Leyendo: "Harry Potter, una h...

By Mitologia_13

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Obviamente, se leerá la historia de Harry Potter en el pasado con las tres generaciones, pero será diferente... More

1. Volviendo al pasado (Parte 1)
2. Volviendo al Pasado (Parte 2)
3. La mágica verdad.
4. Hogwarts.
5. Fortaleciendo nuestra amistad.
6. Halloween.
7. Quidditch.
8. Navidad.
9. Nicolas Flamel.
10. Norberto, el ridgeback noruego.
11. El bosque prohibido.
12. A través de la trampilla.
13. El hombre de las dos caras.
14. Gryffindor
15.Obligaciones en vacaciones.
16. Cumpleaños en la madriguera.
17. Borgin y Burken. (Parte 1)
18. Borgin y Burken (Parte 2)
19. De regreso a Howgarts (Parte 1)
20. De Regreso a Hogawrts (Parte 2)
21. Los "sangre sucia" y una voz misteriosa. (Parte 1)
22. Los sangre sucia y la voz misteriosa (parte 2)
23. El cumpleaños de Muerte (parte 1)
24. El cumpleaños de Muerte (parte 2)
25. Inscripciones en la pared (parte 1)
26. Inscripciones en la pared (parte 2)
27. Una blugger loca (Parte 1)
28. Una blugger loca (parte 2)
29. El club de duelo (parte 1)
30. El club del duelo (parte 2)
31. Poción Multijugos.
32. El diario secreto (parte 1)
33. El diario secreto (parte 2)
34. Cornelius Fudges (Parte 1)
35. Cornelius Fudges (Parte 2)
36. Aragog (parte 1)
37. Aragog (parte 2)
38.La cámara secreta (parte 1)
39. La cámara secreta (parte 2)
40. El Heredero de Slytherin. (Parte 1)
41. El Heredero de Slytherin. (Parte 2)
42. La recompensa de Dobby.
43. 1G vs 2G
44. Black.
45. El reencuentro.
46. Dementor (parte 1)
47. Dementor (parte 2)
48.Pozos de té y garras de hipogrifo.(Parte 1)
49. Pozos de té y garras de hipogrifo. (Parte 2)
50. El Boggart.
.51 La huida de la Señora Gorda.
.52 La derrota.
53. El Mapa de Merodeador.
.54 Sorpresa en Navidad.
.55 Patronus.
57. El rencor de Snape.(parte 1)
58. El rencor de Snape (parte 2)
59. La final de Quidditch.
60. La profecía de la Profesora Trelawney.
61. El perro, el gato y la rata.
62.Lunático, Colagusano, Canuto y Cornamenta.
63. El Vasallo de Voldemort.
64. El beso del dementor.
65. El secreto de Hermione.
66. Más lechuzas mensajeras.
67. Último día.
.68. Disciplina mental.
.69. El traslador.
.70. Bagman y Crouch.
.71. Los Mundiales de quidditch.
.72. La marca tenebrosa.
.73. Alboroto en el Ministerio.
.74.El expreso a Hogwarts.
.75. El torneo de los tres magos.
.76. Ojoloco Moody.
.77. Maldiciones imperdonables.
.78.Beauxbatons y Durmstrang.
.79.El Cáliz de fuego.
.80. Los cinco campeones.
.81. La comprobación de las varitas.
.82. El colacuerno húngaro.
.83. La primera prueba.
.84.El Frente de Liberación de los Elfos Domésticos.
85. Una prueba inesperda.
86. El baile de Navidad.
87. La primicia de Rita Steeker.
88. El huevo.
.89. La Segunda prueba.
.90. El regreso de Canuto.
.91. La locura del Señor Crouch.
.92. El Sueño.
.93. El pensadero.
.94. La tercera prueba.
.95. Hueso, carne y sangre.
.96. Los Mortifagos.
.97. Priori Incantatem
.98. El suero de la verdad.
.99. Caminos separados.
.100. El comienzo.
SEGUNDA PARTE.

56. Gryffindor contra Ravenclaw

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By Mitologia_13

N/A: Hoy es el cumpleaños de una de mis fieles lectoras de esta historia. DanuuLu 😄❤ Espero que tengas un buen día! Seamos Unidos y dejémoslo nuestro afecto. 😍😙

- Si que terminaron tensas las cosas entre ustedes - comenta J.S.

- Esa discusión con tu madre fue tranquila, hemos tenido peores - le dice Harry y besa mi cabello - Pero nunca dura demasiado nuestras discusiones.

- Lo sabemos - le responde Al.

- Y con Ron tardamos más en hacer las paces, pero nos fortalecimos luego de ese año... al menos un poco - comenta Herms.

- Pues yo quiero leer el siguiente - nos dice James - Estará el partido de Quidditch y no aceptó un no como respuesta.

- Como negarme bajo esos argumentos - le digo y le doy el libro.

- ¡Sí! Gryffindor contra Ravenclaw. - lee con una sonrisa - Lo bueno és que ya sabemos que no terminan en una camilla.

Parecía el fin de la amistad entre Ron y Hermione. Estaban tan enfadados que no veía ninguna posibilidad de reconciliarlos y no ayudaba el hecho de que con Harry siguieramos sin hablarnos.

