ELLA

Capitulo 2: La nueva Giselle

-Muchas gracias por tu ayuda –El medico la miro sonriendo mientras se quitaba los guanes de las manos, despues lo lanzo a la papelera y se dispuso a lavarse las manos

-Ha sido un placer ayudar –Giselle termino de lavar sus manos y las seco, despues se quito el gorro del quirojano y lo tiro a la papelera –Estoy agotada

-Vete a casa, te lo mereces –el abrio la puerta para que ella pasara y despues la siguio -¿Quieres que te informe de cómo evoluciona el chico?

-Si por favor –Giselle asintio –Te dare mi numero –miro su vestimenta y fruncio el ceño

-En el mostrador – el rio y camino hacia alli, tomo un papel y un boligrafo y se lo tendio

-Gracias –Giselle escribio su nombre, el telefon de la casa y su movil

-A ti –el la miro a los ojos –Ha sido estupendo trabajar contigo

-Lo mismo digo Luck –le respondio con una sonrisa –Nos vemos –y camino hacia las habitaciones de los medicos, donde le habian prestado una taquilla para dejar sus cosas. Habia pensado en tomar una ducha, pero era una tonteria dado que su ropa estaba rota, sucia y manchada de sangre.

-Pronto espero –Luck se apoyo en el mostrador observando como se alejaba

Despues de vestirse y coger su bolso, Giselle salio del hospital y se acerco a la parada de taxis, antes de subir a uno echo un ultimo vistazo al edificio en el que habia pasado las ultimas 12 horas. Y la invadio una agradable sensacion. No le importaria que ese fuera su hospital.

Subio al taxi y dio la direccion al conductor, el la miro por el retrovisor con el ceño fruncido, claro que su estado no era el mas apropiado para ir a un barrio de lujo. Aguanto la risa imaginando la duda del  conductor sobre si tendria dinero para pagarle o no. Y al parar frente a la verja de su casa, ella le tendio el dinero y una buena propina. Se paro ante la inmensa verja negra y llamo al interfono, la camara que habia sobre el pilar derecho de la puerta la enfoco.

-Adelante señorita –la voz de un hombre sono a traves del aparato y la verja se abrio inmediatamente

Camino con tranquilidad por el camino de piedra, mirando a su alrededor y recordando, la de juegos que habia jugado en aquellos jardines, la de veces que habia corrido por ellos. Sonrio observando la inmensa fuente que habia en el centro del camino, justo ante la casa, que habia que rodear para llegar a ella, recordo la noche vieja que se baño en ella. Con Elliot y Dayana. Y su sonrisa se borro.

Subio los escalones y cuando estaba cerca de la puerta esta se abrio.

-Bienvenida niña –Su nana, Jimena la miro con cariño

-Hola nana –se acerco y dio un beso a la anciana, en la frente –Te veo muy bien

-Ya soy vieja –la mujer le sonrio mientras cerraba la puerta –Tu padre estaba impaciente

-Imagino –Ella rodo los ojos

-Dios santo, esa ropa esta para tirarla –Jimena la miro horrorizada