededor. Viendo solo a una única persona.
Elliot frunció el ceño mirándola y en ese momento Kyle se giro hacia ella, observándola confundido.
Dio los últimos pasos mirándole a los ojos, escuchando aquella música.
Y cuando estuvo lo suficientemente cerca, justo cuando la canción decía una palabra, esa palabra “FELIZ” unió sus bocas en un beso. Un beso cargado de amor, de pasión, de deseo, de decisión. Un beso lleno de promesas.
Se aparto apenas unos centímetros, aun con las manos apoyadas en el pecho de el y vio la sorpresa en los ojos de Kyle.
-Casate conmigo –hablo en voz baja mirándolo fijamente
-¿Qué? –Kyle la miro desconcertado y ella sonrio. -¿Eso no debería pedirlo yo?
-Si te hace ilusión –Giselle sonrio aun mas -¿A que esperas?
-Casemonos –y el la observo impaciente
-Ya que me lo pides –Giselle rio levemente y volvió a acercarse a besar sus labios.
Solo que en esta ocasión, a Kyle no le pillo desprevenido. Rodeo su cintura acercándola a el, estrechándola contra su cuerpo y profundizo el beso, sintiendo como al fin volvia a estar en el paraíso.
-¡¡Tenemos boda!! –Y Kyle grito eufórico levantando su copa tan fuerte que el champan cayó sobre la pareja.
Pero a ninguno le importo.
Ni la música, ni los aplausos, las felicitaciones, los gritos.
Nada les imortaba.
Porque solo estaban ellos.
Porque lo único que querían era…
SER FELICES
BUENO,, UN CAPITULO MAS Y EL EPILOGO Y LA HISTORIA DE ELLA LLEGA A SU FIN
SI CREEIS QUE OS HE SORPRENDIDO ESTO,,, NO ES NADA.
GISELLE ES UNA MUJER IMPREDECIBLE ESO, YA LO HABEIS VISTO
OS DEJO UNA FOTO DE LA PAREJA JUNTA Y LA CANCION QUE GISELLE ESCUCHABA Y DE LA CUAL ALEX SACO AQUELLAS FRASES QUE LE DIJO A ELLA