- Era muy raro verlos distanciados - comenta Neville.

- Nosotros no quisimos intervenir - nos dice George.

- Sabíamos que era algo que debían arreglar entre ustedes - agrega Fred.

A Ron le enfurecia que Hermione no se hubiese tomado en ningún momento en serio los esfuerzos de Crookshanks por comerse a Scabbers, que no se hubiese preocupado por vigilarlo, y que todavía insistiera en la inocencia de Crookshanks y en que Ron tenía que buscar a Scabbers debajo de las camas.

Hermione, en tanto, sostenía con enfasí que Ron no tenía ninguna prueba de que Crookshanks se hubiese comido a Scabbers, que los pelos canela podían encontrarse allí desde la vez pasada y que Ron había cogido ojeriza a su gato desde el momento en que éste se le había echado a la cabeza en la tienda de animales mágicos. 

En cuanto a Harry estaba convencido de que Crookshanks se había comido a Scabbers, y cuando intentó que Hermione comprendiera que todos los indicios parecían demostrarlo, la muchacha se enfadó con Harry también. 

—¡Ya sabía que te pondrías de parte de Ron! — chillo Hermione — Scabbers, todo es culpa mía, ¿verdad? Lo único que te pido, Harry, es que me dejes en paz. Tengo mucho que hacer. 

- Auch... Hannah - protesta Harry por mi golpe en brazo.

- No te lo pude dar ese día - le respondo y el bebé Teddy de ríe - Ves, él me apoya.

- Traición Teddy - le dice en broma a la versión adulta.

- Mamá Hann es Mamá Hann - le responde con obviedad - Y tiene razón, no debieron tratar así a tía Hermione.

- Gracias Teddy - le dice ella.

Ron estaba muy afectado por la pérdida de su rata. 

—Vamos, Ron. Siempre te quejabas de lo aburrida que era Scabbers —dijo Fred, con intención de animarlo —. Y además llevaba mucho tiempo descolorida. Se estaba consumiendo. Sin duda ha sido mejor para ella morir rápidamente. Un bocado... y no se dio ni cuenta. 

—¡Fred! — exclamó Ginny indignada. 

—Lo único que hacía era comer y dormir; Ron. Tú también lo decías —intervino George. 

—¡En una ocasión mordió a Goyle! —dijo Ron con tristeza —. ¿Te acuerdas, Harry? 

—Sí, es verdad — le respondió Harry. 

—Fue su momento grandioso — comento Fred, incapaz de contener una sonrisa—. La cicatriz que tiene Goyle en el dedo quedará como un último tributo a su memoria. Venga, Ron. Vete a Hogsmeade y cómprate otra rata.¿Para qué lamentarse tanto? 

En un desesperado intento de animar a Ron, Harry lo persuade de que acudiera al último entrenamiento del equipo de Gryffindor antes del partido contra Ravenclaw, y podría dar una vuelta en la Saeta de Fuego cuando terminemos. Eso alegró a Ron durante un rato («¡Estupendo! ¿podré marcar goles montado en ella?»). Así que nos encaminamos juntos hacia el campo de quidditch. 

- Ustedes dos son muy malos para consolar a alguien - les dice Bill - "De un bocado" ¿En serio Fred?

- No lo pensé antes de decirlo - se defiende él.

- Al menos Harry si supo que decir y no embarrarla más - agrega Charlie.

- Conmigo, pero con Hannah fue otra historia - le responde Ron divertido.

- ¿Ustedes aún siguen peleados? - nos preguntó Ron caminando en el medio de ambos.

- Sí, ella sigue enojada por mi forma de pensar - le respondió Harry.

- Sigo enojada porque pensé que realmente te conocía - le dije más enojada de lo que estaba Hermione.

Ninguno de los dos dijo algo, cuando me apresure por dejarlos atrás.

- Mala elección de palabras - le dice Sirius.

- Pero fue bueno que no le respondieran - les dice Cedric - La he visto enojada y aprecio mi vida.

- Exageran - les digo.

- Casi explotas mi mansión - me dice Draco - Pero no te culpo, hiciste lo correcto.

- ¿Y qué hacían en la mansión Malfoy? - me pregunta mi padre.

- Nada que vaya a ser de tu agrado - le respondo - Padrino sigue con esto.

La señora Hooch, seguía supervisando los entrenamientos de Gryffindor para cuidar de Harry. Ella y Ron abandonaron el campo y se sentaron en las gradas, y el equipo de Gryffindor rodeó a Wood para recibir las últimas instrucciones para el partido del día siguiente. 

—Harry, acabo de enterarme de quién será el buscador de Ravenclaw. Es Cho Chang. Es una alumna de cuarto y es bastante buena. Yo esperaba que no se encontrara en forma, porque ha tenido algunas lesiones. —Wood fruncio el entrecejo para expresar su disgusto ante la total recuperación de Cho Chang, y luego dijo —: Por otra parte, monta una Cometa 260, que al lado de la Saeta de Fuego parece un juguete.— Echó a la escoba una mirada de ferviente admiración y dijo —: ¡Vamos! 

