>>V O T E - V O T E - V O T E<<
El gel estaba frío contra mi estómago, lo que me hizo encogerme un poco. Barry movió una pequeña risa, sus dedos atravesando los míos mientras mirábamos una pantalla de ultrasonido. Esta fue nuestra segunda cita oficial con la Dra. Robinson, una ginecóloga muy dulce con un don para hacer que mis preocupaciones se desvanezcan con una pequeña mirada en mi dirección. En este momento, ella estaba mirando la pantalla y no decía una sola palabra.
"¿Cómo ha ido todo, Margo? ¿Alguna mancha?¿Manteniendo una dieta regular y saludable?" Preguntó la Dra. Robinson al azar, mirándome rápidamente mientras continuaba su trabajo. Intenté mantener mi respiración estable y con Barry Allen a mi lado, casi funcionó.
Me sonrió: "No lo describiríamos como demasiado saludable".
"Oye, ayer me comí una manzana". Le señalé con el ceño fruncido, lo que sólo me hizo ganar otra sonrisa de él. Calmando mis nervios, volví a mirar al doctor. "Han sido unos meses un poco estresantes y el helado me llama." Lo admití suavemente. Con el influjo del drama del Team Flash últimamente, recordar comer verduras y mantenerse alejado de la cafeína estaba resultando más difícil de lo que imaginaba, pero estaba haciendo todo lo posible.
La Dra. Robinson asintió: "El embarazo es absolutamente estresante, pero trate de tener una gama de alimentos saludables. Le prescribí un suplemento para el embarazo en nuestra última visita, ¿aún lo está tomando?" Asentí con la cabeza, al menos estaba haciendo algo bien. "Bien, el bebé necesita todo lo bueno que pueda conseguir. Le recomiendo que aumente su consumo de hierro, tal vez algunos suplementos de hierro." De repente, se congeló y un pequeño y agradable ruido sonó de sus labios y mi atención volvió a la pantalla del ultrasonido. "Muy bien, por fin tengo una imagen clara. ¿Quieren saber el sexo?"
Hubo una pausa, mi cabeza se volvió a romper para ver a Barry y preguntarme qué pasaba por su mente. No habíamos hablado de querer saber el sexo a tiempo, o dejar que fuera una sorpresa. Pero con la amenaza de Savitar sobre nuestras cabezas, tal vez no era tan mala idea saber si nuestro bebé era una niña o un niño. "Um, ¿qué piensas?" Le pregunté en voz baja.
"No me importa, sería genial saberlo, pero sólo si quieres". Barry se ofreció, dándome un pequeño apretón de manos. Estaba tirando la pelota en mi cancha y por un segundo casi no quise saber, preguntándome si sería más difícil saber que algo podría salir mal en nuestras vidas y que yo no lo lograría. Pero lentamente, mi cabeza asentía, dándole al doctor mi respuesta final.
Esperó un momento más, quizás esperando que cambiáramos de opinión, pero cuando no nos opusimos, ofreció una amable sonrisa. "Bueno, felicitaciones, es un niño."
Las lágrimas rodaban por mis mejillas, felices y despreocupadas. Rápidamente, las limpié y murmuré algo sobre las hormonas mientras Barry miraba la pantalla con sus ojos verdes. La Dra. Robinson señalaba la pequeña cabeza y el estómago de nuestro bebé, pero para mí se veía como una especie de mancha de blanco y negro. Mientras charlaba algunas otras cosas, Barry se inclinó y plantó un beso cerca de mi sien, dulce y delicado. Estábamos teniendo un niño.
"Quiero ser sincera, Margo". La Dra. Robinson decía que su tono se estaba volviendo muy serio. "Ya tienes un poco más de cinco meses y en esta etapa, el bebé debería estar más desarrollado. No es un gran problema pero ha mencionado que ha estado bajo estrés y podría estar afectándolo de alguna manera. Quiero que intentes no tener estrés, ¿de acuerdo? El bebé puede sentir estas cosas, lo creas o no, y esta es una etapa muy crítica con cualquier embarazo y debes cuidarte a ti misma, y al bebé. No más estrés, Margo." Con sus palabras, sonreí con fuerza, sabiendo que eso era casi imposible en mi vida en estos días.