Y por fin Harry montó en la Saeta de Fuego y se elevó del suelo. Corrió por el terreno de juego a tal velocidad que se convirtió en un manchon escarlata. Harry le dio un viraje tan brusco que Alicia Spinnet profirió un grito. A continuación descendió en picada con perfecto control y rozó el césped con los pies antes de volver a elevarse diez, quince, veinte metros. 

—¡Harry, suelto la snitch! — gritó Wood. 

Harry se volvió y corrió junto a una bludger hacia la portería. La adelantó con facilidad, vio la snitch que salía disparada por detrás de Wood y al cabo de diez segundos la tuco en la mano. El equipo lo vitoreo entusiasmado. Harry soltó la snitch, le dio un minuto deventaja y se lanzó tras ella esquivando al resto del equipo. La localizó cerca de mi rodilla, dio un rodeo y vuelve a atraparla. Fue la mejor sesión de entrenamiento que hemos tenido nunca. El equipo, realizó los mejores movimientos de forma impecable, y cuando descendimos, Wood no tuvo ni una sola crítica que hacer, lo cual, como señaló George, era una absoluta novedad. 

- Para estar enfadada conmigo me prestabas bastante atención - me dice Harry y la mayoría de ríe.

- Muy chistoso Potter - le digo con sarcasmo.

- Yo se lo agradezco, ese entrenamiento sin dudas ha sido increíble - nos dice James.

- Lo fue por suerte y para tranquilidad de Wood - comenta George.

—No sé qué problema podríamos tener mañana — dijo Wood —. Tan sólo... Harry, has resuelto tu problema con los dementores, ¿verdad? 

— Sí — le respondió seguro Harry. 

— Los dementores no volverán a aparecer; Oliver. Dumbledore se irritaría — le dijo Fred con total seguridad. 

—Esperemos que no — dijo Wood — En cualquier caso, todo el mundo ha hecho un buen trabajo. Ahora volvamos a la torre. Hay que acostarse temprano... 

—Me voy a quedar un ratito. Ron quiere probar la Saeta — le comentó Harry a Wood. 

Y mientras tanto, con el resto del equipo nos encaminamos a los vestuarios.

Al día siguiente, con Harry, Ron y Hermione bajamos a desayunar en un silencio algo incómodo. 

—¿Le has visto la cara? — le preguntó Ron con alegría a Harry, volviéndose para mirar a Malfoy, que se sorprendió de ver la escoba de Harry —. ¡No se lo puede creer! ¡Es estupendo! 

- Ya era complicado que tuvieran un Saeta de fuego y nos sorprendió saber que iban a ser dos - comenta Draco - y ya recuerdo ese partido...

- Fue divertido y aprendiste una lección - le digo con gracia.

Wood también estaba orgulloso de tener dos Saetas de Fuego en el equipo. 

Los de Ravenclaw y Hufflepuff se acercaron para verla. Cedric fue a felicitar a Harry por haber conseguido un sustituto tan soberbio para su Nimbus. Y la novia de Percy, Penelope Clearwater, de Ravenclaw, pidió permiso para agarrarla. 

—Sin sabotajes, ¿eh, Penelope? —le dijo efusivamente Percy mientras la joven examinaba detenidamente la Saeta de Fuego — Penelope y yo hemos hecho una apuesta — le dijo al equipo —. Diez galeones a ver quién gana. 

Penelope dejó la Saeta de Fuego, le dio las gracias a Harry y volvió a su mesa. 

- Percy, nunca se debe apostar con tu novia - le dice Bill.

- Cierto, si ella gana te lo recordará siempre y si pierde se enfadara contigo - agrega Charlie.

- No todas somos así - los regaña Ginny.

- Me vas a decir que te gusta perder - le dice Ron - Eres capaz de hechizar a medio mundo cuando lo haces.

- Nadie pidió tu opinión - le dice ella molesta.

- Eso nos da la razón - comenta Charlie.

- Cedric, ¿Quieres sentarte a desayunar aquí? - le pregunté y parecía sorprendido al igual que el resto - Dudo que los de tu casa te linchen por eso.

- ¿Qué hay de malo con eso? - pregunta mi madre - ¿Por qué les sorprendió?

- No es algo habitual - le responde Lily - Nos podemos llevar bien con las otras casas, pero no los invitamos a nuestras mesas.

- Yo no sabía eso, pero no le veía nada de malo en invitarlo - les digo a ellas.

- Eso ha sido algo que cambiaste como Directora - me dice Rose - Nosotros podemos compartir las mesas entre las cuatros casas a excepción de los banquetes.

- Ayudó a que nos llevemos mejor - agrega J.S

- Nosotros comemos juntos siempre y tenemos amigos y primos de otras casas que también se sientan con nosotros - me dice Al.

- Le dimos inicio a eso Hann - me dice Cedric.

- No es una mala idea y si están dispuestos podemos comenzar a implementarlo - les dice Dumbledore.

Con una sonrisa tomó lugar al lado mío y de Hermione.

- Gracias por la invitación - me dijo con una sonrisa - Estoy seguro de que ganaran, te he visto jugar y eres muy buena.

- Gracias Cedric, aunque hoy lo siento diferente a otros partidos.

- ¿Pasa algo Hann? - me preguntó Hermione y sentía que mis compañeros de equipo estaban pendientes de mi respuesta.

- Nada malo Herms, es el primer partido que mis padres no vendrán - le dije y les regalé una sonrisa para calmarlos - Me esforzaré el doble para que vengan cuando ganemos la copa.

- ¿Por qué no vendrán? - me preguntó Cedric.

- Mi madre está embarazada y con papá la queremos lo más lejos posible de los dementores - le respondí.

- Hacen bien y felicidades, ¿Qué se siente dejar de ser hija única?

- Increíble, pero deje de serlo desde el primer día que pise Hogwarts y los gemelos me adoptaron como su hermana...-

- ¡Escuchaste es Feorge!

- ¡Sí Gred! Nuestra niña es adorable - continuó George y todos los que lo escucharon comenzaron a reír haciéndome sonrojar.

- Ya escuchaste que somos sus hermanos mayores Diggory, así que mantén la distancia de unos quinces centímetros y permanezcan a nuestra vista - le dijo Fred y tanto Cedric como yo estábamos rojos.

- Por Merlín... No debían sobreprotegerla tanto - los regaña su madre.

- Tío Fredderick nos lo pidió antes de comenzar las clases - le responde George.

- Y él es de nuestra edad, así que con más razón la cuidabamos - agrega Fred.

- Por favor, hablamos de Cedric - les digo indignada - Él es todo un caballero.

- Gracias Hannah.

 - Suficiente par de bobos - les dijr y parecían muy divertidos, al igual que el resto, a excepción de Harry que era el único que no reía - Disculpa, no tienen filtro.

- No te preocupes, mis amigos son iguales - me dijo con una sonrisa - Te quería preguntar, si mañana no estás ocupada, ¿si te gustaría ir a caminar por los alrededores?.

Lo miré y detrás de él, veia que Hermione me hacía ceñas para que dijera que sí y eso me hacía tener ganas de reír.

- Claro, ¿te parece si nos vemos a las tres en la entrada? - le dije en cambio y parecía sorprendido de que le hubiera dicho que sí.

- Cla-Claro, recuerda abrigarte bien.

- Hermione eso fue traición de tu parte - le dice haciéndome reír.

- Tú estabas aliado con Ron y Cedric era buen chico para que ella saliera.

- Definitivamente voy a necesitar terapia - comenta J.S

- ¿Por qué te sorprendió que ella te dijera que sí? - le pregunta Luna a Cedric.

- Cierto, cualquier chica te hubiera dicho que sí - agrega Ginny.

- Ella nos es como cualquier otra chica - le responde.

- Y es por eso que va a ser mi esposa - les dice Harry abrazandome y no puedo dejar de reír por sus celos.

A las once menos cuarto, el equipo de Gryffindor nos dirigimos a los vestuarios. Nuestros amigos nos desearon buena suerte antes de irse hacia las gradas. El tiempo no podía ser más distinto del que había imperado en el partido contra Hufflepuff. Hacía un día fresco y despejado, con una brisa muy ligera. Esa vez no habrá problemas de visibilidad, y aunque estaba nerviosa, empece a sentir la emoción que sólo me podía producir un partido de quidditch. Oímos al resto del colegio que se dirigía al estadio. Me quite las ropas negras del colegio, saqué del bolsillo la varita y la metí dentro de la camiseta que iba a llevar bajo las ropas de quidditch. Esperaba no necesitarla. Me preguntaba si mi tío Remus estará entre el público viendo el partido. 

—Ya saben lo que tienen que hacer — nos dijo Wood cuando se dispone a salir del vestuario — Si perdemos este partido, estamos eliminados. Sólo... sólo tienen que hacerlo como en el entrenamiento de ayer y todo irá de perlas. 

- Hannah - me detuvo Harry antes de que siga al resto - Sé que no puedo ver las cosas como tú y que el dolor por la muerte de mis padres me nubla el juicio, pero prefiero enfrentar a Voldemort a seguir sin hablarnos.

- Es lo más tierno y raro que he escuchado - le dice nuestro hijo mayor.

- No se compara con lo extraño que fue su propuesta de matrimonio - le dice en cambio Ron.

- Ya, eso funciona conmigo - les digo a ambos.

Sus palabras me sorprendieron y sabía que estaba diciendo la verdad, aunque lo último había sido demasiado extremista. Le sonreí y lo abrace.

- Estamos bien, ahora preocupémonos por ganar.

Salimos al campo y somos recibidos con un aplauso tumultuoso. El equipo de Ravenclaw, de color azul, aguardaba ya en el campo. La buscadora, Cho Chang, era la única chica del equipo. Ella le sonrió a Harry cuando los equipos nos alineamos uno frente al otro, detrás de nuestros capitanes, y cuando él voltea hacia Wood, ella me miró como si fuera su peor enemiga y me dejó bastante sorprendida su actitud. 

Tanto Ginny, Hermione y Luna comenzaron a reír al oír eso.

- No puedes culparla - me dice Ginny - La pobre chica estaba interesada en Harry y en Cedric, pero ellos tenían ojos para ti.

- He salido con Cho en los siguientes años - le responde Cedric.

- Ajá... pero, ¿Quién fue tu primera opción? - le pregunta en cambio.

- También estaban todos esos rumores - agrega Luna.

- Todos falsos - les aseguro - Padrino lee el partido.