***
"Ahora, Barry mencionó su reciente nombramiento... un niño pequeño, ¡es increíble!" Iris West me sonreía, sus ojos oscuros brillaban con fuerza. Estábamos sentados en el córtex y tenía unos cuantos libros de texto a mi alrededor, tratando de estudiar para los próximos finales de mis clases en la universidad. Con el paso de las semanas, trataba de mantenerme algo normal y al graduarme de mi segundo grado gritaba normalidad. "Pero antes de organizar un baby shower, investigué un poco más y encontré algunos alimentos excelentes que deberían comerse y que proporcionan proteínas y calcio adicionales. Le he dejado la lista a Barry, pero he cogido un zumo verde para ti de Jitters. Tiene todo lo que necesitas".
Iris casi saltaba y no pude evitar sonreírle. Ed Thawne estaba sentado a mi lado, callado mientras nos miraba a los dos. Venía de ayudar a entrenar a Wally para hacerme compañía, algo que realmente aprecié. Había pasado poco más de un mes desde que había decidido quedarse en nuestra tierra, algo que ninguno de nosotros había predicho, pero estaba encajando bastante bien. "Ew, ¿jugo verde?" Me apreté la nariz mientras ella la empujaba hacia mí.
"Alimentos energéticos para el embarazo", murmuró Ed a mi lado, tratando de contener su risa. "La col rizada es tu nuevo mejor amigo". Añadió y Iris sonrió ampliamente mientras asentía con la cabeza furiosamente.
De repente, y por suerte, Cisco se apresuró a entrar en la corteza con H.R. justo detrás de él. Ambos se veían ligeramente nerviosos, claramente algo estaba mal. "Uh, tenemos un ligero problema." Cisco anunció, resoplando ligeramente.
"¡Margo, oye!" De pie en la puerta abierta había una morena diminuta y familiar, con un corte de pelo a la moda, y el flequillo que se le había quitado de los ojos. Su sonrisa era bonita y rápida, yo me levantaba de mi asiento para saludarla.
Tirando mis brazos alrededor de Maya Lord, la abracé con un firme abrazo. "Dios, es tan bueno verte de nuevo. ¿Cómo estás? ¿Cómo están Winn y Kara? Espera, ¿qué estás haciendo en Central City?" Las palabras salían de mi boca mientras me retiraba, viendo sus ojos bondadosos mirando mi estómago.
"¿Estás embarazada?" Maya salió a borbollonees de una manera familiar.
Un nuevo rostro apareció detrás de Maya, ofreciendo una estrecha sonrisa mientras llevaba a una coja Kara Danvers a la corteza mientras H.R. le indicaba dónde llevarla con una extraña expresión en sus ojos. Con la boca abierta de par en par, las preguntas bailando en mi cabeza, Joe West entró en la habitación con Barry en sus brazos también. Ambos héroes caídos. "¿Qué ha pasado?" Yo estaba exigiendo, siguiéndolo a la enfermería donde ambos héroes en coma yacían. "¿Y quién demonios eres tú?" Me giré para enfrentar al hombre guapo que no conocía que estaba en nuestros laboratorios.
"Um, soy Mon-El." Se encogió de hombros rápidamente.
J'onn J'onzz se puso a su lado, mirando a Supergirl con una expresión de preocupación. "Kara fue atacada por alguien que se hace llamar The Music Meister. La trajimos aquí con la esperanza de que todos ustedes pudieran ayudar, pero desafortunadamente Music Meister la siguió y Barry también fue atacado. Asumimos que están juntos en este extraño coma".
Caitlin estaba ocupada revisando sus signos vitales cuando me volví para enfrentar a los hombres de National City y me preguntaba cómo se suponía que iba a permanecer libre de estrés mientras mi prometida y mi amigo estaban en coma. Atrapé los ojos oscuros de Iris, sabiendo exactamente lo que pasaba por su cabeza sin tener que advertirme. "Fue muy agradable verte de nuevo J'onn, pero voy a robarte tu encantadora columnista de consejos y quedarme fuera del drama. Me temo que son órdenes del doctor".