—Wood, Davies, dense la mano — ordenó la señora Hooch.Y Wood le estrechó la mano al capitán de Ravenclaw.— Monten en las escobas... Cuando suene el silbato... ¡Tres, dos, uno! 

Despego del suelo y la Saeta de Fuego se levantó más rápido que ninguna otra escoba, a excepción de Harry. Con Angelina y Alicia armamos nuestras posiciones, escuchando todo el tiempo los comentarios de Lee Jordan, el amigo de los gemelos Fred y George: 

—Han empezado a jugar y el objeto de expectación en este partido es la Saeta de Fuego que monta Harry Potter, del equipo de Gryffindor. Según la revista El mundo de la escoba, la Saeta es la escoba elegida por los equipos nacionales para el campeonato mundial de este año. 

—Jordan, ¿te importaría explicar lo que ocurre en el partido? —interrumpió la voz de la profesora McGonagall. 

—Tiene razón, profesora. Sólo daba algo de información complementaria. La Saeta de Fuego, por cierto, está dotada de frenos automáticos y... 

—¡Jordan! 

- Ese chico me cae bien - comenta Sirius.

- Suena como tú - le dice Remus.

—Vale, vale. Gryffindor tiene la pelota. Hannah Gryffindor se dirige a la meta... Harry pasa como un rayo al lado de Hannah y en dirección contraria, buscando a su alrededor un resplandor dorado y notando que Cho Chang le pisa los talones. La jugadora vuela muy bien. 

Continuamente se le cruzaba, obligándolo a cambiar de dirección. 

—Enséñale cómo se acelera, Harry —le gritó Fred al pasar velozmente por su lado en persecución de una bludger que se dirigía hacia Alicia. 

Harry aceleró la Saeta al rodear los postes de la meta de Ravenclaw, seguido de Cho. La vi en el momento en que conseguí el primer tanto del partido y las gradas ocupadas por los de Gryffindor enloquecieron de entusiasmo: la snitch, muy próxima al suelo, cerca de una de las barreras. Harry descendió en picada; Cho lo vio y salió rápidamente tras él. Harry aumentó la velocidad. Estaba embargado de emoción. Su especialidad eran los descensos en picada. Estaba a tres metros de distancia... Entonces, una bludger impulsada por uno de los golpeadores de Ravenclaw surgió ante Harry veloz como un rayo. Harry viro. La alcanzó esquiva por un centímetro. Tras esos escasos y cruciales segundos, la snitch desapareció. 

- Pudo haberte golpeado - le dice Lily - También sospecho que me infartaré cuando tenga que verte descendiendo de esa manera.

- Lo tengo controlado a eso mamá, me sale muy bien - le dice para calmarla.

- De todas maneras, están haciendo un buen partido - nos dice papá.

Los seguidores de Gryffindor dieron un grito de decepción y los de Ravenclaw aplaudieron a rabiar a su golpeador. George desfogo su rabia enviando la segunda bludger directamente contra el golpeador que había lanzado contra Harry. El golpeador tuvl que dar en el aire una vuelta de campana para esquivarla. 

—¡Gryffindor gana por ochenta a cero! Gracias a nuestra querida princesa de la casa Hannah Gryffindor ¡Y miren esa Saeta de Fuego! Potter le está sacando partido. Vean cómo gira. La Cometa de Chang no está asu altura. La precisión y equilibrio de la Saeta es realmente evidente en estos largos...

 —¡JORDAN! ¿TE PAGAN PARA QUE HAGAS PUBLICIDAD DE LAS SAETAS DE FUEGO? ¡SIGUE COMENTANDO EL PARTIDO! 

Ravenclaw jugaba a la defensiva. Ya habían marcado tres goles, lo cual había reducido la distancia con Gryffindor a cincuenta puntos. Si Cho atrapaba la snitch antes que él, Ravenclaw ganaría. Harry descendió evitando por muy poco a un cazador de Ravenclaw y buscó la snitch por todo el campo, desesperadamente. Vi un destello dorado y un aleteo de pequeñas alas: la snitch rodeaba la meta de Gryffindor. Harry aceleró con los ojos fijos en la mota de oro que tenía delante. Pero un segundo después surgió Cho, bloqueándole. 

—¡HARRY, NO ES MOMENTO PARA PORTARSE COMO UNCABALLERO! — gritó Wood cuando Harry viro para evitar una colisión —. ¡SI ES NECESARIO, TÍRALA DE LA ESCOBA! 

- Wood estaba en lo cierto - les digo y se ríen.

- Es una suerte que Lux no esté escuchando esto - comenta J.S - También es una nena de papá y es muy celosa.

- Salió a la madre - le responde en broma Hermione.

Harry volteó la cabeza y vio a Cho. La muchacha sonreía. La snitch había desaparecido de nuevo. Con mis compañeras, no les tuvimos piedad al otro equipo y marcamos la diferencia por cincuenta más arriba. Nuestras tribunas no dejaban de vitorear. Por el rabillo del ojo vi que Cho lo sigue a Harry... Prefería marcarlo a buscar la snitch.

Bien, pues... si quería perseguirlo, tendría que atenerse a las consecuencias... Harry volvió a bajar en picada; Cho, creyendo que había vuelto a ver la snitch, quiere seguirlo. Harry frenó muy bruscamente. Cho se precipitó hacia abajo, haciéndome reír.

- Te pareces a tu madre - me dice Lily.

- No pude evitarlo, a demás yo no le hice nada - me defiendo - Pero fue divertido de ver.

Harry, una vez más, ascendió veloz como un rayo y entonces la vio por tercera vez: la snitch brillaba por encima del medio campo de Ravenclaw. Aceleró; también lo hizo Cho y no dude en seguirlos, si lograba bloquearla Harry tomaría más rápido la snitch, muchos metros por debajo. Harry iba delante,acercándose cada vez más a la snitch. Entonces... 

- ¡Ah! — gritó Cho, señalando hacia abajo. Harry se distrajo y bajo la vista. 

Tres dementores altos, encapuchados y vestidos de negro lo miraban. No me detuve a pensar. Metí la mano por el cuello de la ropa, saqué la varita y Harry ya había hecho lo mismo y ambos gritamos:—¡Expecto patronum!

Algo blanco y plateado, enorme, salió de la punta de ambas varitas. Para cuando bajamos las varitas habían desaparecido y Harry me lanzó su varita que la atrape enseguida. Con la mente aún despejada, miré delante de él. Ya casi estaba. Alargó la mano, con la que empuño la varita, y pudo hacerse con la pequeña y rebelde snitch. 

- ¿Un ataque de dementores y aún así no dejaste de jugar? - le pregunta su abuelo - No me sorprende, tu padre hubiera hecho lo mismo.

- No voy a negarlo - les dice James - Estuvieron increíble ambos.

- No vamos a perdernoslo - nos dice mi madre.

- El quidditch es sagrado.

Se escuchó el silbato de la señora Hooch. Harry dio media vuelta en el aire y vio seis borrones rojos que nos vamos encima. Al momento siguiente, todo el equipo lo abrazamos tan fuerte que casi lo derribamos de la escoba. De abajo llegaba el griterío de la afición de Gryffindor. 

—¡Éstos son mis valientes! — exclamó Wood una y otra vez, como un padre orgulloso.

Alicia, Angelina y yo besamos a Harry, y Fred le dio un abrazo muy fuerte. 

En completo desorden, con el equipo nos las ingeniamos para abrirnos camino y volver al terreno de juego. Con Harry descendimos juntos de las escoba y vimos a un montón de seguidores de Gryffindor saltando al campo, con Ron en cabeza. Antes de que nos diéramos cuenta, nos rodeaba una multitud alegre que nos ovaciona.

—¡Sí! — gritó Ron, subiéndo a Harry el brazo —. ¡Sí!

—Bien hecho, Harry — le dijo Percy muy contento — Acabo de ganar diez galeones. Tengo que encontrar a Penelope. Disculpa.

—¡Estupendo, Harry! — gritó Seamus Finnigan.

—¡Muy bien! — nos dijo Hagrid con voz de trueno, por encima de las cabezas de los de Gryffindor.

— Fue un patronus bastante bueno — susurró una voz a Harry junto al oído.

Con Harry nos volteamos y vimos al profesor Lupin, que estaba encantado y sorprendido.

—Los dementores no me afectaron en absoluto — dijo Harry emocionado — No sentí nada.

—Eso sería porque... porque no eran dementores —le dijo el profesor Lupin—. Ven y lo verás.

Nos sacó de la multitud para enseñarnos el borde del terreno de juego.

— Le han dado un buen susto al señor Malfoy — dijo Lupin.

- Ay papá... - protesta Scorp.

- Lo siento, sí - le dice él - Pero fue idea del equipo y si me negaba mi padre se enteraria.

- Sin contar que no se esperaba que le lanzaramos un Patronus - agrego - Aprendieron su lección.

Harry se quedó mirando. Tendidos en confuso montón de telas estaban Malfoy, Crabbe, Goyle y Marcus Flint, el capitán del equipo de Slytherin, todos forcejeando por quitarse unas túnicas largas, negras y con capucha. Parecía como si Malfoy se hubiera puesto de pie sobre los hombros de Goyle. Delante de ellos, muy enfadada, estaba la profesora McGonagall.

—¡Un truco indigno! — gritó —. ¡Un intento cobarde e innoble de sabotear al buscador de Gryffindor! ¡Castigo para todos y cincuenta puntos menos para Slytherin! Pondré esto en conocimiento del profesor Dumbledore, no les quepa la menor duda. ¡Ah, aquí llega!

Si algo podía ponerle la guinda a la victoria de Gryffindor era esto. Ron, que se había abierto camino para llegar junto a Harry, se partía de la risa mientras veía a Malfoy forcejeando para quitarse la túnica, con la cabeza de Goyle todavía dentro.

—¡Vamos, Harry Hannah! — dijo George, abriéndose camino —. ¡Vamos a celebrarlo ahora en la sala común de Gryffindor!

—Bien — contesta Harry.

Y más contento de lo que nos habíamos sentido en mucho tiempo, acompañamos al resto del equipo hacia la salida del estadio y otra vez al castillo, vestidos aún con túnica escarlata.

- No sé porqué me siento nostálgico si todavía estoy cursando - nos dice James haciéndonos reír.

- Deja eso para nosotros - le digo riendo - Lo estamos reviviendo.