Rápidamente, mi mano se enhebró en el brazo de Maya Lord y la alejó de los dos equipos de héroes unidos, sus ojos brillaban con la idea de pasar algún tiempo conmigo. Iris me dio mi jugo verde al salir, ofreciéndome una pequeña sonrisa. Cuando llegué al ascensor principal, me volví hacia todos ellos con una mirada seria. "Trae a mi prometida de vuelta a salvo, ¿de acuerdo? No querrás lidiar con una embarazada enojada y muy emotiva. ¿Tratar? De acuerdo, bien."
***
Nos sentamos en un tranquilo Jitters, el día lento a nuestro alrededor. Matilda nos había traído magdalenas escarchadas extra mientras se desvivía por ver al bello Señor Maya de nuevo. Aunque no podía beber el delicioso café sentado frente a Maya, el jugo verde no estaba tan mal. "Bien, déjame entender esto bien. Estás embarazada y hay un loco llamado Savitar que quiere a la mitad de tu familia muerta y ha predicho tu muerte, pero no te mata él mismo. Has creado una red de seguridad con la esperanza de detener tu muerte, mientras estás comprometida con Barry Allen. Vaya, eso es mucho". dijo Maya con un profundo suspiro.
"Y tienes poderes de control mental porque tu hermano intentó salvarte la vida porque tenías muerte cerebral, todo porque el tío de Kara casi te mata. Ahora estás entrenando con la D.E.O. y te has mudado con Winn Schott, que ya no trabaja en Catco. Además, has sido ascendido y también tienes extraños extraterrestres que quieren destruir National City". Era mi turno de respirar profundamente, con tantas palabras saliendo de mi boca. "Pensé que mi ciudad estaba loca".
Maya Lord sonrió: "Nuestras vidas, antes normales, se han vuelto del revés, eso es seguro". No hace mucho tiempo que Maya Lord se mudó a National City y se vio envuelta en su propio drama de héroe con su amiga que resultó ser Supergirl.
"Pero no lo habríamos hecho de otra manera", noté en voz baja. Tantas veces en los últimos años había pensado en cómo mi vida podría haber sido diferente. Cómo hubiera sido mi vida si Matilda no hubiera muerto, o si no me hubiera escapado de casa o si Roy Harper no hubiera muerto. A veces, me dolía mucho sólo de pensarlo, pero extrañamente, no cambiaría nada. "Me alegra mucho que hayas decidido acompañarme en el viaje de hoy. Necesitaba ver una cara conocida".
La guapa Maya asintió con la cabeza, sus manos se enroscaron alrededor de su taza de café. "En realidad, yo también. Las cosas se están complicando en casa, así que fue muy agradable salir de ese drama y que me recordaran que mi vida no es tan loca como la tuya."
Mi boca se abrió y le clavé una cuchara, pero todo fue muy juguetón. Maya Lord fue como un soplo de aire fresco y ver su sonrisa y saber que el Equipo Supergirl estaba pasando por cosas similares realmente ayudó a mi estado mental actual. Cada uno de nosotros se enfrentaba a sus propios problemas, no importaba dónde viviera, pero con esperanza y coraje, podíamos superarlos. Por eso mi corazón se hundió un poco cuando mi teléfono sonó, un mensaje de texto de Cisco haciéndome saber que habían logrado despertar a Barry y Kara. "Tristemente, te voy a extrañar, Maya Lord."
"Oh, vamos. No te pongas sentimental, nuestros mundos siempre chocan." Sonrió mientras su mano se doblaba dulcemente sobre la mía. "Esto no es un adiós, nunca lo es si somos súper amigos." Su risa fue dulce y brillante, no pude evitar que se aferrara a esa promesa.
***
¡Nota!
¡Queridas lectoras, les cuento que estamos en la semana final!
Espero que hayan disfrutado de está historia tanto como yo.
All the love E. xoxo