- Pero es lo mejor festejar una victoria en nuestra sala común - comenta mi padre.

- Sí, eso no lo vamos a negar - le dice Harry.

Era como si hubiésemos ganado ya la copa de quidditch; la fiesta se prolongó todo el día y hasta bien entrada la noche. Fred y George desaparecieron un par de horas y volvieron con los brazos cargados con botellas de cerveza de mantequilla, refresco de calabaza y bolsas de dulces de Honeydukes. 

—¿Cómo lo han hecho? —preguntó Angelina Johnson, mientras George arrojaba sapos de menta a todos.

—Con la ayuda de Lunático, Colagusano, Canuto y Cornamenta —susurró Fred al oído de ambos. 

- Ven que no somos tan malos en lo que hicimos - les dice Sirius - Ayudamos a los niños con sus festejos.

- No solo con los festejos, ustedes son increíbles - le dicen los gemelos.

- Señores Weasley, nosotros podemos cuidarlos cuando nazcan - les dice James.

- Soy su madre y los amo, pero no creo que esa sea una buena idea - le responde primero la Señora Potter.

- Me ofendes madres, además necesito práctica por Harry - se defiende James.

- Nosotros no nos oponemos - opinan los gemelos.

- Ya veremos en su momento - les responde Molly.

Sólo había una persona que no participaba en la fiesta. Hermione, inverosímilmente sentada en un rincón, se esforzaba por leer un libro enorme que se titulaba Vida doméstica y costumbres sociales de los muggles británicos. Con Harry dejamos la mesa en que Fred y George habían empezado a hacer juegos de malabares con botellas de cerveza de mantequilla, y nos acercamos a ella.

 —¿No has venido al partido? —le preguntó. 

—Claro que sí — respondió Hermione, con voz curiosamente aguda, sin levantar la vista —. Y me alegro mucho de que ganáramos, y creo que tú lo hiciste muy bien, pero tengo que terminar esto para el lunes. 

—Vamos, Hermione, ven a tomar algo — dijo Harry, mirando hacia Ron y preguntándose si estaría de un humor lo bastante bueno para enterrar el hacha de guerra. 

—No puedo, Harry, aún tengo que leer cuatrocientas veintidós páginas — contestó Hermione, que parecía un poco histérica —. Además... — también miró a Ron—, él no quiere que vaya. 

No pudo negarlo, porque Ron escogió aquel preciso momento para decir en voz alta:

—Si Scabbers no hubiera muerto, podría comerse ahora unas cuantas moscas de café con leche, le gustaban tanto...

Hermione se echó a llorar.

- Lo siento por ser un idiota - le dice Ron.

- Ya lo dejamos atrás - le responde Herms.

- Apoyo a James Sirius, terminaremos todos necesitando terapia - comenta Rose.

- Ustedes decidieron quedarse, si cambian de opinión los puedo regresar a su tiempo - les aviso.

- Podemos tolerarlo un poco más - me responde primero Al.

Antes de que Harry pudiera hacer o decir nada, tomó el enorme libro y, sin dejar de sollozar, salió corriendo hacia la escalera que conducía al dormitorio de las chicas, y se perdió de vista. 

—¿No puedes darle una oportunidad? — le preguntó Harry a Ron en voz baja. 

—No — respondió Ron rotundamente — Si al menos lo lamentara, pero Hermione nunca admitirá que obró mal. Es como si Scabbers se hubiera ido de vacaciones o algo parecido.

— De todas maneras, has sido un poco cruel con ella — le aclaré antes de ir a ver como estaba.

Subí hacia nuestra recamara y vi a Hermione sentada en el medio de su cama, secándose su cara en intentando leer. Me acerqué y cuando la miré la noté muy triste.

— Deberías estar abajo festejando.

— Ya he festejado lo suficiente - le dije sentándose delante suyo - A demás, me importa más mi mejor amiga. ¿Cómo estás?.

- Suena a nosotras - comenta Lily mirando a nuestra madre.

- Sólo que con la diferencia que la otra golpearia a quien hizo llorar a su amiga - agrega Severus.

- Lo pensé, pero se trataba de Ron - les confieso.

- De la que me salvé - suspira él.

— Ron sigue culpándome por algo
que no está seguro...

— Lo sé, ya se dará cuenta de lo tonto que esta siendo — le dije y pareció relajarse.

— Gracias por estar de mi lado.

— Siempre Herms, sé que quieres terminar ese libro, pero deberías dormir un poco - le sugerí.

— Tienes razón, estoy bastante abrumada — me dijo dejando su libro de lado — Y tú debes dormir, mañana tienes tu cita con Cedric.

- ¡¿Una cita?! - gritan mis tres hijos y mi padre.

- Nadie dijo algo de una cita, así que compórtense - les dice mi madre y los cuatro se quedan callados.

- Gracias mamá.

— No es una cita — le dije enseguida — Vamos a salir como amigos.

— Claaaro — me dijo riendo y buscando su pijama.

— Hablo en serio Herms, no estoy lista para tener novio y mucho menos tengo tiempo — le aclaré buscando mis cosas — A demás, mi papá se infartaria, Fred, George y Ron lo colgarían de la torre de Astronomía y Harry...

— Harry sería el que peor se lo tome — me interrumpió Hermione.

— Iba a decir que sería quién los detenga — al decir eso ella comenzó a reír y me alegró, por más que no entendiera su reacción — ¿Por qué te ríes?

— De nada, pero tú y Harry son muy unidos y protectores entre ustedes — me dijo usando su lógica — Quiero ver cómo reaccionas cuando alguna chica quiera salir con él.

Después de eso, se dirigió hacia el baño dejándome con mis pensamientos. Supongo que me molestaría un poco, pero si lo hacía feliz lo tendré que aceptar.

No puedo creer que todos se rían, incluso Harry.

- Eso no fue lo que pasó en sexto año - me dice Ginny.

- Él ya era mi novio, estaba en todo mi derecho de hacer lo que hice - le respondo.

- ¿Entonces tú ya lo sabías? - le pregunta Rose a su madre.

- Lo veía venir.

No tocamos más el asunto y me fui a la cama, escuchando que la fiesta continuaba abajo.

Me desperté sobresaltada, por un fuerte grito.

—¡AAAAAAAAAAAAAAGH! ¡NOOOOOOOOOOOO! 

Hermione también se había despertado y me miró.

— Estoy segura de que fue Ron — me dijo.

— Busca tu varita, iremos a ver.

Todos se levantaron de la cama. Las puertas se abrieron tras nosotras y los interpelaban voces soñolientas: 

—¿Quién ha gritado? 

—¿Qué hacen?

La sala común estaba iluminada por los últimos rescoldos del fuego y llena de restos de la fiesta. Harry, Ron y el resto de sus compañeros de habitación son los más agitados. 

—¿Estás seguro de que no soñabas, Ron? — le preguntó Dean Thomas, mientras que con Hermione nos acercamos.

—¡Les digo que lo vi! — gritó asustado.

—¿Por qué arman tanto jaleo?

—¡La profesora McGonagall nos ha mandado acostarnos! 

Algunas chicas habían bajado poniéndose la bata y bostezando. 

—Estupendo, ¿continuamos? —preguntó Fred con animación. 

—¡Todo el mundo a la cama! —ordenó Percy, entrando aprisa en la sala común y poniéndose, mientras hablaba, su insignia de Premio Anual en el pijama. 

—Percy... ¡Sirius Black! — dijo Ron, con voz débil —. ¡En nuestro dormitorio! ¡Con un cuchillo! ¡Me despertó!

- Sirius, ¿Por qué asustarias así a los niños? - le pregunta mi padre.

- No tiene sentido que hiciera algo así y menos a ellos - le responde.

- Pero fuiste supuestamente por Ron y no por Harry... al menos qué...

- ¡Hijo de perra! - grita Sirius - A sobrevivido debido a eso.

- Tiene sentido, maldición - agrega James.

- Basta de insultos - les dice su madre - ¿Y qué sucede?

- Lo sabrán a su tiempo abuela - le dice Harry - Sigue papá.

Todos contuvieron la respiración. 

—¡Absurdo! — dijo Percy con cara de susto —. Has comido demasiado,  Ron. Has tenido una pesadilla. 

—Te digo que... 

—¡Venga, ya basta! 

Llegó la profesora McGonagall. Cerró la puerta de la sala común y miró furiosa a su alrededor. 

—¡Me encanta que Gryffindor haya ganado el partido, pero esto es ridículo!¡Percy, no esperaba esto de ti! 

—¡Le aseguro que no he dado permiso, profesora! — le dijo Percy, indignado — ¡Precisamente les estaba diciendo a todos que regresaran a la cama! ¡Mi hermano Ron tuvo una pesadilla.. .! 

—¡NO FUE UNA PESADILLA! — gritó Ron —. PROFESORA, ME DESPERTÉ Y SIRIUS BLACK ESTABA DELANTE DE MÍ, CON UN CUCHILLO EN LA MANO! 

La profesora McGonagall lo miró fijamente. 

—No digas tonterías, Weasley. ¿Cómo iba a pasar por el retrato? 

—¡Hay que preguntarle! — dijo Ron, señalando con el dedo la parte trasera del cuadro de sir Cadogan —. Hay que preguntarle si ha visto...

Mirando a Ron con recelo, la profesora McGonagall abrió el retrato y salió. Todos los de la sala común escuchaban conteniendo la respiración. 

—Sir Cadogan, ¿ha dejado entrar a un hombre en la torre de Gryffindor? 

—¡Sí, gentil señora! — le gritó sir Cadogan.

Todos, dentro y fuera de la sala común, se quedan callados, anonadados.

—¿De... de verdad? — dijo la profesora McGonagall —. Pero ¿y la contraseña? 

—¡Me la dijo! — respondió altanero sir Cadogan—. Se sabía las de toda la semana, señora. ¡Las traía escritas en un papel! 

La profesora McGonagall volvió a pasar por el retrato para encontrarse con la multitud, que estaba estupefacta. Se había quedado blanca como la tiza. 

—¿Quién ha sido? — preguntó con voz temblorosa —. ¿Quién ha sido el tonto que ha escrito las contraseñas de la semana y las ha perdido? 

Hubo un silencio total, roto por un leve grito de terror. Neville Longbottom, temblando desde los pies calzados con zapatillas de tela hasta la cabeza, levantó la mano muy lentamente. 

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